viernes, 30 de mayo de 2014

s "Lo que no se ha dicho del descubrimiento"

Paisa Y SUS Origenes "Lo que no se ha dicho del descubrimiento"
21 de mayo · Editado
 

Este ABREBOCAS NRO 50, fue tomado del capítulo de LOS QUIMBAYAS “Con simbologías inspiradas en el budismo” del libro EL PAISA Y SUS ORIGENES, capítulo que describe: La provincia budista, el ingreso de los Quimbayas al Quindío, Las salinas Quimbayas, la etnobotánica Quimbaya, las creencias Quimbayas, arqueología comparada, la cerámica Quimbaya, pueblos como Burila, Coinza, orfebrería Quimbaya y sus ritos funerarios, caracterología del grupo pintado
En Burila, los Quimbayas tenían otra famosa mina, posiblemente con tecnología de influencia China, por eso Cieza la admiro mucho y la describió «...más adelante está otro pueblo llamado Coynza; y passan por él algunos ríos de agua muy singular. Y noté en ellos una cosa, que vi (de que no poco me admiré) y fue, que dentro de los mismos ríos, y por la madre que haze el agua que por ellos corre, nascían destas fuentes salobres: y los Indios con grande industria tenían metidos en ellas unos cañutos de cañas gordas que ay en aquellas partes a manera de bombas de navíos, por donde sacaban la cantidad del agua que querían, sin que se embolviesse con la corriente del río, y hazían della su sal...» (Cieza p. 117). Con esta descripción de bombas y pistones para extraer aguas profundas, el cronista nos hace pensar en China y retroceder al año 1071 d.C; por esa época Wen Tong, prefecto Chino de la región de Sichuan (Chengdu) había escrito un relato sobre un historiador Chino; éste había narrado que «...estos tubos servían de pared al pozo y evitaban que la salmuera, que se encontraba al fondo, se contaminara con las aguas subterráneas. Según Su-Shi, los pozos tenían la anchura de un tazón y podrían alcanzar profundidades de 120 metros o más. Para extraer la salmuera, se utilizaba una caña de bambú hueca con una válvula en uno de los extremos. Su-Shi no deja claro cómo funcionaba esta válvula, ni cómo se introducía la salmuera en el bambú. Sí afirma que la cantidad de salmuera que se extraía por cada tubo era de varios dou (un dou equivale a unos 6,6 litros)...» (Wen Tong, citado por Vogel, en Investigación y Ciencia. Agosto 1993); es extraña la coincidencia entre el relato de Cieza y el del Chino Su-Shi.

Por Ricardo Saldarriaga Gaviria (+)


PLUMILLA PINTADA POR RICARDO. SALDARRIAGA GAVIRIA, AUTOR DEL LIBRO EL PAISA Y SUS ORÍGENES, PINTURA QUE HACE REFERENCIA ALGUNOS ELEMENTOS CULTURALES Y PLANTAS QUE CULTIBABAN LOS QUIMBAYAS Y QUE SIRVIÓ PARA ILUSTRAR ESTE CAPITULO EN EL LIBRO.
Los interesados en adquirir el libro comunicarse con los celulares 3105417462, 3016201728
Este ABREBOCAS Nro 116, fue tomado del capítulo de LOS PATANGORAS “Interpretes del más allá” del libro EL PAISA Y SUS ORIGENES, , capítulo dedicado a los Samanáes, a sus extrañas creencias y costumbres, los pueblos amurallados, sus urnas de cerámica, el encanto por la muerte, la tonsura de la cabeza, las terribles hormigas ronda, los sitios geográficos como los ríos Samaná, Cimitarra, Yuma, Nare, Malena, Puchiná la Miel etc., fundación de poblaciones como Remedios, Zaragoza, Vitoria, Norcasia, etc., la caracterología del grupo, muchos temas más.

Después de pertrecharse de lanzas y de alimentos en un gran tambo que encontraron por el río San Bartolomé, los Españoles «...corriendo y siguiendo un trillado camino que desde el bohío donde estaban alojados salía, caminaron algunos días hasta dar con el río Simitarra, que va a salir cerca de los términos de Mompox, villa poblada en las riberas del río grande...» (Aguado Libro 14º Cap. 6 p.401). Como los caminos indígenas comunicaban todas las regiones de Antioquia, los Españoles los aprovecharon para recorrerlos holgadamente a caballo; «...pasando adelante por entre algunos palmares dieron en la quebrada llamada de Guarquina, en la cual hallaron caminos anchos y seguidos y rastros o vestigios de haber poco habían andado por allí indios, porque hasta haber llegado a esta quebrada habían caminado por angostos y ciegos caminos...» (Aguado Libro 14º Cap. 5 p.397).

