Santuario de Bayaguana avanza, pero lento
La obra, que se construye a un costo de RD$300 millones, cuenta con todo el soporte y el 90% del envarillado, y se espera que esté concluida para diciembre del 2015. Por Tania Molina/ Redactora Senior
Navegó por las corrientes de Bayajá (hoy Puerto Príncipe, Haití), sobrevivió a las devastaciones de Osorio de 1606, y lleva casi cinco siglos convirtiendo en milagros los deseos imposibles de algunos creyentes, pero todavía el Cristo de Bayaguana espera reinar desde el majestuoso santuario que los fieles católicos idearon para entronizarlo.
La obra, planificada desde el año 2000, soportó la desidia y las promesas incumplidas de los gobiernos de los ex presidentes Hipólito Mejía (2000-2004) y Leonel Fernández (2004-2012), y ahora depende de que se mantenga el compromiso asumido por el presidente Danilo Medina para que sea una realidad en diciembre del próximo año como se ha previsto.
En el municipio Bayaguana, donde se levanta el templo, los avances son visibles, aunque el trabajo ha sido lento para el casi año y medio en que se retomaron. El ingeniero a cargo de la obra (que prefiere el anonimato) explica que la complejidad del diseño, con todas sus estructuras redondeadas, impide hacer un trabajo rápido. Los obreros deben vaciar pequeños bloques de concreto y esperar hasta siete días para continuar el encofrado.
Asegura que, pese a ello, la obra estará lista en la fecha indicada, pues ya cuentan con toda la parte de soporte listo, con 348 pilotes bajo tierra para darle resistencia antisísmica, y que han avanzado el envarillado en más de un 90%.
Se espera que en diciembre de este año el santuario esté por lo menos techado y concluido del todo doce meses después.
Todo depende de la disponibilidad de los alrededor de RD$300 millones en que se presupuestó la obra, los cuales, conforme afirma el senador de la provincia Monte Plata, Charlie Mariotti, salen de la cuenta del gobierno central, a través de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE). Según Mariotti, a la fecha se han entregado alrededor de RD$100 millones y los fondos restantes serán liberados en función de la frecuencia con que lo solicite el Arzobispado de Santo Domingo, encargado de la construcción.
El padre Gregorio Berroa Bello, rector del Santuario Santo Cristo de los Milagros y párroco de la iglesia San Juan Bautista de Bayaguana, confía en que esta vez se continúe la obra hasta el final. Agradece a Dios por los avances obtenidos.
El hecho de que no se tratara de una promesa de campaña del presidente Medina, y de que el mandatario asumió la construcción desde inicio de su gobierno, le hacen pensar que la concluirá.
El sacerdote fue de los propulsores del santuario cuando llegó como párroco a Bayaguana, en 1999. Antes había pasado tres años en este municipio como vicario.
Berroa Bello rememora que la idea surgió en vista de la gran cantidad de personas que visitaban el santuario actual y que desbordan su capacidad. Al lugar lo visitan entre 1,500 y 2,000 personas en sus días feriadas (los viernes 1, los 28 de diciembre, etc.) y apenas tiene capacidad para 250 personas sentadas o 500 de pie.
"Las personas se quedaban de pie, y era casi imposible la concentración de los feligreses… Pero estoy convencido de que con un santuario de esa magnitud, vendrá mucha más gente; sea por aspecto religioso o por curiosear", dice.
En agosto de 2000 se hizo la primera reunión para materializar aquella idea, que contemplaba, además, del centro de oración, casa presbiterial, un campo agrícola experimental, salón multiuso y talleres de capacitación.
Personas de distintos lugares empezaron a apoyar la obra, tanto moral como económicamente, pero los aportes eran pequeños ante la magnitud de lo que se quería, entonces, hubo que tocar muchas puertas y, como lo define el sacerdote, casi mendigar ante los políticos.
Implorando a la misericordia política
En el 2002, durante el gobierno de Hipólito Mejía, se donaron los terrenos para el santuario, unas 150 tareas. Se pensó que Mejía construiría la obra, pues el fallecido líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, se comprometió con el proyecto. "Dimos vueltas, viajes, el Senado aprobó a unanimidad en segunda lectura el proyecto, pero se quedó sin efecto, porque no pasó en la Cámara de Diputados", cuenta Berroa Bello.
Recuerda que el 1ro de enero de 2006, la Iglesia católica, buscando un golpe de efecto, decidió asumir la obra, y dar el primer picazo que estuvo a cargo del entonces nuncio apostólico Timothy Broglio, quien formó parte de una amplia procesión. Pero nada pasó.
En su gestión, Leonel Fernández aprobó el proyecto del santuario, y en el año 2009 acompañó a la cúpula de la Iglesia católica en una gran celebración que se hizo bajo el entendido de que entonces se terminaría el proyecto. Pero en realidad, Fernández sólo llegó a aportar unos RD$10 millones, según el párroco, (el senador Mariotti habla de unos RD$28 millones), y luego se desentendió de la obra.
