El Yate Angelita
Por Horacio Vicioso Galán
Muchos hemos oído hablar del famoso Yate de nuestro dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina pero poco sabemos de su historia. Es por eso, y por creer que el hecho de haber sido pertenencia del dictador es solo una de sus cosas interesantes, que en el siguiente texto relato su historia.
El exuberante yate fue construido en el año 1931 en el astillero de la familia de Krupp, en Kiel, Alemania, cerca de Hamburgo, según los planos de los famosos contratistas estadounidenses Gibbs y Cox.
Su lanzamiento fue en la última semana del mes de abril. Fue bautizado con el nombre de “Hussar”, para aquel entonces era el yate más grande construido en el mundo. El barco de cuatro mástiles fue comisionado por E. F. Hutton, uno de los hombres de negocios más ricos de Wall Street. Su esposa, Marjorie Merriweather Post, la heredera la enorme fortuna de los cereales Post y, a su vez, un mujer de negocios, diseñó, según su gusto, el yate de lujo, el cual estaba pintado con su casco color negro. Ella dedicó, por lo menos, dos años casi exclusivamente a esta tarea. La misma alquiló un gran almacén en Brooklyn, Nueva York, donde delineó un minucioso diagrama desde donde irían colocadas, cada una de las selectas antigüedades adquiridas para decorar el interior y sus seis cabinas de lujo.
El Hussar fue construido con un propósito: Llevar a los Hutton, con su acostumbrado lujo, a todos esos lugares donde sentían que su presencia era deseable, ya fuera por negocios o simplemente por el placer del recorrido y de la aventura. El Hussar pasaba por lo menos nueve meses del año en alta mar y los cursos determinados por los Hutton eran normalmente destinos exóticos, tales como: Las islas de Galápagos, Hawaii y el Mediterráneo etc. Pero esta dulce vida debajo de las velas blancas fue de corta duración, ya que el matrimonio pronto entró en crisis y, en agosto del año 1935, la pareja se divorció.
Al día siguiente del divorcio, el señor Edward Hutton endosó el Hussar a su ex-esposa, que amaba la nave más que cualquier otra cosa. Fue entonces, y dada la mala suerte del fracaso de su segundo matrimonio, que la misma decidió pintar su casco de blanco (convirtiéndola en blanca completamente) y cambiarle el nombre de Hussar a “Sea Cloud”, en español “Nube del Mar”.
No pasaría mucho tiempo hasta que lady Marjorie encontrara consuelo en su viejo amigo Joseph E. Davies, quien era un acertado abogado que había laborado como Consejero Económico del Presidente Wilson durante las Negociaciones de Paz en Versalles al final de la Primera Guerra Mundial.
Su boda con el señor Davies el 15 de diciembre del 1935 le dio a la vida de Marjorie una nueva dirección: De ahora en adelante, no solamente estaría ligada al mundo de los magnates de negocios, sino también al mundo de la política y de la diplomacia.
En 1937 Davies fue nombrado como Embajador estadounidense en Moscú. La “Sea Cloud” ahora sería estacionada en Leningrado (hoy día San Petersburgo), usada como un enorme palacio flotante, donde desfilarían personalidades de la clase alta soviética y otras, además varias noblezas incluyendo, entre éstas, a la reina Elizabeth de Bélgica.
Con el tiempo, sin embargo, los viajes hacia Leningrado llegaron a ser muy peligrosos ya que, con la guerra, el número de buques de guerra en las aguas del mar Báltico habían aumentado rápidamente. Un viaje previsto al Mar Negro fue cancelado porque los submarinos enemigos habían tomado la estación allí. En junio de 1938, la “Sea Cloud” dijo adiós a la URSS y navegó hacia Estambul.
Más adelante, los Estados Unidos entrarían formalmente a la guerra, debido al ataque japonés en el puerto de Pearl Harbor, a finales de 1941. Pronto después de eso, la Marina de guerra comenzó a requerir los yates privados para consolidar su flota, equipándolos para patrullar, buscar submarinos y monitorear el clima.
