Un equipo de arqueólogos, oceanógrafos y científicos partió ayer de la localidad canadiense de Saint-Jean de Terranova a bordo del buque científico Jean Charcot con destino al lugar donde yace el Titanic, el célebre transatlántico hundido en 1912 en el Atlántico Norte tras chocar con un iceberg, para realizar un mapa en tres dimensiones de sus restos.
La expedición, en la que participan investigadores de la sociedad RMS Titanic, así como de los institutos Woods Hole Oceanographic Institution y Waitt Institute, llevará a cabo una misión de 20 días en la que utilizará un submarino robotizado con cámaras de video para inspeccionar los restos delTitanic. Otro vehículo submarino equipado con un poderoso y sofisticado sonar que permitirá cartografiar el lugar del naufragio y realizar una reconstrucción virtual del pecio en tres dimensiones.
Los científicos también señalaron que darán los primeros pasos para "crear un plan del yacimiento", algo que nunca ha sido realizado a la profundidad en la que yace el Titanic. "El objetivo es establecer un modelo para la gestión de pecios a elevada profundidad y contribuir a la preservación de otros recursos culturales situados en el fondo del océano", dijeron los integrantes de la expedición, que han puesto toda la información sobre la misión a disposición del público en la web ExpeditionTitanic.com. Además, los interesados podrán seguir día a día los avances de la expedición a través de Facebook yTwitter.
RMS Titanic ha realizado hasta el momento cuatro expediciones de investigación y rescate de artefactos del transatlántico que fue el escenario de la muerte de más de 1.500 personas y originó un mito que se ha mantenido vivo durante casi un siglo. Tras años de búsqueda, los restos del Titanic fueron descubiertos en 1985 a 3.820 metros de profundidad.
En un estudio publicado hace un par de años en la revista International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology, investigadores canadienses y españoles desvelaban que había identificado en los restos del RMS Titanic, hundidos a 3.800 metros bajo la superficie del océano, una nueva bacteria a la que bautizaron como Halomonas titanicae, en honor al trasatlántico. Según han podido averiguar los científicos, el microbio del Titanic está contribuyendo a su deterioro dado que parece ser responsable de los “rusticles” que luce el barco, que no son otra cosa queformaciones con aspecto de estalactitas pero que están creadas por la corrosión de metales.
Los investigadores creen que Halomonas titanicaejuega un papel importante en el reciclado de estructuras de hierro a ciertas profundidades, y que podría ser útil para el desmantelamiento de viejos navíos y plataformas petrolíferas que han sido limpiados de toxinas y hundidos en el océano.
El Titanic naufragó en la noche del 14 de abril de 1912 en el Atlántico Norte al chocar contra un iceberg, hundiéndose a casi 4.000 metros de profundidad. Al cumplirse cien años de esa fecha, el pecio ha pasado a estar protegido por la Convención de la UNESCO para la protección del patrimonio cultural subacuático.
Los restos del Titanic yacen frente a las costas de Terranova. Al hallarse en aguas internacionales, ningún Estado puede reivindicar la jurisdicción exclusiva del sitio. Lo malo es que, hasta ahora, elTitanic no podía beneficiarse de la protección de la Convención, adoptada por la UNESCO en 2001, ya que solo se aplica a los vestigios sumergidos desde hace al menos un siglo. A partir de 2012, sin embargo, los Estados Partes en la Convención podrán prohibir la destrucción, el pillajes, la venta y la dispersión de objetos hallados en el Titanic. Podrán también tomar todas las medidas a su alcance para proteger el pecio y hacer que los restos humanos hallados en su seno reciban un trato digno. También pueden decomisar los objetos sacados ilegalmente del agua y cerrar sus puertos a cualquier navío que lleve a cabo actividades de exploración no conformes con los principios de la Convención.
La Directora General de la UNESCO expresó su satisfacción por el hecho de que el Titanic esté ahora protegido por la Convención y manifestó también su inquietud frente a la destrucción y el pillaje que sufren numerosos pecios antiguos,. “Hemos de proteger los tesoros sumergidos del mismo modo que no toleramos el pillaje del patrimonio cultural terrestre”, declaró la Directora General, que exhortó a los submarinistas a no depositar detritus ni placas conmemorativas en el pecio.
La Convención para la protección del patrimonio subacuático, adoptada en 2011 por la Conferencia General de la UNESCO, tiene como objetivo proteger los pecios, los sitios arqueológicos, las grutas ornamentadas y otros vestigios culturales que yacen bajo las aguas. Hasta ahora, 41 Estados han ratificado la Convención.
