Francisco Xavier Billini Hernández
"Padre Billini"
(1837-1890).
Sacerdote y filántropo. Fue admitido oficialmente en los estudios teológicos del sacerdocio a partir del 17 de junio de 1851 en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino.
Nació en la ciudad de Santo Domingo. Fue discípulo del presbítero Fernando Arturo de Meriño y del doctor Elías Rodríguez Ortiz, entre otros. El arzobispo Tomás Portes e Infante le concedió licencia para viajar a Puerto Rico donde lo ordenaron sacerdote. De regreso, cantó su primera misa el 9 de junio en la iglesia Regina Angelorum.
Vida Pastoral
Por breve tiempo hizo vida pastoral en la parroquia de San José de Ocoa; luego, prestó servicio como auxiliar en la catedral y en el Convento de los Dominicos. En su trayectoria sacerdotal fue canónigo penitenciario honorario, misionero apostólico y promotor fiscal de la superior curia. Cuando estaba rindiendo servicio en la catedral, en reparaciones realizadas en el presbiterio, en septiembre de 1877, fueron hallados los restos de Cristóbal Colón.
Se identificó con la anexión; al ser derrotadas las tropas españolas se embarcó a Cuba con ellas. Entró en diferencias con los españoles en la mayor de las Antillas, situación que motivó su traslado a Saint Thomas. Aconsejado por el general Gregorio Luperón, regresó al país en 1866. A partir de entonces dedicó sus energías a su obra de bien social.
Colegio San Luis Gonzaga
Fundó y dirigió el colegio San Luis Gonzaga en 1867, que tuvo el primer gimnasio del país. Su concepción educativa lo llevó a diferir de la de Hostos por la escasa información de que disponía. Posteriormente, reconoció las bondades de la escuela hostosiana.
Su labor social no tuvo límites; en ocasiones, algunas de las instituciones que fundó fueron pioneras: el primer asilo para enfermos mentales; un orfanato para niños abandonados por sus progenitores; la Escuela de Artes y Oficios; el hospital que lleva su nombre; una biblioteca pública; y una imprenta. También reconstruyó los templos de Regina Angelorum y el de San Andrés.
Su autoridad moral la hizo valer en dos ocasiones para salvar la vida a dos perseguidos del Gobierno. El primero en recibir los beneficios de tan inconmensurable gestión fue el general Cesáreo Guillermo y el segundo el general Braulio Álvarez.
Dejó una abundante producción periodística.
Fuente : AGN / Externa
"Padre Billini"
(1837-1890).
Sacerdote y filántropo. Fue admitido oficialmente en los estudios teológicos del sacerdocio a partir del 17 de junio de 1851 en el Seminario Conciliar Santo Tomás de Aquino.
Nació en la ciudad de Santo Domingo. Fue discípulo del presbítero Fernando Arturo de Meriño y del doctor Elías Rodríguez Ortiz, entre otros. El arzobispo Tomás Portes e Infante le concedió licencia para viajar a Puerto Rico donde lo ordenaron sacerdote. De regreso, cantó su primera misa el 9 de junio en la iglesia Regina Angelorum.
Vida Pastoral
Por breve tiempo hizo vida pastoral en la parroquia de San José de Ocoa; luego, prestó servicio como auxiliar en la catedral y en el Convento de los Dominicos. En su trayectoria sacerdotal fue canónigo penitenciario honorario, misionero apostólico y promotor fiscal de la superior curia. Cuando estaba rindiendo servicio en la catedral, en reparaciones realizadas en el presbiterio, en septiembre de 1877, fueron hallados los restos de Cristóbal Colón.
Se identificó con la anexión; al ser derrotadas las tropas españolas se embarcó a Cuba con ellas. Entró en diferencias con los españoles en la mayor de las Antillas, situación que motivó su traslado a Saint Thomas. Aconsejado por el general Gregorio Luperón, regresó al país en 1866. A partir de entonces dedicó sus energías a su obra de bien social.
Colegio San Luis Gonzaga
Fundó y dirigió el colegio San Luis Gonzaga en 1867, que tuvo el primer gimnasio del país. Su concepción educativa lo llevó a diferir de la de Hostos por la escasa información de que disponía. Posteriormente, reconoció las bondades de la escuela hostosiana.
Su labor social no tuvo límites; en ocasiones, algunas de las instituciones que fundó fueron pioneras: el primer asilo para enfermos mentales; un orfanato para niños abandonados por sus progenitores; la Escuela de Artes y Oficios; el hospital que lleva su nombre; una biblioteca pública; y una imprenta. También reconstruyó los templos de Regina Angelorum y el de San Andrés.
Su autoridad moral la hizo valer en dos ocasiones para salvar la vida a dos perseguidos del Gobierno. El primero en recibir los beneficios de tan inconmensurable gestión fue el general Cesáreo Guillermo y el segundo el general Braulio Álvarez.
Dejó una abundante producción periodística.
Fuente : AGN / Externa
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