martes, 5 de junio de 2012

El flamenco en el alma andaluza


El flamenco en el alma andaluza

Maneras de combatir las desgracias y celebrar las alegrías

04/06/2012 - Autor: Ahmad Gamboa - Fuente: Envio Webislam



Zambra
Por diversos trabajos de investigación se ha constatado la relación del flamenco con su fuente de orígen, la música andalusí, cuyo cordón umbilical es la "zambra", melodía cantada y bailada tanto en Andalucía como en el norte de África.
Conservadas con esmero y primor en los barrios moriscos de Granada primero, transmitida y conservada por los gitanos de la ciudad granadina posteriormente, fue conocida como la "zambra mora", una danza de la intimidad bailada sólo en las ceremonias nupciales de las familias gitanas, considerada por las autoridades como una danza pecadora, cuando en realidad sólo era una danza sensual. 
La historia de la zambra simboliza la experiencia histórica vivida por los moriscos y sus herederos: los andaluces expropiados de sus tierras y sus casas, tras la llamada Reconquista que, o bien nunca fueron desterrados, evitaron su expulsión o que lograron retornar. Existe una definición árabe para designar a este grupo social: felah-mengu que hace referencia a los campesinos sin tierra, una palabra que pudo influir en la definición de su cultura musical, el flamenco o "falahmengu". Por lo tanto, una cultura musical inseparable del grupo social que logró conservarlo y transmitirlo aunque se vería obligado a adaptarse a su medio y sus circunstancias políticas y sociales.
El diario Ideal de Granada publicó un artículo titulado "Las músicas alhambradas", escrito por Juan Luis Tapia, donde se puede leer que "el arzobispo Hernando de Talavera permitió que las zambras de los moriscos formaran parte de la procesión del Corpus Christi. Este período de tolerancia musical se romperá con la llegada del arzobispo Gaspar de Ávalos, quien prohíbe las zambras, pero la reina Isabel de Portugal intercederá por la música de los moriscos. La intervención de la reina no impedirá que durante el reinado de Felipe II se prohíba la música y los instrumentos musicales de los moriscos".
Al ser inseparables el grupo social de su cultura musical y artística, se puede ver su adaptación y evolución en sus diversos estilos creados y sus letras. El flamenco es el medio por el que el pueblo y sus individuos expresan sus sentimientos y desahogan sus penas y frustraciones, denuncian las injusticias padecidas y sus desengaños, pero también con el que celebrar los acontecimientos sociales más importantes de su vida como el matrimonio (con su zambra), expresar sus alegrías y su espiritualidad. 
Sus diversos estilos son adaptaciones a los diversos oficios ejercidos por este grupo social como el martinete o las trilleras: otros corresponden a ciertos momentos como la alborea, otros a acontecimientos sociales como la zambra, estilos locales como la sevillana o la malagueña, o dramas personales como la carcelera que es un estilo propio de los condenados a penas de prisión.
El flamenco, igual que el habla andaluza, es capaz de expresar todos los setimientos, creencias y pensamientos, tanto personales como sociales. El problema del flamenco como cultura musical y su lenguaje, el andaluz, es que jamás han sido elevados a la categoría de "culto" y, como consecuencia, sin derecho a ser impartidos en los conservatorios musicales ni disponer de una gramática propia. Pero elevar una expresión social como la música o la lengua al grado de "culta", supone sacarla de su contexto social limitando su libertad, espontaneidad y creatividad, porque la lengua y la música culta responde a un modelo ideologico que requiere de una disciplina y unas estructuras precisas. Eso fue lo que le ocurrió a la liturgia y la música mozárabes cuando fueron confrontadas por la liturgia romana. La diferencia entre la liturgia mozárabe y el rito romano (o gregoriano), se basa en que el mozárabe disponía de unas reglas más libres y espontáneas, sus cantos y ritmos dependían del estado de ánimo de los feligreses, mientras que el rito romano establecía un orden y una estructura rígida y también cuando debía comenzar y cuando acabar.
El flamenco y la lengua en la que se expresa, el andaluz, ha logrado sobrevivir a pesar de las presiones de la lengua culta, y si ha resistido durante tantos siglos es debido a que mediante su cultura musical y su lenguaje el andaluz es capaz de expresar, como ya he dicho, todos los sentimientos, creencias y pensamientos. La diversidad de los palos del flamenco y sus estilos nos muestra la inmensa riqueza emocional y artística que es capaz de contener, convirtiéndose en el fruto del alma andaluza. 

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