jueves, 28 de febrero de 2013

El día del adiós


El día del adiós

Vídeo: Atlas
  • La sede de San Pedro del Vaticano quedará vacante a las 20.00
  • A esa hora, Benedicto XVI estará ya en Castel Gandolfo
  • En esta residencia pasará los dos próximos meses
Llegó el día. Hoy es la última jornada de Benedicto XVI como Papa. Después de exactamente 2.873 días al frente de la Iglesia católica, hoy a las 20.00 horas entrará en efecto su renuncia como Pontífice. Se abrirá de ese modo un nuevo capítulo en su vida y sobre todo en la de la Iglesia, que desde hace 700 años no vivía la dimisión de un Pontífice.
El Papa, que hace ya días que tiene hechas las maletas, consagrará el día a los adioses. A las 11.00 horas, se ha despedido personalmente de los cardenales, con los que se reunió en la sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano. El colegio cardenalicio estuvo casi al completo, ya que desde que hace 17 días Benedicto XVI anunció su decisión de dimitir tuvieron tiempo suficiente para congregarse muchos de ellos en Roma.
Pero el plato fuerte de la jornada, la imagen que quedará para la Historia y que será recogida por las cámaras de televisión, será la que mostrará a Benedicto XVI abandonando el Vaticano a bordo de un helicóptero. Cuando vuelva a poner el pie en el suelo del Vaticano, dentro de alrededor de un par de meses, ya no será Papa, sino Papa Emérito.
A las 16.55, en el Patio de San Dámaso del Vaticano, el Papa será despedido por el cardenal Tarcisio Bertone, el Secretario de Estado, y por otros miembros de la curia. Acto seguido el Pontífice, que en abril cumplirá 86 años, se subirá en el helicóptero junto a su secretario personal, el padre Georg Gaenswein. El aparato despegará y pondrá rumbo hacia Castel Gandolfo, la localidad a 23 kilometros de Roma en la que se encuentra la residencia de verano de los Papas y donde Benedicto XVI ha pasado en los últimos años sus vacaciones.
Ratzinger vivirá en Castel Gandolfo las primeras semanas después de que entre en vigor su renuncia, unos dos meses en total. La versión oficial es que Ratzinger permanecerá en Castel Gandolfo mientras se termina de poner a punto el Mater Ecclesi, el convento situado dentro del Vaticano al que Benedicto XVI se retirará cuando sea elegido su sucesor. Pero la realidad es que se quita de en medio para evitar arrojar la más mínima sombra sobre el cónclave que elegirá al nuevo Papa o sobre los primeros días de andadura de su sucesor. Además, ya ha anunciado que a partir del momento de su dimisión vivirá 'oculto del mundo', dedicado a una vida de oración y meditación.
El viaje en helicóptero desde el Vaticano al Castel Gandolfo será breve: durará unos 10-15 minutos. Después de su llegada allí, Benedicto XVI llevará a cabo un último acto público de su Pontificado. Se asomará al balcón del palacio apostólico de Castel Gandolfo a las 17.30 horas, para saludar a los fieles de esa localidad y a los turistas y curiosos que hayan acudido a la misma para despedirle. Probablemente, nunca más volvamos a verle.
A las 20.00 horas, Joseph Ratzinger renunciará al Pontificado, poniendo fin a un Papado que comenzó el 19 de abril de 2005, cuando en la tercera votación fue elegido Pontífice. A partir de ahí, empezará una nueva vida, todo cambiará para él. Bueno, no todo: seguirá llamándose Benedicto XVI, aunque su título desde ese momento será el de 'Papa emérito' o 'Romano Pontífice emérito', como él mismo ha decidido. "Ha consultado al cardenal camarlengo, a la secretaría de Estado y al colegio cardenalicio para recibir consejo. Pero la decisión ha sido suya. Ha dicho: deseo llamarme así", destaca Federico Lombardi, el portavoz vaticano.
Benedicto XVI seguirá vistiendo de blanco, aunque con una sotana más sencilla que la de Papa, sin la pequeña capa adosada que lleva la de los Pontífices. Tampoco llevará ya el anillo de Pescador ni el sello que utilizaba. Ambos se supone que serán destruidos, como ocurre a la muerte de un Papa. Y también dejará de calzar sus famosos zapatos rojos, que algún malpensado decía que eran de Prada. Se verán sustituidos por unos simples zapatos marrones.

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