Periodismo cultural en los primeros años del siglo XX
EL LEGADO DE HOSTOS PERMITIÓ QUE EL PERIODISMO CULTURAL FUERA EL PROTAGONISTA
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Santo Domingo.- A partir de la llegada
al país del maestro puertorriqueño Eugenio María de Hostos en el último
lustro del siglo XIX, en combinación con otras circunstancias, se
produjo una revolución cultural que junto al surgimiento del diarismo
necesariamente repercutió en el devenir del periodismo cultural
dominicano y en la ampliación de los hábitos de lectura de la población.
La mayoría de los periódicos de la época aumentaron su tirada. En caso de Listín Diario cuya impresión no sobrepsaba las 400 copias, a partir de los primeros años del siglo, duplicó el número de ejemplares en circulación.
Al respecto, el director de la hemeroteca del Archivo General de la Nación (AGN), Alejandro Paulino Ramos, explica que la República Dominicana comenzó a salir del atraso económico a partir de 1875 cuando los intelectuales comenzaron a promover definitivamente el desarrollo económico y tecnológico, así como el establecimiento de un sistema educativo que permitiera que el país comenzara a salir del atraso educativo.
Es así como en la última década de dicho siglo, dos periódicos jugaron un papel fundamental en el desarrollo del periodismo cultural estos fueron: el bimensual “El Lápiz” que era dedicado a la literatura, las artes y las ciencias y luego el “Listín Diario” por su espacio cultural que salía una vez a la semana denominado Los Lunes del Listín.
Sin embargo, cuando dejó de circular El Lápiz en 1892 el Listín Diario prosiguió con sus trabajos culturales y al entrar el año 1900 lo continuó realizando pero no con un espacio fijo como el de Los Lunes del Listín que ya había dejado de aparecer sino con diversas publicaciones que se insertaban junto a noticias de otra índole.
La cultura en primera plana del ListínDe acuerdo con Paulino “comenzando el siglo XX, las actividades literarias se incrementaron impulsadas por las agrupaciones culturales, estableciéndose en 1904 el primer certamen literario y científico del siglo para contribuir a estimular la cultura intelectual y moral del pueblo dominicano”.
Es en ese estado en que Listín Diario no mermó en el impulso de la cultura a través de sus páginas, publicó, entre muchas noticias, un reportaje de Emilia Pardo Bazán sobre la novela “El Montero”, texto que inclusive salió en la portada del diario como la noticia más importante.
El diario traía también en su portada un espacio central titulado Novela Corta donde aparecían textos de este género uno de ellos titulado “De la Vida” escrito por Manuel Florentino Cestero quien en ocasiones utilizaba los seudónimos de Amable y Observador.
En esta etapa se publicaron escritos como el de Joaquín Dicenta del que fue notable el cuento “La muerte del sultán”, es importante explicar que a muchas de estas publicaciones literarias se le daban la primera plana por encima de otros temas.
Otros diariosEl crecimiento en la cantidad de periódicos fue notable, ya que como afirma el historiador Abelardo Rodríguez y Rodríguez en su libro 18 décadas de periodismo dominicano, en la primera década del siglo XX surgieron muchos periódicos en todo el territorio nacional e inclusive provincias que no tenían prensa empezaron a tenerla.
Aparecieron periódicos en Puerto Plata, Samaná, Sánchez, El Seybo, Altamira, La Vega, Monte Cristi, San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Dajabón, San Cristóbal, Salcedo y otras.
Esto fue posible también por el desarrollo que se venía experimentando, que de acuerdo con Alejandro Paulino, permitió que de 1900 a 1915 en el país existieran una 25 imprentas, 11 de las cuales estaban en Santo Domingo y 5 en Santiago, mientras que San Pedro de Macorís poseía 2 imprentas y a partir de la ocupación norteamericana de 1916, las imprentas en el país se multiplicaron llegando a la cantidad de 55 en 1925, 22 de las cuales estaban en la capital y 11 en Santiago de los Caballeros.
