Fuente: Licdo. Luis R. Guerra, BAGN, año 1939, No 7-04, págs... 246-251. Ciudad Trujillo, agosto 29 de 1939
Todo
arte es la expresión popular a través del artista. El arquitecto es
quizás el que con más intensidad hace sentir las inquietudes de una
época, de una raza, de una concepción política o de un período económico
social. El arte es tan antiguo como la naturaleza humana, es por tanto
universal. Esto no quiere decir uniforme: pues aún en los momentos más
definidos de la historia política y de mayor extensión de una idea, se
ha manifestado con uniformidad. Como la fauna y la flora, al cambiar de
zona, se transforman adaptándose al medio ambiente o muere por
inadaptación.
Todas
las grandes evoluciones de la humanidad, todos sus ciclos de acciones y
reacciones, han dejado impresas en el arte sus inquietudes, sus colores
y sus grandes prosperidades. El artista, que se diferencia de los
demás seres humanos en que posee una sensibilidad más exquisita, recoge
con más agudeza el palpitar de un pueblo, plasmando en la obra de
arte las más íntimas impresiones del alma popular, y , así como adorna
la roca de su caverna con toscos dibujos que le sugiere la
contemplación de la naturaleza, el artista egipcio, el prehelénico,
el griego, y el romano levantaron templos y reproducen en maderas,
piedras, y metales las imágenes representativas de las fuerzas
naturales, divinas o de poder temporal
La
gran transformación que sobre la humanidad al expirar en el Gólgota el
Cristo sacrificado por amor, sepulta el arte pagano, que expresión de un
estado de conciencia humana, muere como el crucificado en holocausto a
la nueva idea, dando vida a un arte religioso rico en transformaciones
que se mantienen a través de los siglos hasta en los albores del
Renacimiento vuelve a inspirarse en las formas clásicas.
La
arquitectura colonial comienza a existir cuando en Europa el
Renacimiento ha adquirido su plena madurez. Un gran desarrollo comercial
propaga este arte que, abandonando las formas de la edad media, se
emancipa civilmente y siguen los caminos que el comercio abre a sus
nuevos mercados en el oriente y occidente europeo.
De
su cuna florentina sigue triunfal marcha a través de las llanuras
castellanas y las vegas andaluzas, que le imprimen personalidad,
trasplantándolo a un nuevo mundo a cuyo contacto ha de transformarse
influenciado por un ambiente de condiciones climatológicas y sociales
totalmente diferentes de las que le dieron el ser.
Hemos
hechos un bosquejo histórico de las artes a través de los tiempos,
ahora unas observaciones sobre el arte romántico, gótico, y renacentista
español predecesores del tema inicial Arte Arquitectónico Colonial.
El Romántico nombre con el que se ha empezado a conocer en la primera
mitad del siglo XIX, el arte cristiano por excelencia que viene a
reemplazar el Romano, cuando los cristianos después de larga persecución
abandonaron las catacumbas para formar la nueva sociedad que ha de
sustituir la enseñas romanas por el signo de la Cruz.
Muéstrese
vacilante en sus primeros pasos y no aspira en su estructura primitiva a
más anhelo que recibir, entre los muros de sus pobres iglesias, los
fieles que las catacumbas albergaban en sus entrañas. El emblema del
redentor es su único ornamento, pues nadie ignora que la iglesia siguió
en sus primeros tiempos las trazas de los iconoclastas. Este mismo
culto al signo del crucificado influencia el trazado de la planta de
sus tabernáculos, que desde esa época, al rectángulo de la basílica
romana sustituye la forma de la cruz latina.
El
arte religioso comparte con el militar sus manifestaciones, ya que el
civil puede decirse que casi no existe, y aún mismo sus murallas y
bastiones son adaptaciones del romano existente con algunas
modificaciones en sus torreones que abandonan la forma cúbica por la
cilíndrica. Sobre el arte arquitectónico visigodo en España, tuvo muy
poco desarrollo la pobreza de sus monumentos, aún es digna de
estudio la influencia que la arquitectura árabe imprimió a sus
construcciones.
