Identifican nuevas variantes genéticas que determinan el volumen del cerebro
MADRID, España.-
Un grupo internacional de científicos ha identificado cinco nuevas
variantes genéticas vinculadas al desarrollo y tamaño de algunas zonas
del cerebro relacionadas con la memoria, la conducta humana y las
emociones, lo que podría ayudar a entender mejor este órgano y las
enfermedades neuropsiquiátricas.
El consorcio de científicos llamado Enigma está formado por
investigadores de todo el mundo y los resultados de su investigación han
sido publicados en la revista Nature y están basados en datos de
análisis genéticos y de resonancias magnéticas de más 30.000 individuos
con distintas enfermedades mentales, entre los que figuran personas
también sanas.
El principal objetivo de este trabajo es constatar si existen variaciones comunes en el genoma capaces de modificar el volumen de partes de este órgano clave.
El cerebro humano posee una compleja estructura y organización que viene determinada por la genética y por la influencia de factores ambientales, como el ejercicio físico, la alimentación, la edad o el consumo de drogas.
En el genoma hay dos tipos de cambios, los raros, que si una persona los tiene va a enfermar con seguridad, y los comunes, presentes también en individuos sanos pero que, algunas de ellas, aparecen con mayor frecuencia y se pueden asociar a alteraciones biológicas y a enfermedades.
Así lo ha explicado a Efe el investigador Benedicto Crespo-Facorro, del departamento de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Cantabria, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (en el norte de España) y firmante de este artículo.
Según este trabajo, existen cinco variantes genéticas comunes que “influyen significativamente” en el volumen de estructuras cerebrales subcorticales, en concreto el putamen y núcleo caudado.
Estas zonas están relacionadas con la memoria, la conducta humana y el circuito de emociones, y si sufren alteraciones pueden provocar en el individuo desorden en el comportamiento o enfermedades mentales, ha detallado Crespo-Facorro, también adscrito al Cibersam (Centro de investigación biomédica en red de salud mental).
“El hecho de tener o no una de estas cinco variantes genéticas va a marcar que la estructura de esas zonas sea mayor o menor”, subrayó en declaraciones a Efe Roberto Roiz investigador principal del trabajo en Cantabria.
Además de hallar estas cinco variantes genéticas, los investigadores también reprodujeron un descubrimiento anterior de otras tres variantes genéticas asociadas al volumen intracraneal y del hipocampo, región cerebral clave para el aprendizaje y la memoria.
Concluyeron que todas muestran un efecto concreto sobre el volumen de las citadas estructuras cerebrales y se encuentran en regiones cercanas a los genes que condicionan el desarrollo cerebral durante el embarazo y los primeros meses de vida.
Estas alteraciones encontradas pueden dar lugar a diversas enfermedades neuropsiquiátricas, por lo que su identificación puede ayudar a entender los mecanismos que participan en estas patologías (depresión, trastorno bipolar, de personalidad o esquizofrenia).
El principal objetivo de este trabajo es constatar si existen variaciones comunes en el genoma capaces de modificar el volumen de partes de este órgano clave.
El cerebro humano posee una compleja estructura y organización que viene determinada por la genética y por la influencia de factores ambientales, como el ejercicio físico, la alimentación, la edad o el consumo de drogas.
En el genoma hay dos tipos de cambios, los raros, que si una persona los tiene va a enfermar con seguridad, y los comunes, presentes también en individuos sanos pero que, algunas de ellas, aparecen con mayor frecuencia y se pueden asociar a alteraciones biológicas y a enfermedades.
Así lo ha explicado a Efe el investigador Benedicto Crespo-Facorro, del departamento de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Cantabria, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (en el norte de España) y firmante de este artículo.
Según este trabajo, existen cinco variantes genéticas comunes que “influyen significativamente” en el volumen de estructuras cerebrales subcorticales, en concreto el putamen y núcleo caudado.
Estas zonas están relacionadas con la memoria, la conducta humana y el circuito de emociones, y si sufren alteraciones pueden provocar en el individuo desorden en el comportamiento o enfermedades mentales, ha detallado Crespo-Facorro, también adscrito al Cibersam (Centro de investigación biomédica en red de salud mental).
“El hecho de tener o no una de estas cinco variantes genéticas va a marcar que la estructura de esas zonas sea mayor o menor”, subrayó en declaraciones a Efe Roberto Roiz investigador principal del trabajo en Cantabria.
Además de hallar estas cinco variantes genéticas, los investigadores también reprodujeron un descubrimiento anterior de otras tres variantes genéticas asociadas al volumen intracraneal y del hipocampo, región cerebral clave para el aprendizaje y la memoria.
Concluyeron que todas muestran un efecto concreto sobre el volumen de las citadas estructuras cerebrales y se encuentran en regiones cercanas a los genes que condicionan el desarrollo cerebral durante el embarazo y los primeros meses de vida.
Estas alteraciones encontradas pueden dar lugar a diversas enfermedades neuropsiquiátricas, por lo que su identificación puede ayudar a entender los mecanismos que participan en estas patologías (depresión, trastorno bipolar, de personalidad o esquizofrenia).
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