viernes, 9 de enero de 2015

LA CAIDA DE HORACIO VASQUEZ.....BUENA LECTURA!!!!!

LA CAIDA DE HORACIO VASQUEZ.....BUENA LECTURA!!!!!
Para el año 1929, el gobierno de Vásquez, acosado por los problemas económicos, enfrentaba una grave crisis política debido a que el propio Presidente había violado la Constitución al ampliar su mandato por dos años. El gobierno debió finalizar en 1928, pero Vásquez hizo trampa y lo prolongó hasta 1930.
La decisión de Vásquez provocó la renuncia del vicepresidente, Federico Velásquez, quien tenía interés en sustituirlo. El Partido Progresista, de Velásquez, rompió la alianza con el Partido Nacional, de Vásquez.
De inmediato en el partido de Vásquez se crearon dos grandes bandos, uno dirigido por el nuevo vicepresidente, José Dolores Alfonseca, y otro encabezado por Martín de Moya, quien era Secretario de Estado de Hacienda y Comercio.
Rafael Estrella Ureña
Para frenar las diferencias en el interior del partido, Vásquez optó por repostularse para las elecciones de 1930. Esa decisión, adoptada en medio de un caos económico, produjo un descontento en amplios sectores del país, sobre todo en la pequeña burguesía urbana y en la juventud nacionalista,
que rechazaba a Vásquez por haber aceptado las condiciones del plan Hughes-Peynado. Detrás del descontento también estaba el rechazo al Gobierno por la corrupción pública y el enriquecimiento de algunas figuras vinculadas al Estado.
La oposición se fortaleció alrededor de Rafael Estrella Ureña, líder pequeño burgués opuesto a la ocupación norteamericana y quien era un fuerte crítico de Vásquez.
Aprovechando un viaje de Vásquez a Estados Unidos, para atender asuntos de salud, apareció en el escenario la figura de Trujillo, quien tenía el mando del ejército, la institución más sólida del Estado, y poseía, además, una buena cantidad de dinero obtenida mediante la corrupción pública. Trujillo hizo alianza con Estrella Ureña, quien estaba montando una conspiración en Santiago para derrocar a Vásquez.
En febrero de 1930, la guarnición del ejército de Santiago, en alianza con Trujillo y Estrella Ureña, organizó una aparente rebelión armada que le dio el control de la ciudad. Los rebeldes avanzaron hacia Santo Domingo, donde Trujillo le permitió entrar, tras neutralizar a los partidarios de Vásquez. Ante la situación creada, la embajada norteamericana intervino a favor de Trujillo y de Estrella Ureña, quien asumió la presidencia interina tras la forzada renuncia de Vásquez.
El ascenso y la represión de Trujillo
En mayo se realizaron elecciones y Trujillo fue electo presidente en medio de un gran fraude y un ambiente de represión que él mismo había dirigido contra sus opositores, quienes se retiraron de la contienda.
Trujillo se alzó con el poder con el apoyo de Estados Unidos, aunque el Gobierno de ese país aparentaba rechazarlo. El rechazo a Trujillo provenía de la burguesía criolla, que se identificaba con Vásquez, pero su debilidad le impedía imponer un proyecto de gobierno estable. En realidad, el sector más politizado del país era la pequeña burguesía, que se dividió ante los hechos ocurridos.
Ya en el poder, Trujillo pudo liquidar algunos focos de rebelión dirigidos por los caudillos Desiderio Arias y Cipriano Bencosme, a quienes derrotó y asesinó. Buena parte de los dirigentes de oposición salieron al exilio.
Tras la fuerte represión desatada contra una población desarmada desde los años de la ocupación norteamericana, en tres meses Trujillo pacificó el país. La nación fue sometida a un régimen de mano dura, con una policía secreta que controlaba a los opositores.
A partir de entonces, la burguesía criolla le dio el apoyo a Trujillo, pues entendía que solo mediante la fuerza criminal podía imponerse el orden. A los dos o tres años de instaurada la dictadura, todas las instituciones del país estaban sometidas al Estado represivo. El poder de Trujillo era tan absoluto, que disolvió todos los partidos políticos y hasta le puso su nombre a la capital.
En 1937, Trujillo asesinó unos 10,000 haitianos que vivían en las provincias fronterizas y les quitó sus propiedades. El afán del lucro y el racismo empujaban a Trujillo a acciones como esa.
La política económica de emergencia
Para enfrentar la crisis económica, Trujillo adoptó las siguientes medidas:
• Aprobó una ley de emergencia que suspendía el pago de la deuda externa (salvo los intereses). Esa medida fue aceptada por el Gobierno norteamericano, porque permitía que el régimen de Trujillo se afianzara.
• Redujo el gasto del Estado, para lo cual congeló el pago de la deuda interna del Gobierno (con los bancos del país), paralizó obras, recortó los sueldos, despidió a más de la mitad de los empleados y empleadas públicas y no pagó los sueldos atrasados.
Las medidas generaron descontento en la población, pero la violencia del régimen apaciguó los ánimos. La pequeña burguesía no pudo actuar y la clase obrera, afectada por los despidos en la industria azucarera y en otros sectores, tampoco opuso resistencia. El campesinado, afectado porque se le obligó a seguir produciendo cacao y tabaco, cultivos que entonces no eran rentables, también se sometió al poder del Gobierno.
Otro problema que estaba afectando a la economía era la escasez de dólares, debido a la baja de las exportaciones y a que algunos empresarios los sacaban del país.
Trujillo decidió aplicar una política de freno a las importaciones y de estímulo a la producción nacional. Las medidas fueron las siguientes:
• Elevación de impuestos a las importaciones.
• Campaña de estímulo a la producción agrícola: distribución de semillas, otorgamiento de premios a los mejores productores, rifas de animales, etc.
• Establecimiento de precios que estimularan la producción nacional.
Reparto de tierras en áreas apartadas y baldías y expansión del minifundio o pequeña propiedad agrícola.
Como resultado de esas medidas, se sustituyó la importación de alimentos básicos por la producción nacional. Aumentaron la producción de maíz, arroz, habichuelas, quesos, mantequillas, embutidos, chocolates y otros bienes de amplio consumo.
La población redujo fuertemente el consumo de algunos bienes importados, como el pescado salado, el bacalao, el arenque, la ropa confeccionada, los calzados y otros.
El crecimiento de la producción nacional y la disminución de las importaciones le permitieron al Gobierno detener la crisis y mejorar sus ingresos, pues elevó los impuestos a la producción nacional. Entre los años 1933 y 1939, los ingresos aumentaron 50%, al pasar de 8 a 12 millones de pesos.
Para el año 1935, el Gobierno reinició las obras detenidas. Construyó varias líneas de carreteras, algunos puentes, acueductos, canales de riego, sistemas eléctricos y algunos edificios públicos. Reconstruyó los puertos de Santo Domingo, San Pedro de Macorís y Puerto Plata.
Con esas inversiones se redujo el desempleo y se modernizó la infraestructura que requería la burguesía para la expansión de sus negocios.
texto: Historia dominicana:
desde los aborígenes hasta
la Guerra de Abril
Augusto Sención Villalona

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