Descubrimiento, Conquista y Colonización de la Isla Española
(1492-1510)
El primer viaje de Colón, su tripulación, costo, encuentro con los
aborígenes de la Isla
Fuente: J. Marino Inchaustegui. Historia
Dominicana. Impresora Dominicana. Ciudad Trujillo, 1955. Tom. I. Cap. II. Págs. 28 a 88
Al terminar la guerra contra los
moros, convirtió a la Reina Isabel la Católica, en una reina poderosa
dentro de la Cristiandad, en Europa y en todo el mundo conocido, marcando el término de la denominación árabe, con la caída de Granada, arrancada por
los españoles a los moros el 2 de enero
de 1492. Por la que resolvió auspiciar
la empresa que emprendiera Cristóbal Colón, cuando se embarcó en la expedición que dio como resultado el acontecimiento más
trascendental de la humanidad después del nacimiento de Jesucristo. Lo que convirtió a la a España
en un vasto imperio colonial europeo en las tierras de “las indias”, en el
nuevo mundo.
El primer viaje de
Colón. Los entendimientos ya concluidos entre los
reyes Católicos y Colón, el 17 de abril
de 1492 hicieron posible la expedición que el 3 de agosto del mismo año,
zarpó del puerto de Palos, enfilando las proas de; la Santa María, la Pinta y
La Niña rumbo hacia el oeste, en busca de la vía más corta hacia las tierras ricas de La Indias, iniciando así la más
grande de las empresas que haya tenido la historia de la humanidad, el
descubrimiento, la colonización y la conquista del Nuevo Mundo.
Donde hoy constituye una de las cincos divisiones del planeta, donde predominan todas las condiciones climáticas
del Universo, desde los fríos intensos hasta los extenuantes calores tropicales, territorios extensísimos
habitados por hombres y mujeres que viven los más diversos grados de cultura,
hazaña incomparable realización que le corresponde al reino de España, que
recién estaba formado por los reinos de
Castilla y Aragón, con el
matrimonio de Fernando e Isabal.
El 12 de octubre de 1492 se produjo el descubrimiento de la Indias
en la Isla de San Salvador (ahora Watlings
Island), el 27 descubre a Juana (Cuba) y el 5 de diciembre divisa en la
lontananza la Isla a los que los aborígenes llamaban “Bohío”.
Las carabelas, eran tres las naves: la Santa María, la Pinta y la Niña. En la Santa María, iba Colón, aun cuando lo le
gustaba y que tenía razón pues encalló
en la Española y su dueño lo era Juan de la Cosa (Este no es el cartógrafo, quien vino como marino en el segundo viaje. El Juan
de la Cosa propietario de la Santa María falleció en España el 25 agosto de
1496).
La Pinta estaba confiada al mando de Martin Alonso Pinzón y luego de
retornar a España nada más se supo de ella.
La Niña fue puesta bajo el mando de Vicente Yáñez Pinzón. Vino en el primer
y segundo viajes, fue capitana en la
explotación del Cuba, se salvó del huracán de 1495, retornando al año siguiente
a España con Colón y otros cien pasajeros. En
un viaje a Cáliz a Roma fue capturada por piratas, luego recapturada por
su patrón y tripulantes y pudo hacer el
tercer viaje como avanzada de Colón en el 1498. En el 1500 estaba en Santo
Domingo y en el 1501 negociaba a la Costa de las Perlas.
Las tripulaciones;
Morrizon da un total de noventa personas a las tripulaciones de
las tres carabelas del siguiente nodo; Santa María, 39; Pinta, 26 y Niña, 22,
más tres ´probables no identificada ´por su nombres.
Treinta
y nueve en la Santa María;
Cristóbal Colón, Capitán, Juan de la Cosa, maestre y dueño; Paralonso Niño,
piloto; Diego de Arana (o Harana), alguacil de la flota; Rodrigo de
Escobedo, secretario de la flota; Pedro
Gutiérrez, repostero de los estrados del
Rey; Rodrigo Sánchez, de Segovia, contralor; Luis de Torrea, intérprete;
Maestre Juan Sánchez, físico o cirujano; Chachu, contramaestre; Domingo de
Lequitio, segundo contramaestre; Antonio de Guéllar, carpintero; Domingo
Vizcaino, marinero y tonelero.
