HISTORIA DEL PERIODISMO EN LA
REPUBLICA DOMINICANA
Primera parte.
Fuente:- tomando de
la obra “Historia de la
Cultura Dominicana, de Mariano Lebrón Saviñón, Tomo V, publicado por la
Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), 1982. Cap. XXXII, Breve
Historia de la Educación Dominicana y del Periodismo, Págs. 125 al 160.
La
Imprenta apareció tarde en Santo
Domingo, setenta y nueve años (79) que los EE.UU. se publicara The Boston
New. Fundado en 1704,
primer periódico que vio la luz en
nuestro continente. La Imprenta apareció en Santo Domingo, en 1774,
siendo el 5 d abril de 1821 cuando se
publico el primer periódico dominicano, en la
ciudad primada, El Telégrafo Continental,
el que
fue dirigido por Antonio María Pineda, natural de Las Isla Canarias,
España, radicado en nuestro país, en éste colaboró activamente el Lic. José
Núñez de Cáceres, quien para ese entonces gestionaba la liberación de la Patria del tutelaje Español
De
este periódico sólo llegaron a salir unos diecisiete (17) ejemplares, el último
del 26 de julio de 1826. En plena ocupación haitiana, era un periódico
de información, donde aprecian los decretos del gobierno, noticias
breves y a veces se insertaba opiniones
de Núñez de Cáceres, las cuales
expresaban ideas que anticipaban la
Independencia efímera en que ya elaboraba
“Hay dos clases de Periódicos; el Periódico de opinión y el periódico de información, que es el típico de nuestros
días, donde se combina con frecuencia
los dos tipos. Hay también paródico personalista,
controlado por una persona o familia
para representar sus ideas y plataforma, y
por último, el tipo de periódico de empresa anónima o sociedad de acciones” (Manuel Amiama,
resumen del cursillo de periodismo distado en UASD, agosto 1941)
En
esa misma época el Lic. José Núñez de Cáceres, dio a la luz un periódico que le
llamo El Duende, era dominical y fue un
periódico de opinión donde su director
fiel a los ideales de libertad que
atesoraba publico artículos polémicos y editoriales doctrinarios
El Telégrafo Continental y
El Duende, nacieron casi al
mismo tiempo y se editaron en la misma
imprenta, con el mismo tamaño, no más que un par
de folios, algunos números del Duende, no pasaron de un folio. La pequeña Imprenta de que disponía el gobierno
la misma que regenteó Blocquest. Y que al irse dejaron los franceses. (nota se
refiere al francés André Joset
Blocquest, a quien el gobierno francés
le dio en 1799, el usufante de la
Imprenta
En
1845 un año después de la Independencia aparece
EL Dominicano, fundado por Pedro Antonio Bobea, junto con los poetas patriotas; Manuel María
Valencia, Félix del Monte y el trinitario José María Serra, un periódico
dirigido a actividad literaria el cual tuvo
vida efímera
La
primera Constitución de la República, votada en San Cristóbal el 6 de noviembre
de 1844. Aunque se promulgó bajo la presión despótica y torna del General Pedro Santana, consagró en
su artículo, 23 La Libertad de expresión,
que nunca se cumplió permitía publicar noticias y artículos sin censura previa y establecía por mandato de la
misma Constitución, del 6 de mayo de 1846, la Libertad de Imprenta.
Esta
Ley tenia artificios de interpretación,
pues la complementaban varias restricciones obstante no establecer,
autorización ni censura previa, fue analizada ampliamente por Manuel de Jesús
Camarena Perdomo en su folleto “La Libertad de Imprenta en la República
Dominicana”. Era una Ley que autorizaba
la suspensión de los periódicos
En
1875, a iniciativa del Presidente Ignacio María González, se dictó una Ley que dio potestad al gobierno para suspender cualquier
periódico que ofendiera a una nación amiga.( Nota. Esta media obedeció a las quejas que el cónsul español presentó al gobierno dominicano
contra el periódico “Dos Antillas”, dirigido por el refugiado cubano Enrique
Coronado y que defendía la libertad de
Cuba Y Puerto Rico, haciendo alusiones
duras y adversas a España)
de esta manera se daba satisfacción a España, atacada especialmente
por la prensa puertoplateña, afecta a la
Independencia de Cuba
Llegaron los años de feroz tiranía. El árbitro de los
destinos del país era el protervo y
feroz Ulises Hereaux, quien como todo tirano, se dispuso a amordazar la prensa.
Para el efecto en 1899 propicio una Ley
que puso fuerte trabas a la fundación de nuevos periódicos. De esta
manera sólo los apegados al régimen podían gozar del privilegio de ejercer el
periodismo. La prensa, como sucedió en
la era de Trujillo, estaba silenciada y
de rodilla.