En un estudio publicado hace un par de años en la revista International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology, investigadores canadienses y españoles desvelaban que había identificado en los restos del RMS Titanic, hundidos a 3.800 metros bajo la superficie del océano, una nueva bacteria a la que bautizaron como Halomonas titanicae, en honor al trasatlántico. Según han podido averiguar los científicos, el microbio del Titanic está contribuyendo a su deterioro dado que parece ser responsable de los “rusticles” que luce el barco, que no son otra cosa queformaciones con aspecto de estalactitas pero que están creadas por la corrosión de metales.
Los investigadores creen que Halomonas titanicaejuega un papel importante en el reciclado de estructuras de hierro a ciertas profundidades, y que podría ser útil para el desmantelamiento de viejos navíos y plataformas petrolíferas que han sido limpiados de toxinas y hundidos en el océano.
El hundimiento del Titanic hace 100 años es quizás el desastre más famoso y más estudiado del siglo XX. Innumerables libros y películas han examinado con gran detalle las acciones, decisiones y errores que provocaron la colisión del transatlántico contra un iceberg en la noche del 14 de abril de 1912 y su hundimiento en el transcurso de unas horas, con aproximadamente 1500 personas que perdieron la vida en las heladas aguas del Atlántico norte.
Ahora, un equipo de astrónomos de la Universidad Estatal de Texas (EE UU) ha utilizado técnicas detectivescas celestes para examinar cómo un raro suceso lunar pudo contribuir al desastre. Donald Olson y Russell Doescher, junto con el editor de la revista Sky&Telescope Roger Sinnott, darán a conocer sus hallazgos en el número de abril de esta publicación. Inspirados por el trabajo del oceanógrafo Fergus J. Wood, que sugirió que la cercanía de la Luna el 4 de enero de 1912 pudo causar mareas demasiado altas, los científicos han explorado cómo de pronunciado fue su efecto. Así han descubierto que en esa fecha tuvo lugar un acontecimiento único:la Luna y el Sol se alinearon de tal modo que los "tirones" gravitatorios de uno y otro se reforzaban mutuamente, un efecto denominado "marea de primavera". El perigeo de la Luna -su acercamiento máximo a la Tierra- fue el más cercano en 1400 años, y se produjo a menos de 6 minutos de una Luna llena. A esto hay que sumarle que el perihelio de la Tierra -máximo acercamiento al Sol- había sucedido el día anterior. En términos astronómicos, las probabilidades de que todas estas variables coincidieran son bastante remotas.
Según el grupo de investigadores, para que los icebergs que se desprendieron ese año en Groenlandia -que podrían haber sido bastante más numerosos por el citado fenómeno del 4 de enero- alcanzaran la zona por la que navegaba el Titanic en la fecha se produjo el choque, tenían que habersedesplazado más rápido de lo habitual. Normalmente, los icebergs se quedan atascados en las aguas poco profundas de las costas de Labrador y Newfoundland, y no pueden seguir viaje hacia el sur hasta que se han derretido lo suficiente para reflotar, o bien una marea bastante alta les libera. Pero la marea inusualmente elevada de enero de 1912 habría liberado muchos de estos icebergs, que se desplazarían hacia el sur movidos por las corrientes oceánicas, encontrándose en primavera de bruces con el transatlántico.
Un experto en navegación del Instituto Marítimo de la Universidad Southhampton (Reino Unido) ha llegado a la conclusión de que las lecciones aprendidas a raíz del hundimiento del Titanic hacen que resultecasi imposible que la tragedia se repita.
Según Ajit Shenoy, los principales errores cometidos hace ahora un siglo tuvieron que ver con la falta de entrenamiento y formación de la tripulación, así como con la falta de comunicación y la mala gestión a bordo del trasatlántico, donde no existía una distribución clara de responsabilidades y toma de decisiones.
Por otra parte, en relación con los avances en la tecnología, Shenov hace hincapié en la enorme disponibilidad de chalecos y botes salvavidas en un barco de pasajeros moderno (gracias a cambios en la legislación), así como en las mejoras en el material de construcción y el diseño de los compartimentos estancos en los grandes barcos. En definitiva, si ocurre un accidente como el delTitanic, la probabilidad de que se convierta en tragedia y se cobre vidas humanas es muy baja, sostiene Shenoi.
El Titanic zarpó, precisamente de los muelles de Southampton, el 10 de abril de 1912, con 2.227 pasajeros a bordo.
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