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Colombia: ¿qué pasaría si Uribe vuelve a través de su “delfín”?
Noticias24 – El ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez
una vez más brinda el apoyo a un candidato presidencial de su país. En
esta oportunidad le corresponde al aspirante del Centro Democrático,
Óscar Iván Zuluaga ser respaldado por el recién electo senador, quien se
ha caracterizado por convertirse en acérrimo crítico del actual
gobierno de Juan Manuel Santos a pesar de haberlo respaldado durante la
campaña electoral de 2010.
La popularidad de Zuluaga ha ido creciendo en los últimos meses de campaña; esto, afirman algunos, se debe al respaldo de Álvaro Uribe, quien lo ha convertido en su “delfín”, forma en que suele llamarse a los herederos políticos.
Zuluaga, mientras se desempañaba como concejal de la población Pensilvania, departamento de Caldas, conoció a Uribe, para ese entonces senador de la República. La lucha en contra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) fue el inicio de una amistad que se convertiría, además, en respaldo político.
En 2001, fue electo Senador de la República desde donde apoyó las políticas uribistas, entre ellas la propuesta de la reelección presidencial.
Con la propuesta de “recuperar el liderazgo del Presidente de la República como Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares”, Zuluaga reafirma parte de lo que fue la propuesta que le valió en su momento, la primera magistratura colombiana a su mentor Álvaro Uribe.
Polémica campaña
El pasado domingo, la revista colombiana Semana publicó un video en donde se ve al candidato presidencial Óscar Iván Zuluaga conversando con el pirata informático Andrés Sepúlveda, quien le confiesa sus infiltraciones en los servicios de inteligencia colombianos y estadounidenses.
Sepúlveda fue detenido el pasado 6 de mayo, acusado de espionaje y sabotear el proceso de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
La noticia de la detención provocó una tormenta política en medio del proceso electoral.
La cinta publicada por Semana expone cómo el pirata informático había creado una página de internet para revelar información sobre las conversaciones de paz.
Zuluaga, por su parte, había negado que conociera las actividades ilegales del pirata informático que entonces estaba colaborando con su campaña.
En otra parte del diálogo, que se atribuye a Zuluaga, este pregunta al hacker: “Andrés, entonces qué golpe nos va a dar Santos de acá al 25 (de mayo) como su tabla de salvación. Queda un mes para dar un golpe, hermano”.
Cuando estalló el escándalo del espionaje a principios de mayo, Zuluaga reconoció que sabía quién era Sepúlveda pero afirmó que su relación se limitó a un saludo de agradecimiento a sus colaboradores.
Y expresaba que durante tres meses el hacker había desarrollado “las tareas convenidas a plena satisfacción de la campaña y sin ninguna queja de nuestra parte”.
Días después de ese reconocimiento, uno de los hijos de Zuluaga dijo en rueda de prensa que la campaña de su padre había sido “infiltrada” e indicó que había un video clandestino grabado “en la única visita” de Zuluaga al equipo de Sepúlveda.
El comando de campaña de Zuluaga, quien de acuerdo a las más recientes encuestas, pasaría a una segunda vuelta en las elecciones, no ha hecho comentarios sobre la cinta publicada por la revista colombiana Semana.
Sin embargo, Álvaro Uribe, le restó veracidad al video: “Ahora, aparece el montaje de un video. ¿Un video que hacen quiénes? Un presunto hacker que ha trabajado con J. J. Rendón, cercano al presidente Juan Manuel Santos. Y entonces allí presentan a Óscar Iván Zuluaga recibiendo una información de esa que se rumora permanentemente, intrascendente para él, y además mucha de esa información que figura en los portales de internet”, expresó el recién electo Senador a los medios de comunicación.
De igual forma, otros candidatos en la contienda electoral se pronunciaron al respecto; entre ello Enrique Peñalosa de la Alianza Verde, quien mediante un comunicado calificó como “gravísimas” las relevaciones del video. “Óscar Iván Zuluaga debe renunciar de inmediato a su candidatura y presentarse ante la justicia para responder por estos delitos”, sentenció.