Las numerosas poblaciones Tahamíes, vecinas de los Pantagoros tenían asentamientos en el Bajo Nechí y éstas frenaron a los españoles quienes algunas veces tuvieron que retroceder, volviendo al sitio donde habían poblado la primera ciudad de Guadalupe. Como esa gran región era tan promisoria, años más tarde fue visitada por Gaspar de Rodas y en ella fundó la ciudad de Zaragoza. «...En 1581 salió Rodas de Santafé de Antioquia con setenta hombres bien equipados, se encaminó por el oriente hasta las sabanas de Aburrá, recorrió por las vegas del río Porce hasta la confluencia de éste, con el Nechí y allí cerca fundó a Zaragoza en 1581...» (Julio César García). Debido al acoso de los Conquistadores, los Patangoros se desplazarían a las selvas del sur de Colombia, aunque algunos grupos permanecerían en sus tierras aferrados a su cultura y a su lengua; algunos viajeros del siglo ante pasado hablaron con exóticos Samanáes que aún conservaban un lenguaje propio del Cercano Oriente, aunque habrían modificado el significado debido a la interrelación con los aborígenes Tamalameques.

Por Ricardo Saldarriaga Gaviria (+)

PLUMILLA PINTADA POR RICARDO. SALDARRIAGA GAVIRIA, AUTOR DEL LIBRO EL PAISA Y SUS ORÍGENES, PINTURA QUE HACE REFERENCIA AL ENTIERRO DE UN FAMILIAR EN EL GRUPO LOS PATANGOROS Y QUE SIRVIÓ PARA ILUSTRAR ESTE CAPITULO EN EL LIBRO.
ABREBOCAS Nro 69

Este ABREBOCAS Nro 69, fue tomado del capítulo de los Nutabes “Posibles Caribes buscadores de Dorados” del libro EL PAISA Y SUS ORIGENES, , capítulo dedicado a su origen, posibles pueblos desplazados de la costa Caribe colombiana durante al conquista española, etnias indagadoras de oro y precursoras de los Nutbes, sus costumbres extrañas en gobierno dirigido por un duo de caciques, su caracterología, muchos temas más etc

Los Nutabes fueron posiblemente alguno de los grupos inventores del tabaco y de los humos alucinógenos así como de muchas yerbas calmantes; usaron las hojas de la nicotina y las mixturas de petunias y daturas. Cuando los Nutabes sitiaron a la Villa de San Juan de Rodas la mezclada muchedumbre disfrazada vociferaba y con pinturas y resinas ahuyentaban los zancudos; para enardecerse o matar el tiempo fumaban en pipas o cachumbas mixturas de plantas narcóticas; unos aspiraban el humo al quemar los rollos de hojas de tabaco, otros inhalaban el polvo impalpable de algunas guascas y los más enviciados masticaban exóticas yerbas o respiraban el rapé de yopo; tampoco faltarían las chichas de maíz cocido masticado. El olor del tabaco, de trementinas, de las pinturas aceitosas fue tan penetrante que se dispersaban hasta el interior de la villa. Las muchachas Nutas conocedoras de químicas se defendían de los españoles y se ideaban celadas emboscadas, así como pócimas de tatequieto y otras burundangas venenosas, preparadas con aráceas, hongos, cacao borrachero y otros barbascos; también existían trementinas y resinas para disolver los colorantes que empleaban en pintar sus cuerpos, sobre todo cuando iban a la guerra.
Los Nutabes habían sido habitantes de la costa Atlántica, pero con la llegada de los españoles después de 1500 tuvieron que huir para el sur; invadieron varias etnias Catías de Antioquia, así como a los Tahamíes del Valle de Aburrá, entre ellos los Bitagüíes y Yamesíes y además les quemaron a los antiguos pueblos con posible influencia egipcia los santuarios que tenían en Arbí. Jorge Robledo “…procuró de informarse de la tierra e de aquellos edificios antiguos que había fallado en la provincia de Aburrá; el qual dijo cómo adelante había un muy gran poblado que eran las provincias de Nutabe y Urezo, donde estaba el señor que había destruido aquellas antiguallas […] e que había tantos indios como yerbas tiene el campo…”(Sardella).

Por Ricardo Saldarriaga Gaviria (+)
 Este ABREBOCAS NRO 115, fue tomado del capítulo de LOS PIPINTAC “Guardianes Testigos de la crueldad de los españoles” del libro EL PAISA Y SUS ORIGENES, capítulo que describe: Testigos de la ejecución de Jorge Robledo, los detalles de Cieza de León de la provincia Pipintac, los rituales, Provincia Pipintac de Pozo, el sufijo ac en los grupos Pipintac Sotayac, Maitamac; Purimac, Quiramac, Camac etc, la provincia de “los armados” como los bautizaron los conquistadores, el canibalismo de este grupo, la crueldad entre si de los Paucura y los Pozo, posible origen de los Pipintac, los mestizos Pipintac del oriente antioqueño, caracterología del Grupo.

