FEDERICO GARCIA GODOY
Prócer de las letras nacionales
Titán de la literatura dominicana
Fuente: ARMANDO CORDERO, Estudio
para la Historia de la Filosofía en
Santo Domingo, Imprenta Arte y
Cine, Santo Domingo, 1961, pág.175/191
Federico
García Godoy, fue cubano de nacimiento y dominicano de corazón. Hijo de
Federico García Copley y Josefa Godoy, su primer vagido lo anuncia a la vista
de Santiago de Cuba el 25 de Diciembre de 1852, época en que los patriotas
cubanos luchaban por independizarse de
España.
Con
motivo de los acontecimientos revolucionarios que irrumpieron en Cuba el 10 de Octubre
de 1886, cuando el General Carlos Manuel
de Céspedes, secundando las revueltas acaudilladas por el General Joaquín Agüero y el patriota
Armenteros lanzó en el Ingenio de La Damajagua el grito de
Guerra Separatista, la familia García Godoy vino a residir
a la ciudad de Santo Domingo de Guzmán
El
futuro prócer de las letras nacionales tuvo como verdadero maestro a su padre,
profesor y literato de méritos indiscutibles.
En cuanto a idiomas extranjeros, sus estudios los hizo en el Colegio San Luís Gonzaga
Después
de haber residido en Puerto Plata y
Santiago, en dos de los periodos en que
su juventud vigorosa se iniciaba en el conocimiento de los problemas culturales,
se instala en La Vega, ciudad en la cual
contrae matrimonio con la señorita Rosa Ceara y procrea familia. En esa ciudad,
medio propicio a todas las efusiones de la inspiración por el
embrujo de sus paisajes y la
hidalguía y hospitalidad de sus moradores, erige su belvedere, levanta su antena y entre el
fragor de las luchas partidarias que
tanto han menoscabado nuestro desarrollo histórico, capta las múltiples proyecciones de la
cultura
Su
aislamiento respecto de los verdaderos centros
intelectuales de la época, obra en su espíritu como un incentivo para la
intensificación de los esfuerzos encaminados a
procurarle una posición firme entre las figuras pensantes
del continente
Sus
libros, vistos a la luz de los tiempos en que fueron escritos, así como tomando
en consideración al medio desde el cual
fueron dados a la publicidad, representan un
esfuerzo heroico. Esa empresa.
Llamándola así es para hombres tan altos
de talento como de carácter; porque tal
como observa Clemenceau estudiando la vida de Demóstenes, el príncipe de
las ágoras helénicas, “es muy difícil
mantener la disciplina interior, a menudo severa, que impone el servicio
desinteresado de las causas nobles”.
Federico
García Godoy, no sólo defendió con honra
el acervo de la cultura dominicana, sino también contribuyó a forjarlo con
clara inteligencia y adecuada interpretación de nuestras grandezas y miserias. Si su obra no
estuviese enaltecida por ideas estéticas y filosóficas que enriquecen el
acervo de las letras nacionales, dos razones existen para estudiarla con
verdadero respeto; el patriotismo que
iluminó su vida y el entusiasmo generoso
que inspiró su lucha por el ideal en la noche de nuestras discordias civiles.
En
la redacción del “EL PUEBLO”, periódico que se editaba en La Vega en el transcurso de los
años 1896-1899, actuó como gran
decoro; y como director del “EL DIA”, diario de esa misma ciudad,
defendió con coraje en plena
intervención norteamericana, los intereses cívico del pueblo dominicano
Se
había iniciado en las faenas
periodísticas en “EL PORVENIR”, decano de la prensa nacional y periódico al
cual corresponde el honor de haber servido de tribuna a los primeros trabajos
literarios de los insignes hombres de letras dominicanos. (Centenares de artículos escritos por García Godoy, se encuentran en periódicos y revistas que existieron en el
país en distintas épocas, tales como: El
Progreso, El Adalid, Sangre Nueva y La Defensa, de La Vega; La
Cuna de América, Renacimiento, Letras, Comospolita, Blanco y
Negro, El Tiempo, El Siglo, Listin
Diario, La Opinión, Nuevo Diario, El
Combate, El Imparcial, La
Bandera y Bandera Libre, de la ciudad Capital; El Diario, La Información, Cupido y
Anarcos, de Santiago y El Boletín de Noticias de Puerto Planta)
Como
periodista se advierte en sus trabajos el mismo estilo que campea en
todos sus libros. La calidad estética de la prosa de Federico García
Godoy, está determinada por la inquietud del estilo romántico influido a
intervalos por la sobriedad del estilo clásico. En todas sus obras, sean éstas
critica o de literatura histórica, fluye un aticismo de equilibrada modalidad.