La aspirante por el Polo Democrático, Clara López, en una entrevista a una emisora de radio local, también fijó su posición sobre el material audiovisual cuyas imágenes “son muy comprometedoras y todo lo que está saliendo a la luz nos llena de inquietud, lo sucedido deja mucho que desear”.
“Uribe quería que yo fuera su títere”
En declaraciones recientes a los medios de comunicación, el
presidente Juan Manuel Santos, ha calificado como “peligroso” que Óscar
Iván Zuluaga “se preste para ser el títere de Uribe”.
El hoy candidato a la reelección ha manifestado que, una vez asumidas las riendas del gobierno colombiano, “Uribe quería que yo fuera su títere. Desde el primer día empezó a atacarme visceralmente y no me ha dejado de atacar ni un solo día. Me dice tramposo, traidor, canalla, mentiroso y corrupto, ¿por qué?, porque no fui su títere y yo no me presté para eso”.
Elegido con más de 9 millones de votos, Juan Manuel Santos logró la presidencia de la República en Colombia con el apoyo de Álvaro Uribe, del que fue ministro de Defensa, y a quien la Corte Constitucional le negó la posibilidad de postularse como candidato para la reelección.
El 7 de agosto de 2010 Juan Manuel Santos tomó posesión, luego de haber obtenido la votación más alta en la historia de ese país (68,9% en la segunda vuelta).
Tres días después, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia realizaron un atentado a la emisora Caracol Radio junto con una serie de ataques a integrantes de la Policía Nacional.
“Hay la sensación entre mucha gente que esto es algo con lo que quieren darle la bienvenida al nuevo gobierno. Si esa es la bienvenida, ustedes van a ver la respuesta a esa bienvenida”, expresó Santos.
Un ataque por parte de las fuerzas militares y la Policía Nacional, el 19 de septiembre, al frente 48 de las Farc, acabó con la vida del guerrillero Domingo Biojó. El día 23 se realizaría la denominada Operación Sodoma donde se le daría baja a Jorge Briceño Suárez, alias el “Mono Jojoy”, miembro del secretariado de la organización terrorista.
No obstante, el 4 de septiembre de 2012, el gobierno de Santos inició un proceso de diálogo con las Farc con el fin de lograr el “acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera” en Colombia.
El diálogo consta de cinco puntos de discusión: la política de desarrollo agrario integral, la participación política, el fin del conflicto, la solución al problema de las drogas ilícitas y los derechos humanos de las víctimas del conflicto.
Hasta el momento, las reuniones se han realizado en la ciudad de La Habana (Cuba) y Oslo (Noruega) contando con el apoyo de organizaciones como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Comunidad Andina, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea.
En plano internacional, una vez asumida la presidencia, Santos volteó la mirada a restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela, las cuales se habían congelado en 2010 tras la denuncia del gobierno de Uribe sobre la presencia de guerrillas de ese país en territorio venezolano.
Santos se reunió con el entonces secretario general de la Unasur y expresidente argentino, Néstor Kirchner, para luego sostener un encuentro con su homólogo venezolano Hugo Chávez dejando saldada las diferencias que habían causado el impasse binacional.
Ante esta decisión, Uribe comenzó una serie de críticas hacia Santos, quien durante la campaña presidencial había afirmado que continuaría con las políticas llevadas por su antecesor.
Sin embargo, Santos da otra señal de deslinde con las doctrinas uribistas al designar a Germán Vargas Lleras -férreo opositor a Uribe- como ministro del Interior del gabinete.
Otro motivo de críticas por parte del exmandatario fue la VI Cumbre de las Américas también fue motivo de críticas por parte de Uribe, al asegurar que el presupuesto empleado para su desarrollo fue de US$ 96.000.000.