En 1851 se fundó la
Gaceta del Gobierno, La Española Libre y el Correo del Cibao, este
último vio la luz en Santiago de los Caballeros. La
Española Libre fue dirigida por Manuel
María Gautier (1827-1897), José María González y Nicolás Ureña. Gautier
fue un periodista de combate, y rudo en el ataque y de una frialdad absoluta en
el análisis político (Nota. Fue un político activísimo que en 1887 llegó a ser
Vicepresidente de la República)
En
1853, Nicolás Ureña, separado de La Española Libre, fundó El
Progreso, y al año siguiente (1854)
El Porvenir, con la colaboración de
Alejandro Angulo Guridi, en calidad de
redactor y encargado de las cosas políticas, en tanto que Ureña se ocupaba de
las cosas literarias. Ambos trabajaban
unidos por amor a una amistad que nació
de una violenta polémica, en el periódico colaboraron, además José María
González, Manuel María Gautier, Félix María del
Monte y Antonio Delfín Madrigal
Nicolás
Ureña, aunque no era escritor polémico, sino tan sólo un poeta un tanto
bucólico, y como periodista, conciliador, aunque de temperamento firme,
aun así. Combatió a Santana, que ya mostraba la
garra de su intención anexionista.
Y en 1855, éste, que había escalo el poder una vez más, lo expulsó del
país. Con su ausencia y la muerte de las libertades desapareció El Porvenir.
En el mismo año en que
naciera este periódico aparecieron otros dos; El Oasis y El Orden. Fueron
también periódico de vida efímera. El Oasis
desapareció dos años después
También en ese año El Dominicano
tuvo su segunda época pero ya al año
siguiente había desaparecido de nuevo.
En el 1856 dos nuevos periódicos ven la
luz pública; El Eco del Pueblo y La República. Este último fue fundado por Angulo Guridi, quien poco tiempo después tuvo
que abandonarlo, porque fijó su residencia en Santiago de los Caballeros, donde José Desiderio Valverde, líder de una
revolución en contra de Buenaventura Báez, había instalado un gobierno
provisional opuesto al de Santo Domingo.
El país vióse en la insólita situación de tener dos
presidentes; uno en Santiago y otro en Santo Domingo. El gobierno del Cibao
confió a Angulo Guridi la redacción de
la Gaceta Oficial, en tanto que él
fundaba el periódico La Reforma donde defendió a Buenaventura
Báez, que era la negación de las
cosas que aquel creía. También en ese año fundóse en Santiago
de los Caballeros, el periódico El Cibaeño, que dirigió Manuel de Jesús Peña
y Reynoso
Los trabajos de Angulo Guridi en La Razón
traían siempre el sello de una fogosa personalidad y propugnaban una
reorganización política que permitiera al país desencallar el barco de su
destino. Dolorosamente atapado en la roca de las pasiones desbordas. De modo que
cuando en 1858, el Congreso
Constituyente, reunido en Moca, votó la nueva
Constitución, Él la combatió, y luego, motu propio, redactó un proyecto de Constitución que
publicó en la Gaceta
Oficial
Pero
los días venían negros para él. Tras Buenaventura Báez vino Pedro Santana. Y al
realizar éste la Anexión a España, Angulo Guridi tuvo que abandonar su patria, a
la que no regresó hasta 1875. En cuanto al Eco del
Pueblo, apenas duró un año (1856-57). En 1857 también se fundó en
Santiago El Cibaeño, y en 1859, en la
capital, Flores
del Ozama.
El
otro Angulo Guridi, Javier ardiente patriota que alcanzó el grado de general en
la guerra Restauradora, fundó El Progreso, en 1861, en Santiago de los Caballeros; El Tiempo, en 1866, y el Sol, en 1868.
En 1862 vio la luz pública La Razón,
cuyo director fue el notable escritor Manuel de Jesús Galván, quien ejerció el periodismo desde su temprana juventud (Nota: había fundado en 1850 el periódico Oasis, órgano del la Sociedad Santiaguense Amantes de la
Luz.). Durante la
guerra restauradora el órgano de
difusión existente se llamaba, simplemente, Boletín.
En el año de 1865 fue el de El Patriota y La Regeneración; y en 1886, El Tiempo, y El Sol,
dirigido por Javier Angulo Guridi. (Nota, El Sol, fue el Órgano de la
Sociedad El Paraíso.)
En 1867, el poeta Manuel Rodríguez Objío publico en Santiago de los
Caballeros el periódico La
Voz del Cibao y en
1870, El Laborante, el cual duró dos años
En
1872 tiene Puerto Plata su primer
periódico, El Porvenir, de larga y fecunda vida. También en ese año
se publico El Dominicano, dirigido en
Santiago de los Caballeros por Manuel de Jesús Peña y Reynoso, poeta y maestro. El hizo
activa vida cultural desde la sociedad “Amante de la Luz”, para la que publicó en 1874, el periódico Eco del Yaqué.
