Un apunte al comenzar 2015
El año empezó mal para Elis Mariana Díaz, de 32 años, ultimada por su ex pareja, probablemente porque no quería regresar a una relación violenta. Tampoco comenzó bien para Sharleny Díaz, una joven de 20 años, cuyo cadáver fue encontrado en la habitación de un hotel, en Higüey.
Entre augurios, estrenos y esperanzas, una reflexión obligada y de provecho para llamar la atención de quienes tienen en sus manos la posibilidad de cambios en acciones y políticas.
De la 114 Asamblea de la Unión Interparlamentaria Mundial, realizada en Nairobi en el año 2006, ya hace bastante tiempo, rescatamos el plan de políticas a aplicar para enfrentar la violencia contra las mujeres en todas las áreas, eficaces en algunos países que las adoptaron.
Nos referimos a seis prioridades básicas que un Estado debe desarrollar para obtener resultados positivos en la lucha contra la Violencia Basada en el Género, partiendo de un presupuesto adecuado en disposición. Si las revisamos en nuestro país, podemos sacar algunas conclusiones:
- Adoptar leyes que funcionen: hay evaluaciones del marco jurídico nacional para esta violencia desde espacios intersectoriales, y solo hay que aplicar resultados.
- Asegurarse de la aplicación efectiva de las leyes: la Ley 24-97 no es suficiente para resolver el fenómeno, hay vacíos entre la igualdad de jure y la de facto, por lo tanto la aplicación no siempre es efectiva y las brechas producen impunidad y reincidencia.
- Educar y sensibilizar: no hemos logrado desde el sistema formal e informal de educación un cambio de actitud en la interlocución social y se mantiene poca conciencia de lo relacionado con los derechos de las mujeres y las acciones positivas.
- Crear alianzas: en nuestro país, hay experiencias de trabajo coordinado entre sectores e instituciones que han funcionado con dificultad por la resistencia relacionada con la poca institucionalización de parte de los sectores de poder, sobre todo, pero que podrían servir de ejemplos.
- Demostrar una firme voluntad política: el Estado dominicano no se ha comprometido firmemente aún con las dominicanas. La violencia contra la mujer es una cuestión de fuerte voluntad política a partir de la consideración de prioridad nacional.
- Establecer un marco institucional sólido: necesario junto a organismos nacionales con capacidad y poder para actuar y que no tenemos aún en la R. Dominicana donde, fuera del Ministerio Público en la justicia, no hay concurso de otras instituciones, ni de salud ni de educación.
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