LA
EXPOSICION DE SANTIAGO. DE 1927.
Este 5 de
mayo se cumplen 87 años de la exposición de Santiago, efectuada el 5 de mayo de
1927, un acontecimiento de gran
importancia para la región
del Cibao y el país en sentido general,
un gran esfuerzo del gobierno del Presidente Horacio Vásquez y el pueblo
dominicano, en especial de Santiago de los caballeros y los pueblos de la
región norte en sentido general. El cual mostro en ese entonces toda la actividad agrícola,
industrial y comercial, siendo este acontecimiento según los entendidos el
principio del despegue al desarrollo que esta población ha experimentado.
Es
bueno señalar que esta exposición fue
realizada con muy bajo costo para el pueblo santiaguero, no fue un evento de
propaganda gubernamental pero mucho menos para proselitismo político. El
Presidente Horacio Vásquez que auspicio el evento, no lo tomo para ningún tipo
de propaganda de su gestión presidencia ni personal.
El
5 de mayo del 1927, fue inaugurada oficialmente la exposición, la cual estuvo presidida por el Presidente de la
República General Horacio Vásquez, y su esposa la distinguida primera Damas, la
extraordinaria poetiza vegana Doña Trina Moya de Vásquez, acompañado de los altos funcionarios de la
Nación así como del Cuerpo Diplomático
acreditado en ese entonces en la República Dominicana, además los miembros de la Banca, el comercio, la
industria, la agricultura, la prensa y todos los representantes de las diferentes actividades de la nación.
Las
diferentes provincias del país
exhibieron sus productos agrícolas e industriales, en pabellones novedosamente
hechos donde el esfuerzo por mostrar lo mejor de cada pueblo que presentaba sus
productos, haciendo resaltar el regionalismo en todo su esplendor sin llegar a
ser competencia unos con otros.
El
periódico Listín Diario, en su edición del 5 de mayo de 1927, en una crónica
sobre este evento expresa. ** El pasaje situado a un kilómetro de la ciudad de
Santiago, hacia el nordeste, con una extensión de unos 300 mil metros
cuadrados. Al norte y al Este lo limitan los cerros de singular belleza y en la
misma dirección, en el horizonte se
alza, el Diego de Ocampo, la más alta de la cordillera del Norte. Palmas reales
y árboles majestuosos descorran el paisaje, y hacia el Este, la carretera
Duarte bordea los terrenos en todas su
extensión. En el kilómetro 177 de la
misma, la gran Avenida Central, que mide veinte metros de ancho y conduce al
campo de exhibiciones. Abre la gran avenida un monumento * Arco de Triunfo*.
Otras
crónicas de ese entonces, señalaban que en la extensión la feria existían una
gran variedad de espectáculos, entre los que se podrían mencionar: sala de
cine, bazares, restaurantes, orquestas, conjuntos típicos que
interpretaban la caliente música de
tierra adentro, impregnando un sabor localista al evento.
Era
una época, que el odio y las pasiones ponzoñosas no habían envenenado el corazón de la familia
dominicana, ****este concepto se refiere a que aún la tiranía de Rafael
Leónidas Trujillo, no habían llegado a llevar la semilla de la discordia, la
traición, la envidia, y la muerte a la familia dominicana. (Nota de U. Solís)
****
En
una novedad para la época, consistió la invitación a todo el pueblo dominicano
para que admirara la exposición con efecto de
aeroplanos que sobrevolando todo el territorio de la República, dejando caer,
como un homenaje de paz, millares de volantes, con el llamado al pueblo para
que se hiciera presente en Santiago.
En
el pabellón de República, el Presidente Vásquez pronuncio el discurso de
inauguración, la bendición de la feria, se llevó a efecto en la Catedral
Santiago Apóstol con una eucaristía oficiada por Monseñor Mena. En esta exposición en un gesto de
fraternidad entre los pueblos hermanos de Las Antillas, habían exhibiciones
auspiciadas por los gobiernos de: Cuba, Puerto Rico y Haití. Los productos de
artesanía, colecciones de minerales, las elaboraciones de las nacientes industrias en esos países, constituyeron la
gran atracción del público.
En
este evento, la agricultura, como el país como un pueblo agrícola, este renglón
sobrepaso en importancia los demás aspectos de la feria. El pabellón
de agricultura, constaba en otras
zonas correlativas a su función así: como establos, corrales, caballerizas y
gallineros. Encerraba un campo de aterrizaje, así como tiro al blanco, establecimiento de
automóviles, y Coney Island, con diversidad de aparatos y juegos. Este pabellón
constituyo el más notable de la Feria. En una época en que nuestra
Patria desconocía los adelantos de la mecanización y que nuestra agricultura
tenía toda la rústica lentitud de la pobreza y el subdesarrollo, se logró
cristalizar un Feria democrática, brillante y memorable a través del correr de los tiempos.
La
Exposición de Santiago fue la última feria auténtica que ha tenido nuestro país, hasta hoy, durante la
funesta era del Trujillo, se escenificaron eventos similares pero nunca como
este del 5 de mayo de 1627, ya que estas que le sucedieron tenían como objetivo el culto a la
personalidad de un tirano y después al clientelismo políticos que han sido utilizado en los últimos años de
nuera vida republicana.
Seria
de provecho para este pueblo dominicano
que los gobernantes, los hombres y mujeres de la industria, el comercio, la
ganadería, la agricultura en sentido general, los artistas en todo su
extensión, periodistas, que se piense un gran
evento, una GRAN FERIA DEL PUEBLO DOMINICANO, sin el clientelismo
gubernamental., que podría llamarse *****Feria de la fraternidad y el
reencuentro del dominicano******
Fuente:
Gisela Mejía Ballini de Espaillat. Obra Figuras y Relatos de Ayer. Editora del Caribe. Año 1964. P.123.
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