Berroa Bello narra que después de mucho "caerle atrás", Fernández envió, al final de su gobierno, al entonces director de la OISOE, Félix Bautista. "Me dijo: 'padre ya vamos a trabajar con usted, pero mire a ver si hacen el santuario un poco más sencillo, y se modifican los planos', pero ya teníamos un plano vendido incluso a nivel internacional, y no podíamos de la noche a la mañana cambiar la maqueta".
Dice que aunque Bautista aceptó su argumento, no volvió a hacerse nada. "Eso no se dio, y cuando llega el presidente Medina, dijo que trabajaría con eso. Tenemos dos años ya trabajando sin detenernos". Para cuando se retoman los trabajos sólo se había hecho la habilitación del terreno.
Apuesta socioeconómica
Para el Senador Mariotti, la primera función del santuario será alimentar la fe, pero está convencido de que la obra viene a cumplir necesidades socioeconómicas de la provincia y a dinamizar su economía.
"Vemos el santuario como un destino para turismo religioso, cultural y como un elemento clave para nosotros articular una oferta ecoturística". Espera que sea el principal centro de peregrinación del país, y que genere un movimiento de personas que, luego de cumplir con lo religioso, vaya a los balnearios, saltos y demás riqueza natural de Bayaguana.
La alcaldesa Amarilis Sosa también destaca los beneficios propios que generaran las visitas de los fieles, sobre todo para la venta de productos en un municipio que define como "eminentemente agrícola".
Terrenos en 'veremos'
Antonio Mendoza, presidente del Patronato del Santuario al Cristo de los Milagros de Bayaguana y la persona que cedió los terrenos para levantarlo, cuenta que sus tierras estaban en litis con la alcaldía municipal, y que las autoridades se comprometieron a desistir del caso con tal de que se pudiera realizar la donación.
"Ofrecí 100 tareas, pero luego la Iglesia católica cercó 150. Entonces el ayuntamiento se comprometió a compensarme las otras 50 tareas con unos terrenos colindantes, pero el dueño de esos terrenos, que también tiene una litis con la alcaldía, no quiere entregarlos… yo si no me dan eso, cerco mis tierras".
La actual alcaldesa de Bayaguana, Amarilis Sosa, dice desconocer el caso y, al igual que Mendoza, está a la espera de tratar el asunto.
Los terrenos de Mendoza afectarían parte de las obras institucionales y talleres que complementa el proyecto del santuario.
Navegó por las corrientes de Bayajá (hoy Puerto Príncipe, Haití), sobrevivió a las devastaciones de Osorio de 1606, y lleva casi cinco siglos convirtiendo en milagros los deseos imposibles de algunos creyentes, pero todavía el Cristo de Bayaguana espera reinar desde el majestuoso santuario que los fieles católicos idearon para entronizarlo.
La obra, planificada desde el año 2000, soportó la desidia y las promesas incumplidas de los gobiernos de los ex presidentes Hipólito Mejía (2000-2004) y Leonel Fernández (2004-2012), y ahora depende de que se mantenga el compromiso asumido por el presidente Danilo Medina para que sea una realidad en diciembre del próximo año como se ha previsto.
En el municipio Bayaguana, donde se levanta el templo, los avances son visibles, aunque el trabajo ha sido lento para el casi año y medio en que se retomaron. El ingeniero a cargo de la obra (que prefiere el anonimato) explica que la complejidad del diseño, con todas sus estructuras redondeadas, impide hacer un trabajo rápido. Los obreros deben vaciar pequeños bloques de concreto y esperar hasta siete días para continuar el encofrado.
Asegura que, pese a ello, la obra estará lista en la fecha indicada, pues ya cuentan con toda la parte de soporte listo, con 348 pilotes bajo tierra para darle resistencia antisísmica, y que han avanzado el envarillado en más de un 90%.
Se espera que en diciembre de este año el santuario esté por lo menos techado y concluido del todo doce meses después.
Todo depende de la disponibilidad de los alrededor de RD$300 millones en que se presupuestó la obra, los cuales, conforme afirma el senador de la provincia Monte Plata, Charlie Mariotti, salen de la cuenta del gobierno central, a través de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE). Según Mariotti, a la fecha se han entregado alrededor de RD$100 millones y los fondos restantes serán liberados en función de la frecuencia con que lo solicite el Arzobispado de Santo Domingo, encargado de la construcción.
El padre Gregorio Berroa Bello, rector del Santuario Santo Cristo de los Milagros y párroco de la iglesia San Juan Bautista de Bayaguana, confía en que esta vez se continúe la obra hasta el final. Agradece a Dios por los avances obtenidos.
El hecho de que no se tratara de una promesa de campaña del presidente Medina, y de que el mandatario asumió la construcción desde inicio de su gobierno, le hacen pensar que la concluirá.
