sábado, 16 de febrero de 2013

Datos isotópicos demuestran que la agricultura llegó a Europa de la mano de inmigrantes de Oriente Próximo


Datos isotópicos demuestran que la agricultura llegó a Europa de la mano de inmigrantes de Oriente Próximo


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Entierro 32a, en Lepenski Vir,  de un individuo colocado en posición fetal. Está datado entre 6018-5840 a.C., con un 95% de fiabilidad. Se caracteriza por no tener una marca local de isótopos de estroncio, y en consecuencia era foráneo. (Foto: Centro de Investigaciones Arqueológicas de la Facultad de Filosofía de Belgrado).
Fuente: Universidad de Wisconsin-Madison | Terry Devitt | 11 de febrero de 2013 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)

Durante décadas, los arqueólogos han debatido sobre cómo la agricultura se extendió durante la Edad de Piedra en Europa, sentando las bases para el surgimiento de la civilización occidental.

Ahora, nuevos datos extraídos de los dientes de los agricultores prehistóricos y de los cazadores-recolectores, con los que brevemente se solapan, muestran que la agricultura fue introducida a Europa Central desde el Oriente Próximo por colonizadores que trajeron la tecnología agrícola con ellos.
"Una de las grandes cuestiones de la arqueología europea ha sido si la agricultura fue traída o adoptada desde el Oriente Próximo", dice T. Douglas Price (izquierda), un arqueólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison, quien, con el Dr. Dušan Bóric (derecha), de la Universidad de Cardiff, midió los isótopos de estroncio en los dientes de 153 seres humanos enterrados en el periodo neolítico en la zona conocida como las Gargantas del Danubio, en las actuales Rumanía y Serbia.

El informe, que se publicó esta semana (11 de febrero 2013) en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), se basa en las marcas isotópicas de estroncio que se encuentran en el esmalte de los dientes de las personas que murieron hace cerca de 8.000 años, alrededor de 6.200 a.C. El estroncio es un elemento químico que se encuentra en las rocas por todas partes. Dicho elemento entra en el cuerpo a través de la dieta a partir -o alrededor- del nacimiento, y graba una firma indeleble en los dientes que documenta con precisión la geología del lugar donde nace el individuo.


Foto: Gargantas del Danubio.
"Las evidencias de las Gargantas del Danubio muestran claramente que nuevas gentes trajeron la agricultura y sustituyeron a los anteriores cazadores-recolectores del Mesolítico", dice el profesor Price.

El corte de las Gargantas del Danubio, a través de las montañas de los Cárpatos, en la Edad de Piedra, se produjo en un escenario muy boscoso, rico en peces y caza, incluyendo a los enormes esturiones, el pez gato, el ciervo y el jabalí. Las curvas y giros del Danubio en la región de las Gargantas hace que sea especialmente importante como fuente de pescado, y por lo tanto potencialmente una puerta de entrada a Europa muy deseable para las comunidades neolíticas de gran movilidad y expansión acompañados de sus plantas y animales domesticados (trigo, cebada, lino, cabras y vacas).


La nueva investigación, explica Price, habla de la cuestión de la colonización frente a la adopción de tecnologías de transformación como la agricultura. "También es útil porque sugiere otra ruta a través del mar Negro, o por la costa este de Bulgaria hasta el Danubio, para los agricultores que se trasladaban a Europa. Esto contrasta con los movimientos por vía marítima a través del Mediterráneo o del Egeo, que es la imagen estándar".

Los arqueólogos han venido luchado con la cuestión de cómo la agricultura se expandió por Europa, marcando así el comienzo de una serie de tecnologías, incluyendo el uso de la cerámica, que finalmente condujeron al crecimiento de las civilizaciones occidentales. Dos grandes ideas han dominado el debate: ¿la tecnología llegó con colonos procedentes de Asia, en particular de Anatolia o de la actual Turquía?, ¿o la tecnología, incluyendo la novedad de plantas y animales domesticados, simplemente se difundió por todo el territorio europeo a través de las redes sociales de los cazadores-recolectores locales?

Hay algunas pruebas de la importación de los inicios de la agricultura a lo largo de las costas del Mediterráneo y en Europa Central, señala Price, "pero en otras partes de Europa no está claro si ello fue debido a colonos o de si los lugareños la adoptaron".
Foto: Esqueleto 7/I en Lepenski Vir con marcas en de isótopos de estroncio local, y colocado de forma típica mesolítica, en posición decúbito supino y datado entre  6.216-5.884 a.C. con un 95% de fiabilidad.


