LA VILLA DE LOS MISTERIOS DE POMPEYA. EDIFICIO Y DECORACIÓN PICTÓRICA.
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La Villa de los Misterios o Villa dei Misteri
es uno de los mejores ejemplos de villa pseudourbana romana o vivienda
señorial permanente a las afueras de una ciudad. Se encuentra en
Pompeya, a tan sólo 200 metros de la Puerta de Herculano, con la que se
une a través de una vía repleta a ambos lados de monumentos funerarios.
Como algunas otras villas de esta zona noroeste (vg. la de Diómedes)
la vivienda fue concebida con criterios arquitectónicos helenísticos,
intentando crear un escenario magnífico desde donde contemplar y ser
contemplado. El terreno, en su día en pendiente y hoy hundido entre la
ceniza, fue nivelado y escalonado por medio de un criptopórtico arqueado
para crear una plataforma plana donde aupar la vivienda y una terraza
panorámica desde la que los propietarios pudieran disfrutar de unas
vistas excepcionales de la bahía de Nápoles. Esta casa constituye el
ejemplo de una vivienda de gran lujo, integrada en el paisaje mediante
grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, unida a una
explotación agraria.
Reconstrucción
integrada en el paisaje de la Villa de los Misterios. Criptopórtico
sosteniendo la terraza en donde sobresale una exedra porticada.
La
parte más antigua data de la primera mitad del siglo II a. C. y se
diseñó con un dibujo en planta como de dos rectángulos paralelos con una
exedra sobresaliente orientada hacia el mar. En los siglos siguientes
fue remodelada, al menos en dos ocasiones, en partes sustanciales para
hacerla más lujosa o para añadirle nuevas dependencias.
Planta y reconstrucción de la Villa de los Misterios.
Su
acceso principal era a través de un amplio arco de medio punto, justo
en el lado opuesto al de la exedra. A esta puerta se le añadió más tarde
otro arco, hoy enterrado todavía por la ceniza volcánica, que ampliaba
la casa y le dotaba de una nueva entrada para abarcar las nuevas
dependencias de servicio realizadas en época augustal que se realizaron
entre la vía superior y la fachada antigua.
Puerta
de acceso principal a la Villa de los Misterios. Al fondo se puede ver
la ceniza taponando el arco (1). La foto está hecha desde el vestíbulo
(2) que da acceso al peristilo (3). Se pueden ver los bancos corridos
del vestíbulo donde podían esperar los clientes del señor de la casa.
Las puertas laterales son los accesos a las nuevas dependencias del
siglo I (en amarillo). Los números hacen referencia a la planta de
arriba.
Precisamente en esta zona nueva se halló el sello en bronce de L. Istacidius Zosimus,
liberto de una antigua familia indígena de Pompeya que se sabe vivía en
la ciudad en el año 79 d. C., por lo que algunos arqueólogos han
supuesto que la vivienda pudiera ser de su propiedad o ser el supervisor
de los trabajos de restauración en que estaba sumida tras los daños del
terremoto del año 62. Se sabe que toda esta zona tenía un piso superior
por existir dos escaleras, una de ellas, muy estrecha y como escondida,
arranca desde la puerta de entrada. Esta zona junto con la parte
aledaña del interior estaba habitada en el momento de la erupción pues
nos ha dejado restos de utensilios, enseres, ánforas e incluso un
cadáver y contrasta con la parte más señorial de la casa, la otra mitad,
la más decorada, que debía estar deshabitada y vacía. Se supone que
después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y de
usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.
Peristilo
de la Villa de los misterios. El espacio ajardinado estaba delimitado
por un murete que subía hasta media altura de las columnas.
Invirtiendo
el orden normal de sucesión de espacios en cualquier vivienda romana
nos encontrábamos al atravesar el vestíbulo en primer lugar con el
peristilo antes que con el atrio. El peristilo posee un pórtico de
dieciséis columnas dóricas estriadas en toba que hace las funciones de
distribuidor de las zonas de la casa y de jardín y de cisterna que
acopiaba las aguas de lluvia. Las dependencias más cercanas a la puerta
de entrada debieron ser utilizadas como zona de servicio con la cocina
descubierta, despensas y letrinas según se entra a la izquierda (13, en
el plano) y como espacios para una explotación agropecuaria a la
derecha. Se conservan varias dependencias con un torcularium
para prensar el vino con una palanca con forma de cabeza de carnero y
una sala de decoración mural antigua que actuaba de almacén de aperos de
labranza.
Lagar o torcularium de la Villa de los Misterios, Pompeya. Palanca con forma de cabeza de carnero.
Al
peristilo daba por la zona noroeste dos habitaciones consecutivas que
estaban en proceso de restauración en el año 79 d. C. Se supone que
pudieron ser un pequeño santuario sin techo con una especie de ábside
donde se daría culto a Livia, la esposa de Augusto, de la que se
encontró una estatua en un rincón del peristilo como a la espera de ser
colocada en su altar definitivo.
Villa de los Misterios. Pequeño atrio tetrástilo. Al fondo se abre la entrada a la zona termal.