El sacerdote fue de los propulsores del santuario cuando llegó como párroco a Bayaguana, en 1999. Antes había pasado tres años en este municipio como vicario.
Berroa Bello rememora que la idea surgió en vista de la gran cantidad de personas que visitaban el santuario actual y que desbordan su capacidad. Al lugar lo visitan entre 1,500 y 2,000 personas en sus días feriadas (los viernes 1, los 28 de diciembre, etc.) y apenas tiene capacidad para 250 personas sentadas o 500 de pie.
"Las personas se quedaban de pie, y era casi imposible la concentración de los feligreses… Pero estoy convencido de que con un santuario de esa magnitud, vendrá mucha más gente; sea por aspecto religioso o por curiosear", dice.
En agosto de 2000 se hizo la primera reunión para materializar aquella idea, que contemplaba, además, del centro de oración, casa presbiterial, un campo agrícola experimental, salón multiuso y talleres de capacitación.
Personas de distintos lugares empezaron a apoyar la obra, tanto moral como económicamente, pero los aportes eran pequeños ante la magnitud de lo que se quería, entonces, hubo que tocar muchas puertas y, como lo define el sacerdote, casi mendigar ante los políticos.
Implorando a la misericordia política
En el 2002, durante el gobierno de Hipólito Mejía, se donaron los terrenos para el santuario, unas 150 tareas. Se pensó que Mejía construiría la obra, pues el fallecido líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, se comprometió con el proyecto. "Dimos vueltas, viajes, el Senado aprobó a unanimidad en segunda lectura el proyecto, pero se quedó sin efecto, porque no pasó en la Cámara de Diputados", cuenta Berroa Bello.
Recuerda que el 1ro de enero de 2006, la Iglesia católica, buscando un golpe de efecto, decidió asumir la obra, y dar el primer picazo que estuvo a cargo del entonces nuncio apostólico Timothy Broglio, quien formó parte de una amplia procesión. Pero nada pasó.
En su gestión, Leonel Fernández aprobó el proyecto del santuario, y en el año 2009 acompañó a la cúpula de la Iglesia católica en una gran celebración que se hizo bajo el entendido de que entonces se terminaría el proyecto. Pero en realidad, Fernández sólo llegó a aportar unos RD$10 millones, según el párroco, (el senador Mariotti habla de unos RD$28 millones), y luego se desentendió de la obra.
Berroa Bello narra que después de mucho "caerle atrás", Fernández envió, al final de su gobierno, al entonces director de la OISOE, Félix Bautista. "Me dijo: 'padre ya vamos a trabajar con usted, pero mire a ver si hacen el santuario un poco más sencillo, y se modifican los planos', pero ya teníamos un plano vendido incluso a nivel internacional, y no podíamos de la noche a la mañana cambiar la maqueta".
Dice que aunque Bautista aceptó su argumento, no volvió a hacerse nada. "Eso no se dio, y cuando llega el presidente Medina, dijo que trabajaría con eso. Tenemos dos años ya trabajando sin detenernos". Para cuando se retoman los trabajos sólo se había hecho la habilitación del terreno.
Apuesta socioeconómica
Para el Senador Mariotti, la primera función del santuario será alimentar la fe, pero está convencido de que la obra viene a cumplir necesidades socioeconómicas de la provincia y a dinamizar su economía.
"Vemos el santuario como un destino para turismo religioso, cultural y como un elemento clave para nosotros articular una oferta ecoturística". Espera que sea el principal centro de peregrinación del país, y que genere un movimiento de personas que, luego de cumplir con lo religioso, vaya a los balnearios, saltos y demás riqueza natural de Bayaguana.
La alcaldesa Amarilis Sosa también destaca los beneficios propios que generaran las visitas de los fieles, sobre todo para la venta de productos en un municipio que define como "eminentemente agrícola".
Terrenos en 'veremos'
Antonio Mendoza, presidente del Patronato del Santuario al Cristo de los Milagros de Bayaguana y la persona que cedió los terrenos para levantarlo, cuenta que sus tierras estaban en litis con la alcaldía municipal, y que las autoridades se comprometieron a desistir del caso con tal de que se pudiera realizar la donación.
"Ofrecí 100 tareas, pero luego la Iglesia católica cercó 150. Entonces el ayuntamiento se comprometió a compensarme las otras 50 tareas con unos terrenos colindantes, pero el dueño de esos terrenos, que también tiene una litis con la alcaldía, no quiere entregarlos… yo si no me dan eso, cerco mis tierras".
La actual alcaldesa de Bayaguana, Amarilis Sosa, dice desconocer el caso y, al igual que Mendoza, está a la espera de tratar el asunto.
Los terrenos de Mendoza afectarían parte de las obras institucionales y talleres que complementa el proyecto del santuario.
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