Hasta cuando exterioriza conceptos de filosofía política conserva la altura de
expresión que da elocuencia a la palabra
Como hombre, Federico García Godoy no se aparto de
lo humano, aunque en su espíritu el germen
de lo divino. Frente a la religión, sin ser librepensador, no concibió
el sentido dogmático de la fe católica,
pero en cambio su vida estuvo inspirada por una sincera admiración a la Excelsa Figura que alienta y vivifica el sentimiento
cristiano.
Samuel
Guy Inman, director de la revista
norteamericana Nueva Democracia, emplazando imaginariamente en una entrevista de fuerte evocación, cinco
años después de su muerte, “el venerable
literato cuya fama literaria era orgullo de toda la América Latina y de España”
como dice él – se refiere al patriotismo de Federico García Godoy, y se lamenta de que
hubiese muerto algunos años antes
que Charles E. Young desempeñara las funciones de ministro de los
Estados Unidos en la República Dominicana,
ya que le habría gustado introducirlo al hospitalario salón en que el
notable diplomático recibía a todos los
sábados a un grupos de poetas dominicanos para
leer la literatura nacional
Por
desgracia, Federico García Godoy llevándose en su alma la tragedia del
imperialismo estadounidense. Desparramando entonces como un
vendaval sobre las tierras en la América Hispana. El sólo supo de las prácticas
antidiplomaticas de los Ministros Russell
y Sullivan, partidarios declarados de la fuerza; la misma fuerza que declara fuera de la Ley y destruye su obra “EL DERRUMBE”, grito de próstata de un
hombre herido por las cadenas de la esclavitud
Cuando
en su hogar de La Vega,
cae titán en brazos de las percas con un
libro abierto entre sus manos, el 12 de
febrero de 1924, no había experimentado los sacudimientos emocionales
que a todo buen hispanoamericano produjo la Política del buen vecino,
felizmente desarrollada por el Presidente Roosvelt. El se marcho para siempre
con la garganta ardida aún por la
efervescencia patriótica de sus
conferencias y discursos del
“Teatro La Progresista”
verdaderas cátedras de dignidad nacionalista y de coraje cívico
El critico
Como
crítico, Federico García Godoy fue generoso siendo justo en la apreciación y
transigente sin dejar de ser sincero
con sus propias convicciones. Su crítica
era orientada a juzgar la vida y la obra de los grandes hombres. Dijo cuanto
considero menester, sin incurrir en la grave
Dad
del término sentencioso. Observó lo grande del pensamiento dondequiera que éste se columbrase, con visión universal.
Partiendo de la según la cual toda crítica es la respuesta de un espíritu a
otro espíritu que ha logrado excitar la atención reflexiva a
avivar notablemente la sensibilidad, la
hace radicar en un impresionismo personalista tanto más valioso cuanto mejor
refleje los sentimientos experimentados al correr, viajero de emociones
imprevistas, las páginas de un libro.
Como crítico tuvo las dos orientaciones supremas
que inspiraron todos los actos de su vida espiritual; la verdad y la belleza.