El
romántico, que representa la idea del cristianismo y por esta razón
debería conservarse con los mismos caracteres, sufre diferentes
transformaciones y en España es distinto el que florece en la parte
oriental, influenciado por el provenzal, del que en el nort4e sigue las
huellas del Revena.
En
su segundo período, la ornamentación va haciéndose más profusa y los
gruesos muros de sus iglesias son reforzados con contrafuertes que
permiten la elevación de las bóvedas que sobre ellos descansan. Estas
son de forma medio cilíndricas y semiesféricas. La influencia Persa,
tan floreciente en esta época, se deja sentir en las manifestaciones
escultóricas de estos templos y en sus ornamentos sagrados. Al ser el
arte la manifestación del espíritu popular, ampliaremos el concepto. Y
decimos… ¿Cómo se presentaba el mundo que dio por resultado la
creación del Arte Romántico? Era un mundo en ruinas. Sin
comunicaciones, sin política y por ende sin Ley.
La
dureza de las leyes romanas había podido mantener la cohesión entre los
pueblos, que mal avenidos, se hubieran destrozado entre sí, de no
haber existido el temor al ejecutor de la Ley. A una férrea disciplina
militar sucede una anarquía, muy propicia al medro de aventureros de
fortuna, que si bien algunos llegan a proclamarse reyes de Lombardía o
Duques de Aquitania, no escapan por altos que se hubieron colocado al
mortífero veneno o al traicionero puñal
El
feudalismo se asentaba en los castillos solitarios que al visitar, aún
hoy día, sus lóbregos y terribles calabozos, nos estremecen de horror.
Una época de terror como aquella hacía imposible las actividades de las
bellas artes, que necesitan como toda sociedad para prosperar, la
tranquilidad y el orden. En estas condiciones el artista se refugia en
la iglesia, único reducto que podía amparar la manifestación de su
talento o de su ambición. Las águilas imperiales eran sustituidas por
un poder espiritual. En España que sufre una situación similar caótica
comienza el periodo romántico al mismo tiempo que la reconquista.
Dominada
por los cristianos la mayor parte de la península y concertados treguas
y pactos con los árabes, algunos ya tributarios, comienza una era de
prosperidad que se traduce en un desarrollo manifiesto del arte
arquitectónico que se cobijó en la Iglesia. Catedrales como la de
Santiago y Zamora son fieles testigos de esa época de florecimiento.
Un
nuevo arte nace en las florestas del centro de Europa y sus geniales
artífices levantan eso prodigios de monumentos que el mundo conoce con
el nombre de arte gótico y ojival. La vida de la ciudad determina la
creación de este estilo que viene a sustituir el romántico considerado
como el arte de la campiña.
Al
castillo feudal sucede la ciudad fuertemente rodeada de murallas. La
población civil empieza a constituirse en ayuntamiento y los gremios de
artesanos logran una vida independiente. En el recinto mural se juntan
los poderes espirituales y temporales que unidos se aprestan a
defenderse de sus vecinos. Como las murallas y los fosos son de muy
costosa construcción, se hace preciso aprovechar el recinto amurallado.
Los nobles elevan sus mansiones señoriales en forma de torres y las
catedrales levantan sus bóvedas rasgando los muros con amplios
ventanales.
Nuevamente
Europa recupera el orden y la seguridad perdida a la caída del Imperio
Romano. Los artistas salen del anonimato y los investigadores pueden
conocer en los archivos eclesiásticos los nombres de los constructores
de las orgullosas catedrales. En Flandes el pintor Van Dych inventa
la pintura al óleo que reemplaza los frescos de la iglesia románica.
Un
terrible acontecimiento entristece y retarda en su progresiva marcha el
mundo de esa época. Una epidemia que se llamó la peste negra asoló la
Europa. Se supone fue importada de oriente como anteriormente lo fueron
por las cruzadas, la lepra y el escorbuto.