Peña y Reynoso era un polemista agresivo y a su iniciativa audaz se debió la
formación de La Liga de La Paz, como
reacción contra las turbulencias
políticas, y luego presentó ante el
Congreso Nacional una serie de
acusaciones al Presidente Ignacio María González, quien renunció, no obstante
haberlo liberado el Congreso de
culpabilidad. Lo indujo a la renuncia un
grupo de ciudadanos ilustres, entre ellos: José Joaquín Pérez, Emiliano Tejera,
Francisco Xavier Amiana, Mariano Antonio Cestero otros. Fue cuando Peña y Reynoso lanzó
aquella frese, que emulaba a la de
Montalvo: “YO ES DERRIBADO UN GOBIERNO
CON MI PLUMA”.
También
del 1874 son los periódicos El Orden (publicado en Santiago) donde aparecieron
los artículos políticos y patrióticos del ilustre Ulises Francisco
Espaillat, bajo el seudónimo de María; La Opinión, órgano de la sociedad La
Juventud, que dirigió el Maestro
Federico Henríquez y Carvajal, muy joven en ese entonces. En este
periódico inició el Maestro una larga y
gloriosa carrera periodística. También del 1874 fueron los periódicos: El Nacional,
que duró dos años hasta el1876, El Centinela y La Paz.
En año 1875 en Puerto Plata se inicia campaña activa a favor de la Independencia de Cuba, lo que
concitaba airadas e indignadas protestas de la representación diplomática de
España en el País. Esta campaña se hacía
desde el periódico Las Dos Antillas, fundado por un emigrante cubano de nombre
Enrique Coronado, quien extendió su campaña a la idea de la Independencia de la
isla de Puerto Rico, para lo cual se encontraba la activa cooperación de un
ilustre puertorriqueño, Ramón Emeterio Batances. Con la llegada a aquella
ciudad del gran educador americano
Eugenio María de Hostos, se
acrecentó la campaña. Este, en su
calidad de redactor de Las dos Antillas,
defendió, sin ambages, la causa cubana, por
lo cual el Presidente González cerró el diario,
Entonces
Hostos fundó Las Tres Antillas, donde
los ataques a España fueron más
solapados, y al clausurarlo el Gobierno, fue sustituido por otro periódico que
se llamó Los Antillanos, que duró
hasta 1876, cuando el eximio educador abandonó el país. Otro
periódico de aquel año fue La Ideas,
dirigido por César Nicolás Penson, el
cual tuvo una mantenida actividad cultural, como órgano de la Sociedad Amigos
del Adelanto. Del mismo año son; El Correo del Ozama y El
Orden, (Santiago). Por aquellos años se publicaron EL Observador (1877), El País y La Patria (1877), de
vida efímera, así como El Pueblo y El Sufragio.(1878)
En
1879 el ilustre ciudadano Francisco Gregorio Billini fundó el periódico El Eco de la
Opinión, que representó. Según el Lic. Manuel A. Amiama, “el más notable avance del periodismo”. Este
periódico que tuvo una vida activa por más de 10 años, se convirtió
en diario en 1895, ´pero las penurias económicas lo redujeron de
nueva a semanario, bajo la eficaz inspiración de su fundador, quien murió en
1899,. Para que no sucumbiera el periódico, empuño su dirección Juan Elías Mocosco, hijo, quien apenas lo pudo sostener, nombre que tuvo su periódico fue el más acertado.
En
el 1883 este paladín del civismo fundó
La Primera Sociedad de Prensa, y un año
después escaló el Solio Presidencial de la República. Pero Billini era
un lirico flore4cido en el pentano de un
malezal. Entre las muchas medidas que tomó, la de otorgar la total
libertad de prensa y amnistiar a
todos los exiliados, lo enfrentó con el desborde de las pasiones.
Los hombres que lo llevaron al poder le
exigían el frenar la prensa, que lanzaba dardos envenenados contra el
propio Presidente,” Que puedo hacer—decía Billini con gesto desolado—si la
prensa es el cuarto poder…….
Ya
sabemos cómo este hombre puro, escritor y periodista por vocación, tuvo que
renunciar la Presidencia, acosado por las interrogas y al retirarse a la
santidad de su hogar, tuvo que hacer un
préstamo para allegar fondos con qué atender la diaria pitanza de su casa.
Los
otros periódicos fundados en 1879 fueron: El Estudio 1879-1881) y La
Actualidad. En
1881 apareció El Mensajero,
que desapareció en 1890, pero tuvo fugaz reaparición de un año en 1899 y Auras del Ozama.
Fue en el año de 1882 cuando apreció
el primer diario del País, El Telégrafo,
se llevaba este nombre porque publicaba las noticias en forma condensada.
