¿Dónde están los votos de la victoria del Partido Revolucionario Mayoritario?
NEW YORK.-
La diputada Minou Tavárez Mirabal dijo recientemente que: “el gobierno
de Danilo Medina sólo es de propaganda y funcionarios corruptos
enriqueciéndose a costa del estado” y en estos días sale una publicación
que afirma que el gobierno ha gastado la friolera de 5,679 millones de
pesos dominicanos en 21 meses en publicidad y propaganda.
Debemos tener presente que, la
propaganda es una de las funciones del gobierno, sobre todo cuando no
hay eficiencia en realizar cambios estructurales y resolver las
problemáticas de la nación; la clase dominante tiene como misión, según
Marta Harnecker, que los problemas resulten indiferente para la masa, la
opinión pública no es la opinión individual de la población recogida de
manera conjunta y expresada en los medios, sino, lo que la clase
dominante (en este caso el gobierno) pretende que el pueblo crea, y le
hace creer mediante la propaganda y los agentes al servicio de la
manipulación mediática; así vemos como se distorsiona la realidad, lo
que percibe el pueblo en sus mesas cuando llegan las doce del mediodía,
es sumamente contrastante al bienestar numérico que vive el país; según
los medios de comunicaciones: disminuyó la pobreza en un 6%, 528 mil
dominicanos dejaron de ser pobres, descendió el desempleo, tenemos
crecimiento macro económico, sigue el incremento en el producto interno
bruto, etc… Ahora bien, inducir al pueblo a creer que el país va por
buen camino y que frente a los problemas de siempre hay que cruzarse de
brazo, porque son males endémicos que no tienen soluciones, es bien
remunerado por el gobierno ya que “nadie contribuye más con una causa
que aquel que no hace nada”, y esto significa que todo el que se queda
en su casa el día de las elecciones, sin imaginarse que es una víctima
de los sicarios de la realidad, está votando por la permanencia de la
situación actual, lo que es lo mismo que votar por el gobierno.
Basta con una simple mirada
retrospectiva, a los resultados electorales de los comicios del 2012, e
incuestionablemente tenemos que inferir que además de la utilización de
203 mil millones de pesos, del erario público (para lograr una
diferencia con el PRD y aliados de 193,153 sufragios, donde cada voto de
diferencia en función del déficit costo RD$ 1,050,980 (un millón,
cincuenta mil 980 pesos) déficit que hoy estamos pagando, a consecuencia
de una reforma fiscal promulgada en septiembre del 2012) quienes más
aportaron al “triunfo” del PLD y aliados, fueron aquellos dominicanos
que el domingo 20 de mayo, tomaron el día de vacaciones, aquel ejercito
de hombres y mujeres que a pesar de no estar de acuerdo con el accionar
del gobierno, tampoco se identificaron, creyeron o confiaron en la
oposición.
El PLD y aliados obtuvieron, 2, 323,150
(dos millones trescientos veinte y tres mil ciento cincuenta votos)
equivalentes a 35.72% del universo de los votantes que eran 6, 502,968
(seis millones, quinientos dos mil, novecientos sesenta y ocho votos).
El PRD y aliados también del total de los votantes, 2, 129,997 (dos
millones ciento veintinueve mil novecientos noventa y siete votos)
equivalente a 32.75% mientras que la abstención, la tercera fuerza
política del país 1, 936,130 (un millón novecientos treinta y seis mil,
ciento treinta no votantes) equivalente a un 29.77%. Mientras más
personas ejerzan el derecho al sufragio, mas difícil resulta alcanzar el
50% más uno, de ahí la negativa del gobierno de aceptar el voto por
Ninguno, porque sería un voto válido que se contabilizaría y alejaría la
posibilidad del alcanzar la mayoría simple y por el contrario, cuanto
menos personas acuden a las urnas, más fácil le resulta quedarse en el
poder, a lo que más recursos tienen para estructurar una logística de
transportación y movilización a las mesas electorales.
Hay que salir a buscar los votos del
29.77% de los abstencionistas, motivar e inspirar ese segmento
poblacional, que está convencido que “los políticos todos son iguales” y
demostrarle con nuestro comportamiento en las escogencias de nuestros
candidatos a la presidencia y vicepresidencia, a senadores, diputados,
alcaldes, concejales, directores de distritos municipales, que el
Partido Revolucionario Mayoritario y la convergencia, somos una
maquinaria política diferente. Entonces ¿No sería más consecuente con
ése propósito, si pretendemos conquistar a los abstencionistas,
presentar un político diferente con el que la juventud y nuevos votantes
tengan más afinidad de pensamiento generacional?
Luis Abinader Presidente 2016. ! La Renovación De La Esperanza!
Por Julin Martínez
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