Otro de los periódicos relevantes de la época fue el bisemanal La opinión, fundado en 1907, cuyo director fue Osvaldo Rodríguez y Molina, se trataban temas políticos y generales donde además salía un espacio titulado “Literatura” que tenía cuentos o poesías, uno de ellos es un poema publicado el 20 de marzo de 1907 titulado Íntimas y firmado con el seudónimo Abelardo.
En tiempos de guerra mundialDe 1910 a 1921 se publicó el periódico El Tiempo, dirigido por Ramón Jansen, en él se publicaba en su primera página “Recortes” que consistía en poemas de diversos temas donde llegó a escribir el periodista Carmelo Martínez Acosta y Jacinto Flores.
Sin embargo, desde que estalló la Primera Guerra Mundial en 1914 el periódico empezó a otorgar mayor importancia a las noticias de este tipo dándole seguimiento a través de los cables lo que pudo ser la causa que “Recortes” empezara a salir con menos frecuencia.
En este se hacía básicamente un periodismo de opinión, pero sacaba espacios para temas culturales e inclusive para datos meteorológicos que no era muy frecuente hasta el momento, uno de los escritores que tuvo mucha relevancia fue el abogado Arturo Logroño con “Ella es blanca de nieve”.
Otros de los espacios que tuvo consistencia fue “Crónica” que no tenia nada de literatura ni de cultura ya que era una especie de resumen de noticias nacionales de toda índole y de diferentes fuentes.
En esta etapa continuaron surgiendo periódicos provinciales, inclusive en lugares donde no existía prensa local, en este aspecto el historiador Abelardo Rodríguez y Rodríguez recuenta que Higuey tuvo un periódico en 1912 llamado “El certamen” y Barahona tuvo el suyo en1913 conocido como “El Birán”.
En tanto, entrada la segunda década del siglo XX, el Listín Diario continuó con el trabajo cultural que venía realizando desde sus inicios pues en 1912 aparece “Cuentos del Sábado” que salía el referido día pero en cualquier página, el primero que se publicó fue “Celos de Mujer”.
Todo esto ocurría en momentos en que en el país se vivía una inestabilidad política producto de la pugna interna entre caudillos que produjo 6 gobiernos diferentes desde el asesinato de Ramón Cáceres en 1911 hasta 1916 cuando ocurrió la intervención militar norteamericana.
“Arte y Letras”
En 1916 aparece en las páginas del Listín lo que se podría decir representó uno de sus principales aportes para el periodismo cultural como antes lo había sido “Lunes del Listín”. El nuevo espacio se llamaba “Arte y Letras” que no tenía un lugar fijo de publicación y salía cualquier día pero solo una vez a la semana.
“Arte y Letras” era impreso con una tipología de letra diferente al del resto del diario donde además disponía de una gráfica propia. En ella hicieron deleite con sus versos Pedro Pablo Sanabia, Enrique Aguiar, Apolinar Perdomo y Rafael Damirón, autor de la novela “Del Cesarísimo”. Además, allí escribía Eugenio Dechamps. El poeta Otilio Vigil Díaz quien publicaba en un espacio titulado Fata Morgana que trataba enfoques de las cosas y personas de la vida de aquellos tiempos.
La ocupación de EE.UUEn 1916 ocurrió un hecho nefasto que hirió la libertad del país, este fue la primera ocupación militar de Estados Unidos que se extendió durante ocho años, pues el mismo día de la invasión el 29 de noviembre de 1916 se explicaba la suspensión de las publicaciones y de cualquier diario o periódico que ofendiera o que atentara contra el orden establecido.
En ese estado varios periódicos se mantuvieron dedicando parte de sus páginas al periodismo cultural como el “Listín Diario” y algunos como “El Independiente” (1916) el cual era de orden político, pero publicaba una guía con las obras tanto literarias como científicas que llegaban a la Librería Dominicana.
Este interdiario de 8 páginas, que dejó de salir recién instalado el gobierno de Horacio Vásquez en 1925, aprovechó varias publicaciones para sacar artículos donde justificaba la necesidad de la lectura de la prensa de forma diaria como una manera de motivación al público lector.
Libros por entregaEn consonancia, con “El Independiente”, también salía “El Nuevo Diario”, de 1923, cuyo director fue Francisco Sanabia y en este se publicaron noticias de toda índole como de béisbol, política, congreso, salud, policiales y otras.