Siendo Presidente de la República el
Arzobispo Meriño, su fundador fue César
Nicolás Pensón. Este periódico, que salía también los días feriados, alcanzo
gran prestigio, gracias a la colaboración de los intelectuales, compañeros de
Pensón, de la Sociedad Amigos del País, entre otros; Pablo Pumarol, y Francisco Henríquez y
Carvajal, y alguna vez de Eugenio María
de Hostos. Pero desgraciadamente, fue
breve la vida de este periódico,
y ya
a los cinco meses había
desaparecido
Ese
mismo año se publicaron El Maestro y El Volteriano. Este último era, en realidad una hoja suelta de un grupo de
Jóvenes de la Escuela Normal, y
trataba de asuntos culturales. Como su nombre lo indica, el
ídolo de sus dirigentes era Voltaire, en carnación para ellos del pensamiento
audaz y el alba combativa
El
año 1883 fue el de la Asociación de
Presa y se publicaron La Alborada y El Repúblico en Santiago, La Revista Científica, Literaria y de Conocimientos
Útiles; El Teléfono, El Diario del
Ozama, El Quisqueyano y La República..
Al
desaparecer el Telegrama, que apenas
duró cinco meses, César Nicolás
Pensón, publico el
Diario del Ozama, otro
cotidiano que solamente dejaba de publicarse los lunes
y los subsiguientes a un día de
fiesta. Pensón, era un gran
periodista; para él, un periódico, más
que una tribuna, era una cátedra.
Escribió siempre con altura orientada. Pero a pesar de que sus dos periódicos
tuvieron corta vida desilusionante, en
1885 sacó El
Eco de la Opinión. Puede decirse que César Nicolás Pensón, es el
intelectual que sienta la base del periodismo nacional.
Un
gran periodista, José Justino Castillo (1861-1933) colaboró en la mayoría de los periódicos nacionales y se inició m en el periodismo en El Repúblico.
Fue maestro normal y abogado. El poeta modernista Fabio Fiallo, se inició en
el periodismo en el 1894 en una revista
literaria, donde hicieron sus primeras aventuras culturales muchos poetas y escritores dominicanos, y que se
llamó El Hogar. Fue un verdadero portavoz
del modernismo en Santo Domingo. Ayudó Fiallo Fiallo, en estas labores, el escritor y novelista
Tulio Manuel Cestero, quien luego fue
director de la revista. Fiallo Fiallo era un periodista combativo y un político
de agresiva oposición.
El
periodismo religioso hace su aparición en ese mismo año
con el Boletín Eclesiástico, que duró veinticinco
años, en su primera época. Era un órgano
de la Arquidiócesis de Santo Domingo y se público bajo la iniciativa del Arz.
Metropolitano, Mons. Fernando Arturo de Meriño, hombre ecuménico de recio perfil patriótico. A la muerte de Meriño, El Boletín dejó de
salir hasta su reaparición, esta vez por iniciativa de Mons. Nouel.
En años sucesivos del siglo XIX siguieron
saliendo periódicos de vida efímera, pero fuertemente vinculados al movimiento
cultural del país. En 1888 salió EL Santiagués,
revista de un año, que como su
nombre lo indica vio la luz en Santiago.
Fue dirigido por el eminente ciudadano
Ulises Franco Bidó, ayudando por sus hermanos, todos buenos periodistas: y
al siguiente año, 1889, se publicó el
más importante de los periódicos dominicanos, El Listín Diario. Fue fundado por Arturo J. Pellerano Alfau y
Julián Artiles. Al principio el periódico no era tal sino una simple hoja
informativa del movimiento del puerto, donde se enumeraban en una pequeña lista (o Listín) los buques que entraban y salían. Después se fueron publicando noticias de otras
índoles, se le incorporaron artículos y el periódico se hizo diario. Cambio
luego su formato y se convirtió en un periódico moderno tan vinculado a la vida
del país, que por mucho tiempo Listín
pasó a ser sinónimo del periódico entre
nosotros.
Fue
un periódico combativo, pero también hizo labor cultural a través de lo
que llamó “Los Lunes del Listín”. Esta
era una página hebdomadaria que dirigía Enrique Deschamps (1872-1935) y donde
colaboraban las principales personalidades del mundo cultural dominicano. Colaboraba asiduamente en los
Lunes del Listín, el poeta José Joaquín Pérez y más tarde por Luís Emilio
Garrido. La Página sufrió una interrupción hasta agosto en que 1905 volvió
orientada por José María Bernard.
El
Listín Diario fue cantera formadora d buenos periodistas, que
todavía están en plena labor fecunda; son innumerables los periodistas
que formaron parte de este importante medio de comunicación,
considerado como el decano de la prensa escrito dominicana, sería injusto obviar nombre pero entre
estos ilustre hombre de la pluma puede hacerse mención a unos de sus
grandes directores Don Rafael Herrera Cabral, y
hombre de juicios nobles y ponderado.
