La Resistencia Indígena de Santo Domingo frente a la
Conquista.
Fuente: Fátima Portorreal. Boletín Museo del Hombre
Dominicano. Año XXVII. Núm. 28. Año 200. Santo Domingo. Pág. 97 y sig.
Las
investigaciones etnohistóricas han establecido que la Isla estaba poblada por
tres Etnias muy similares; Taina, Ciguayos y Macorijes. Se diferenciaban cada
una por las lenguas y uno que otro aspecto de índole sociocultural. Las etnias
ciguayos y macorijes poblaron toda la
parte norte y nordeste de la isla, se caracterizaron por ser grupos muy
belicosos y guerreros; sus estructuras sociales y culturales eran similares a
los de los grupos
tainos en razón de que se estaba
operando un proceso de asimilación.
Los
tainos ocuparon toda la zona sur, suroeste de la isla,
hablaban la lengua común y se distinguieron especialmente por
ser el grupo de mayor esplendor alcanzó
e toda el área del Caribe. De acuerdo con los planteamientos de Francisco
Moscoso los grupos ciguayos macorijes se formaron posiblemente de la segmentaciones
de la etnia taína, que en determinado
momento de su desarrollo comenzaron a sub-dividirse, a tal punto que muchos de
estos linajes se fueron introduciendo al interior de la Isla hasta formar grupos autónomos e
independientes, que quizás se asociaron a migrante caribes.
Otras
investigaciones, en desacuerdo con estos planteamientos, han sugerido que los
grupos ciguayos y macorijes son grupos que migraron de las regiones
suramericanas se mezclaron con grupos caribes y en un determinado proceso de desarrollo
histórico comenzaron a tainizarse y a perder características caribes, debido al
excesivo contacto que tenían con los grupos
tainos de la isla.
Independientemente de sus
posibles orígenes, entiendo que los aborígenes de La Española estaban
atravesando un amplio proceso de integración sociocultural, política y
económica.
El
cacicazgo como etapa más avanzada de la
sociedad tribal impulsa un proceso de centralización y con ello, la construcción d un Estado Despótico y Tributario. Socialmente se organiza en base de las relaciones
parentales entre sus miembros y a relaciones comunales de producción, peor dichas relaciones estaban en un proceso de rompimiento, lo que daría lugar al nacimiento de una forma
originaria de clases en Estado Incipiente.
Según apunta
Moscoso “las relaciones de parentesco montadas sobre reclamos de prestigios de unos clanes en relación con otros, fueron una de la causas sociales internas que
abrieron camino a la diferenciación tribal al igual que a la distinción dentro
de seno mismo de los clanes”. (Moscoso,
Tribus y Clanes en el Caribe Antiguo. Pág. 301) Durante este proceso
surgieron iguales fuerzas productivas que comenzaron a ser manejadas por clanes que se sobreponían en
prestigio, lo que generó luchas tribales
a favor de la centralización: el cacicazgo había hecho su aparición, por lo que las incursiones armadas contra las
tribus más débiles eran hecho concreto.
En
el 1496 encaminándose el adelantado
Bartolomé Colón al cacicazgo de Jaragua se entero que. A orilla del río Naiba el cacique Beuchio Anacauchoa
se hallaban en armas contra los ribereños y se
propinan someterlos a su obediencia como había hecho con otros reyezuelos
de la isla”. (Mártir, Décadas
del Nuevo Mundo, Tomo I. pág. 153,)
La
oposición caciquil. Desde los inicios del descubrimiento se desarrollo en la
isla una fuerte oposición contra el conquistador, lo que generó una serie de
medidas que tenian por finalidad
contrarrestar y destruir el poderío español. La jerarquía caciquil se enfrascó en una violenta lucha de resistencia y cada
uno de los caciques, con excepción de
Guacanagarix, se enfrentó de manera
particular contra el conquistador, por lo que cabe suponer que las diferencias intercaciquiles no permitieron la
elaboración de un esquema de lucha en base a la unidad caciquil.
Si
bien es cierto que se estaba operando un proceso de homogenización y
centralización, también es cierto que dichos proceso no llegaron a la
culminación de lo se deduce que la lucha
no estuvo definida en torno a un
esquema único, sino que cada cacicazgo desarrollo de manera
individual su plan de lucha. A pesar de que cada cacicazgo definió la
resistencia de manera individual, en la mayoría de los casos se mostraron inclinados a la
cooperación y la solidaridad con los
demás caciques.
Según
narran los cronistas “habían circulado en toda la isla rumores acerca de la licenciosa conducta de los españoles, los que inspiraron contra esto
hasta la aversión de las tribus que
jamás los habían vistos ni sufrido
sus excesos” (Las Casas.