De igual forma, el proceso de desmovilización de la guerrilla, en el que Santos anunció que permitiría la participación política a los irregulares, generó severos comentarios de Uribe.
Álvaro Uribe a través de las redes sociales y diferentes entrevistas ha emitido declaraciones muy severas en contra de Santos, convirtiéndose en uno de sus más duros adversarios y opositores, lo que le valió ser electo como Senador de la República, y una estrategia para lograr afianzar sus políticas a través de una posible victoria de Zuluaga en las elecciones presidenciales.
“Para Álvaro Uribe los principios y los valores son secundarios con tal de llegar al poder”, declaró Santos, saliéndole al paso ante lo que considera como “una demostración palpable de que en la lucha por el poder sale lo peor de la condición humana”.
Uribe y su “delfín”
“Mi padre fue asesinado en la tarde del 14 de junio de 1983 durante
un intento de secuestro. Le dispararon dos veces; una en la garganta y
otra en el pecho, el disparo que lo mató. Tenía 50 años. De acuerdo con
los testimonios de nuestros vecinos y de los trabajadores de
Guacharacas, el crimen fue cometido por cerca de 12 hombres del llamado
frente 36 de las Farc”.
De esta forma recuerda Álvaro Uribe Vélez, en entrevista concedida a una revista colombiana, en 2012, la manera en que murió su padre. A partir de ese momento su lucha en contra de las Farc se hizo pública, frontal y acérrima.
En múltiples ocasiones se le ha acusado de contribuir con organizaciones paramilitares, incluso de facilitar su finca Guacharacas, ubicada en el departamento de Antioquia, para servirle a estos como base operativa.
Antes de ser presidente de Colombia, Uribe ejerció diversos cargos públicos, entre ellos: Jefe de bienes en empresas públicas, Gerente liquidador de Mineros del Chocó y Director del departamento administrativo de la Aeronáutica Civil, alcalde y concejal de Medellín, senador de la República y gobernador de Antioquia.
Durante ese tiempo surgen diferentes denuncias sobre una presunta relación de Uribe con el narcotráfico. Entre ellas, las de Pedro Juan Moreno Villa quien, luego de ser secretario de gobierno durante la gestión de Uribe como gobernador, se enemista con este y lanza una revista llamada “La otra verdad”.
Moreno falleció en un accidente aéreo durante su campaña para la elección como senador durante el gobierno de Uribe.
Adicionalmente, en la Fiscalía colombiana reposa un expediente de Santiago, hermano de Álvaro Uribe, por la organización y liderazgo del grupo paramilitar “Los doce apóstoles” que operaba en una de las fincas de la familia, ubicada en los llanos de Cuivá.
En 2012, un nuevo hecho pone en tela de juicio a Uribe cuando sale a la luz pública un presunto vínculo entre una cuñada suya y una sobrina con el Cártel de Sinaloa (México) y el narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, además de presunto lavado de dinero.
El caso fue dado a conocer por el periodista colombiano Gonzalo Guillen quien, como antecedente, señaló que el padre de Uribe “fue socio de proyectos junto al narcotraficante Pablo Escobar. También se conocieron relaciones del hermano de Uribe con el clan Cifuentes-Villa. El clan de “los doce apóstoles” fue liderado por el hermano de Uribe, Santiago. Dicen que en la hacienda del expresidente hay fosas comunes con los restos mortales de sus víctimas”.
Uribe siempre se ha defendido de estas y otras tantas acusaciones que han hecho en su contra. Afirma que su lucha es contra el narcotráfico y el terrorismo.
Mientras, vuelve a brindar su apoyo a un candidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, en quien confía no solo el triunfo en los próximos comicios presidenciales del próximo 25 de mayo, sino el que, contrario a Santos, acate sus lineamientos, entre ellos su lucha frontal contra las Farc.
Zuluaga y Venezuela: la expectativa de las relaciones
El analista Alberto Aranguibel, considera que la candidatura de Zuluaga tiene un carácter particular
ya que “por primera vez la promoción fundamental de una propuesta a la
presidencia no es la que encarna el candidato, sino la figura que está
detrás de él, es decir, el ex presidente Uribe”.
