domingo, 2 de marzo de 2014

La Villa Concepción de La Vega, una Vergüenza Histórica



La Villa Concepción de La Vega, una Vergüenza Histórica

Las ruinas son  los índices  que les señalan el camino de la inmortalidad a los pueblos.  Desde la Herópolis mil veces glorificada el espíritu griego ilumina el sendero de perfección que deben recorrer los herederos legítimos del alma maravillosa que ha dado permanencia eterna en la Historia a los paganos helenos.
Siglos de indiferencia y abandono, el histórico sitio de la Concepción de La Vaga, centro de interés arquitectónico, arqueológico, antropológico,  e históricos, se encuentra en la actualidad en el más completo abandono, pese a las promesas superficiales de los gobiernos que hemos tenidos que han hecho caso omisos a las recomendaciones de  personalidades interesada que este  lugar históricos  pueda tener el verdadero valor  que se merece por ser el primer enclave  de construidos por los colonizadores europeos en el Nuevo Mundo.

En este mes se cumplieron 121 años que el presbítero Alejandro Adolfo Nouel, un 12 de octubre de 1892, con motivo del IV Centenario del descubrimiento de América. Convoco a una reunión  en las ruinas de La Vega Vieja, con personalidades  del  país, a las cuales le pedía el recate de las mismas, siendo esta la primera manifestación ´para la  reparación  de estas ruinas.

También prestantes ciudadanos  veganos como  fueron el periodista, escritor Comandante Lorenzo Despradel (Muley) así como historiador, escritor y antropólogo Dr., Guido Despradel y Batista, escribieron sobre  el estado lastimero de  las ruinas y los actos vandálicos que se han cometidos  y que aun se cometen sobre este monumento, también se refiera el Dr. Luis Manuel Despradel
 Muley  dice “Sin piedad derribó los restos del bastión que el arqueólogo Cronau, copió lleno de admiración; horadó el suelo para buscar en el seno de la tierra edificios enteros, que fueron demolidos para utilizar esas piedras y esos ladrillos centenarios en la fabricación de hornos,  si es que los destinaban a usos más innobles bajo la autoridades, que no podían comprender la devoción que unos cuantos sentían por  cosas tan baladí como  unas ruinas” (obra PAGINAS, Colección Nacional, Taller Tipográfico, El Día, La Vega, 1918)
Añade Lorenzo Despradel “ Real no queda ya ni el punto geográfico por obra de la codicia y de la estupidez ambiente, salvemos la pocas ruinas que nos quedan siquiera sea para que nos se ponga nuestra cultura en entredicho, suponiéndonos capaces de comer sin alzar nuestra viril protesta, el pan cotidiano cosido en hornos hechos con las piedras y ladrillos arrancados de San Nicolás y de la casa  del Almirante!) (Obra PAGINAS, Colección Nacional, Taller Tipográfico, El Día, La Vega, 1918)
 De su parte el Dr. Guido Despradel dice “<<Sin embargo la mano ruda e inconsciente, ante la vista complaciente de quien debiendo tener conciencia de la imperdonable y fatal culpa de su crimen la dejo actuar, ha ido destruyendo con saña y osadía lo que la misma naturaleza enfurecida no pudo echar a tierra. Hoy, de esas ruinas mil veces sagradas, muy  poco resta.
Pero no es posible que permitamos que se borre así la expresión única y legítima de la grandeza de nuestro pasado colonial. Lo que resta aún de las ruinas  de La Vega Real debe ser conservado a toda   costa.  Urge que echemos a un lado nuestra proverbial apatía y movamos todos los resortes necesarios para que se tomen medidas drásticas en bien  de la conservación y acondicionamiento de esta valiosa reliquia nacional. (Obras. Tomo II. Archivo General de la Nación. Volumen LXXXVI. Compilación de Rafael Hernández,  Santo Domingo, 2010. Pág.117 y sig. Este artículo fue publicado por el Periódico Renovación, II: 26, La Vega, 15 de febrero de 1937.)