Contingencias
políticas de insólitas intolerancias ahogaron económicamente al Listín Diario, que tuvo cerrar sus
puertas en 1942. Después de la muerte de Trujillo volvió a salir, y llena un gran contenido social y cultural
en nuestros días. Las primeras noticias
que se publicaron en el país cuando el Listín se convirtió en diario, provenían
del Cable Francés, este permitió al periodismo vernáculo un alto grado de
progreso.
Fue el Boletín Comercial el primer periódico que
ofreció las noticias de los sucesos que
ocurrían en el extranjero. La fuente del Cable Francés fue
la única hasta 1911, los adelantos de los diversos tipo de prensa, desde
Marconi y los linotipos, las rotativas hasta nuestros días son pasos de avance
en el periodismo nacional. Hoy las noticias extranjeras son servidas por
agencias
En el 1891 tiene lugar la célebre controversia histórica entre Manuel de Jesús Galván, desde El Eco de la Opinión, y José Gabriel García, desde EL Teléfono. Galván era un escritor de claro
estilo, casi un purista, pero con ideas muy especiales. Su hispanofilia lo llevó a apoyar la anexión y
combatir tenazmente a los restauradores.
García era todo lo contrario y aquella polémica tornase ácida
en extremo
En
ese año
vio la luz pública El Día (1891-1902)
en Santiago y El Lápiz (1891-1902) en Santo
Domingo. El Día fue dirigido
por Ulises Francisco Bidó;
por su parte El Lápiz
fue fundado por uno de los connotados intelectuales de la época, el fogoso orador Manuel Arturo Machado. Esta fue una
revista demasiado atrevida en
medio de una tiranía como la de Ulises
Heraaux y en ella colaboraron José Otero Nolasco y Andrés Julio Montolio.
Otro
que combatió a Lilís fue el ilustre
ciudadano Federido Henríquez y Carvajal, a quien se identifica tan solo como el
maestro. Y que fundó en 1892 la revista
quincenal Letras y Ciencias, junto con
su hermano, el Dr. Francisco Henríquez y Carvajal, padre de los hermanos Pedro y Max Henríquez Ureña. Esta
revista estuvo saliendo hasta la muerte del tirano cuando Don Federico volvió a
publicar El Mensajero, que había sido
clausurado por el gobierno tras apresar a su director, a causa de un comentario
acerbo que no fue del agrado del déspota
Otros
periódicos de ese año fueron: La ´Prensa (1892-1897) de Santiago y El Cable, de
San Pedro de Macorís. La Prensa fue dirigida por el historiador Pedro María
Archambault. Durante cinco años (1892-1897) y el Cable, uno de los periódicos
mejor redactados, aunque sólo subsistió hasta 1898, fue fundado
y dirigido por Luis Arturo Bermúdez. En 1894, la juventud maniatada por
el régimen férreo de Ulises Heraaux, buscaba ventanales por donde desfogar su odio y su impotencia. Las
revistas literarias servían muy bien
para este fin. Luis Aristides Fiallo Cabral y Eduardo Matos Franco sacaron un
periódico al que llamaron EL Volteriano,
nombre que le dieron recordando una hoja que años antes se publicaba en la
Escuela Normal Superior. Con el mismo
fin y con el mismo formato se publicó en Puerto Plata la revista El Estudio,
que dirigían los jóvenes profesores Ramón Álvarez Blanco y José María Rodríguez
Arrezón, y que fue órgano de difusión donde
la intelectualidad puertoplateña desfogó
sus vehemencias inquietudes.
En
esta publicación un intelectual de la
generación anterior, Fidelito Despradel (1865-1925), escribió un ensayo
sobre Rubén Darío, con ocasión de
publicarse la falsa noticia de su muerte. Hay que hacer notar que el ensayo de
Despradel tiene la importancia de que
cuando se publicó, el modernismo no
había penetrado en Santo Domingo.” El poema Mi Vaso Verde”, de Altagracia
Saviñón, se publicó en 1900 y la Virgínea, de Valentín Giró, en 1902
También
en San Pedro de Macorís, Luis Arturo Bermúdez,
contando con la colaboración de Rafael Deligne, dio a la luz la “revista
literaria Prosas y Versos “(1894-1896). En 1896 salió otra revista, “Ciencias, Artes y Letras”
(1896-1897) dirigida por Rafael Justino
Castillo, que pretendió ser enciclopedia
y donde escribieron asiduamente Luis A, Weber y Andrés Julio Montolio.