 Sin embargo, los estudios isotópicos de estroncio y otros elementos químicos hallados en los dientes y huesos de los seres humanos del Neolítico, están ahora ayudando a los arqueólogos a rastrear el movimiento de los pueblos antiguos a través del paisaje. Las marcas de estroncio no duran solo un tiempo de vida, sino potencialmente miles de años en el esmalte de los dientes, en la mayor densidad de tejido en el cuerpo, resistiendo a la descomposición y a la contaminación después de la muerte. En la actualidad, es comúnmente utilizado por los arqueólogos para determinar si un individuo era local o extranjero en el lugar donde sus restos son descubiertos.

Un hallazgo interesante del estudio es que hace 8.000 años, cuando los agricultores neolíticos comenzaron a migrar hacia las Gargantes del Danubio, y se solapaban con los cazadores-recolectores mesolíticos, se identificaron más mujeres que hombres como extranjeros. Una posible explicación de esta diferencia, según el estudio, es que las mujeres llegaron a estos sitios desde comunidades agrícolas neolíticas como parte de un continuo intercambio social.

En las Gargantas del Danubio el solapamiento de los primeros agricultores colonizadores y de los cazadores-recolectores duró tal vez un par de cientos de años antes de que las sociedades forrajeras fueran absorbidas completamente al comienzo del VI milenio a.C.
El nuevo estudio fue apoyado por la Fundación Nacional de Ciencia.
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La revista digital Science también se ocupa de esta investigación, por lo que completamos la información con lo que la misma aporta en detalles de interés:

 
 ¿Intercambios culturales? Los cazadores-recolectores a lo largo del río Danubio, como los representados en la reconstrucción de este artista, mantenían no solo sus propias tradiciones, sino que también asumieron la de los agricultores inmigrantes. Por lo tanto, este entierro de un cazador-recolector incluye cuentas de collares típicas de los cazadores-recolectores y de los agricultores.
Los antiguos cazadores-recolectores y los agricultores congeniaron
Dušan Bóric y T. Douglas Price  analizaron los esqueletos cuya edad había sido determinada directamente mediante radiocarbono y observaron un cambio significativo en el perfil de estroncio en el momento en que los primeros signos de la cultura neolítica aparecen, tal como informan en su artículo publicado en PNAS.

Las proporciones de estroncio de los pueblos mesolíticos a lo largo del Danubio reflejan los sedimentos fluviales en los que vivían. Pero hace 8.200 años aparecen esqueletos con proporciones significativamente superiores e inferiores. Estos esqueletos se encuentran incluso en sitios que aún parecen ser principalmente de cultura mesolítica. Los individuos no locales parecen provenir de regiones muy alejadas del río, y el número de inmigrantes varía con el tiempo. Antes de hace 8.200 años, por ejemplo, casi todos los entierros en Lepenski Vir eran de gentes locales. Sin embargo, 5 de las 19 personas allí enterradas entre hace 8.200 y 7.950 años no eran locales, y todas eran mujeres.
Price y Bóric concluyen que los no locales representan a inmigrantes neolíticos. La proporción de isótopos de nitrógeno en sus dientes y huesos, que refleja la dieta de una persona, refuerza esa idea. Los no locales tienden a tener una proporción de nitrógeno típica de una dieta terrestre en lugar de acuática, como es de esperar en agricultores que no estaban comiendo pescado. La mezcla de entierros mesolíticos y neolíticos sugiere que los dos grupos vivieron juntos durante al menos 200 años, hasta que la cultura neolítica suplantó a la culrura mesolítica, concluyen Price y Bóric. "Las comunidades forrajeras se estaban integrando en las redes sociales neolíticas en lugar de resistirse a ellas", dice Bóric. "El panorama es en gran medida de coexistencia pacífica".

El arqueólogo Alex Bentley, de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, califica el estudio como un "gran artículo de investigación".
Agrega que la evidencia de que las mujeres neolíticas fueran migrando hacia comunidades mesolíticas es "fascinante", ya que los estudios genéticos previos sugerían que había sucedido todo lo contrario a medida que la agricultura se extendía hacia el oeste de Europa, es decir, que las mujeres cazadoras-recolectoras entraban en las comunidades neolíticas y se apareaban con los hombres agricultores.
Diferentes tipos de cuentas ornamentales entre el Mesolítico final (izquierda) e inicios del Neolítico (derecha), halladas en tumbas recientemente excavadas en el enclave de Vlasac (Gargantas del Danubio).

En este sentido, Ron Pinhasi, arqueólogo de la Universidad de Dublín, advierte que este escenario en las Gargantas del Danubio podría no representar un modelo para toda Europa durante la transición del Mesolítico al Neolítico.
"Veo a estas poblaciones como un caso aislado", dice Pinhasi, más bien como un ejemplo típico de las interacciones de los agricultores y los cazadores-recolectores.

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