Es en enero de 1924 cuando en su tirada numero 274 empieza a publicar un libro por capítulos titulado “Un drama en el ferrocarril” escrito por Carolina Invernizo y traducido por Emilio Pombo en un espacio titulado Nuestro Folletín, al estilo de algunos periódicos europeos y dominicanos desde del siglo XIX. En el caso dominicano se inscribieron “El Oasis” y “El Progreso”.
“Nuestro Folletín” era publicado en casi la mitad de la una página ya pudiera ser en la portada que ocurrió muy pocas veces o en cualquier página como siguió ocurriendo con posterioridad.
Después de que se publicara en 33 capítulos “Un drama en el ferrocarril” de Carolina Invernizo se difundió la novela “Paraíso e Infierno”, de la misma autora.
EN PROVINCIAS ESCRITORES COLABORAN
A nivel provincial, los periódicos también jugaron su papel, de los que sobresale “La Vanguardia”, de 1925 en San Pedro de Macorís, cuyo director fue Armando Oscar Pacheco y en el mismo aparece un relato de Cristian Lugo titulado “El Hospital San Antonio”.
Fueron relevantes también los periódicos; “La Verdad”, en Moca y “El Progreso”, en La Vega donde inclusive publicaba Federico García Godoy, autor de la novela “El Derrumbe”, quien llegó a utilizar en ocasiones los seudónimos “Don Fico” y “El solitario de La Vega Real”.
Se debe hacer notar que en estos primeros 25 años de historia del periodismo en el siglo XX la sociedad dominicana estuvo envuelta en procesos muy complejos ya que en la primera década tuvo lugar el gobierno autoritario de Ramón Cáceres (Desde 1906 hasta 1911 cuando fue asesinado), siguiendo con una etapa caudillista que no mermaría hasta la intervención militar norteamericana de 1916 y, posteriormente en 1930 Rafael Leónidas Trujillo tomó la presidencia.
Ya a la fecha próxima de toma de posesión de gobierno de Trujillo Molina entre los periódicos más relevantes estaban el “Listín Diario”, que el dictador cerraría duarnte más de 20 años, “La Información de Santiago” creado en 1915 y “La Opinión” creado en 1923 que era eminentemente cultural. Pero esa es otra historia de la que hablaremos en una siguiente entrega.
La mayoría de los periódicos de la época aumentaron su tirada. En caso de Listín Diario cuya impresión no sobrepsaba las 400 copias, a partir de los primeros años del siglo, duplicó el número de ejemplares en circulación.
Al respecto, el director de la hemeroteca del Archivo General de la Nación (AGN), Alejandro Paulino Ramos, explica que la República Dominicana comenzó a salir del atraso económico a partir de 1875 cuando los intelectuales comenzaron a promover definitivamente el desarrollo económico y tecnológico, así como el establecimiento de un sistema educativo que permitiera que el país comenzara a salir del atraso educativo.
Es así como en la última década de dicho siglo, dos periódicos jugaron un papel fundamental en el desarrollo del periodismo cultural estos fueron: el bimensual “El Lápiz” que era dedicado a la literatura, las artes y las ciencias y luego el “Listín Diario” por su espacio cultural que salía una vez a la semana denominado Los Lunes del Listín.
Sin embargo, cuando dejó de circular El Lápiz en 1892 el Listín Diario prosiguió con sus trabajos culturales y al entrar el año 1900 lo continuó realizando pero no con un espacio fijo como el de Los Lunes del Listín que ya había dejado de aparecer sino con diversas publicaciones que se insertaban junto a noticias de otra índole.
La cultura en primera plana del ListínDe acuerdo con Paulino “comenzando el siglo XX, las actividades literarias se incrementaron impulsadas por las agrupaciones culturales, estableciéndose en 1904 el primer certamen literario y científico del siglo para contribuir a estimular la cultura intelectual y moral del pueblo dominicano”.
Es en ese estado en que Listín Diario no mermó en el impulso de la cultura a través de sus páginas, publicó, entre muchas noticias, un reportaje de Emilia Pardo Bazán sobre la novela “El Montero”, texto que inclusive salió en la portada del diario como la noticia más importante.