Aranguibel considera que esto “define muy claramente lo que en definitiva es la propuesta de los sectores de la oligarquía, del gran poder económico colombiano, que están interesados en mantener y perpetuar el esquema instaurado desde hace más de una década por Álvaro Uribe”.
Bajo este marco, las relaciones con Venezuela y la continuidad del proceso de diálogo Gobierno-Farc cobran importancia debido a las más recientes declaraciones de Zuluaga sobre estos dos puntos donde, al estilo de su mentor Uribe, realizó fuertes comentarios al respecto.
Al respecto, el internacionalista Adolfo Taylhardat, ante una hipotética victoria de Zuluaga, manifiesta que las relaciones binacionales “deberán seguir dentro de un clima de entendimiento”.
No cree Taylhardat que Uribe “vaya a tratar de influir en la manera como Zuluaga, si llega a ser presidente, maneje sus relaciones con Venezuela”.
De igual forma, afirma que con respecto a las Farc, por ser un tema interno de Colombia, es difícil emitir una opinión, pero señala que, probablemente, de resultar vencedor Zuluaga en los comicios electorales, “asumirá también una actitud dura en relación a las negociaciones con las Farc ya que ha sido también muy crítico en ese proceso de diálogo”.
Precisamente, Zuluaga en recientes declaraciones al diario brasileño Folha, emitió declaraciones que ponen de manifiesto su punto de vista sobre Venezuela, instándolo a “asumir su compromiso de luchar contra el terrorismo. Venezuela no es una democracia y ha dado apoyo a las Farc”.
Las opiniones de Zuluaga, de acuerdo a Alberto Aranguibel, son basadas en los propósitos de Uribe en “generar más desestabilización en Venezuela a partir de la tirantez que pueda desatar, como siempre lo hizo durante el gobierno de Chávez, para fracturar la seriedad de las relaciones con Colombia”.
La popularidad de Zuluaga ha ido creciendo en los últimos meses de campaña; esto, afirman algunos, se debe al respaldo de Álvaro Uribe, quien lo ha convertido en su “delfín”, forma en que suele llamarse a los herederos políticos.
Zuluaga, mientras se desempañaba como concejal de la población Pensilvania, departamento de Caldas, conoció a Uribe, para ese entonces senador de la República. La lucha en contra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) fue el inicio de una amistad que se convertiría, además, en respaldo político.
En 2001, fue electo Senador de la República desde donde apoyó las políticas uribistas, entre ellas la propuesta de la reelección presidencial.
Con la propuesta de “recuperar el liderazgo del Presidente de la República como Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares”, Zuluaga reafirma parte de lo que fue la propuesta que le valió en su momento, la primera magistratura colombiana a su mentor Álvaro Uribe.
Polémica campaña
Foto: AFP
Sepúlveda fue detenido el pasado 6 de mayo, acusado de espionaje y sabotear el proceso de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
La noticia de la detención provocó una tormenta política en medio del proceso electoral.
La cinta publicada por Semana expone cómo el pirata informático había creado una página de internet para revelar información sobre las conversaciones de paz.
Zuluaga, por su parte, había negado que conociera las actividades ilegales del pirata informático que entonces estaba colaborando con su campaña.
En otra parte del diálogo, que se atribuye a Zuluaga, este pregunta al hacker: “Andrés, entonces qué golpe nos va a dar Santos de acá al 25 (de mayo) como su tabla de salvación. Queda un mes para dar un golpe, hermano”.
Cuando estalló el escándalo del espionaje a principios de mayo, Zuluaga reconoció que sabía quién era Sepúlveda pero afirmó que su relación se limitó a un saludo de agradecimiento a sus colaboradores.
