El Santo Sudario de la Catedral de Oviedo
Por D. Manuel Rodríguez Sancho, E.P.ç
Fuente¨-http://heraldosvalencia.wordpress.com/articulos/entrevista-exclusiva/
Venerable reliquia, empapada en la preciosísima sangre de
Jesús, el Santo Sudario de la Catedral de Oviedo atrae a multitud de
fieles los tres únicos días al año en que es expuesto públicamente al
culto. Atraído por el misterio encerrado en este precioso tejido, el
mundo científico no cesa de examinarlo meticulosamente, dando a conocer
poco a poco las sorprendentes conclusiones de sus investigaciones. Uno
de los más importantes estudiosos del tema, Don Enrique López Fernández,
canónigo de la sede ovetense y autor de la más reciente monografía
sobre el Sudario, concedió una interesantísima entrevista publicada en
la revista “Heraldos del Evangelio”, nº 56 de marzo de 2008. De esta
entrevista extraemos el siguiente extracto:
En
la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo se guardan reliquias y objetos
de un valor religioso e histórico excepcional. La más importante es el
Santo Sudario, pero a lo largo
de los tiempos también han recibido un culto extraordinario otras, como
las espinas de la Corona de Nuestro Señor y las reliquias de algunos
santos: San Eulogio y Santa Leocricia, mártires de los mahometanos de
Córdoba (+859); San Vicente de León, San Julián, San Germán y otros, que
se guardan en valiosas urnas.
En el centro de la cámara se encuentra el Arca Santa que fue traída a
Asturias desde Toledo poco después de la invasión musulmana en el año
711. Dentro del Arca vino el Santo Sudario, junto con otras reliquias
relacionadas con Nuestro Señor, la Virgen y los apóstoles de valor
incalculable. Por ejemplo, el Lignum Crucis de Nicodemo o una sandalia
de San Pedro. Estas reliquias llegaron a Toledo procedentes de
Jerusalén, pues el año 614 fue conquistada por los persas al mando de
Cosroes II y, poco después, en el 637, por los primeros seguidores de
Mahoma. Buscando un lugar seguro para las reliquias, los cristianos las
trasladan hacia occidente, huyendo de la invasión mahometana que no
dejaba de avanzar por el norte de África, sin que se sepa exactamente el
itinerario seguido.
El Arca permaneció escondida hasta que, ya consolidado el Reino
fundado por D. Pelayo tras la batalla de Covadonga (722), se decide
trasladar el Arca hasta la nueva capital fundada por el piadoso Rey
Alfonso II, el Casto (760-842) ¿Dónde fue escondida? La tradición apunta
a una montaña próxima de Oviedo, llamada Monsacro precisamente por
haber cobijado tantas reliquias.
Era tal el temor reverencial que el arca imponía, que permaneció
mucho tiempo sin abrirse, hasta que en el año 1075, el Rey Alfonso VI,
que pasaba la Cuaresma en Oviedo, pide que se abra. Se organiza una
magna ceremonia a la que asisten, además de las autoridades religiosas,
el notario real y numerosos testigos, entre los cuales figura el famoso
Cid Campeador, que aún no había caído en desgracia.
La impresión fue tan grande que el rey manda hacer importantes
donaciones a la Santa Iglesia Catedral para que pudiera sostener un
culto digno de semejantes reliquias. También manda construir una nueva
arca cubierta de bellas planchas de plata que protege la anterior y que
servirá incluso de altar. Es ésta la que se conserva en la actualidad.
Las cruces son un tema aparte.
¿Hay base en el Evangelio para sostener la existencia de este sudario?
Sin
duda. En su Evangelio, San Juan usa la palabra sudario en dos
ocasiones: Una para referirse a parte de la mortaja de Lázaro: “Dicho
esto, gritó (Jesús) dando una gran voz: ‘Lázaro, sal fuera’. Y salió el
muerto atado con vendas (
keiríais) de pies y manos, mientras su rostro (
hê opsis) estaba envuelto (
periedédeto) en un sudario (
soudaríôi).”
