viernes, 17 de junio de 2016

Campo cerrado: el arte en la España de los 40.

ARTE Y PODER EN LA POSGUERRAhttp://loffit.abc.es/oops/art-the-moment/arte-y-poder-en-la-posguerra-239831/Campo cerrado: el arte en la España de los 40.

EN LA EXPOSICIÓN 'CAMPO CERRADO. ARTE Y PODER EN LA POSGUERRA ESPAÑOLA', EL MUSEO REINA SOFÍA ANALIZA EL ARTE ESPAÑOL DE LOS AÑOS 40
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Cuando Max Aub comienza a escribir la historia de Rafael Serrador vagando por las calles de una Barcelona incendiaria e incendiada por los acontecimientos previos a la Guerra Civil, ya se encuentra en París. Corría el año 1939 y los primeros meses del largo exilio que le iba a mantener alejado de España durante tres décadas. Invocando el espíritu crítico de dicha novela y las connotaciones lingüísticas de su título, el Museo Reina Sofía toma Campo Cerrado como hilo conductor de su, tal vez, más importante exposición de 2016: Campo cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939-1953. Una ambiciosa muestra que, tras un trabajo de investigación realizado a lo largo de tres años, analiza de manera exhaustiva los años del primer franquismo desde el punto de vista de la arquitectura y las artes plásticas.
La exposición parte de del final de la guerra y transita por los años más lúgubres de un país marcado por el miedo, la miseria, el silencio y la opresión, hasta los inicios de la década de los 50 cuando comienza a vislumbrarse un tibio cambio de ciclo. Ciertamente, el periodo entre 1939 y 1953 fue uno de los más siniestros de nuestra historia. Sin embargo, bajo el prisma del arte ni siquiera las dificultades ideológicas o materiales lo redujeron a un desierto. Tampoco consiguieron aislarlo ni del exterior ni del pasado, explica María Dolores Jiménez Blanco, comisaria de la muestra. Y es precisamente la objeción al tópico de la escasez e irrelevancia de la actividad artística, otro de los pilares —y el principal hallazgo— de la misma.
Obras de Picasso, Miró y Dalí ocupan un lugar relevante para relatar la incertidumbre, el drama del exilio, la renovación interior, la tensión ante la Segunda Guerra Mundial o la oficialización de lo moderno en el contexto de la Bienal Hispanoamericana. Pero la exposición —compuesta por casi un millar de piezas entre pinturas, esculturas, fotografías, dibujos, filmaciones, bocetos teatrales, maquetas, revistas, libros escolares y diversos materiales documentales de archivo de más de doscientos artistas— acoge también el trabajo de Tàpies, Renau, Nieva, Maruja Mallo, Robert Capa… y otros autores y fotógrafos, algunas no expuestas desde los años 70, imprescindibles para comprender la época, la trama cultural y las espinosas relaciones arte-poder.
La muestra, organizada en nueve secciones temáticas que respetan el orden cronológico (Una nueva era; Retornos y academias; Campo y ciudad; La irrupción de lo irracional; El postismo; Intervalo teatral; Exilios; Arquitecturas; Primitivo, mágico, oscuro y Apropiación oficial de lo moderno), combina panorámicas generales con casos de estudio, obras conocidas con otras rescatadas del olvido, piezas muy diversas sobre un mapa que analiza los diferentes caminos posibles.
Desde la victoria de los sublevados en 1939, Campo cerrado recorre la dureza de los campos de concentración franceses, las denuncias ante la emergencia del fascismo europeo; también se aborda la construcción de la imagen del totalitarismo franquista y el culto a sus figuras o a los caídos y la idealización de la nueva era, la propaganda del régimen, la reeducación del arte español hasta llegar al núcleo de la exposición donde se contrapone la construcción de un ideal rural, entre el sueño mitológico y las estrictas necesidades de un país autárquico, con la supervivencia en un entorno urbano deteriorado material y moralmente.
El exilio republicano (tanto el exterior como el interior) ocupa un espacio relevante con Picasso como eje; así como el cambio de década con esa imagen de cierta modernización y el apoyo oficial del régimen franquista a la modernidad en la I Bienal Hispanoamericana de Arte (1951) que impulsó tímidamente la renovación plástica; o el rescate de las vanguardias históricas con el regreso de Miró, el Postismo, Mathias Goeritz, el grupo Dau al Set.
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Campo cerrado. Arte y poder en la posguerra española. 1939-1953
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Comisariado: Mª Dolores Jiménez-Blanco Carrillo de Albornoz
Fechas: del 26 de abril al 26 de septiembre

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