Ante la primera vivió su pensamiento en perenne genuflexión; ante
la segunda vibraron todas sus
fibras sensoriales, como si el coraje del sentimiento, sublimándose en
el éxtasis, fuese capaz de dar a
plenitud la sensación de lo infinito
Sin
separar el arte y la belleza de las
condiciones de universalidad que deben
atesorar para mejer cumplimiento de sus finalidades estéticas, rechaza la
fórmula de el arte por el arte,
fatal a juicio suyo
por las producciones insustanciales que ha originado , alejando el espíritu creador
de la resonancias necesarias al concepto de evolución artística, y se declara
partidario del arte en movimiento de función social
Vinculado
a las costumbres autóctonas, al contenido psicológico y a las finalidades
prácticas, el ideal artístico se nacionaliza sin dejar de ser universal en sus proyecciones. Como resultado de
la idea nacionalista que sustenta
respecto del arte, aboga por un
nacionalismo literario llamado a robustecer el concepto de patria hasta darle
la modalidad de ideas forces que preconiza Fouiollée
La
concepción del nacionalismo literario
broita en García Godoy al conjuro del americanismo literario que nace
con las producciones de Rodó, Ugarte y Rufino Blanco Fombona.
Tras
el estudio y conocimiento de la
literatura universal en sus condiciones
fundamentales,. Surge la idea de una literatura continental en la cual debe estar asentada la
esencia de nuestra personalidad, y
como consecuencia de ésta, el
advenimiento de una literatura nacional inspirada en los propósitos que
sustenta García Godoy. El concepto de nacionalidad en filosofía, estética y
arte, es posterior al concepto de universalidad.
El hombre se hace más apto para asimilar, el contenido su propia esencia,
después que se ha preparado para
captar la quididad, el contenido ontológico de sus congéneres. En este
caso el movimiento es deductivo, vive de lo general a lo particular, de lo
complicado a lo simple. Realizada la
concepción universalista, entonces se produce el movimiento
inductivo, el movimiento inverso, el que
generaliza la idea particular proyectándola hacia el mundo.
NACIONALISMO
LITERARIO.
El
Nacionalismo Literario de Federico García Godoy
Tiene
como fundamento esencial los ensayos de exposición histórica mediante los
cuales este publicista, exalta el concepto patria, como las obras, novelas
históricas denominada la trilogía; RUFINITO, Santo Domingo, 1908, ALMA
DOMINICANA, Santo Domingo,1911, y GUANUMA, Santo Domingo, 1914
Sobre
la primera, Rufinito, dice Pedro Henrique Ureña, en una carta publicada en su
obra “Horas de Estudio”, dirigiéndose a García Godoy. “La interpretación viva
del pasado, el conjuro que saca a la historia de los laboratorios eruditos y la
lleva a través del arte, a comunicarse de nuevo con el espíritu público, apenas
ha sido ensayada en América, y en Santo Domingo es usted el primero que sin
desviarse por el camino de la tradición popular, sin acudir a la deformación
novelística nos da la historia viva. No diré que su obra pueda llegar
directamente al pueblo; pero si creo que debe agitar el espíritu de las clases
dirigentes que no menos necesitan de enseñanza, en ciertos órdenes, que en
otros las clases inferiores”
A
raíz de la publicación de la segunda obra del escritor vegano, Pedro Henríquez
Ureña, expresa “obra como Alma Dominicana, segundo libro de novela histórica de
García Godoy, sirve para difundir un concepto sintéticos y superior de la
historia nacional, son las más útiles en nuestros países”
Con
Rufinito, Alma Dominicana y Guanuma, Federico García Godoy, inspirándose en un
ideal histórico- nacionalista tan alentador como fecundo, exalta nuestras
grandezas y orienta las generaciones del futuro hacia el culto de la Patria.
Rufinito,
representa un elemento sempiterno del alma popular dominicana. Su tragedia es
la resultante de su propio método de vida, aunque sea pueril exigirle reflexión
ni mucho menos interés patriótico a un tipo de esa naturaleza en una época de
tantas indecisiones en algunos seres carentes de energía volitiva, y de tantos
problemas superiores a las fuerzas de los paladines que, al construir los
cimientos de la República, tuvieron por recompensa, cuan do no, por suerte, las
rutas del ostracismo, las gradas del patíbulo victimando criatura amasadas con
la levadura del honor
Perico
Antúnez, protagonista de Alma Dominicana, representa la dominicanidad en acción
patriótica. Como su padre Juan Antúnez, hombre que siente olor a sangre cuando
un haitiano le pasa a menor de cien metros de distancias, prototipo de
serenidad y bizarría. Con el mismo vigor con que, abate al toro más bravío o
domina al potro más cerril, se enfrenta al soldado que esgrime la tizona del Cid.