Nuevas
publicaciones aparecen en 1898, esta vez la Revista Ilustrada (1898-1900)
dirigida por Miguel Angol Garrido,
quien, perseguido por Hereaux,
por su fogosa oposición al régimen, y
obligado a forzoso silencio, buscó refugio en la literatura. Esta fue
una magnifica publicación de alta categoría, solamente comparable a las grades
revistas literarias, de que ya hemos hablado, publicadas a partir de la
década del 40. Garrido es uno de los grades escritores dominicanos, combativo y
de estilo florido y luminoso
También
en ese año se publicó en La Vega, El Ideal 1898-1906). El periodismo dominicano
se había agazapado ante las trabas
puestas a la libre expresión.
En
el año 1899, en que se funda
La Bandera Libre,(1899-1915,1915-1916),Lilís, votó, sin
ningún empacho, una Ley de mano
dura en contra de la expresión del
pensamiento, según la cual para fundar
un periódico se necesitaban tales requisitos, que solamente las personas
de muy adictas al régimen podían hacerlo. Gajes de la
Dictadura.
Parte de la Historia del Periodismo
en la República Dominicana, en la primera mitad del siglo XX.
Al iniciarse el siglo
XX, la prensa estaba amordazada. Pero en
1905, siendo Presidente de la República
Carlos Morales Languasco, se derogó la
Ley mordaza de Ulises Heureaux. Fue una decisión heroica por cuanto el periodismo
conoció privilegios de que no había gozado antes.
En 1908, se llevó a
directamente a la constitución un artículo que consagraba taxativamente,
la libertad de prensa. Entonces la
prensa se hizo lenguaraz, y, por momentos, hasta soez, por lo cual en 1929, y siendo presidente el general Horacio
Vásquez, a quien se la había indilgado toda clase improperios, se llevó al Congreso un proyecto
relacionado de Ley. La prensa liberal
levantó entonces un clamor de protestas
y la Lay se engavetó.
Empero, duró muy poco
la euforia de libertades. En 1930 se inició
el régimen del General Rafael
Leónides Trujillo Molina, el más férreo
y despótico conocido, y durante tres décadas los periódicos fueron serviles
portavoces de falacias destinas a exaltar
el régimen. En la actualidad hay libertad de prensa y de pensamiento, a
pasar que en algunos casos se ha querido coartar el
libre ejercicio de la prensa, no
obstante esta se ha mantenido y a doblegado
a los que han querido coartarla se ha la
fuerte opinión pública de que hoy hay en el país a frenado de plano esas pretensiones de aquellos que nos
se resisten a la criticas y a la denuncias de los hechos que comenten los
servidores públicos.
En el 1900 fue fundado
el periódico Nuevas Páginas y en el 1901, el periódico Páginas, y la Revista El Álbum, en Santiago de los
Caballeros, dirigida por Armando Franco Bidó, perteneciente a esa familia de periodista santiaguenses que
tanto se distinguió en estos menesteres; revista que tuvo una vida de siete
años (hasta 1907). La Revista Literaria, fundada por Enrique Deschamps, aunque tuvo un solo año de vida, dio diversos frutos;
también se publicaron en ese año, El Normalismo (1901-02), y La Época, de
Santiago, tuvo formato moderno, aunque de escasas páginas, lo mismo que El
Iris, de la misma ciudad (1902-03)
En 1903 salieron La
Época (1903-05) y la Revista Cuna de América, dirigida por Miguel Ángel
Garrido, en plena revolución contra el
gobierno de Horacio Vásquez, circunstancia por
la cual había serias censuras para la prensa, las cuales fueron violadas
por Garrido cuando,. Aplastaba la
revolución, murió su jefe, Sebastián Emilio Valverde, y uno de sus partidarios Manuel Omendi, fue ejecutado
sumariamente. Con ese motivo, Garrido se atrevió a insertar en su periódico una
nota cronológica, conmovedora y en estilo noble, que no concitó persecución
contra él.
En 1904 se publicó, por
primera vez, el Boletín de Educación Pública y se voto una Ley por medio de la
cual quedaban libres de franqueo interior todas las revistas de interés general
que se publicaran en la República (la Ley de franquicia postal, que se ha hecho extensiva a entidades científicas y culturales)
En 1905 se publicaron
los periódicos El Dique, La Campaña y El
Pensamiento, de Santiago de los Caballeros. En 1907 se publicó el periódico Mefistóles (1907-12),
dirigido por Luís Eduardo Betances, periódico humorístico que siguió la misma línea de El Cójando
(1904) de Francisco Sanabia, que trajo
como gracia principal secciones de duras críticas a personas distinguidas y
chisme libelosos en contra de las familias de la ciudad. Ulteriormente, el
periódico pasó a las manos de Oscar
Delanoy, periodista combativo que había sufrido persecuciones políticas; la
actitud de su periódico cuadraba muy mal a la tiranía Trujillo y un día sus
áulicos llevaron a Delanoy a las afuera de la cuidad dándole una golpiza a garrotazos
de la que por poco no murió. Delanoy, valientemente, mantuvo al margen del régimen, cosa que era considerada pecado en
aquella dura opresión. Después Francisco
Sababia publicó un diario que llamó
Nuevo Diario, matutino como el Listín.