El
contrafuerte, con sus arcos volantes, resuelve la seguridad de la
construcción y permite la elevación de las bóvedas cruzadas por
nervios ojivales. Algunos autores atribuyen el origen de este estilo,
con sus altas flechas y sus esbeltas columnas a la nostalgia de los
bosques, en que los invasores teutones, elevaban sus plegarias a la
divinidad. Las líneas verticales reemplazan a las horizontales del arte
romántico y el arco de medio punto es sustituido por el apuntado u
ojival. Los enormes ventanales, cerrados por las fantásticas vidrieras,
tamizan los rayos solares, en forma, que el perderse en el laberinto de
columnas nervadas, transportan el espíritu a países de quimera.
Italia
se resiste a la adopción de este nuevo estilo arquitectónico
permaneciendo fiel al romántico, del que pasa en transición al
Renacimiento, creación suya, en añoranza del perdido al desaparecer la
dominación en Europa del Imperio Romano. España puede enorgullecerse
de sus modelos góticos que, si bien por su problema político, no pudo
prodigarlos cuando ella era capaz, de los que construyó, son la
administración de todos los amantes de la arquitectura ojival
Una
sensible evolución se produce en el estilo gótico: la acentuación de
determinados motivos de su fábrica y el recargo de la ornamentación,
oscurecen las nobles líneas de su origen y dan paso al gótico italiano
florido, principio de su decadencia y desaparición. Así como en su
primer periodo responde a una aspiración noble y espiritual, al
convertirse en motivo de ostentación, representa la frivolidad, que
como no significa más que un alarde de vanidad acaba por desaparecer.
Hemos
vistos como estos dos estilos que preparan la evolución a las artes
clásicas, responden perfectamente a la psicología de su época. El
románico, sobrio, noble pero lleno de temores por la inseguridad en que
vive la humanidad, constituye sus fábricas a prueba de todo ataque y no
necesita de estímulos espirituales, que son sobrados los que los
hombres de la época guardan en sus corazones. Es el arte que corresponde
al honrado labriego que mira al cielo implorando ayuda para la
fertilidad de sus campos y tranquilidad de su alma fervorosa.
El
gótico es el que armoniza con la ciudad llena de ambiciones y
pretensiones señoril. La música, la pintura, y la literatura son ya
realidades artísticas que han de continuar triunfantemente durante el
renacimiento y el barroco. En Italia, a una prosperidad comercial
acentuada, se une la natural satisfacción de encontrarse nuevamente ante
formas artísticas, que si bien habían estado algunos siglos
oscurecidas, no por eso habían sido olvidadas.- El gran Vesubio,
conservador de los monumentos nacionales durante la dominación del
Emperador Augusto, encuentra al cabo de numerosas generaciones sus
dignos continuadores en los extraordinarios y geniales artistas que se
llamaron: Bramante, Miguel Ángel y Rafael
El
Pontífice Julio II, fomentador de todas las artes, abre las bolsas de
la iglesia para la realización de esas sublimes joyas arquitectónicas
de que con fundamento se muestra hoy orgullosa.
En
España, el arte arquitectónico renacentista deja marcada su indeleble
huella, en iglesias, catedrales, y monumentos civiles, siempre, como
todos los que se desarrollaron en España, marcados con sello ´propio
que en este caso se llamaba plateresco.
Los
reyes católicos ponen broche de a la reconquista y añaden a su corona
un nuevo y último florón. El reino de Granada, último reducto de los
moros, se entrega a los sitiadores que hacen ondear en las almenas de su
soñadora alhambra el pendón morado de Castilla. El arte árabe, que
durante ocho siglos había de influenciar toda la arquitectura Española y
en amalgamas con el cristiano formó el tan genuinamente español que se
llamó muzárabe y mudéjar, terminó de representar con la salida de los
Reyes de Granada, las molicies orientales , para dormir,
El
románico, el gótico y el renacimiento, en sabia fusión, dan vida a este
nuevo arte. El colonial, que responde a un ambiente climatológico y
social totalmente diferente, los gruesos muros, muros del románico, las
bóvedas y arcos ojivales del gótico y las portadas renacentistas se
conjugan para formar lo que se puede nombrar como arte colonial.
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