El arte y los
tejidos en la edad de oro de la cultura Taina, en la Isla de Santo Domingo
En el período de esplendor de Haití
que ha hurgado más reciente
investigación y a que alude la misma crónica
los tainos introdujeron los tejados
de algodón y lino para sus vestidos y
túnicas, respectivamente, y se ocuparon
de sus toscas e incipientes industrias. El arte
brilló en una Edad de Oro de su
Cultura, según la tradición.
Al nacer las industrias bajo el
reinado de Behique II, se ocuparon los indígenas de fabricar con algodón hilado
“cairos”, o sea fajas o ligas que usaban en las piernas, y especies de faldetas
o faldellines los que servían de
vestidos a las mujeres. “Estas indias, dice Fernando Colón, traen las piernas fajadas con algodón hilado, para
que parezcan gordas, y llaman CAIRO a este adorno, el cual, tiene por gran
gentileza, y se le aprieta de tal suerte
que si por algún motivo se desfajan
queda la parte de la pierna desfajada muy delgada (Se ha dicho como las “naguas”
que usaban las casadas no eran sino faldillas de algodón que las cubría desde la cintura hasta la
media pierna…… Salieron delante 30 mujeres, escribe el Obispo de la Casas las
que tenia por mujeres el rey Bohechio, todas desnudas en cueros,
sólo, cubierta sus vergüenzas con unas medias faldillas de algodón
blancas y muy bien labradas en la tejadura de ellas, que llamaban
naguas, que las cubrían desde la cintura hasta media piernas .. Vol. II. P. 139..
hoy se dice enaguas y son de habitual
uso para todas las mujeres)
Se fabricaban, además, sillas
hermosas, negras y bruñidas como si fueran azabaches, y todas las otras cosas para servicio de mesas (presento esta señora (Anacaona ) a Don Bartolomé muchas sillas, las más hermosas que eran todas negras y bruñidas
como si fuera azabache; de todas las otras
cosas para servicios de mesas, y naguas
de algodón ( que eran como una faldillas que
traían las mujeres desde la cintura hasta media piernas, tejidas y con labores del mismo algodón blanco o maravilla, cuantas quiso llevar y más la agradaban ( Casas Vol.
II. P. 1489). Agrega
Las Casas, y hamacas (traída a das a colación en otra parte de esta obra), que no eran sino
cama colgantes de los indios sujetas por hilos (Algunas cosas que hacían de
algodón, como eran las hamacas en que dormían, cama harto buenas para tierra donde hace frio,
hechas por muy buen artificio, y las naguas
(Las Casas, Apologética, p. 157), “ Hico, cuerda de donde penden las hamacas ( Oviedo, Historia, Vol. I
p. 131) y Sumario, p. 464) y (Tejera,
p.277)
Entre estos objetos que constituían el menaje de la casa hay que destacar el
“DUHO” o DUJO que es un taburete o banqueta baja de madera, que los caciques lo tenían de muchos
lujo como refiere Oviedo ( Salieron a recibirlos y los llevaron
en brazos a la ciudad dándole para alojamiento un gran
casa de aquellas, donde los hicieron sentar en unos asientos hechos de
una pieza extraña forma y semejante a un animal que tiene brazos y las piernas corta y la cola un
poco levantada para apoyarse, la cual no es menos larga que el asiento, para
estar con más conveniencia, con una
cabeza en la facha y en los ojos y orejas de oro. A estos asiento llaman los indios DUCHE (F. Colón.
Vol. P. 120) (Oviedo los llamas dujos ( Vol. II, p. 25) “ Hicieron
asentar al Almirante en un silla con
su espaldar, baja de la que ellos
usaban, que son muy lindas y bruiñidas y relucientes, como si fuesen de
azabache, que ellos llaman duhos ( Casas Vol., I p. 409). Estos dujos
los citas en su Prehistoria de Puerto
Rico” el historiador Cayetano Coll y Toste
que atribuye también al primitivo
indio borriqueño, “ Entre los restos del primitivo pueblo al primitivo
indio borriqueños llamaban dujo. En formada esta sillica de una sola pieza
y suele tener algunos trabajos de ornamentación, al capricho ( p. 47). Y
los de hueso y ornamenta personales de piedra.
(En la colección de la Caleta
de Youmans se cuenta una gran espátula vómica en la figura de cocodrilo, tallada en una costilla de manatí, la cual tiene una longitud de 230 mils.. el cual
se debía usar como medidas para el polvo que aspiraban o fumaban, mezcla de cohoba o cojoba (
tabaco) y otra planta narcótica.)
Se tejía con las hojas de guano o de cana una cesta
que figuraba en todo “ eracrá” o especie de bohío indio. Esta cesta se
denominaba como un fruto muy nutritivo,
esto es, “ haba” o hava de palma que se
llenaba ordinariamente de oro (
Y llévenlas ( las hamaca) en
estas partes e indias los hombres
de guerra dentro de unas cestas como sus tapaderas ligeras, que acá se llaman havas y en
otras partes destas indias se
dicen estacas, según se dirá adelante, las cuales hacen de los bihaos, e así
van guardada e limpias ( Oviedo. Vol. I. O. 132)
Manufacturaban el lino con el cual hacían
las túnicas que se tiraban arriba sobre el cuerpo probablemente cubierta
con otra prenda de vestir, los grandes
dignatarios, caciques y representativos de esta isla del Caribe. Los héroes se
echaban a las espaldas mantas que los distinguían en las batallas, escaramuzas,
combates singulares o peleas llamadas “guazabaras o guarzaguara (“Batalla,
escarnamusa, combate significa guasábara. Voz general muy generalizada en todo
el continente americano y aún en las islas de Cuba y Haití (Oviedo, vol. IV, p.
599).
Dichas mantas de hilo o mantas de hilo o túnicas
cuando eran más sobrias se tejían con cabuyas y henequén que era más suave y
delgado ( Los que dicen lino, debe querer
decir la cabuya, que son unas pencas como las zavilla, de que se hace hilo y se
puede hacer tela o lienzo de ello, pero más se asemeja al cáñamo que al
lino, hay dos maneras de ello; la cabuya y nequén, la cabuya es más gruesa y áspera, y el nequén más suave y delgado,
ambos son vocablos de esta isla Española ( Casas, vol, p. 315)
En cuanto a su arte, el taino culto a que se está
aludiendo, era muy hábil en la fabricación de ollas o postizas, y objetos de
barro cocido que ornamentaba admirablemente como de modo prolijo se describió y
relacionó en esta obra al tratar de su cultura artística
Trabajaba este indio culto y refinado, tal cual lo hace el
alfarero moderno, con la arcilla, la que cocía al fuego indirecto y endurecía
para dar a ella consistencia de concreto, y con este material forjaba vasijas
de todas clases cazuelas, burenes
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