El diario traía también en su portada un espacio central titulado Novela Corta donde aparecían textos de este género uno de ellos titulado “De la Vida” escrito por Manuel Florentino Cestero quien en ocasiones utilizaba los seudónimos de Amable y Observador.
En esta etapa se publicaron escritos como el de Joaquín Dicenta del que fue notable el cuento “La muerte del sultán”, es importante explicar que a muchas de estas publicaciones literarias se le daban la primera plana por encima de otros temas.
Otros diariosEl crecimiento en la cantidad de periódicos fue notable, ya que como afirma el historiador Abelardo Rodríguez y Rodríguez en su libro 18 décadas de periodismo dominicano, en la primera década del siglo XX surgieron muchos periódicos en todo el territorio nacional e inclusive provincias que no tenían prensa empezaron a tenerla.
Aparecieron periódicos en Puerto Plata, Samaná, Sánchez, El Seybo, Altamira, La Vega, Monte Cristi, San Pedro de Macorís, San Francisco de Macorís, Dajabón, San Cristóbal, Salcedo y otras.
Esto fue posible también por el desarrollo que se venía experimentando, que de acuerdo con Alejandro Paulino, permitió que de 1900 a 1915 en el país existieran una 25 imprentas, 11 de las cuales estaban en Santo Domingo y 5 en Santiago, mientras que San Pedro de Macorís poseía 2 imprentas y a partir de la ocupación norteamericana de 1916, las imprentas en el país se multiplicaron llegando a la cantidad de 55 en 1925, 22 de las cuales estaban en la capital y 11 en Santiago de los Caballeros.
Otro de los periódicos relevantes de la época fue el bisemanal La opinión, fundado en 1907, cuyo director fue Osvaldo Rodríguez y Molina, se trataban temas políticos y generales donde además salía un espacio titulado “Literatura” que tenía cuentos o poesías, uno de ellos es un poema publicado el 20 de marzo de 1907 titulado Íntimas y firmado con el seudónimo Abelardo.
En tiempos de guerra mundialDe 1910 a 1921 se publicó el periódico El Tiempo, dirigido por Ramón Jansen, en él se publicaba en su primera página “Recortes” que consistía en poemas de diversos temas donde llegó a escribir el periodista Carmelo Martínez Acosta y Jacinto Flores.
Sin embargo, desde que estalló la Primera Guerra Mundial en 1914 el periódico empezó a otorgar mayor importancia a las noticias de este tipo dándole seguimiento a través de los cables lo que pudo ser la causa que “Recortes” empezara a salir con menos frecuencia.
En este se hacía básicamente un periodismo de opinión, pero sacaba espacios para temas culturales e inclusive para datos meteorológicos que no era muy frecuente hasta el momento, uno de los escritores que tuvo mucha relevancia fue el abogado Arturo Logroño con “Ella es blanca de nieve”.
Otros de los espacios que tuvo consistencia fue “Crónica” que no tenia nada de literatura ni de cultura ya que era una especie de resumen de noticias nacionales de toda índole y de diferentes fuentes.
En esta etapa continuaron surgiendo periódicos provinciales, inclusive en lugares donde no existía prensa local, en este aspecto el historiador Abelardo Rodríguez y Rodríguez recuenta que Higuey tuvo un periódico en 1912 llamado “El certamen” y Barahona tuvo el suyo en1913 conocido como “El Birán”.
En tanto, entrada la segunda década del siglo XX, el Listín Diario continuó con el trabajo cultural que venía realizando desde sus inicios pues en 1912 aparece “Cuentos del Sábado” que salía el referido día pero en cualquier página, el primero que se publicó fue “Celos de Mujer”.
Todo esto ocurría en momentos en que en el país se vivía una inestabilidad política producto de la pugna interna entre caudillos que produjo 6 gobiernos diferentes desde el asesinato de Ramón Cáceres en 1911 hasta 1916 cuando ocurrió la intervención militar norteamericana.
“Arte y Letras”
En 1916 aparece en las páginas del Listín lo que se podría decir representó uno de sus principales aportes para el periodismo cultural como antes lo había sido “Lunes del Listín”. El nuevo espacio se llamaba “Arte y Letras” que no tenía un lugar fijo de publicación y salía cualquier día pero solo una vez a la semana.