Historia de Indias. Tomo I. pág. 400). Guacanagarix fue el único cacique de La
Española que no ofreció resistencia al
poder español, por lo que su conducta fue considerada por los otros
caciques como una traición. Según apunta
Las Casas, Bohechio le mató a unas de sus esposas y Caonabo se llevó otra
cautiva.
Para
Las Casas “ el rey Guacanagarix ofendía y violaba mucho la ley natural,
era traidor y destructor a su Patria y pecaba mortalmente ayudando y
manteniendo, favoreciendo y conservando
a los cristianos y por consiguiente todos los reyes, señores y toda la gente de aquellos
reinos justa y lícitamente lo perseguían
y le tenían justa guerra. (Washington
Irving. Vida y viajes de Cristóbal
Colón. Pág. 304.). De acuerdo con
estos planteamientos. Guacanagarix actuó de manera traidora contra los
suyos, por lo que se ha de suponer que su actitud fue de
desconsideración, pero, a nuestro
entender, su conducta obedecía al hecho de que estaba sosteniendo fuertes
contradicciones a nivel intertribal a causa de querer someter posiblemente a
otro cacicazgo bajo su dominio o por disputa de poder con otros caciques de mayor poderío, es decir que su alianza con Colón fue vista por él como un refuerzo en su lucha.
Las medidas tomadas
por los cacicazgos frente a la conquista.
En
lo que respecta a las medidas asumidas por los cacicazgos, cabe señalar las siguientes:
1-
Medida de orden económico: la vuelta a la
recolección y el abandono de los sembradíos fueron mecanismos que adoptaron las comunidades de las regiones
centrales de La Española con el fin de obligar a los cristianos a dejar la isla
por hambre: el resultado fue la
hambruna y la muerte de muchos aborígenes.
2-
Medidas de tipo militar: entre estas se
destacan enfrentamientos armados, conformación de red de espionaje, emboscadas, falso ataques,
destrucción y quema de fortalezas y las humaredas con gases nocivos.
3-
Medidas de solidaridad: la conducta
desenfrenada de los españoles provocó que muchas tribus se unificaran para contrarrestar a tan poderoso enemigo. En
algunos casos su ayuda fue tan desinteresada
que grandes poblaciones se vieron exterminadas,
tal es el caso del cacique Mayobanex,
que sucumbió junto a su pueblo
por prestar ayuda al cacique Guarionex
4-
Medidas autodestructivas; se refieren a los tipos de resistencia que se fundamentaron en el
acto impulsivo o voluntario de
provocarse la muerte. Entre ellos se destacan los suicidios colectivos, los abortos provocados,
los envenenamientos masivos y los ahorcamientos.
Desestructuración caciquil.
Con el descubrimiento colombino las luchas intercaciquiles quedaron frenadas,
todo el cacicazgo se estremeció y el poderío que representaban los caciques se
vio aplastado por la fuerza del conquistador de tal modo que las diferencias
intercaciquiles no servían ya de primer orden. Se desarticularon sus estructuras sociales y
el hombre blanco a quien concebían como poseedor de la inmoralidad se internaba
en la isla con su espada, caballo, mastines hambrientos causando muerte, dolor y
desolación. La repuesta no se hizo
esperar y la resistencia afloró la isla.
La lucha se intensifico. Primero fue Caonabo y luego cada
uno de los caciques de la española, el final fue trágico par todo. El poderío caciquil sucumbía. La resistencia
se convertiría en el único mecanismo de supervivencia de tal forma que abandonaron los sembradíos, huyeron hacia los montes,
quemando y arrasaron fortalezas y cada
uno en su tierra y distrito mato a cuanto cristiano pudiera encontrar..
De esta manera el indígena, pacifico cobarde, al que podía someterse si el mayor esfuerzo, luchaba
hasta morir. Los combates en su mayoría
se desarrollaban cuerpo a cuerpo y solo en determinadas situaciones
atacaban desde lejanas distancias. Para
ir a la guerra se pintaban el cuerpo con
una sustancia negra y roja que extraían del sumo de la jagua o del fruto de la
bija. Para sus ataques utilizaban el
arco y las flechas, las macanas, las
hachas de piedra, propulsores de dardos y lanza
de madera.
En lo que respecta a sus planes de
guerra Las Casas apunta “mandaban los indios a sus espías a que contaran el
número de cristianos que se encontraban en la fortaleza; y a sus regreso valiéndose de grano de maíz que
traían en sus manos, señalaban la cifra de cristianos que ocupaban dicha
fortaleza. De esta manera el indígena valoraba la posibilidad de una
acometida”. En la mayor parte de los
casos, el indígena arremetía contra la fortaleza, porque de acuerdo a sus valorizaciones el triunfo estaba determinado por la cantidad de hombres
que se llevaba al combate. De modo que en base a sus propios esquemas de lucha, valores políticos, culturales e ideológicos el aborigen
de la española se enfrentó al
conquistador
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