El descuido, la indiferencia, la apatía, la dejadez el abandono a que ha estado sometido este  inició de la historia  de América por parte de las autoridades Nacionales, Provinciales y Municipales, como consecuencia  tal vez de el desconocimiento  del valor que esta piedras representan para la humanidad. , la depredación, la falta de conciencia de los ciudadanos, el menosprecios de las autoridades veganas pasadas y presentes por la preservación de estos legado historio único en América con estas características, por ser la primera educaciones hecha por los colonizadores españoles, hacen que las descripciones hecha por el historiador vegano, sean hoy diferentes, pero una diferencia en sentido contrario de retraso que dicen mucho de nuestro apego a las tradiciones y a nuestro legado histórico,
El Dr. Luis Manuel Despradel  expresa <<Hay muros hundidos, y paredes dispersas entres conucos y entres montes de dadillos. Por ahí mismo siguiendo el camino desde la torre del fuerte está al oeste de la catedral en ruinas un aljibe: depósito del acueducto que llevaba por canales de piedra el agua abastecedora de la gran ciudad. Hasta hace poco, los campesinos simples, de ahí tomaban el agua, de allí regaban la tranquilidad próspera de sus conucos. Aún hoy cerca estuvo edificada la ciudad de los orgullos, del oro y de los blasones españoles! El sitio así se llama hoy>>( (Paredones, Ladrillos y Leyendas (Las Ruinas de La Vega Vieja) Conferencia dictada por el Dr. Luís Manuel Despradel La Vega, abril de 1952)
 La Ciudad no se hundió, La Derrumbó el Terremoto…
Observando las ruinas que quedan, principalmente los recios paredones de la catedral, más que hundidos por el terremoto, los edificios se derrumbaron; igual se v130 en el resto de torre de la fortaleza, con sus almenas bajas, seis en la torre circular, típicas en las fortalezas construidas en los siglos XIV y XV. Es probable que la base de esta fortaleza estuviera hace poco tiempo un poco hundida lo mismo que otras paredes debido a la naturaleza cenagosa del terreno bajo y a las hojas podridas de los árboles y las maderas de la vieja ciudad, que con las aguas de las lluvias que bajan de las lomas y los cerros entre palmares, cocoteros, tabaco y conucos bien cuidados por los agricultores que hoy ven esa piedras, esas caritas de indios, resto de la alfarería indígena, con indiferencia, ajenos al caudal de la historia y de la cultura que ellas llevan en su abandono y en su antigüedad

