Juan Bosch, habla de Lorenzo Despradel (Muley)
Por Ubaldo Solís U.
La Vega.- En la obra del Prof., Juan Bosch, “El Napoleón de las Guerrillas”, sobre la campaña del generalísimo Máximo Gómez, jefe del Ejercito Liberador en
le guerra de independencia de Cuba, en cuya portada aparece montado en
un caballo blanco con, la bandera cubana y un sombrero de mambí, esta
portada tomada del núm. 8 del periódico semanario Cuba Libre publicada en la ciudad de
Buenos Aire, Argentina, bajo la dirección de J.B.Govin, en fecha 23 de enero del 1897.
Señala el prof.Bosch, “la palabra mambí fue conocida internacionalmente por el interés que deportó en todo el mundo la guerra de Cuba desde su primera etapa, de la 1868-1878, pero que es de origen dominicano y fue usada en nuestro país en la guerra de la Restauración (16 de agosto de 1863- 11 de julio de 1865). A los españoles se llamaba Cacherros y a los combatientes contra el dominio español Mambí.
Un ejemplo de ello fue la copla sacada por los enemigos de Báez, cuando el general Antonio Guzmán, que al iniciarse la guerra restauradora estaba con Santana y luego combatiendo a los invasores españoles y decía “Antonio Guzmán no me gusta a mí, primero cacherro y después mambí”
En
la tercera parte de la obra, el prof. Bosch, relata parte de la campaña
de Máximo Gómez, a partir del 7 de diciembre del 1896, y señala que estos acontecimientos fueron narrados por Lorenzo Despradel, quien fue
El Coronel del Ejército Liberador
De la República de Cuba, secretario
Particular de Máximo Gómez, uno de
Los periodistas más brillantes del País
Lorenzo Despradel (MULEY)
Sobre Lorenzo Despradel, dice Juan Bosch. Un olvidado en Cuba y en su País, “El coronel Lorenzo Despradel, nació en La Vega,
se fue a la guerra de Cuba cuando apena tenía 21 años y alcanzó el
grado de coronel al lado de Máximo Gómez, de quien llegó a ser
secretario. A demás de soldado dice el Prof., Bosch, fue escritor y periodista.”
Gran parte de su producción fue firmada con el seudónimo de Muley, convirtiéndose en su apodo. Pero su trabajo “Máximo Gómez y la Campaña del 97”, que figura como apéndice de la obra de Orestes Ferrara, “Mis Relaciones con Máximo Gómez, fue firmado con su nombre.
Señala el ilustre escritor vegano, Lorenzo Despradel, tenía una inteligencia lúcida, que le permitía descomponer los hechos en sus partes esenciales para analizarlos a fondo. Eso hizo con la Guerra de Independencia de Cuba, la dividió en tres tiempos.
1ro.- Levantamiento en Baire, desembarco de Gómez Maceo y Martí, paso del Jobabo por el General Máximo Gómez y marcha de éste hasta Iguará (en Las Villas)
2do.- Unión de Maceo y Máximo Gómez e inicio de la invasión de las Provincias de Occidente, hasta la entrada de las fuerzas cubanas en Mantua (extremo occidental de la provincia de Pinar del Río). Retorno del General Gómez a Oriente, y campaña
de Maceo en Pinar del Río hasta su muerte acaecida después de pasar la
trocha de Mariel a Majana, en el lugar nombrado “San Pedro” provincia de
la Habana.
3ro.- Paso de la Trocha del Júcaro a Morón por el General Gómez. Campaña de La Reforma, Santa Teresa, Los Hoyos y La Damajagua, hasta la toma de Arroyo Blanco, que se efectuó después del bloqueo que establecieron los barcos de Estados Unidos en las costas cubanas.
Hace referencia el autor de la Mañosa, a lo escrito por Muley Despradel, cuando Máximo Gómez, recibe la noticia de la muerte de Maceo y su ayudante Panchito Gómez, hijo de éste, “El 27, a los Laureles y el 28 a Santa Teresa, esto es (referente al mes de diciembre del 1896). Apena llegar a este lugar recibió la confirmación oficial de la muerte de mi amado hijo y del Gral. Antonio Maceo.
Dice
L. Despradel, “Aún me conmueve el recuerdo de ese día en que todas las
fuerzas acampadas en aquel sitio, invadidas por el dolor que les causaba
la desaparición del glorioso caudillo, guardaban un silencio que era
más fiel expresión de su hondo duelo”. Prosigue diciendo.
“Los soldados andaban taciturnos, disipada ya la esperanza que hasta entonces abrigaban, de que fuese incierta la muerte del guerrero invicto, y por todas partes, hasta en la escasa luz de aquel día de invierno se advertía la tristeza que invadía todos los corazones.”
Al tercer día, al romper el alba, la voz vibrante del General Gómez se deja oír en el campamento. “¿Que silencio es ese?”, dijo por tres veces, agregando luego con el mismo acento: “¿ Es acaso
porque han caído bañados en su sangre el General Maceo y mi hijo, su
ayudante?..!Han muerto cumpliendo con su deber, y ahora nos toca a
nosotros!. Aquí no debe haber sino alegría, conformidad y decisión, cada vez que cae uno abrazando a la bandera de Cuba”.
Expresa Despradel en su crónica de guerra, reproducido por el Prof. Bosch, “Esas
palabras galvanizaron a los soldados, y al salir el sol, ya resonaban
por el potrero y por los lindes del monte décimas jocosas y bullicio que
le devolvieron su aspecto habitual al campamento”. Y a partir de esas palabras comienza a referirse a lo que fue la campaña de la Reforma.
Bosch, dice “Lo que Despradel escribió sobre esa campaña memorable puede sacarse en claro, por lo menos de manera sintética, lo que ella fue: La más extraordinaria acción guerrillera de todos los tiempos y la corona de gloria que iba a adornar la figura del hombre que la concibió y la dirigió.”
La fabulosa Campaña de La Reforma puede resumirse, señala el político Vegano, al hacer referencia nuevamente de Muley Despradel.
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