(Jn 11,43-44); otra, cuando van al sepulcro de Jesús y lo encuentran
vacío: “Corrían los dos a la vez, pero el otro discípulo, corriendo más
rápido que Pedro, se le adelantó y llegó primero al sepulcro.
Inclinándose, ve los lienzos tendidos (
kéimena ta othónia), pero
no entró. Llega luego Simón Pedro, detrás de él, y entró en el sepulcro y
ve los lienzos tendidos, y el sudario, que estaba (o mejor: había
estado) sobre su cabeza, no con los lienzos tendido sino aparte (
khôrís), enrollado (o también puede ser: doblado) en un lugar (
entetyligménon eis hena topon)” (Jn 20,4-7). En este caso, parece que el sudario no forma parte de la mortaja, pues se encontraba “aparte” (
khôris)
de “los lienzos tendidos” que eran propiamente la mortaja y que
corresponderían a lo que conocemos como Sábana Santa de Turín y que
quedaron “tendidos” (
kéimena ta othónia: aplicado
a una persona significaría “yaciendo”).
Entonces, ¿qué hacía en el sepulcro? ¿Cuál había sido su función?
Todos los estudiosos coinciden en que debió de ser utilizado, antes de
la sepultura, en la manipulación o preparación del cadáver. El primero
en formular esta hipótesis fue Monseñor Teodoro Ricci, benemérito
estudioso de la Sábana Santa de Turín: Los judíos cubrían el rostro de
las víctimas de una muerte violenta y el Sudario fue usado durante el
traslado del cadáver desde la Cruz hasta el Sepulcro.
¿Las manchas que aparecen en el Sudario nos dan algún indicio sobre el uso que tuvo?
Hay que distinguir lo que se ve a simple vista, de lo que se “ve” en
el laboratorio. A simple vista vemos una serie de manchas de distinta
intensidad, unas simétricas y otras no. Aparentemente serían de sangre y
otras de sangre diluida en agua.
Los estudiosos del EDICES (Equipo De Investigación Centro Español
Sindonología) han podido determinar, a partir de estas manchas, cómo fue
usado el Sudario: Estaba doblado por la mitad cuando cubrió la cabeza,
por eso las manchas son simétricas, y unas se formaron por contacto
directo con el rostro y otras por infiltración de una cara a la otra.
Por la manera en que se extendieron, se deduce que en un primer
momento el cuerpo estaba todavía colgado en la cruz (en vertical), y que
posteriormente estuvo tumbado boca abajo (en horizontal). Nunca se
produjeron por frotación, sino por flujos sucesivos del líquido. No
podemos entrar en detalles, pero queda probado que el Sudario cubrió el
rostro de un difunto adulto, con barba, pelo largo, atormentado y muerto
violentamente.
¿Qué tipo de pruebas han realizado los científicos hasta ahora y qué resultados han obtenido?
Monseñor Ricci en su famoso libro sobre la Sábana Santa “L’Uomo de la
Síndone è Gesú”, 2ª ed, 1969, ya dedica un capítulo entero al Santo
Sudario de Oviedo. La repercusión internacional fue inmensa y durante
los años 70 y 80 se realizaron los primeros análisis científicos: de la
sangre, del tejido, de los pólenes y se trató de datar por el C14.