“Arte y Letras” era impreso con una tipología de letra diferente al del resto del diario donde además disponía de una gráfica propia. En ella hicieron deleite con sus versos Pedro Pablo Sanabia, Enrique Aguiar, Apolinar Perdomo y Rafael Damirón, autor de la novela “Del Cesarísimo”. Además, allí escribía Eugenio Dechamps. El poeta Otilio Vigil Díaz quien publicaba en un espacio titulado Fata Morgana que trataba enfoques de las cosas y personas de la vida de aquellos tiempos.
La ocupación de EE.UUEn 1916 ocurrió un hecho nefasto que hirió la libertad del país, este fue la primera ocupación militar de Estados Unidos que se extendió durante ocho años, pues el mismo día de la invasión el 29 de noviembre de 1916 se explicaba la suspensión de las publicaciones y de cualquier diario o periódico que ofendiera o que atentara contra el orden establecido.
En ese estado varios periódicos se mantuvieron dedicando parte de sus páginas al periodismo cultural como el “Listín Diario” y algunos como “El Independiente” (1916) el cual era de orden político, pero publicaba una guía con las obras tanto literarias como científicas que llegaban a la Librería Dominicana.
Este interdiario de 8 páginas, que dejó de salir recién instalado el gobierno de Horacio Vásquez en 1925, aprovechó varias publicaciones para sacar artículos donde justificaba la necesidad de la lectura de la prensa de forma diaria como una manera de motivación al público lector.
Libros por entregaEn consonancia, con “El Independiente”, también salía “El Nuevo Diario”, de 1923, cuyo director fue Francisco Sanabia y en este se publicaron noticias de toda índole como de béisbol, política, congreso, salud, policiales y otras.
Es en enero de 1924 cuando en su tirada numero 274 empieza a publicar un libro por capítulos titulado “Un drama en el ferrocarril” escrito por Carolina Invernizo y traducido por Emilio Pombo en un espacio titulado Nuestro Folletín, al estilo de algunos periódicos europeos y dominicanos desde del siglo XIX. En el caso dominicano se inscribieron “El Oasis” y “El Progreso”.
“Nuestro Folletín” era publicado en casi la mitad de la una página ya pudiera ser en la portada que ocurrió muy pocas veces o en cualquier página como siguió ocurriendo con posterioridad.
Después de que se publicara en 33 capítulos “Un drama en el ferrocarril” de Carolina Invernizo se difundió la novela “Paraíso e Infierno”, de la misma autora.
EN PROVINCIAS ESCRITORES COLABORAN
A nivel provincial, los periódicos también jugaron su papel, de los que sobresale “La Vanguardia”, de 1925 en San Pedro de Macorís, cuyo director fue Armando Oscar Pacheco y en el mismo aparece un relato de Cristian Lugo titulado “El Hospital San Antonio”.
Fueron relevantes también los periódicos; “La Verdad”, en Moca y “El Progreso”, en La Vega donde inclusive publicaba Federico García Godoy, autor de la novela “El Derrumbe”, quien llegó a utilizar en ocasiones los seudónimos “Don Fico” y “El solitario de La Vega Real”.
Se debe hacer notar que en estos primeros 25 años de historia del periodismo en el siglo XX la sociedad dominicana estuvo envuelta en procesos muy complejos ya que en la primera década tuvo lugar el gobierno autoritario de Ramón Cáceres (Desde 1906 hasta 1911 cuando fue asesinado), siguiendo con una etapa caudillista que no mermaría hasta la intervención militar norteamericana de 1916 y, posteriormente en 1930 Rafael Leónidas Trujillo tomó la presidencia.
Ya a la fecha próxima de toma de posesión de gobierno de Trujillo Molina entre los periódicos más relevantes estaban el “Listín Diario”, que el dictador cerraría duarnte más de 20 años, “La Información de Santiago” creado en 1915 y “La Opinión” creado en 1923 que era eminentemente cultural. Pero esa es otra historia de la que hablaremos en una siguiente entrega.
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