En la audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, continua la respuesta decepcionante del gobierno dominicano sobre la desnacionalización de los dominicanos de padres extranjeros

Anthony Stevens-Acevedo
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En la audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, continua la respuesta decepcionante del gobierno dominicano sobre la desnacionalización de los dominicanos de padres extranjeros

Anthony Stevens-Acevedo
WASHINGTON, D.C, Nueva York, 25 de marzo de 2014.- Para muchos de quienes asistimos a la audiencia convocada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington D.C., en la tarde de hoy, sobre la situación de los cientos de miles de dominicanos desnacionalizados por la sentencia TC/0168/13 del Tribunal Constitucional, la presentación y comentarios hechos por la delegación enviada a la audiencia por el Gobierno Dominicano osciló entre vergonzante y desalentadora, dejando la impresión una vez más de que el actual Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, el gobierno de los supuestos discípulos de Juan Bosch, no tiene ninguna preocupación seria por resolver dignamente el limbo existencial en el que tiene sumidos a cientos de miles de dominicanos descendientes de inmigrantes haitianos.

Durante la audiencia, celebrada en la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington en el Salón Rubén Darío de su octavo piso, los miembros de los grupos Dominicanos x Derecho y We Are All Dominican que acudimos a la audiencia en delegación desde Nueva York contemplamos decepcionados como, ante las urgentes preocupaciones y temores expresados por los representantes de las organizaciones defensoras de los derechos humanos en República Dominicana, y ante sus denuncias de la manera cerrada y sin juicio público en que el Tribunal Constitucional ha despachado sus últimas sentencias sobre los dominicanos de ascendencia haitiana, las respuestas de la delegación del Gobierno Peledeista fueron absolutamente evasivas y desinformadas, refiriendo prácticamente todas las preguntas a futuras respuestas a ser dadas por distintas ramas del Gobierno Dominicano con la justificación de que la comisión misma no tenía la información con cuál responder o repitiendo los mismos argumentos que ha esgrimido desde el comienzo del debate la ultraderecha dominicana implantada en la Junta Central Electoral, la Dirección Nacional de Inmigración y el Tribunal Constitucional.

Particularmente irónico fue el momento en que ante unas preguntas de los miembros de la Comisión Interamericana, la respuesta de la portavoz de la delegación del Gobierno Dominicano fue que, para responderla, habría que consultar a nada menos que la Junta Central Electoral, a la que se adelantó a describir como “institución autónoma,” al parecer insinuando que sobre sus decisiones el Poder Ejecutivo peledeísta nada tiene que hacer para defender la igualdad de derechos en la nación dominicana, y justo dos días después de que el Presidente de la misma Junta hubiera recomendado abiertamente al Gobierno Dominicano que no se molestara siquiera en acudir a la audiencia de la Comisión Interamericana por considerarla prejuiciada de antemano contra el Gobierno Dominicano en este asunto.

Ante esta participación de la delegación estatal dominicana quedaron claras varias expresiones de parte de los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en cuanto a su percepción del inmovilismo político en que se ha mantenido el Gobierno del PLD frente a todo el asunto de la desnacionalización y en cuanto a la perpetuación de la situación de efectiva violación de derechos humanos derivada de ese inmovilismo, así como la observación de que al actuar de esta manera el Estado del PLD desoye las recomendaciones de la Comisión y se mantiene incumpliendo estándares jurídicos ya proclamados por la Corte Interamericana para todos sus países miembros.

Los defensores de los y las dominicanas de ascendencia haitiana en la audiencia temática de la CIDH

Para quienes acudimos desde Nueva York a escuchar si el Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana tenía ya algo nuevo que decirle al pueblo dominicano y a la comunidad internacional respecto a su indecisión y vacilación ante el mayor dilema cívico confrontado por la sociedad dominicana del postrujillato, la respuesta del Gobierno del PLD a todas luces ha sido más de lo mismo y obcecación absoluta ante unos reclamos internos y mundiales que parecen rebasar su propia capacidad para sostener y alimentar la democracia dominicana en concordancia con el mundo moderno del que dicen ese Gobierno y el mismo PLD querer ser partícipes y miembros respetables y razonables.

Para los ultraderechistas dominicanos, tal vez otro momento de gloria donde demostraron su sentido de autosuficiencia política. Para los que creemos en una dominicanidad igualitaria para todos, una oportunidad perdida y un cierre de puertas que nos reta a seguir buscando respuestas y acciones más creativas para oponernos a lo que consideramos una injusticia absolutamente flagrante e injustificada.