La contemplación es una forma de concentración o enfoque de la atención sobre impresiones que sólo ocurren dentro de la mente, por ejemplo, sobre las cosas que imaginamos, nuestros pensamientos, visualizaciones, impresiones subjetivas, etc.
Hay una diferencia principal entre la concentración y la contemplación. La diferencia esta en el uso de la consciencia. La concentración es un acto voluntario,
es primariamente el enfoque de la consciencia o atención sobre aspectos
externos, cosas fuera de nosotros, que se perciben por medio de los
órganos sensoriales externos, que son los que facultan a nuestros
sentidos objetivos. La contemplación es un proceso más subjetivo, que toma lugar dentro de la mente en sí,
y es independiente de los órganos sensoriales externos. Este proceso
subjetivo ocurre cuando estamos imaginando, visualizando y también en la
meditación cuando centramos nuestra atención a las impresiones que se
perciben como experiencia meditativa.
Cuando te concentras, enfocas toda tu atención sobre un sólo objeto,
usando una sola facultad sensorial, nada más importa. Cuando meditas,
desconectas todas tus facultades sensoriales objetivas: vista, oído,
olfato, gusto y tacto, nada importa. Pero cuando contemplas, toda tu atención se enfoca en un drama que se desarrolla en tu mente,
sin que se involucren las facultades sensoriales objetivas o sus
órganos sensitivos, sólo importa lo que está ocurriendo en tu mente en
ese instante.
La contemplación ocurre durante la meditación, como una parte de ella,
cuando una imagen o visión o respuesta se despliega ante nosotros, y,
sin ningún esfuerzo, de manera natural, ponemos toda nuestra atención a
lo que se desenvuelve ante nuestros sentidos subjetivos, focalizando
toda nuestra atención en el drama que se desarrolla en el escenario de
nuestra mente, ahí dentro.
Cuando estamos contemplando sentimos que dentro de nosotros se halla
contenido el universo entero con toda su infinita Luz, Paz, Deleite y
Verdad, y que podemos urgar en El.
Cuando una idea se hace fija al tratar de mantener la mente en blanco,
por ejemplo para meditar, y esa idea persiste o se presenta en repetidas
meditaciones, entonces no te esfuerces más por poner tu mente en
blanco. Enfoca tu mente en esa idea o imagen, contémplala y escudríñala hasta descubrir qué es lo que ella tiene que decirte.
La actividad interior de una percepción altamente aumentada, pasa
desapercibida para el observador exterior, que sólo ve el reposo del
cuerpo de la otra persona, por que no puede ver la mente veloz y
realizadora del sujeto mentalmente activo. Por ejemplo: el estado
mental de un escritor, de un pensador, de un astrónomo o de algún otro,
profundamente absorto en su trabajo, no es un estado pasivo, vago o
vacío, tal como el representado por las ondas alfa o teta del que
medita. El de ellos es un estado de concentración sin esfuerzo,
adquirido por la práctica, en el que la mente permanece activamente
comprometida todo el tiempo. De ese estado de absorta concentración es
posible pasar tranquilamente al estado de contemplación.
http://geocities.com/impetu21/contemplacion.html
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