Cuando estalló el escándalo del espionaje a principios de mayo, Zuluaga reconoció que sabía quién era Sepúlveda
El candidato emitió entonces un comunicado en el que decía que “desde
esa oficina se han prestado servicios de divulgación en redes sociales y
seguridad informática a esta campaña. Por supuesto, cualquier actividad
ilegal que se haya desarrollado en tal inmueble, en caso de existir, la
reprobamos”.Y expresaba que durante tres meses el hacker había desarrollado “las tareas convenidas a plena satisfacción de la campaña y sin ninguna queja de nuestra parte”.
Días después de ese reconocimiento, uno de los hijos de Zuluaga dijo en rueda de prensa que la campaña de su padre había sido “infiltrada” e indicó que había un video clandestino grabado “en la única visita” de Zuluaga al equipo de Sepúlveda.
El comando de campaña de Zuluaga, quien de acuerdo a las más recientes encuestas, pasaría a una segunda vuelta en las elecciones, no ha hecho comentarios sobre la cinta publicada por la revista colombiana Semana.
Sin embargo, Álvaro Uribe, le restó veracidad al video: “Ahora, aparece el montaje de un video. ¿Un video que hacen quiénes? Un presunto hacker que ha trabajado con J. J. Rendón, cercano al presidente Juan Manuel Santos. Y entonces allí presentan a Óscar Iván Zuluaga recibiendo una información de esa que se rumora permanentemente, intrascendente para él, y además mucha de esa información que figura en los portales de internet”, expresó el recién electo Senador a los medios de comunicación.
De igual forma, otros candidatos en la contienda electoral se pronunciaron al respecto; entre ello Enrique Peñalosa de la Alianza Verde, quien mediante un comunicado calificó como “gravísimas” las relevaciones del video. “Óscar Iván Zuluaga debe renunciar de inmediato a su candidatura y presentarse ante la justicia para responder por estos delitos”, sentenció.
La aspirante por el Polo Democrático, Clara López, en una entrevista a una emisora de radio local, también fijó su posición sobre el material audiovisual cuyas imágenes “son muy comprometedoras y todo lo que está saliendo a la luz nos llena de inquietud, lo sucedido deja mucho que desear”.
“Uribe quería que yo fuera su títere”
Foto: Presidencia de Colombia / Xinhua
El hoy candidato a la reelección ha manifestado que, una vez asumidas las riendas del gobierno colombiano, “Uribe quería que yo fuera su títere. Desde el primer día empezó a atacarme visceralmente y no me ha dejado de atacar ni un solo día. Me dice tramposo, traidor, canalla, mentiroso y corrupto, ¿por qué?, porque no fui su títere y yo no me presté para eso”.
Elegido con más de 9 millones de votos, Juan Manuel Santos logró la presidencia de la República en Colombia con el apoyo de Álvaro Uribe, del que fue ministro de Defensa, y a quien la Corte Constitucional le negó la posibilidad de postularse como candidato para la reelección.
El 7 de agosto de 2010 Juan Manuel Santos tomó posesión, luego de haber obtenido la votación más alta en la historia de ese país (68,9% en la segunda vuelta).
Tres días después, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia realizaron un atentado a la emisora Caracol Radio junto con una serie de ataques a integrantes de la Policía Nacional.
“Hay la sensación entre mucha gente que esto es algo con lo que quieren darle la bienvenida al nuevo gobierno. Si esa es la bienvenida, ustedes van a ver la respuesta a esa bienvenida”, expresó Santos.
Un ataque por parte de las fuerzas militares y la Policía Nacional, el 19 de septiembre, al frente 48 de las Farc, acabó con la vida del guerrillero Domingo Biojó. El día 23 se realizaría la denominada Operación Sodoma donde se le daría baja a Jorge Briceño Suárez, alias el “Mono Jojoy”, miembro del secretariado de la organización terrorista.
No obstante, el 4 de septiembre de 2012, el gobierno de Santos inició un proceso de diálogo con las Farc con el fin de lograr el “acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera” en Colombia.
