Muere el respetado crítico literario Marcel Reich-Ranicki
De origen polaco pero alemán por adopción, el experto era temido por los escritores, cuyas carreras era capaz de destruir o ensalzar debido a su enorme poder mediático.
A Marcel Reich-Ranicki se le respetaba y temía. Sus críticas literarias lo convirtieron en un ícono de la cultura alemana, que este miércoles (18.09.2013) lamentó su muerte, a los 93 años de edad. Reich-Ranicki fue durante años editor en el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, cuyo actual jefe periodístico informó en su cuenta de Twitter del deceso del también sobreviviente del Holocausto.
La vida del crítico es, de alguna manera, un resumen de los momentos más aciagos de la historia reciente de Europa. Nacido en 1920 en Wlocawek, Polonia, e hijo de un padre judío-polaco y una madre judío-alemana, Reich-Ranicki se cultivó de forma autodidacta leyendo todos los clásicos alemanes y asistiendo periódicamente al teatro. Pese a sus buenas calificaciones, en 1938 no pudo acceder a un cupo universitario debido a las políticas racistas nazis.
Tras ser expulsado de Alemania y confinado en el gueto de Varsovia, consiguió escapar junto a su esposa Teofila (a la que él llamada “Tosia”) hacia el campo, donde ambos fueron escondidos por una familia polaca. Sus padres y un hermano, en tanto, fallecieron en los campos de concentración. Tras sobrevivir a la guerra, trabajó en los servicios secretos polacos y luego viajó a Varsovia, donde comenzó a publicar a escritores de la Alemania Oriental.
La vida del crítico es, de alguna manera, un resumen de los momentos más aciagos de la historia reciente de Europa. Nacido en 1920 en Wlocawek, Polonia, e hijo de un padre judío-polaco y una madre judío-alemana, Reich-Ranicki se cultivó de forma autodidacta leyendo todos los clásicos alemanes y asistiendo periódicamente al teatro. Pese a sus buenas calificaciones, en 1938 no pudo acceder a un cupo universitario debido a las políticas racistas nazis.
Tras ser expulsado de Alemania y confinado en el gueto de Varsovia, consiguió escapar junto a su esposa Teofila (a la que él llamada “Tosia”) hacia el campo, donde ambos fueron escondidos por una familia polaca. Sus padres y un hermano, en tanto, fallecieron en los campos de concentración. Tras sobrevivir a la guerra, trabajó en los servicios secretos polacos y luego viajó a Varsovia, donde comenzó a publicar a escritores de la Alemania Oriental.
Éxito en la televisión
Reich-Ranicki, que adquirió el “Ranicki” cuando trabajó en Londres para los servicios secretos, emigró a Alemania Occidental en 1958, donde rápidamente encontró trabajo como crítico literario en el semanario Die Zeit y posteriormente en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. Fue allí donde comenzó a construir su fama de crítico que podía elevar a la cima a autores y, al mismo tiempo, destruir carreras con su afilada pluma.
Su fama se hizo general en Alemania gracias a su programa de televisión “Cuarteto literario” del canal público ZDF, con el que consiguió un inusitado éxito y que condujo entre 1988 y 2001. En él comentó y analizó más de 400 libros, siempre con su dedo índice erguido, en actitud pedagógica. Debido a su poder casi incontestable y a sus pronunciamientos literarios drásticos, se ganó el apodo de “el papa de la literatura”. Cuando alababa una obra, ésta se volvía éxito de ventas casi de forma automática.
Esto le valió, por cierto, agrias disputas con tótemes de la literatura alemana, como el Premio Nobel Günter Grass. En marzo de 2013 se hizo público que Reich-Ranicki padecía un cáncer, que fue tratado en su casa de Fráncfort. Pese a esto, continuó escribiendo con regularidad sus críticas para elFrankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ). “Estamos todos de luto. Lo visité tan solo dos horas antes”, escribió el editor del FAZ, Frank Schirrmacher, en Twitter.
Incluso la canciller Merkel tuvo palabras elogiosas para Reich-Ranicki este miércoles. La autoridad señaló que la decisión del crítico de asentarse en Alemania a pesar de que perdió a muchos de sus familiares en los campos de concentración nazis era “uno de los eventos de la posguerra de los que solamente podemos estar agradecidos. Ni siquiera el odio asesino de los nazis pudo acabar con el amor de Marcel por los poetas germanos”.
DZC (AFP, dpa)
Reich-Ranicki, que adquirió el “Ranicki” cuando trabajó en Londres para los servicios secretos, emigró a Alemania Occidental en 1958, donde rápidamente encontró trabajo como crítico literario en el semanario Die Zeit y posteriormente en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. Fue allí donde comenzó a construir su fama de crítico que podía elevar a la cima a autores y, al mismo tiempo, destruir carreras con su afilada pluma.
Su fama se hizo general en Alemania gracias a su programa de televisión “Cuarteto literario” del canal público ZDF, con el que consiguió un inusitado éxito y que condujo entre 1988 y 2001. En él comentó y analizó más de 400 libros, siempre con su dedo índice erguido, en actitud pedagógica. Debido a su poder casi incontestable y a sus pronunciamientos literarios drásticos, se ganó el apodo de “el papa de la literatura”. Cuando alababa una obra, ésta se volvía éxito de ventas casi de forma automática.
Esto le valió, por cierto, agrias disputas con tótemes de la literatura alemana, como el Premio Nobel Günter Grass. En marzo de 2013 se hizo público que Reich-Ranicki padecía un cáncer, que fue tratado en su casa de Fráncfort. Pese a esto, continuó escribiendo con regularidad sus críticas para elFrankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ). “Estamos todos de luto. Lo visité tan solo dos horas antes”, escribió el editor del FAZ, Frank Schirrmacher, en Twitter.
Incluso la canciller Merkel tuvo palabras elogiosas para Reich-Ranicki este miércoles. La autoridad señaló que la decisión del crítico de asentarse en Alemania a pesar de que perdió a muchos de sus familiares en los campos de concentración nazis era “uno de los eventos de la posguerra de los que solamente podemos estar agradecidos. Ni siquiera el odio asesino de los nazis pudo acabar con el amor de Marcel por los poetas germanos”.
DZC (AFP, dpa)
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