Doña Juana de Sotomayor
Las páginas de la historia de América no abundan muchos nombres de mujeres que pueden llamarse heroínas.
Doña Juana de Sotomayor, es la primera heroína dominicana su espíritu patriótico, rebelde y la nobleza de su corazón, como una escala invisible, se transmitió a esa mujer cuyo nombre, con posteridad al año 1655, constituye un tesoro para los dominicanos.
Es justo que las hazañas inmortales llevada a cabo por mujeres en aquellos tiempos en que el sacrificio precedía siempre a los combates, a las dificultades nacidas como consecuencia de un progreso embrionario, sean dada a conocer.
Doña Juana de Sotomayor, hija de una hidalga de Santiago y prometida de un capitán Luís López Tirado, quien acudió al llamado del gobernador y Capitán General de la Isla , Don Bernardo Meneses Bracamonte y Zapata ( Conde de Peñalba), ante la invasión de Sir Francis Dreke, el 10 de enero de 1586
Esta valerosa Dama rompiendo las tradiciones de la época, fue en pos de su amado prometido, saliendo de la ciudad de Santiago acompañada de un sirviente Diego Phelipe, desafiando la inclemencia del tiempo, cruzando caudalosos ríos, valles, montañas
Después de una larga jornada, llegó a su destino y ya las fuerzas española comenzaban a cantar cierta victoria. Doña Juana, se dirigió al sangriento escenario en busca de su amado capitán, de quien había oído lo más grandes elogios. Los heridos eran llevados al Castillo de San Jerónimo y allí en el campo de batalla yacía el cuerpo inerte del valiente capitán Luís López Tirado.
Pedro L. Verges Vidal, en su obra Juana de Sotomayor, mujeres celebres de América, Heroínas Dominicanas, dice poniendo en voz de la dama Santiaguera, ¡Díos Mió! Exclama la valiente mujer, la primera aclamación,de ella, ante el cuerpo inerte de su amado, sigue narrando Verges Vidal,lo que realmente aparecía ante los ojos de nuestra valiente heroína, le parecía un sueño, y llorando inconsoladamente sobre el cadáver de su querido.
Desde el fondo de la noche negra que cubría su alma blanca, se desprendía a la luz de una estrella que la alentaba al considerar que el capitán Tirado, había muerto por La Patria.
Ella misma ayudo a cavar la última morada del héroe y ante de partirelevo a Dios una oración.
Verges Vidal, hace la siguiente descripción de la dama-soldado, “vestida, de hombre, moquete al hombro, fija siempre su mirada en la lejanías, como queriendo escrutar el más allá, el flux de fuerte azul que aprisionaba sus formas escultura, el sombrero de cana de alas anches que cubría su esplendida cabellera; el pañuelo de Madrás que acariciaba en parte su cuello de alabastro, la cartuchera llena de ciento de pedazos de plomo, los ejecutores de sus anhelos de venganza.
Todos estos detalles daban la impresión de aquella mujer dominicana de unas de esas figuras de leyenda, en el instante en que más cerca estaban de la muerte
Doña Juana de Sotomayor, se incorporo a las tropas bajo las órdenes del Capitán Gutiérrez de Meneses, hijo del Conde de Peñalba, estimulando a su superior con valentía y ardor. Desde entonces el nombre de Doña Juana de Sotomayor, fue pronunciado con admiración y respeto.
La muerte de la valerosa dama, pudo haberse registrado en nuestra historia, como se registro la derrota sufrida por los ingleses en suelo dominicano. Esta hermosa y gallarda mujer, que peleo contra la horda de Drake en 1655, debe tener su reconocimiento en la historia dominicana
Fuente.
-Pedro L. Verges Vidal, Juana de Sotomayor, mujeres célebres de América (Heroínas Dominicana) Imprenta Tavares-Santiago, RD, 1935
-Carmen Lara Fernández, Resplandores de Gloria, Editora Montalvo, Ciudad Trujillo, RD, 1945, Págs. 37 y 38
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