El 4 de septiembre de 2012, el gobierno de Santos inició un proceso de diálogo con las Farc
Al respecto, Santos afirmó que las negociaciones de paz son “una oportunidad real de terminar con el conflicto”,
al tiempo que manifestó que “es un camino que debemos explorar,
cualquier gobernante responsable sabe que no puede dejar una opción como
esta”.El diálogo consta de cinco puntos de discusión: la política de desarrollo agrario integral, la participación política, el fin del conflicto, la solución al problema de las drogas ilícitas y los derechos humanos de las víctimas del conflicto.
Hasta el momento, las reuniones se han realizado en la ciudad de La Habana (Cuba) y Oslo (Noruega) contando con el apoyo de organizaciones como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Comunidad Andina, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea.
En plano internacional, una vez asumida la presidencia, Santos volteó la mirada a restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela, las cuales se habían congelado en 2010 tras la denuncia del gobierno de Uribe sobre la presencia de guerrillas de ese país en territorio venezolano.
Santos se reunió con el entonces secretario general de la Unasur y expresidente argentino, Néstor Kirchner, para luego sostener un encuentro con su homólogo venezolano Hugo Chávez dejando saldada las diferencias que habían causado el impasse binacional.
Ante esta decisión, Uribe comenzó una serie de críticas hacia Santos, quien durante la campaña presidencial había afirmado que continuaría con las políticas llevadas por su antecesor.
Sin embargo, Santos da otra señal de deslinde con las doctrinas uribistas al designar a Germán Vargas Lleras -férreo opositor a Uribe- como ministro del Interior del gabinete.
Otro motivo de críticas por parte del exmandatario fue la VI Cumbre de las Américas también fue motivo de críticas por parte de Uribe, al asegurar que el presupuesto empleado para su desarrollo fue de US$ 96.000.000.
De igual forma, el proceso de desmovilización de la guerrilla, en el que Santos anunció que permitiría la participación política a los irregulares, generó severos comentarios de Uribe.
Álvaro Uribe a través de las redes sociales y diferentes entrevistas ha emitido declaraciones muy severas en contra de Santos, convirtiéndose en uno de sus más duros adversarios y opositores, lo que le valió ser electo como Senador de la República, y una estrategia para lograr afianzar sus políticas a través de una posible victoria de Zuluaga en las elecciones presidenciales.
“Para Álvaro Uribe los principios y los valores son secundarios con tal de llegar al poder”, declaró Santos, saliéndole al paso ante lo que considera como “una demostración palpable de que en la lucha por el poder sale lo peor de la condición humana”.
Infografía: Andrea Velásquez / Noticias24
Foto: Colprensa
De esta forma recuerda Álvaro Uribe Vélez, en entrevista concedida a una revista colombiana, en 2012, la manera en que murió su padre. A partir de ese momento su lucha en contra de las Farc se hizo pública, frontal y acérrima.
En múltiples ocasiones se le ha acusado de contribuir con organizaciones paramilitares, incluso de facilitar su finca Guacharacas, ubicada en el departamento de Antioquia, para servirle a estos como base operativa.
Antes de ser presidente de Colombia, Uribe ejerció diversos cargos públicos, entre ellos: Jefe de bienes en empresas públicas, Gerente liquidador de Mineros del Chocó y Director del departamento administrativo de la Aeronáutica Civil, alcalde y concejal de Medellín, senador de la República y gobernador de Antioquia.
Durante ese tiempo surgen diferentes denuncias sobre una presunta relación de Uribe con el narcotráfico. Entre ellas, las de Pedro Juan Moreno Villa quien, luego de ser secretario de gobierno durante la gestión de Uribe como gobernador, se enemista con este y lanza una revista llamada “La otra verdad”.
Moreno falleció en un accidente aéreo durante su campaña para la elección como senador durante el gobierno de Uribe.