Además navegaron en la Santa María; López, marinero y calafate; Juan
de Medina, marinero y sastre; Diego Pérez, marinero y pintor; Bartolomé Bives o
Vives, marinero; Alonso Clavijo; marinero;
Gonzalo Franco, marinero; Juan
Martínez de Acoque, marinero; Juan de
Morguer, marinero; Juan de la Placa, marinero;
Juan Ruiz de la Peña, marinero; Bartolomé de la Torres, marinero; Juan
de Xares, marinero; Rodrigo de Xares,
marinero; Pedro Yzquierdo de Lepe, marinero;
Además: Cristóbal Caro, platero y grumete; Diego Bermúdez, grumete;
Alonzo Chocero, grumete; Rodrigo Gallego, grumete, Diego Leal, grumete; Pedro
de Lepe, grumete; Pedro de Lepe, grumete; Jácome el Rico (genovés),
grumete; Martin de Urrubia, grumete, Andrés de Yevenes, grumete; Juan, grumete;
Pedro de Terreros, camarero del capitán ; pedro de Salcedo, peje del capitán
Veinte
y seis en la Pinta: Martin Alonzo Pinzón, capitán; Cristóbal
Quintero, dueño, con rango de marinero; Francisco Martín Pinzón maestre; Cristóbal García Sarmiento, piloto; Juan
Raynal, alguacil; Maestre Diego, físico o cirujano o boticario; García
Fernández, camarero; Juan Quintero de Algruta, contramaestre; Anton Calabres, marinero; Francisco García Vallejo,
marinero;
También; Álvaro Pérez, marinero; Gil o Guitiere Pérez, marinero; Sancho de Rama,
marinero; Gómez Ramón, marinero; Juan Rodríguez Bermejo (o
Rodrigo de Triana), marinero ( quien fue que
dijo “ TIERRA”), Juan Vegano, marinero;
Juan Verde de Triana, marinero; Pedro de Arcos, grumete; Fernando Medel, grumete; Alonso de
Palos, grumete; Juan Quadrado, grumete;
Pedro Tegero, grumete; Bernal, grumete y sirviente del capitán.
Veinte
y dos en la Niña: Vicente Yáñez Pinzón, capitán; Juan Niño,
maestre y dueño; Sancho Ruiz de Gama,
Piloto; Maestre Alonzo, físico (
cirujano); Diego Lorenzo, Alguacil;
Bartolomé García, contramaestre;
Alonso de Morales, carpintero; Juan Arráez, marinero: Pedro Arráez,
marinero; Rui García, marinero: Rodrigo Monge, marinero; Bartolomé Roldán,
marinero; Juan Romero, marinero.
Como también: Pedro Sánchez de Monilla, marinero; Pedro de Villa, marinero; García Alonzo, grumete;
Andrés de Huelva, grumete; Francisco
Niño, grumete; Pedro de Soria,
grumete; Fernando de Triana, grumete;
Miguel de Soria, grumete, y sirviente del capitán. (Según dice Morison,
que probablemente en la Santa María y en
la Niña falta el nombre de un camarero
en cada una, y la Niña podría tener otro marinero, la cual produciría una total de noventa hombres.)
Los gastos de la
expedición: el mismo Morison, estima que en los preparativos del primer viaje se gastaron 2, 000,000, de Maravedíes,
que se estima en US$14,000.00, en la actualidad. De los tesoreros de la Santa
Hermandad se tomaron a préstamo, y luego
se pagaron, 1,400.000 maravedíes; Colón
invirtió 250,000 (tomado prestado a amigos y protectores) y el resto o fue
avanzado por Luis de Santangel o se le tomó del Tesoro de Aragón. La suma
arriba mencionada no incluye la paga, la cual ascendía a 250,000 maravedíes por mes.
El primer combate
con los indios. El 4 de
enero de 1493 continuó Colón costeando al Norte de La Española y el 6 de
enero Día de Reyes, cerca de Montecristi, encontró a Pinzón y sus compañeros,
quienes en la Pinta habían llegado a la isla antes que él y venían a sus
encuentro pues los indios les habían
informado de la presencia de otros hombres blancos. El 7 y el 8
exploraron el Río del Oro (Yaqué del
Norte), así llamado por Colón pues se
encontró que el oro se pegaba a los toneles con los cuales almacenaban el agua
para la tripulación.
El primer combate con los indios. Las dos carabelas continuaron
juntas costeando el Norte de la Isla, del 9 al 12. Y el 13 en el Oeste de la
Española, en las costas de una bahía, Colón ordenó a unos 7 hombres de la
tripulación ir a tierra y procurar agua potable necesaria para la travesía a
España. Al encontrarse con unos 50
indios, los cuales eran más belicosos que los súbditos de Guacanagari, las
españolas trataron de conseguir arcos y flechas a cambios de otros artículos y
como hubiera desacuerdo entre ellos, tuvieron que defenderse a cuchilladas de
un ataque de los aborígenes, quienes utilizaron como armas sus macanas y le
dispararon flechas. Fue esta refriega.
Donde no hubo muertos, el primer choque bélico sostenido entre los hombres y
los nativos del Nuevo Mundo. En recuerdo del arma utilizada por los naturales, Colón bautizó el lugar con
el nombre de “Golfo de la Fecha.” Hoy se llama el lugar del encuentro “Punta de
la Flecha”, en la bahía de Samaná.
nada de nada
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