En España, el Centro Español de Sindonología (C.E.S.) inicia a
finales de 1989 una serie de nuevos estudios con gran profundidad y
rigor, repitiendo y mejorando los ya realizados, que les llevan a
convocar el I Congreso Internacional sobre el Santo Sudario de Oviedo,
en octubre de 1994. En abril de 2007 se ha realizado el II Congreso y
todavía no se han publicado las actas. Además de lo comentado
anteriormente, hoy en día podemos afirmar
que:
- Se trata de sangre humana, de tipo AB, el mismo de la Sábana Santa y muy común en el mundo judío,
- Las manchas principales son de sangre post-mortem, procedentes de
alguien ya cadáver, incompatibles en su formación con cualquier
movimiento respiratorio,
- Las pequeñas manchas puntiformes del extremo del lienzo tienen como
origen heridas punzantes producidas en vida, que habían sangrado
aproximadamente una hora antes de ser colocado el lienzo sobre ellas,
- El Hombre del sudario padeció un gran edema pulmonar, que produjo en
algún momento la salida de líquido serohemático por la nariz y boca,
- Se realizó un detalladísimo examen del tipo de tejido comparando la
estructura textil de Síndone y Sudario: Los hilos de ambas reliquias
tienen igual composición: lino puro (idéntico grosor de fibras, hilado a
mano y torcedura en “Z”), pero han sido tejidos de diferente manera:
sarga en espiga para la Síndone y trama ortogonal (tafetán) para el
Sudario.
- Se ha confirmado la presencia de aromas: mirra y una especie de áloe.
- Aunque la mayoría de los pólenes son de origen peninsular, los hay
pertenecientes dos especies características de Palestina: Pistacia
palestina y Tamarix palestina.
- Aunque las pruebas del C14 han dado resultados negativos (la datan
entre los siglos VII y VIII), se sabe que sufrió contaminaciones que
falsean el resultado: exposición al contacto físico de los devotos, humo
de velas, etc. Incluso en octubre de 1934 tuv que ser rescatado de los
escombros de la Cámara Santa dinamitada por los revolucionarios
marxistas. Además se acaba de descubrir que el espectro del lino está
alterado, lo que es una prueba definitiva de la imposibilidad de datar
por el C14.
- Las pruebas de ADN no han dado tampoco un resultado satisfactorio
por diversos factores: antigüedad de las muestras, contaminaciones, etc.
- No presenta ningún signo de manipulación fraudulenta.
Se refuerza la tradición sobre el origen evangélico del Sudario.
Cada vez tiene más datos a su favor. Posiblemente nunca haya un 100%
de certeza científica, pero hay muchos elementos que apuntan en esa
dirección.
A mí, al contrario que otras personas que les da igual que se
compruebe su autenticidad o no, me importa mucho saberlo. Conservar un
recuerdo cierto y tan cercano al misterio de la muerte y, por tanto, de
la resurrección de Jesús me pone en contacto directo con el misterio
central de nuestra fe católica y me llena de satisfacción y emoción.
Es una ayuda valiosísima para la fe, sobre todo para muchas personas que pueden pasar por momentos de crisis.
Pienso también que, aunque se demostrase que no es auténtico,
seguiría teniendo valor, como un cuadro, un símbolo que nos recuerda la
pasión salvadora de Cristo.
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La Agencia Católica Veritas, en su despacho diario de hoy, día 18
de marzo de 2008, publica la siguiente información que corrobora y
complementa la entrevista anterior:
Entrevista al presidente del Centro Español de Sindonología (I PARTE):
“Hoy ya no se puede hablar de la Sábana Santa sin hablar del Sudario de Oviedo”
Oviedo, 17/03/2008
(VERITAS) El Santo Sudario de Oviedo es, según la tradición, una
reliquia de Cristo que se encuentra depositada en la Catedral de Oviedo.
Este lienzo es venerado como una de las prendas funerarias de Nuestro
Señor descritas en el Evangelio de san Juan. Se trata un pañuelo de lino
manchado de sangre y otros restos como alguna quemadura de velas. Su
forma es rectangular (83 x 53 centímetros).
Según nos cuenta la Sagrada Escritura, san Pedro lo encontró en la
tumba vacía de Jesucristo y lo recogió junto con la Sábana Santa de
Turín . En España, se puede constatar la existencia y estancia del
pañolón en Oviedo desde el siglo VII. Se cree que salió de Jerusalén
ante el ataque de los persas, pasando por el norte de África hasta
Cartagena , Sevilla , Toledo y por fin Oviedo .
