lunes, 4 de febrero de 2013

Fundación Amaury Germán critica cronología Hermann

Los Palmeros cayeron abatidos por el régimen de Joaquín Balaguer un 12 de enero de 1972. Archivo

Fundación Amaury Germán critica cronología Hermann
Fuente:http://www.hoy.com.do/el-pais/2013/2/3/465543/Fundacion-Amaury-German-critica-cronologiaHermann
Le imputa hacer una narración sesgada en la que obvia situaciones imperantes en enero de 1972
La Fundación Amaury Germán Aristy aclaró ayer una serie de conceptos vertidos por Hamlet Hermann en  un resumen cronológico  de los acontecimientos del 12 de enero de 1972 publicado el  sábado en el suplemento cultural Areíto, los que consideró   errados. A continuación, el texto íntegro enviado por  la Fundación.
“Cuando los logros alcanzados por la Fundación Amaury Germán Aristy han trascendido la misa tradicional y el encuentro en la casa de doña Manuela Aristy. Cuando el Congreso Nacional declara el día 12 de enero como “Día de la Resistencia Heroica”.
Cuando podemos mostrar un monumento donde el pueblo dominicano puede ir a rendir homenaje a sus héroes y mártires caídos durante la larga noche balaguerista de los 12 años y, cuando el panel organizado por la Fundación trasciende los pequeños círculos de intelectuales progresistas y residuos de una izquierda saliente; fuimos sorprendidos con la publicación de el sábado 12 de enero  de un “Resumen cronológico de acontecimientos del 12 de enero de 1972”, bajo la firma del señor Hamlet Hermann, en el suplemento cultural Areito del periódico Hoy.
El señor Hermann hace la aclaración de que el resumen ha sido realizado “a partir de lo publicado por la prensa dominicana entre el 8 y el 17 de enero de 1972. También aclara que: “Solo dos párrafos provienen de vivencias particulares hechas por personas ligadas a esos hechos”, a quienes no identifica, como no identifica los periódicos y otros medios de prensa en los que basa su cronología y las fuentes de donde procede la información.
El señor Hermann inicia su trabajo diciendo que “Desde Cuba, el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó envía un mensajero alertando a los Comandos de la Resistencia sobre una peligrosa infiltración enemiga en las filas”. Más adelante señala: “Los compañeros en Santo Domingo rechazan totalmente esa orden de su jefe máximo y reorientan sus acciones políticas”.
Queremos destacar que el señor Hermann de entrada utiliza la palabra jefe no como sinónimo de jerarquía existente en toda clase de organizaciones políticas, sociales, religiosas y otras, sino la de las relaciones de subordinación entre jefe y subalterno.
Además, y es lo más grave, Amaury, Virgilio, La Chuta y Ulises murieron por no obedecer al “jefe máximo”, por tanto, ellos son los culpables de su propia muerte, no el régimen dictatorial de los 12 años de Balaguer, que desató la cacería más grande contra cuatro revolucionarios conocida en la historia política contemporánea, cacería de la que Hamlet y sus compañeros en Cuba no estaban ajenos, porque obtenían información diaria de los noticieros y periódicos del país.
Cónsono con esa visión militarista, el señor Hermann obvia el documento de Amaury Germán Aristy donde relata la llegada de un mensajero con un mensaje de Román que “nos ordenaba huir sin indicársenos de quién y por qué, pero sí cómo y hacia dónde. Nosotros interpretamos un craso error de ustedes urgirnos al desmantelamiento de toda la organización.
Aunque los Comandos de la Resistencia era una organización político militar, en ésta, por lo menos a nivel de su dirección, se planteaban las cosas, se discutía. Partíamos del presupuesto de la evolución política e ideológica del Caamaño coronel al revolucionario y líder Román, sin restarle fuerza a su jefatura”…..un líder, a diferencia del jefe, no ordena, guía, es decir, no se mentaliza a imponer sino que busca la forma de proponer y encaminar.
Por otra parte, si el señor Hermann destaca en su “Resumen” errores cometidos por los compañeros de los Comandos de la Resistencia, como la de un encuentro para celebrar el año nuevo en la casa del kilómetro 14, pero en ningún momento incluye en su cronología sesgada el estado de terror existente en el país a principios de enero de 1972, los crímenes cometidos por el Frente de la Juventud Reformista Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocida como La Banda, bajo el reinado de terror del jefe de la Policía Nacional, el entonces mayor general Enrique  Pérez y Pérez.
Tampoco el señor Hermann incluye el apresamiento, el día 2 de enero de 1972, del señor Manuel Matos Moquete, quien llegó al país procedente de Cuba con la misión expresa, por parte del coronel Caamaño, de crear una columna paralela a los Comandos de la Resistencia, certificando con ello la ruptura definitiva de los compañeros en Cuba con la organización en Santo Domingo.
En su afán por ignorar las acciones desarrolladas por los familiares de los cuatro compañeros caídos, el señor Hermann nunca incluye en su “resumen cronológico” los pasos dados por los familiares de los héroes del 12 de enero, desde el mismo momento en el que se enteraron del cerco tendido inicialmente por la Policía Nacional la noche del 11 de enero de 1972.
Entre ellas se destacan las visitas a los directores de los periódicos La Noticia y El Nacional, señores Silvio Herasme Peña y Radhamés Gómez Pepín –quienes pueden atestiguarlo- para alertarles de lo que estaba ocurriendo, así como la visita en las primeras horas de la mañana del 12 de enero al doctor Emil Kase Acta, rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo de entonces y la visita al nuncio apostólico Luciano Storero, con el objetivo de crear una comisión de personalidades que solicitaran un cese al fuego y una cita al presidente Balaguer, a fin de evitar la muerte de Amaury y Virgilio, pues ya La Chuta y Ulises habían muerto.
Estas gestiones fueron realizadas en la madrugada del 12 de enero del 1972, cuando ya habíamos agotado sin éxito la obtención de armas de fuego para alertar a los compañeros que estaban en la cueva, testimonio que hemos ofrecido a los medios de comunicación innumerables veces durante todos estos años y que el señor Hermann conoce de sobra.
También el señor Hermann obvia la información de la unidad de todas las familias de los caídos para evitar que la Policía Nacional enterrara a nuestros deudos como hacía con mucha frecuencia en esos años y nos entregara sus restos.
Obvia las negociaciones sostenidas con la Policía  para establecer las horas de entierro de los compañeros. Los hechos del 12 de enero del 1972 no pueden ser silenciados, salvo que haya una intencionalidad malsana. Pero ocurre que lo único que el señor Hermann conoce como válido y patriótico son las actividades en donde él ha sido protagonista.
Por otra parte, Hamlet Hermann se hace eco de la versión policial en el sentido de que “César Feliz condujo las tropas al lugar exacto donde se encontraba el grupo de los Comandos de la Resistencia” avalando una información falsa tendente a presentar a Feliz como un delator con fines inconfesables y tratando de confundir 41 años más tarde la verdad de los hechos.
Pero como su intención es confundir, aunque diga que aclarar, continúa 41 años después sembrando dudas y echando lodo, fango que no nos ha salpicado durante 41 años.

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