En 1908 se publico El
Dominicano, que dirigió José Ramón López y La Revista Geográfica Blanco y Negro
(1908-1913) que volvió a publicarse
después de haberse clausurado en
1925, durando entonces poco menos de un
año. En 1909 se imprimieron Orisis (1909-1911) Cupido, en Santiago de los
Caballeros y El Tiempo (1900-1911)
En 1909 fue un año
pródigo en publicaciones; libros de poesía, ensayos y narraciones, en
periódicos y revistas. Entre los periódicos vieron a la luz pública; El Ateneo,
órgano del Ateneo Dominicano, primer centro cultural de Santo Domingo, en aquella época y fecundo crisol de
intelectuales; revista que dirigió el Maestro Federico Henríquez y Carvajal; La
Voz del Pueblo (1910-1912) que se
veía a la luz en Monte Cristi; Patria (1910-1911) en La Vega, fundado
por Federico García Godoy, donde dio cabida
a sus artículos valientes y doctrinales; La Revista Escolar (1910-1912)
y en Santiago de los Caballeros, Minerva, órgano de la Asociación de Alumnos y
Antiguos Alumnos de la E scuela Normal
En 1911 salió la
revista La Cuna de América, en su
tercera época; en Santiago de los Caballeros, las revistas Amantes de la
Cultura y Pluma y Espada, dirigida también por José Ramón López y que volvió a
publicarse en 1921 a 1922; en La
Vega, se publicó el Progreso
(1910-1912); Santiago de los Caballeros, Amantes de la Luz, órgano de esa
prestigiosa y centenaria sociedad; El Estudio (1911-1913) dirigido por el
orador eminente hombre público Luís Conrado del Castillo y El
Nacional, que dirigió de nuevo José Ramón
López,.
En 1912 se publicó la
Revista de Educación, que tuvo tres
épocas (1912-1916, 1919-1921, y de 1929 en adelante) y en 1913, Valverde (Mao)
salieron La Pluma y Universal; en 1914
El Progreso (1914-1915) y La revista Quisqueya. En 1915, además del Ideal,
revista de La Vega, y Renacimiento, de Santo Domingo (1915-1920) aparece uno de
los grandes diarios que empezara a
competir con el diarismo con el Listín Diario; La Información de Santiago de
los Caballeros, que dirigió un hombre de recia personalidad dentro del
periodismo; Rafael Vidal. Este diario
sigue publicándose aún, rindiendo su
labor de primera línea ahora.
En 1916 se publicaron
El Heraldo Dominicano, Ecos del Valle,
muy ligado a la vida social de Bani, Alpha, en San Francisco de Macorís y Mundo Antillano, en Santiago de
los Caballeros. En 1917 las revistas
Letras y Primada de América, y el periódico Mercurio. En 1918, La Semana
(1918-1919) en Santiago de los Caballeros.
1919 es el año de las
revistas; Arpas, Cosmopolita, y Pensativa, de San Pedro de Macorís esta última.
Cosmopolita fue fundada y dirigida por Bienvenido Gimbernard (1890-1970), de quien
dice Max Henríquez Ureña “periodista incisivo, de agudo ingenio y honda
sinceridad. Es, además caricaturista intencionado” Gimbernard se distinguió
como caricaturista que tendía poco a lo
grotesco. Su revista se imprimía con
gran pulcritud, cuidándose, sobre todo,
de la limpidez de los grabados. Durante mucho tiempo estuvo saliendo
esporádicamente y sólo dejó de ver la luz pública con la muerte de su fundador.
En 1920, Tamboril tuvo
un periódico, Omega (1919-1921) y en la capital, L… (1920.1921) así titulado
una letra y puntos suspensivos.
En 1921 salieron los
periódicos Patria y Pluma y Espada, en su
segunda época. En San Juan de la
Maguana, E.O. Garrido Puello publicó El Cable, que vio la luz pública el 5 de febrero de 1921, y fue un periódico combativo, de maravilloso historial, que luchó en
contra de la ocupación
norteamericana. Dirigido por admirable ciudadano, El Cable rindió una labor realmente encomiable.
Ante existieron, en aquella población, Eco del
Santomé y El Correo del Sur, que fue el primero con otro nombre, lo que
obedeció al deseo de “liberar el periódico de la limitaciones locales, dándole
amplitud regional”, según Garrido Puello, quien agregó que el Sr. Eduardo
Romero Matos dirigió ambos periódicos.