El Presidente Franklin D. Roosevelt, amigo cercano de Davies, en principio rechazó la idea de servicio militar para la “Sea Cloud”, argumentando que era demasiado hermosa para tal despliegue. Pero, para el 1942, los Estados Unidos ya no podían darse tal lujo. Fue entonces que, mediante el pago simbólico de un dólar, los guardacostas asumieron control de la “Sea Cloud”. Éstos le quitarían sus mástiles, la bella águila dorada de su proa y pintarían el casco del barco de gris. No mucho quedaría del impresionante yate de lujo. Equipado con cañones y armas antisubmarinas cruzó las aguas alrededor de las Azores y Groenlandia con su nuevo nombre militar, IX-99.
Mientras los otros dueños de yates perdieron sus naves en la guerra, o optaron por venderlas a la Marina de Guerra, la “Sea Cloud” terminaría siendo la única nave de lujo privada de su tamaño en funcionamiento para el final de la guerra. El 4 de julio de 1946 Joe y Marjorie, junto con siete amigos, fijaron el curso para la costa de la Florida. El yate, devuelto y renovado luego del servicio militar, ahora estaba sin sus mástiles, pero su casco había sido pintado de blanco brillante y el águila de oro adornaba de nuevo su proa. En el verano de 1947 sus cuatro mástiles fueron reinstalados y luego, en 1949, la “Sea Cloud” recibió un nuevo sistema de velas, las cuales llevaban una cantidad de lona que hasta para unos millonarios, era difícil de conseguir al final de la guerra.
La reconstrucción total de la “Sea Cloud” tomó casi cuatro años. En el piso superior del Palm Beach Hotel, Joe y Marjorie esperaron ansiosamente la llegada de su nave reconstruida. Cuando finalmente apareció en el horizonte, Joe le dijo a Marjorie, “bien, querida, ahí va tu bebé”.
Fuente : Listin Diario.
Imagen de Revista Life
Por Horacio Vicioso Galán
Muchos hemos oído hablar del famoso Yate de nuestro dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina pero poco sabemos de su historia. Es por eso, y por creer que el hecho de haber sido pertenencia del dictador es solo una de sus cosas interesantes, que en el siguiente texto relato su historia.
El exuberante yate fue construido en el año 1931 en el astillero de la familia de Krupp, en Kiel, Alemania, cerca de Hamburgo, según los planos de los famosos contratistas estadounidenses Gibbs y Cox.
Su lanzamiento fue en la última semana del mes de abril. Fue bautizado con el nombre de “Hussar”, para aquel entonces era el yate más grande construido en el mundo. El barco de cuatro mástiles fue comisionado por E. F. Hutton, uno de los hombres de negocios más ricos de Wall Street. Su esposa, Marjorie Merriweather Post, la heredera la enorme fortuna de los cereales Post y, a su vez, un mujer de negocios, diseñó, según su gusto, el yate de lujo, el cual estaba pintado con su casco color negro. Ella dedicó, por lo menos, dos años casi exclusivamente a esta tarea. La misma alquiló un gran almacén en Brooklyn, Nueva York, donde delineó un minucioso diagrama desde donde irían colocadas, cada una de las selectas antigüedades adquiridas para decorar el interior y sus seis cabinas de lujo.
El Hussar fue construido con un propósito: Llevar a los Hutton, con su acostumbrado lujo, a todos esos lugares donde sentían que su presencia era deseable, ya fuera por negocios o simplemente por el placer del recorrido y de la aventura. El Hussar pasaba por lo menos nueve meses del año en alta mar y los cursos determinados por los Hutton eran normalmente destinos exóticos, tales como: Las islas de Galápagos, Hawaii y el Mediterráneo etc. Pero esta dulce vida debajo de las velas blancas fue de corta duración, ya que el matrimonio pronto entró en crisis y, en agosto del año 1935, la pareja se divorció.