Sin temor a equivocarme puedo afirmar que somos  el único pueblo del mundo civilizado que  hemos cometido este crimen  contra la historia de América y el mundo, ya que no hemos sido capaz de  preservar con dignidad esta legado
Es parte del programa de Obras Públicas la conservación  y acondicionamiento de las ruinas nacionales, y si  se cuidan con esmero la casa del Almirante y el Alcázar de Diego Colón, y otras tantas  ruinas de menor importancia que la nuestra, bien  deben atenderse LAS RUINAS  DE LA CONCEPCION DE LA VEGA REAL, de esa ciudad famosa en cuya catedral celebró primera misa el padre Las Casas, en cuya Fortaleza administró dura justicia el Admírame, y que llegó el puesto de la primera entre todas las villas y ciudades de la Española por su popularidad, por la prestancia de sus vecinos y por ser un centro  de riquezas incontables hacia  el cual convergían miles  d comarcanos  a hacer  almoneda
Un ilustre y noble viejo de nuestro pueblo nos  ha dicho,  con palabras radiantes de entusiasmo, que La Vega actual debe heredar las  glorias y la grandeza de La Vega Vieja.
Ojalá fueran proféticas estas palabras, porque  el raquítico vivir  de este pueblo, paralítico por la incuria  y la pobreza, se nos presenta el horizonte de su destino repleto de nubes negras de muertes y de anonimato.
O reaccionamos  o perecemos, o mantenemos el prestigio  y la gloria de nuestros seculares blasones o  el hato nos  mata y nos brinda como triste sepultura la quietud degradante de una aldea que tiene como límites de sus aspiraciones lo que alcanza la corta visual de su ridículo campanario.
A pesar de que  desde la década de los setenta del pasado siglo XX, se iniciaron unos movimientos en pos de darle un lavado de cara es las ruinas; en 1970 las autoridades  vegana realizaron obras de limpieza de las ruinas, asesorada  por la Oficina de Patrimonio Cultural, estos trabajos estaban dirigidos por Arq. José González Balcácer del Instituto de Cultura  Hispánica  y el Sr. Ricardo Alegría,  Director   del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
El 5 de julio de 1976, se crea la  Comisión Coordinadora para la puesta en valor del Sitio Histórico de La Vega, por el Decreto No. 2151, presidida por el Obispo de La Vega, Mons. Juan Antonio Flores Santana, con la participación  de la Dirección  Nacional  de Parques y el Museos de Las Casas Reales. Se inician  los primeros pasos para el recate de las ruinas, realizándose estudios aerofotograficos de la zona, comprendiendo  las comunidades de; Pueblo Viejo, San Francisco,  Carrera de Palmas,  y el Santo Cerro, todas las inmediaciones del Sitio Histórico.
Se actualizan las mediciones  de las parcelas que se encuentran  en un área de 881/2 tareas, donde están ubicadas las  ruinas del Fuerte    y la Iglesia, se construyen oficinas, talleres y destacamento militar. El 19 de diciembre de 1976 inician las  excavaciones arqueologías de los asesores del proyecto, Ing. Elpidio Ortega y Manuel García Arévalo. Los trabajos de excavaciones se ven limitados a los caminos que conduce al Fuerte y con la intención de ampliar la Zona de trabajo fueron declarados de utilidad pública y de interés social, 20 parcelas contiguas que se consideran primera etapa del proyecto, mediante  el Decreto No. 2841 de fecha 2 de mayo de 1977.
El Decreto No. 2924, del 17 de junio de 1977, en efecto  declara:
 Art.  1ro. se declara Parque Nacional Histórico, el área donde se realizan excavaciones arqueológicas en la antigua Ciudad de la Concepción de La Vega.
Art. 2do.- La Dirección Nacional de Parque será el organismo encargado de realizar los trabajos  arqueológicos en dicha zona, así como de la medición y definición   de los linderos del iniciado ´Parque Nacional
Art. 3ro.- La Comisión para  la puesta  en valor  del Sitio Histórico de la Concepción  de La Vega, y la Dirección Nacional de Parques laboran en la administración y realización del proyecto.
Sobre este tema,  el Sitio Histórico  de La Vega Vieja en las proximidades del Santo Cerro conforma en su emplazamiento un conjunto monumental, expresión del hombre y la naturaleza. Es  de acuerdo del criterio. Hombre y La Naturaleza. Es por ello que la Conferencia General  de la Organización de las Naciones Unidas para  la Educación, la Ciencia y la Cultura, en la 17ma, reunión  celebrada en París, el 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972, aprobó los siguientes  artículos que forman  parte de la Definiciones del Patrimonio Cultural y Natural. En su ART. 2do. Dice “ El Sitio Histórico donde  estuvo ubicada la ciudad de la Concepción de  La Vega se considera pues, como Patrimonio Cultural y Natural, ya que pertenece a las características del Sitio Histórico del Periodo Colonial, Sitio Arqueológico y Sitio Natural y su puesta en valor deberá corresponder con el criterio de Parque Nacional  Histórico.
El conjunto del proyecto de rescate y puesta  en valor de las ruinas comprende las excavaciones arqueológicas y descubrimientos de elementos arquitectónicos sepultados, decisiones científicas en los diferentes niveles de excavaciones, labores de consolidación, ambientación museográfica, iluminación monumental y jardinería. Los  objetivos del proyecto deberán estar orientados hacia la integración del Sitio Histórico del Santo Cerro como lugar de interés turístico, como establecimiento de alto valor cultural y paisajístico y como  parque  de importancia nacional
Todo lo que se ha expresado sobre la reconstrucción de las  edificaciones de: La Catedral La Concepción, el Convento de San Francisco, y el Cementerio, todas estas recomendaciones, decretos y propuestas por organismos y expertos, solo ha sido postulados. Ya que las  autoridades  de esta país, pasadas y presentes,  han hecho caso omiso a  todos los recomendados, no hay voluntad, ni política, ni social, ni cultural, ni turística, tanto en la administraciones nacionales  como las municipales que han sido la  de mayor culpabilidad.
 Todo   han sido toda propaganda demagógica, de funcionarios que  llegan a la Ciudad de La Vega, decir mentiras, sobre las ruinas de La Vega Vieja, y su entorno, la llamada ruta de la Fe, es  un cuento de camino, no es realidad, no hay ninguna ruta de la Fe, si no se inicia en este lugar cuna del cristianismo en América, es de ahí que hay que partir. La actual situación, es deprimente, desolador, incomprensible como un monumento arqueológico, cuna de la civilización en América se encuentre en esta situación. Solamente se le ha puesto un poco de atención a la Fortaleza, no a  los verdaderos enclave que son; La Catedral La Concepción, el Convento de San Francisco, y el Cementerio, ya que las autoridades tratan de ocultar esta barbaridad








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