En la Fiscalía colombiana reposa un expediente de Santiago, hermano
de Álvaro Uribe, por la organización y liderazgo del grupo paramilitar
“Los doce apóstoles”
Otros personajes también han declarado una supuesta relación entre
Uribe y grupos paramilitares. Entre ellos, el exjefe del bloque Cacique
Pipintá, Pablo Hernán Sierra, quien en una entrevista concedida a la
cadena Telesur, en agosto de 2013, aseguró que Uribe “es la cabeza del
paramilitarismo en Colombia. Él tiene la capacidad porque sabe cómo
operan los grupos, cómo se organizan los grupos. Álvaro Uribe es un
hombre que en este momento es activo en el paramilitarismo en Colombia”.Adicionalmente, en la Fiscalía colombiana reposa un expediente de Santiago, hermano de Álvaro Uribe, por la organización y liderazgo del grupo paramilitar “Los doce apóstoles” que operaba en una de las fincas de la familia, ubicada en los llanos de Cuivá.
En 2012, un nuevo hecho pone en tela de juicio a Uribe cuando sale a la luz pública un presunto vínculo entre una cuñada suya y una sobrina con el Cártel de Sinaloa (México) y el narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, además de presunto lavado de dinero.
El caso fue dado a conocer por el periodista colombiano Gonzalo Guillen quien, como antecedente, señaló que el padre de Uribe “fue socio de proyectos junto al narcotraficante Pablo Escobar. También se conocieron relaciones del hermano de Uribe con el clan Cifuentes-Villa. El clan de “los doce apóstoles” fue liderado por el hermano de Uribe, Santiago. Dicen que en la hacienda del expresidente hay fosas comunes con los restos mortales de sus víctimas”.
Uribe siempre se ha defendido de estas y otras tantas acusaciones que han hecho en su contra. Afirma que su lucha es contra el narcotráfico y el terrorismo.
Mientras, vuelve a brindar su apoyo a un candidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, en quien confía no solo el triunfo en los próximos comicios presidenciales del próximo 25 de mayo, sino el que, contrario a Santos, acate sus lineamientos, entre ellos su lucha frontal contra las Farc.
Zuluaga y Venezuela: la expectativa de las relaciones
Foto: Colprensa
Aranguibel considera que esto “define muy claramente lo que en definitiva es la propuesta de los sectores de la oligarquía, del gran poder económico colombiano, que están interesados en mantener y perpetuar el esquema instaurado desde hace más de una década por Álvaro Uribe”.
Bajo este marco, las relaciones con Venezuela y la continuidad del proceso de diálogo Gobierno-Farc cobran importancia debido a las más recientes declaraciones de Zuluaga sobre estos dos puntos donde, al estilo de su mentor Uribe, realizó fuertes comentarios al respecto.
Al respecto, el internacionalista Adolfo Taylhardat, ante una hipotética victoria de Zuluaga, manifiesta que las relaciones binacionales “deberán seguir dentro de un clima de entendimiento”.
No cree Taylhardat que Uribe “vaya a tratar de influir en la manera como Zuluaga, si llega a ser presidente, maneje sus relaciones con Venezuela”.
De igual forma, afirma que con respecto a las Farc, por ser un tema interno de Colombia, es difícil emitir una opinión, pero señala que, probablemente, de resultar vencedor Zuluaga en los comicios electorales, “asumirá también una actitud dura en relación a las negociaciones con las Farc ya que ha sido también muy crítico en ese proceso de diálogo”.
Precisamente, Zuluaga en recientes declaraciones al diario brasileño Folha, emitió declaraciones que ponen de manifiesto su punto de vista sobre Venezuela, instándolo a “asumir su compromiso de luchar contra el terrorismo. Venezuela no es una democracia y ha dado apoyo a las Farc”.
Las opiniones de Zuluaga, de acuerdo a Alberto Aranguibel, son basadas en los propósitos de Uribe en “generar más desestabilización en Venezuela a partir de la tirantez que pueda desatar, como siempre lo hizo durante el gobierno de Chávez, para fracturar la seriedad de las relaciones con Colombia”.
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