sábado, 15 de diciembre de 2012

EL RESTAURANT LA GIOCONDA.


EL RESTAURANT  LA GIOCONDA.
Orgullo de la Sultana del Camú de ese entonces, bello, elegante, aristocrático reflejo de una época  de progreso y la expansión  del comercio, las artes y la cultura de lo que fuera la Olímpica y culta ciudad de la Concepción de La Vega, nada queda  hoy lamentablemente  de ese esplendor del arte y la cultura de la primada ciudad donde  fue la cuna de la expansión  hacia otras islas del Caribe y  tierra firme del continente americano.
El Restaurant La Gioconda llego a ser desde su  inicio en 1911, el primero de toda la región del Cibao, su fama corrió por toda  la amplia  zona norte del  país como en el reto de la nación, para el orgullo de los moradores de la novia del Camú.
Abrió sus puertas el 11 de  febrero de 1911, siendo su propietario el señor José García Rodríguez de nacionalidad puertorriqueña, quien había contraído nupcias  con la elegante dama vegana Santiaguera de Moya, el 29 de enero de 1911, quien fuera reina del carnaval vegano de 1909, considerado  por las  crónicas de ese tiempo uno de los más lúcidos y esplendor  como el de ese año y la reina  con tal glamur y simpatía.
El establecimiento fue instalado  por su propietario en una casa de madera  cuya construcción fue una obra de arte, levantada donde  hoy se encuentra  otra emblemática e imponente construcción  del Royal Palace, frente al Parque Duarte, entre las calles Padre Adolfo y el entonces José Trujillo Valdez (la que fue Restauración y hoy Presidente Antonio Guzmán)
La forma  de construcción de  esa casa  fue  ideada por doña Elvira García de Soné, y la planta alta fue ocupada por el feliz matrimonio de Soñé García. En la plata baja, el Sr. José García Rodríguez, para la instalación del Restaurat La Gioconda.  En esa casa de madera se adicionaron una gran cantidad de  calados artísticos de manera de encajes  de Oriente verdaderas filigranas salida de laboriosa manos de orfebres.
Era una verdadera joya comparable con uno de los palacios de los cuentos de la Mil y Una Noche. Hay que señalar  que esta fue pintada, decorada y adornada, por el artista hispano don Manuel Pueyo, quien había puesto su empeño y su refinado gusto artístico para que esta obra fuese llamativa,  para la entera satisfacción  de su dueño y al público en general.
Esta casa estaba pintada de i blanco, tanto en su interior como  su exterior, con franjas de  diversos colores;   en el interior tenia  múltiples cordoncillos dorados, en combinación con  el fondo blanco, así como algunas aplicaciones de paisajes que deleitaban la vista del visitante, que no tenía más que admirar tales bellezas, salidas de manos de  tan  fino artista del colorido, y del pincel como lo era también del pentagrama.
Su inauguración  del 11 de  febrero del 1911 a la cinco de la tarde,  con la presencia de los más granados de esta ciudad, así como  de  personalidades de diferentes partes del país.  Desde el momento de su inauguración La Gioconda se convirtió   en el lugar de  esparcimiento espiritual donde se pasaba  entre camaradería y decentemente. El horario era hasta la media noche,  tenía tres mesas de billar, por la cual desfilaron los mejores jugadores de billar de todo el país, así también   estuvo  el italiano  Salvatore Parisi, al que llamaba el rey de la Carambola.
En  este bien montado restaurant, ricamente provisto de todo lo concerniente a una  instalación, nada faltaba, sus sirvientes lucían  vistosos uniformes y su educación  y atención a los parroquianos. Es  bueno señalar a los ocupantes de las mesas nunca de se exigía  dinero después de obtener  por el servicio




No hay comentarios:

Publicar un comentario