Y su mano es como garra de águila rasgando una blanca epidermis en busca de una
entraña roja. Hombre a quien “no se le puede toser muy cerca de la cara”, se
ofrenda en ara de la patria en protesta contra el ultraje español
Fondo
Ortiz, el hombre fuerte de Guanuma, se exponente de prestancia varonil. Rico,
valiente y poseído de una joven personalidad, no admite la existencia de
problemas irresolubles. A falta de cultura es todo intuición. El insti8nto no
le da en él beligerancia al razonamiento. Se arriesga porque confía en si mismo
y porque ama al patrio suelo. En misión secreta del Presidente Salcedo, le
sorprende el rosicler señoreado un abismo o domeñando un a cumbre, para que el
polvo de los astros lo encuentre disfrazado de campesino andrajoso en pleno
campamento del marqués de las carreras
En
Rufinito, Alma Dominicana, y Guanuma, García Godoy, da la sensación de un
pintor trazando a pinceladas geniales el curso trazado a pinceladas geniales en
cuso trágicos de la historia nacional
Nuestra
historia, grávida de pasiones y salpica de heroísmo, ejerce en García Godoy la
poderosa influencia que convertida en nacionalismo literario resulta para José
Enrique Rodó en su juicio de El Mirador de Próspero, estandarte de americanidad
CRONOLOGÍA DE LAS OBRAS DE FEDERICO GARCÍA GODOY
MARGARITA. Novela Corta. 1888.
RECUERDOS
Y OPINIONES. Santiago de los Caballeros,
1888, 117 págs. (artículos de crítica literaria).
SOR
CLARA.
Cuento, 1888.
IMPRESIONES. Moca, 1899, 11-143 págs.
(crítica literaria)
PERFILES
Y RELIEVES.
Santo Domingo, 1907, 181 págs. (crítica
literaria)
RUFINITO. Sucedido histórico. Santo
Domingo, 1908. 207págs. (tres ediciones)
LA
HORA QUE PASA.
Notas críticas, Santo Domingo, 1910,
297.págs.
LA
PATRIA Y EL HERO, La Vega, 1911, 25 págs.
(sobre Diverge)
ALMA
DOMINICANA.
Novela histórica, Santo Domingo, 1911, 220 págs. (dos ediciones)
PAGINAS
EFIMERAS. Movimiento intelectual
hispanoamericano. Santo Domingo. 1912. 345 págs. (Reimpresión bajo el titulo Literatura Americana de
Nuestros Días. Madrid, 1915. Biblioteca Andrés Bello)
GUANUMA. Novela histórica. Santo Domingo, 1914, 380 págs... (
Tres ediciones)
BAJO
LA DICTADURA.
Moca, 1914, 30 páginas.
DE
AQUÍ Y DE ALLA.
Nota criticas. Santo Domingo, 1916, 445 páginas.
LA
LITERATURA DOMINICANA. Paris, New York, 1916, 44 páginas. (Tirada aparte de la “Revue
Hispanique”.
EL
DERRUMBE.
Historia de la invasión de los Estados Unidos en la República Dominicana. Santo
Domingo, 1916 (De este libro incautado por el Gobierno Militar Norteamericano
se salvaron muy pocos ejemplares. Algunos capítulos se reprodujeron en la
revista “ Cuba Contemporánea, julio de 1917)
AMERICANISMO
LITERARIO
(Martí-Rodó-García Calderón-Rufino Blanco Fombona). Madrid, 1918, 248 páginas
DE
LA HISTORIA. La
Vega, 1920, 71 págs. (semblanza histórica)
AL
MARGEN DEL PLAN PEYNADO. La Vega, 1922, 72 págs. (sobre el proyecto de evacuación de la fuerzas
norteamericanas
Fuente: Obra. Federico García
Godoy y su Trilogía Literaria. Rufinito, Alma Dominicana y Guanuma. Editora
Cultural Dominicana. Santo Domingo, octubre 1974. Edición de 1,000 ejemplares.
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