Por
la zona suroeste encontramos una puerta que da acceso a un pequeño
atrio tetrástilo (11) que se conecta con la cocina (13) por un pasillo y
donde encontramos unas pequeñas termas (12) calentadas desde los hornos
de la cocina. A este atrio dan unos pequeños cubículos, uno de ellos
decorado con pinturas del segundo estilo, con arquitecturas armoniosamente ilusionistas del segundo estilo. El oecus
de al lado también tiene pintura ilusionistas con una falsa puerta en
la pared del fondo, que cubre de hecho una vieja puerta tapiada que daba
al atrio principal. Otras habitaciones resultan más espectaculares con
sus columnatas y arquerías proyectadas en falsas perspectivas. Los
trampantojos son espectaculares por el realismo y la sensación de
espacio que conseguían.
Villa de los Misterios. Falsa puerta y perspectivas arquitectónicas. Segundo estilo pompeyano.
Tres
puertas, la central mucho más ancha que las otras dos juntas, daban la
entrada desde el peristilo al atrio principal (5 y 6). El estilo de éste
es toscano, sin columnas y con un impluvium rectangular en el
centro. Aquí se encuentran los murales con paisajes nilóticos que
coronaban los huecos dejados por las pinturas sobre tabla que colgarían
de estas paredes.
Villa de los Misterios de Pompeya. Atrio principal. En el centro el impluvium
y a través de las puertas (una de ellas reconstruida con calco de
escayola) se accedía al peristilo. Al fondo se puede ver el arco de
acceso a la vivienda.
En el tablinum (7), que se encuentra la oeste del atrioprincipal,
hay uno de los mejores y más antiguos ejemplos de tercer estilo de
pintura pompeyana evolucionada: sobre fondo negro, con zócalo y
pérgolas, se despliegan en la zona media pequeñas figurillas egipcias
(serpientes aladas y dioses) y símbolos dionisiacos en miniatura
(tirsos, máscaras y cuernos).
Villa de los Misterios. Detalle de la pintura al fresco del tablinium. Serpiente alada de estilo egipcio (c. 27-14 AC).
Pero lo que todo el mundo está esperando es que hable de las pinturas de su triclinium que es por lo que es conocida esta Villa y por la que recibe su nombre. El fresco está situado en el tricliniumo comedor y constituye un conjunto de difícil y polémica explicación. Vamos a dar algunas claves para entenderlo en lo posible.
Villa de los misterios. Reconstrucción del triclinium.
Hay
quien dice que representan los "misterios" de un rito de iniciación
exclusivamente femenino -probablemente de entrada en la edad adulta- en
el que la iniciada tenía que sufrir una muerte y una resurrección
simbólicas. Pero la supuesta joven sólo se vería en la escena final
junto a una doncella que la estaría peinando.
Primeras
escenas. Mujeres solemnes realizando un rito, Sileno tocando la lira y
sátiros. La música marca la entrada en un nuevo estado psicológico. Una
mujer entre aterrorizada y atraída por la música danza...
Sileno y los sátiros, Baco ebrio y Ariadna. La cista mística que oculta bajo un pañol el falo revelado.
Un ángel o demonio flagelador gira hacia el otro muro para golpear el torso de una mujer...
Novia
siendo peinada por una doncella, cupidos y matrona o dómina
contemplando toda la escena. Reconstrucción uniendo las pinturas de tres
paredes.
Lo
cierto es que el ritual parece estar centrado en Dionisos, el dios
griego del vino, la agricultura y el éxtasis y que hay presencias de
sacerdotisas como para guiar a la joven a través del proceso de
iniciación. El mismo Sileno, amigo y protector del dios, y los sátiros y
las ménades de Baco también están presentes en esta habitación y en
otra más pequeña de al lado formando parte de este rito femenino.
Una
mujer velada avanza, mientras otra sedente la mira fijamente. Un niño
lee en voz alta un rito. Difícil interpretación iconográfica.
Las
figuras están distribuidas por una pequeña cornisa pintada de verde que
las eleva y contribuye a crear la sensación de que se trata de un
escenario. Este recurso tridimensional junto con el del solapamiento
introduciendo personajes de espalda inscribe el fresco en el segundo
estilo pictórico y hace que los personajes parezcan estar presentes en
la habitación. La pintura es de calidad y denota un pintor con mucho
oficio, pero posiblemente sería una copia hecha por un pintor local
campaniense de algún modelo previo helenístico.
La
representación se encuentra en una habitación luminosa no sólo porque
está abierta a través de su gran puerta, sino porque también tenía una
ventana orientada al sur por el que entraba la luz más potente durante
todo el día y se podía ver el pórtico y el jardín exterior. Por lo que
mi conclusión personal es que no se puede interpretar la escena tanto en
un sentido religioso de un rito esotérico, oculto y misterioso, como
insisten casi todos los estudiosos porque para ello se hubiera buscado
la oscuridad o la penumbra, sino que hay que verla en el contexto de
dónde se encuentra y entonces comprenderíamos que se trata de un
conjunto escénico, una representación teatral y estética de puro goce
sensual. El uso además de colores como el rojo y el azul, tan costosos,
al igual que el suelo tan elaborado indican que el propietario deseaba
hacer ostentación de su comedor ante sus invitados. Por eso no me parece
nada mal la idea de los arquitectos Stanton-Abbott Associates cuando
han recreado este espacio como un salón que resulta atractivo y moderno,
acogedor y espectacular tanto de día como de noche. Os aconsejo que no
os perdáis el vídeo para comprobarlo.
Para saber más sobre la obra, pero en inglés en estas págin
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