El Santo Sudario se expone al público en la Catedral de Oviedo sólo
tres días al año: el Viernes Santo; el 14 de septiembre, fiesta de la
Exaltación de la Santa Cruz; y el 21 de septiembre, san Mateo . El resto
del año se encuentra depositado en la Cámara Santa de la Catedral.
El estudio del Santo Sudario de Oviedo, juntamente con la Sábana
Santa de Turín, ha atraído la atención de muchos científicos, que
dedican a ellos sus investigaciones. En breve se publicarán las actas
del II Congreso sobre el Santo Sudario de Oviedo que se celebró en los
días 13 al 15 de abril del 2007. Por otro lado, la BBC ha anunciado para
el próximo Sábado Santo la emisión de un documental sobre la Sábana
Santa de Turín en el que se recogen diversas entrevistas y en el que se
confirmará el reconocimiento por parte del laboratorio que realizó hace
20 años las pruebas del Carbono 14, que estas pruebas no pueden
considerarse fiables por el alto grado de contaminación de las muestras
analizadas.
En este contexto, Veritas conversó con el presidente del Centro
Español de Sindonología (CES), Jorge Manuel Rodríguez Almenar, para
conocer nuevos datos sobre el Santo Sudario. En el transcurso de la
conversación, Rodríguez Almenar avanzó la convocatoria de un Congreso
sobre el Santo Cáliz, que tendrá lugar del 7 al 9 de noviembre en
Valencia, ciudad en la que se custodia uno de los tres cálices
vinculados a la Última Cena.
Aunque el principal objetivo del CES es el estudio de la Sábana
Santa, se ocupa también de todas aquellas reliquias que -desde criterios
metodológicos y científicos- puedan aportar datos sobre la persona de
Jesús de Nazaret.Entrevista al presidente del Centro Español de
Sindonología (IIPARTE): “La Sábana de Turín no es un fraude, solo el que
no tiene ni idea puede decir que podría ser un cuadro o afirmaciones
similares”
Oviedo, 18/03/2008
(VERITAS) Veritas ofrece la segunda parte de la entrevista
realizada al presidente del Centro Español de Sindonología (CES), Jorge
Manuel Rodríguez Almenar.
En esta segunda parte, Rodríguez Almenar sale al paso de aquellas
voces que ponen en entredicho la posible autenticidad de las reliquias
“son documentos escritos con sangre y que contienen información que
puede sernos de utilidad”. Y respecto, tanto a la Sábana de Turín como
al Sudario de Oviedo señala que “los datos que hasta el momento estamos
descubriendo coinciden, ¡“qué casualidad”!, con lo que sabemos de Jesús
de Nazaret. Entonces, por lo menos, habría que poner en duda el hecho de
que no sabemos nada de Jesús de Nazaret, porque tenemos un candidato
¡que es clavao!”.
Rodríguez recuerda también las palabras de Juan Pablo II ante la
Sábana de Turín: “el Papa dijo que al no tratarse de una cuestión de fe,
la Iglesia carece de competencia para determinar su autenticidad. Es
decir, la Iglesia mantiene por tradición el objeto, pero son los
científicos los que determinarán si pertenece o no a Jesucristo. A éstos
les pidió que actuasen con objetividad y sin prejuicios”.
Este sábado la BBC emitirá un documental sobre la Sábana de Turín y
Rodríguez Almenar nos avanza alguno de los posibles contenidos de este
espacio, especialmente lo que se refiere a los análisis del Carbono 14
realizados hace 20 años y las posibles consecuencias de las
declaraciones que se emitirán en este programa.
Además, el presidente del CES resalta que aquellos que contemplan las
reliquias y se sonríen, solo demuestran su ignorancia. El entrevistado
califica de sorprendente el que “los científicos en pleno siglo XXI
corroboren que efectivamente esa tela (La Sábana Santa y el Sudario de
Oviedo) se puede descifrar y que lo que nos dice es coherente con lo que
nos ha dicho la tradición durante 2000 años nada menos”.