Los Pipintac aparte de cultivar fueron mineros en la región de Arma. «...Las minas son ricas, en el río grande que está una legua desta villa más que en otras partes, porque si echan negros, no abrá día que nomden cada uno dos o tres ducados a su amo. El tiempo andando, ella vendrá a ser de las ricas tierras de las Indias...» (Cieza 1ª Parte, p. 69). Ya han pasado 500 años y aún sus descendientes siguen siendo pobres. LosPipintac sacaban grandes cosechas de sus huertas y los Españoles disfrutaron de sus frutos. Los Pipintac sembraron en todos los suelos y aflojaban la tierra con coas o palos de macana endurecidos al calor; recolectaban las frutas en grandes canastos tejidos con chusque o con bejucos de una Dioscoreácea nativa, pues este ñame silvestre es una enredadera de largos y resistentes tallos y con pequeñas flores en racimos y sus bejucos originan en las axilas de las hojas abundantes y retorcidos bulbos, que si se muelen producen espuma babosa. «...Los más valles y laderas parescen huertas, según están pobladas y llenas de arboledas de frutales de todas maneras, de las que suele aber en aquestas partes...» (Cieza p. 70). Los Pipintac les ofrecieron a los Españoles exóticas frutas: guanábanas, anones, ciruelas, aguacates, guayabas y «... otra muy gustosa llamada pitahaya de color morado. Tiene esta fruta tal propiedad, que en comiendo della, aunque no sea sino una, queriendo orinar se echa la orina de color de sangre...» (Cieza p. 70). Los campesinos también comerían los frutos de la mancadera o higuera chumba, que les produciría el mismo efecto. Cuando los Españoles anduvieron por las tierras frías de Abejorral y Aguadas, conocieron chirimoyas, granadillas, chulupas y las frutas silvestres, como los mortiños y los frutillos de una especie de arándano (Ericácea). «...En los montes también se halla otra fruta que la tengo por muy singular que llaman uvillas, pequeñas y tienen un olor muy suave...» (Cieza 1ª Parte, p. 70). Los Pipintac fueron excelentes agricultores, pues cultivaban muchas clases de tubérculos y raíces; los variados maíces los sembraban dos veces por año, pero se especializaron en árboles frutales y en palmeras, pues vivían en «...tierras tan fértiles, que no hazen más de apalear la paja, y quemar los cañaverales, y esto hecho, una hanega de mays que siembren da ciento y más: y siembran el mays dos veces por año: las demás cosas también se da en abundancia...» (Cieza p. 69); entre éstas estaban la achira, la ochuva y la batata, esta última de origen Indochino.

Por Ricardo Saldarriaga Gaviria (+)

PLUMILLA PINTADA POR RICARDO SALDARRIAGA GAVIRIA, AUTOR DEL LIBRO EL PAISA Y SUS ORÍGENES, PINTURA QUE HACE REFERENCIA AL MERCADO DE FRUTALES DE LOS PIPINTAC Y QUE SIRVIÓ PARA ILUSTRAR ESTE CAPITULO EN EL LIBRO.
ABREBOCAS Nro 97, tomado de LOS CARAMANTAS del libro EL PAISA Y SUS ORÍGENES.

Este ABREBOCAS NRO 97, fue tomado del capítulo de LOS CARAMANTAS “destacados por la Fantasía y por el arte de la orfebrería” del libro EL PAISA Y SUS ORIGENES, capítulo que describe la fantasiosa orfebrería y la minería de oro, el gran Dorado Tamaná, el cacique Cauroma, las minas de sal de Tapartó, la conquista de Juan Badillo a los Caramantas, el centro orfebre de Samarraya, los pueblos de los Tatabes.
No sólo los Nutabes o los Caribes habían penetrado a la Provincia de Antioquia, bien como buscadores de riquezas o como desplazados por los españoles. Otra cultura que se había dirigido al Dorado Catío mucho antes que los Nutabes, fue tal vez la Caramanta. Al referirse a las regiones sureñas de Andes, Cieza dijo: «...Mas adelante está otro pueblo que se llama Caramanta, y el Cacique o señor Cauroma. La gente desta provincia es dispuesta, belicosa, diferente en la lengua a las passadas. Tiene a todas partes este valle montañas muy bravas: y passa un espacioso río por medio dél y muchos arroyos y fuentes donde hazen sal...» (Cieza p. 6l). Se refería a pueblos que tal vez se habían establecido en las cabeceras del río San Juan Chocuano (Dochará), o también se habían asentado en la cuenca del río San Juan Antioqueño. Los Caramantas tenían tanto oro, que los españoles, «... afirmaban, que había tanta abundancia de este metal, que en un río sacaba el señor ya dicho la cantidad que quería...» (Cieza p. 62). En la provincia Caramanta había muchas minas de oro, sobre todo en Pueblo Rico, en Riosucio, en Marmato y en Supía. Los Caramantas estaban muy integrados con los Catíos. Cieza comentaba que «...son amigos y confederados éstos y los de Caramanta: y con los demás sus comarcanos siempre tuvieron enemistad, y se dieron guerra...» (Cieza p. 65). Para que nos ubicáramos geográficamente en la región de los Caramantas, el cronista nos dio una enorme pista: «...Un peñol fuerte ay en este pueblo...» (Cieza p. 65). El Dedo del Diablo o el Peñol de Clavijo está en Riosucio (Caldas).
Por Ricardo Saldarriaga Gaviria (+)

El capítulo de LOS CARAMANTAS está conformado por 40 páginas, tamaño carta, 39 imágenes (plumillas, fotos en grises y cuadro al oleo).

Si estas interesado en el libro, llamar a los teléfonos 3105417462 o al 3016201728.
 

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