lunes, 5 de mayo de 2014

LA EXPOSICION DE SANTIAGO. DE 1927.



LA EXPOSICION DE SANTIAGO. DE 1927.


Este 5 de mayo se cumplen 87 años de la exposición de Santiago, efectuada el 5 de mayo de 1927, un acontecimiento de  gran importancia para la región del  Cibao y el país en sentido general, un gran esfuerzo del gobierno del Presidente Horacio Vásquez y el pueblo dominicano, en especial de Santiago de los caballeros y los pueblos de la región norte en sentido general. El cual mostro en ese  entonces toda la actividad agrícola, industrial y comercial, siendo este acontecimiento según los entendidos el principio del despegue al desarrollo que esta población  ha experimentado.
Es bueno señalar que esta  exposición fue realizada con muy bajo costo para el pueblo santiaguero, no fue un evento de propaganda gubernamental pero mucho menos para proselitismo político. El Presidente Horacio Vásquez que auspicio el evento, no lo tomo para ningún tipo de propaganda  de su gestión  presidencia ni personal.
El 5 de mayo del 1927, fue inaugurada oficialmente la exposición, la  cual estuvo presidida por el Presidente de la República General Horacio Vásquez, y su esposa la distinguida primera Damas, la extraordinaria poetiza vegana Doña Trina Moya de Vásquez,  acompañado de los altos funcionarios de la Nación así como  del Cuerpo Diplomático acreditado en ese entonces en la República Dominicana, además  los miembros de la Banca, el comercio, la industria, la agricultura, la prensa y todos los representantes de las  diferentes actividades de la nación.
Las diferentes provincias  del país exhibieron sus productos agrícolas e industriales, en pabellones novedosamente hechos donde el esfuerzo por mostrar lo mejor de cada pueblo que presentaba sus productos, haciendo resaltar el regionalismo en todo su esplendor sin llegar a ser competencia unos con otros.
El periódico Listín Diario, en su edición del 5 de mayo de 1927, en una crónica sobre este evento expresa. ** El pasaje situado a un kilómetro de la ciudad de Santiago, hacia el nordeste, con una extensión de unos 300 mil metros cuadrados. Al norte y al Este lo limitan los cerros de singular belleza y en la misma dirección, en el horizonte  se alza, el Diego de Ocampo, la más alta de la cordillera del Norte. Palmas reales y árboles majestuosos descorran el paisaje, y hacia el Este, la carretera Duarte bordea los terrenos en  todas su extensión. En  el kilómetro 177 de la misma, la gran Avenida Central, que mide veinte metros de ancho y conduce al campo de exhibiciones. Abre  la gran  avenida un monumento * Arco de Triunfo*.
Otras crónicas de ese entonces, señalaban que en la extensión la feria existían una gran variedad de espectáculos, entre los que se podrían mencionar: sala de cine, bazares, restaurantes, orquestas, conjuntos típicos que interpretaban  la caliente música de tierra adentro, impregnando un sabor localista al evento.
Era una época, que el odio y las pasiones ponzoñosas no  habían envenenado el corazón de la familia dominicana, ****este concepto se refiere a que aún la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo, no habían llegado a llevar la semilla de la discordia, la traición, la envidia, y la muerte a la familia dominicana. (Nota de U. Solís) ****
En una novedad para la época, consistió la invitación a todo el pueblo dominicano para que admirara la exposición con efecto de  aeroplanos que sobrevolando todo el territorio de la República, dejando caer, como un homenaje de paz, millares de volantes, con el llamado al pueblo para que se hiciera presente en Santiago.
En el pabellón de República, el Presidente Vásquez pronuncio el discurso de inauguración, la bendición de la feria, se llevó a efecto en la Catedral Santiago Apóstol con una eucaristía oficiada por Monseñor  Mena. En esta exposición en un gesto de fraternidad entre los pueblos hermanos de Las Antillas, habían exhibiciones auspiciadas por los gobiernos de: Cuba, Puerto Rico y Haití. Los productos de artesanía, colecciones de minerales, las elaboraciones de las nacientes  industrias en esos países, constituyeron la gran atracción del público.
En este evento, la agricultura, como el país como un pueblo agrícola, este renglón sobrepaso en importancia los demás aspectos de la feria.  El pabellón  de agricultura, constaba en otras  zonas correlativas a su función así: como  establos, corrales, caballerizas y gallineros. Encerraba un campo de aterrizaje, así  como tiro al blanco, establecimiento de automóviles, y Coney Island, con diversidad de aparatos y juegos. Este  pabellón  constituyo el más notable de la Feria. En una época en que nuestra Patria desconocía los adelantos de la mecanización y que nuestra agricultura tenía toda la rústica lentitud de la pobreza y el subdesarrollo, se logró cristalizar un Feria democrática, brillante y memorable a  través del correr de los tiempos.
La Exposición de Santiago fue la última feria auténtica que  ha tenido nuestro país, hasta hoy, durante la funesta era del Trujillo, se escenificaron eventos similares pero nunca como este del 5 de mayo de 1627, ya que estas que le sucedieron  tenían como objetivo el culto a la personalidad de un tirano y después al clientelismo políticos  que han sido utilizado en los últimos años de nuera vida republicana.
Seria de provecho  para este pueblo dominicano que los gobernantes, los hombres y mujeres de la industria, el comercio, la ganadería, la agricultura en sentido general, los artistas en todo su extensión, periodistas, que se piense un gran  evento, una GRAN FERIA DEL PUEBLO DOMINICANO, sin el clientelismo gubernamental., que podría llamarse *****Feria de la fraternidad y el reencuentro del dominicano******
Fuente: Gisela Mejía Ballini de Espaillat. Obra Figuras y Relatos de  Ayer. Editora del Caribe. Año 1964. P.123.


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