Al día siguiente del divorcio, el señor Edward Hutton endosó el Hussar a su ex-esposa, que amaba la nave más que cualquier otra cosa. Fue entonces, y dada la mala suerte del fracaso de su segundo matrimonio, que la misma decidió pintar su casco de blanco (convirtiéndola en blanca completamente) y cambiarle el nombre de Hussar a “Sea Cloud”, en español “Nube del Mar”.
No pasaría mucho tiempo hasta que lady Marjorie encontrara consuelo en su viejo amigo Joseph E. Davies, quien era un acertado abogado que había laborado como Consejero Económico del Presidente Wilson durante las Negociaciones de Paz en Versalles al final de la Primera Guerra Mundial.
Su boda con el señor Davies el 15 de diciembre del 1935 le dio a la vida de Marjorie una nueva dirección: De ahora en adelante, no solamente estaría ligada al mundo de los magnates de negocios, sino también al mundo de la política y de la diplomacia.
En 1937 Davies fue nombrado como Embajador estadounidense en Moscú. La “Sea Cloud” ahora sería estacionada en Leningrado (hoy día San Petersburgo), usada como un enorme palacio flotante, donde desfilarían personalidades de la clase alta soviética y otras, además varias noblezas incluyendo, entre éstas, a la reina Elizabeth de Bélgica.
Con el tiempo, sin embargo, los viajes hacia Leningrado llegaron a ser muy peligrosos ya que, con la guerra, el número de buques de guerra en las aguas del mar Báltico habían aumentado rápidamente. Un viaje previsto al Mar Negro fue cancelado porque los submarinos enemigos habían tomado la estación allí. En junio de 1938, la “Sea Cloud” dijo adiós a la URSS y navegó hacia Estambul.
Más adelante, los Estados Unidos entrarían formalmente a la guerra, debido al ataque japonés en el puerto de Pearl Harbor, a finales de 1941. Pronto después de eso, la Marina de guerra comenzó a requerir los yates privados para consolidar su flota, equipándolos para patrullar, buscar submarinos y monitorear el clima.
El Presidente Franklin D. Roosevelt, amigo cercano de Davies, en principio rechazó la idea de servicio militar para la “Sea Cloud”, argumentando que era demasiado hermosa para tal despliegue. Pero, para el 1942, los Estados Unidos ya no podían darse tal lujo. Fue entonces que, mediante el pago simbólico de un dólar, los guardacostas asumieron control de la “Sea Cloud”. Éstos le quitarían sus mástiles, la bella águila dorada de su proa y pintarían el casco del barco de gris. No mucho quedaría del impresionante yate de lujo. Equipado con cañones y armas antisubmarinas cruzó las aguas alrededor de las Azores y Groenlandia con su nuevo nombre militar, IX-99.
Mientras los otros dueños de yates perdieron sus naves en la guerra, o optaron por venderlas a la Marina de Guerra, la “Sea Cloud” terminaría siendo la única nave de lujo privada de su tamaño en funcionamiento para el final de la guerra. El 4 de julio de 1946 Joe y Marjorie, junto con siete amigos, fijaron el curso para la costa de la Florida. El yate, devuelto y renovado luego del servicio militar, ahora estaba sin sus mástiles, pero su casco había sido pintado de blanco brillante y el águila de oro adornaba de nuevo su proa. En el verano de 1947 sus cuatro mástiles fueron reinstalados y luego, en 1949, la “Sea Cloud” recibió un nuevo sistema de velas, las cuales llevaban una cantidad de lona que hasta para unos millonarios, era difícil de conseguir al final de la guerra.
La reconstrucción total de la “Sea Cloud” tomó casi cuatro años. En el piso superior del Palm Beach Hotel, Joe y Marjorie esperaron ansiosamente la llegada de su nave reconstruida. Cuando finalmente apareció en el horizonte, Joe le dijo a Marjorie, “bien, querida, ahí va tu bebé”.
Fuente : Listin Diario.
Imagen de Revista Life
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