Causas del
surgimiento del sistema trujillista de dictadura. Factores internos y externos
El ascenso de
Trujillo al poder estuvo vinculado a varios factores, algunos motivados por
situaciones acaecidas en el país durante aquella época, otros, vinculados con
la situación mundial predominante. Entre estos factores podemos mencionar: La
ocupación militar norteamericana de 1916 a 1924 y el ejército policiaco que
creó el gobierno de ocupación.
El ingreso de
Trujillo en las fuerzas norteamericanas de intervención tuvo lugar en diciembre
de 1918, cuando ingresó al Ejército Dominicano bajo los auspicios de la
Infantería de Marina de los Estados Unidos, quienes ocupaban el territorio
dominicano para esa época. Su carrera militar fue brillante.
Durante la
ocupación de los Estados Unidos (1916-1924) Trujillo se incorporó a la Guardia
Nacional. Rápidamente subió en las jerarquías, bajo el gobierno de Horacio
Vásquez recibió el rango de Teniente Coronel, Jefe de Estado Mayor y Comandante
Auxiliar de la Policía Nacional.
El
ascenso del General Rafael Leónidas Trujillo al poder en 1930 puso en evidencia
otra de las consecuencias de la Ocupación Militar Norteamericana: el
indiscutible peso del ejército nacional en la vida dominicana en una forma
totalmente diferente a como había ocurrido en el pasado, pues ahora, con la
población totalmente desarmada, no había ningún grupo político capaz de hacer
frente en el terreno militar a los soldados y oficiales entrenados entre
1917 y 1924.
Trujillo fue el heredero de ese cuerpo de orden creado por los norteamericanos
y no tardo en demostrar que sabía utilizar a cabalidad los métodos de control
que se utilizaron para luchar en contra de los gavilleros y reprimir cualquier
tipo de oposición que se presentara. El
favoritismo horacista que promovió su ascenso al poder.
Trujillo
aprovechó la desmedida confianza que le dispensaba el presidente Vásquez, quien
lo había hecho Jefe del Ejercito en reconocimiento a su demostrado horacismo,
para colocar en los mandos claves del Ejercito a oficiales adictos a su persona
aparentando que eran adictos a Horacio Vásquez.
El descontento que existía con el Gobierno de Vásquez debido a que
pretendía durar 2 años más, sin convocar a elecciones.
A
mediados de 1926 aparecieron los primeros signos de las intenciones
relacionistas cuando en la prensa comenzó a discutirse la cuestión de las
elecciones presidenciales deberían ser celebradas en 1928. En artículos que
fueron publicados en esos, días, varios intelectuales y políticos sugirieron
que Vásquez y los miembros del Congreso habían sido electos de acuerdo a la
Constitución de 1908 y que, por lo tanto sus mandatos respectivos eran de seis
años y no de cuatro por lo que debían cesar en sus funciones en 1930 y no en
1928.Y sugerían además que como el Vicepresidente de la República, Federico
Velázquez había sido electo luego de proclamada la Constitución de 1924 que
fijaba la duración de sus funciones del Poder Ejecutivo en cuatro años no tenía
derecho a permanecer en dicho cargo más allá del 16 de agosto de 1928. Cual
significaba que Vásquez duraría 2 años más y Velázquez no. Este tipo de opinión
cobraba fuerza dentro del Partido Nacional y se le llamó la “Prolongación” la
cual estaba evidentemente motivada por intereses de grupo dentro del mismo partido.
Aunque Horacio Vásquez en realidad no se juramentó bajo la
Constitución que estipulaba los seis años de gobierno, el 7 de abril de 1927
varios senadores presentaron un proyecto de ley tendiente a modificar la
Constitución para extender el período presidencial a seis años, esto es hasta
el 16 de agosto de 1930. Este proyecto de ley fue prontamente aceptado. De
manera que las elecciones que debían celebrarse dentro de un año, fueron
pospuestas para celebrarse dentro de tres.
Los seguidores del Vicepresidente Velázquez protestaron, y
trataron de evitar la prórroga a toda costa, incluso pretendiendo apelar a la
ayuda de los Estados Unidos, sin éxito. Así el 16 de agosto de 1928, el
Vicepresidente Velázquez cesó en sus funciones, y fue sustituido por José Dolores
Alfonseca, quién tenía mucho enemigos dentro y fuera del Partido incluyendo a
Trujillo.
La crisis económica de 1929 y el apoyo norteamericano a Trujillo.
En 1929 surgió en Nueva York la crisis económica, iniciada en la
Bolsa de Valores de esa ciudad, que en poco tiempo se extendió a todo el mundo
occidental. A diferencia del periodo posterior a la Guerra Mundial, en el cual
la economía norteamericana había vivido un amplio y halagüeño período de
expansión, esa prosperidad se vio golpeada con el pánico nacido en Wall Street.
El auge económico hizo, que se produjera más de lo que se podía vender, y que
creciera desproporcionalmente el número de inversiones, trayendo como
consecuencia que los valores de la acciones bajaran estrepitosamente.
No bien se recuperaban del caos bursátil, cuando las empresas
comenzaron a quebrar, pasando sus trabajadores a engrosar el ejército de los
desempleados. La crisis económica se generalizó. Millones de desocupados
pululaban por las calles de las principales ciudades norteamericanas en busca
de pan.
La crisis financiera que se originó en Nueva York, se extendió en
cuestión de días a todo el sistema financiero mundial. Todos los países
quedaron sumidos en la crisis. Por ende, casi instantáneamente los precios de
los productos dominicanos de exportación cayeron a niveles mínimos; se
deterioró abruptamente el nivel de ingreso de la población perfilándose además
un colapso completo de las actividades productivas y del funcionamiento de las
instituciones públicas. Lamentablemente, la única institución que cumplía con
tales características era el ejército policiaco de Trujillo. Por su parte, los
norteamericanos comprendieron que la protección de sus intereses globales de
dominación requería la instauración de un régimen despótico que tuviese mayores
poderes para contrarrestar las tendencias caóticas de la economía.
Entre otros factores que propiciaron el surgimiento de la
dictadura se encuentran la división del Partido Nacional, la vinculación
directa de Trujillo con el movimiento cívico que, planteando la necesidad de un
«hombre nuevo», produjo el derrocamiento de Horacio Vásquez y las
características personales de Trujillo.
Fuente: desconocida, no es podido precisar el autor de este trabajo sobre la Era de Rafael L. Trujillo Molina.
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