En el año 1922 fue otro
de gran actividad cultural en el país ( fue el año de los
Juegos Florales Hispano-Dominicano, cuyo resultados se publicaron en un álbum)
En ese año se publicaron las revistas
Claridad (1922-1923), Sangre Nueva (1922-1923) en La Vega; La Opinión y el periódico El Siglo
(1922-1927)
La Opinión fue una
revista gráfica, social e informativa, que
dirigió el periodista Abelardo René Nanita. Esta revista tuvo vida efímera como tal, pero en
1927 se convirtió en periódico y pasa a ser propiedad de un francés
nacionalizado dominicano, René Leparvanche. Se convirtió en un diario
vespertino de formato modero, que
compartía con el Listín Diario la labor informativa de primera
línea. A su sombra se formaron muchos
buenos periodistas, entre otros Francisco Prats Ramírez, verdadero panfletista,
de recia personalidad, a quien se deben los formidables folletos Bajo la fuerza
Yanqui y Por Mi Patria; Ramón Marrero Aristy, José Ángel Saviñón y otros.
Bajo el régimen de
Trujillo, La Opinión adoptó una línea
más o menos discreta bajo la dirección de Ramón Stella; pero cuando se permitió
alguna crítica al régimen firmó su sentencia de muerte. Fue ahogado económicamente y desapareció en la
década del 40
En 1923 aparecieron la
revista Panfilia y el periódico Anarkos, de Santiago de los Caballeros. En 1925
el mensuario X (equis); en 1926 la revista Cromos (1926-1928) y el
periódico La Voz. En 1928 El Mundo y en
1929, El Ateneo Sanjuanero, vocero cultural de la ciudad de San Juan de la
Maguana y El Día Estético, pequeña revista de Domingo Moreno Jiménez, y quien
fue el vocero del Postumismo, Moreno publicó su revista en varias poblaciones y
su aparición era muy esporádica
En el 1930 se publico la revista Bahoruco
(1930-1936), un verdadero bastión de cultura y dignidad, dirigida por un
exiliado venezolano que formó familia en nuestro país, Horacio Blanco Fombona.
Bahoruco fue la revista que les dio cabida en sus páginas a los jóvenes poetas
vanguardistas con gran escándalo de los tradicionalistas sempiternos. Otro
periódico literario de primera calidad en lo selecto de su material fue
Analectas (1933-1935) que dirigió
Enrique Apolinar Henríquez, gran batallador y escritor de dilatada elegancia.
En el 1933 se publico
la revista Clío, órgano de la Academia
Dominicana de la Historia, que dirigió, hasta edad nonagenaria, don Federico Henríquez y Carvajal.
En 1934 apareció la
revista Alma Dominicana (1934-1935), Hélices (1934-1935) en Santiago; y en 1936, Renovación, en La Vega; Recta, en
San Pedro de Macorís y La República, valiente periódico de defensa a la causa republicana, durante la guerra civil española, dirigido por José
Ángel Saviñón, cuyos editoriales
desafiaban la tiranía imperante en el
país
N 1937 apareció La
Cueva, órgano de la agrupación orientaba Enrique Henríquez, Juan Bosch, José Ángel Savinón, José Rijo, Luís Heriberto
Valdez, Pedro René Contín Aybar y otros. También se publicaron en ese año;
Antillas, Anales de la Universidad de Santo Domingo y la revista El Caribe.
En 1939 se publicaron
en Santiago, el periódico así llamado-
Santiago- y en 1940, con formato
nuevo e impreso en rotativa ultramoderna, el diario La Nación, vocero
del régimen imperante, que dirigiera sucesivamente; Rafael Sánchez Luitrino,
Rafael Vidal, Francisco Prats Ramírez y Manuel Amiama. El último en usufructuar
su propiedad fue Ramón Marrero Aristy, a la muerte de Trujillo el diario
desapareció y en su talleres se
editó el periódico El Tiempo,
desde el 4 de septiembre de 1967.
En 1941 se publicó la
revista Ozama, dirigida por el exiliado
hispano Baltasar Miró; en 1942, Atalaya (1942-1943) y en 1943, La Poesía
Sorprendida y Cuaderno Dominicano de Cultura, revistas desempeñando un gran
papel en la representación del movimiento cultural del país
Otros periódicos
que queremos destacar antes de poner fin a este articulo
son: El Caribe, fundado el 14 de abril
de 1948; La Tribuna, diario meridiano dirigido por César Tirado; El Índice,
periódico eventual de información y
pequeño formato; Ultima Hora, dependiente
del Listín Diario; Humor y Comercio, periódico cultural petromacorisano,
que fundó y dirigió Homero Curiel; la revista Renovación, del valiente
periodista luchador Julio Cesar Martínez, la revista Ahora, de Rafael Molina
Morillo, fundada el 15 de enero de 1961 y de la que depende
la revista Eva, de asuntos femeninos; el Periódico El Nacional de Ahora,
dirigido por el poeta y periodista Freddy Gastón Arce y la revista Babeque, de
Ramón Marrero Aristy, de la cual se publicaron seis (6) números.
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