viernes, 28 de septiembre de 2012


Moringa oleifera



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Moringa oleifera o flor de libertad
Moringa oleifera flower edit.jpg
Clasificación científica
Reino:Plantae
(sin clasif.):Eudicots
(sin clasif.):Rosids
Orden:Brassicales
Familia:Moringaceae
Género:Moringa
Especie:M. oleifera
Nombre binomial
Moringa oleifera
Lam.
Moringa oleifera, conocido como moringa, es un árbol originario de norte de India. Crece en casi cualquier tipo de suelo, incluso en condiciones de sequía, por eso los científicos recomiendan a las poblaciones que lo cultiven para alimentarse.
El sabor de la moringa es agradable y sus partes se pueden comer crudas, especialmente las hojas y flores (que son de color crema y aparecen principalmente en épocas de sequía, cuando el árbol suele perder las hojas) o cocidas de varias formas (por ejemplo en guisos). Las flores son ricas en carbohidratos y tienen un buen sabor, se pueden mezclar con huevos batidos y hacer una tortilla. Las hojas pueden usarse para hacer jugos y tienen un gusto suavemente picante (una mezcla entre berro y rabanito). Además da fruto en forma de vainas que estando verdes se pueden cocer y tienen gusto parecido a las chau-chas, cuando están maduras se hierven con un poco de sal, se abren y se extraen las semillas ya listas para consumir, de sabor parecido al garbanzo y también se pueden tostar. Las raíces son comestibles, parecen zanahorias pero de gusto picante.
Planta de Moringa.
Es una de las especies vegetales con mayor contenido de aceite (35%), lo que la convierte en un importante recurso para fabricar biodiesel de calidad. El cultivo tiene un rendimiento de 2500 kg/hectárea, produciendo casi 1500 litros de aceite y más de 1400 litros de biodiesel/ha, lo que ha llevado a que su cultivo se investigue en varios lugares del mundo. En Paraguay, en la localidad de Cerrito en Benjamín Aceval hay un cultivo experimental muy interesante de moringa oleifera con fines de investigación de esta planta. Florece a los 7 meses de su plantación. Entre sus características se destaca su rápido crecimiento (unos 3 m en su primer año pudiendo llegar a 5 m en condiciones ideales; el árbol adulto llega a los 10 o 12 m de altura máxima) y su rusticidad que lo hace muy fácil de cultivar. Por otra parte, por su belleza es muy utilizada como planta ornamental.
Su madera sirve como leña y para hacer carbón o celulosa para papel de gran calidad. La planta es buena purificadora del agua. Y si se utiliza como forraje, se destacan otra larga lista de características benéficas, ya que sirve tanto para ganado vacuno, porcino, ovino, caprino u avícola, entre otros, en los que genera importantes incrementos en el rendimiento, tanto de ganancia de peso como de producción de leche

Cotuí se convierte en campo de batalla en protestas contra Barrick Gold, PN somete capitán por los heridos

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Conflicto por proyecto de la explotación de Loma Miranda

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jueves, 27 de septiembre de 2012

Radiografía de una operación antiética y cuestionable

Radiografía de una operación antiética y cuestionable
Seis funcionarios disfrutan el 40% del monto total de las pensiones otorgadas por Haivanjoe
Entre esos seis funcionarios, por supuesto, está el propio Haivanjoe, ex superintendente de Bancos, con una pensión de 651 mil pesos mensuales, que al año suman 7.8 millones de pesos
Haivanjoe es aficionado a los buenos trajes y calzados.
La jugada maestra practicada por el Superintendente de Bancos, Haivanjoe Ng Cortiñas, al pensionar entre el primero de enero y el 17 de agosto de este año a un grupo de 49 ex empleados de esa entidad, le costará al Estado dominicano la suma de 67 millones, 863 mil, 267 pesos al año. Y el hoy Contralor General de la República, por concepto de pensión, saldrá por 7 millones, 819 mil, 110 pesos anuales.
Sin embargo, lo más escandaloso, es que de ese grupo de 49 “servidores” –entre funcionarios altos, medios y empleados (desde encargados de divisiones hasta mensajeros)- sólo seis se engullirán el 40% del valor monetario de esas pensiones: 27 millones, 493 mil, 213 pesos con 32 centavos anuales.
El 60% restante fue distribuido entre 43 ex empleados de esa entidad, funcionarios altos como el subdirector; medios, como los directores de Punto Central de Contacto –PCC- (el 27.9%); seguidos de analistas de compras, mensajero, especialista de subsidio, secretaria, técnico auxiliar, encargada de unidad (el 31.5%).
El detalle de las pensiones
Al analizar la lista de las pensiones otorgadas por la Superintendencia de Bancos (SB) desde el primero de enero hasta el 17 de agosto –de acuerdo a un documento emitido por la Oficina de Acceso a la Información Pública de esa entidad- tenemos el siguiente panorama:
El 65.3% de las pensiones (32 empleados) tienen valores entre los 27,999 pesos y 100 mil pesos. Ese es el grupo del analista de compra, analista, mensajero, especialista de subsidio, secretaria, técnico auxiliar y encargada de unidad. 21.4 millones de pesos al año costará el grupo.
El 20.4% de las pensiones (10 empleados) tienen valores entre los 100 mil y 200 mil pesos. Ahí entra el subdirector, Jesús Castaño Bolquez; y los coordinadores de PCC. 18.9 millones de pesos al año entre todos.
El 4.8% de las pensiones (2 empleados) tienen valores entre los 200 mil y 300 mil pesos. Estos son el asesor José Lucrecio Núñez Contreras, con pensión de 270 mil pesos mensuales; y el director,  Ramón Rodríguez Sánchez. 5.6 millones de pesos al año entre ambos.
El 2.04% de las pensiones (1 empleado) tienen valores entre los 300 mil y 400 mil pesos. Ese es el caso del subgerente, Atahualpa Pedro Domínguez. 3.8 millones al año.
Otro 4.8% de las pensiones (2 servidores públicos) tienen valores entre los 400 mil y 500 mil pesos, dígase el gerente, Luis Andrés Montes de Oca; y el intendente, Daris Javier Cuevas Nin. 10.2 millones de pesos anuales entre ambos.
Entre los 500 mil y los 600 mil pesos no hubo pensiones,  para dar paso a la más importante, la del ex Superintendente de Bancos:
651 mil, 592 pesos con 57 centavos todos los meses –tenía un sueldo bruto de 825 mil, 152 pesos mensuales, casi un millón de pesos al mes-, sin contar su sueldo actual como Contralor General, posición que ocupó en la primera administración del PLD (1996-2000), y por cuyos manejos terminó encartado y encarcelado por el caso PEME (“pagar para no matar”, la célebre frase de Leonel Fernández).
De acuerdo al documento emitido por la propia SB, Ng Cortiñas habría servido 25 años y 1 mes a la administración pública cuando se autopensionó. A juzgar por su edad y por los 12 años que el PLD ha dirigido el Gobierno, asumimos que también sirvió a las administraciones reformistas y perredeístas.
Otros del mismo grupo -hasta con 37 años en el servicio público-, como es el caso de Carmen Estela Luna Robles, no tienen la flor en el lugar que la tiene Haivanjoe, pues su pensión -por demás super buena en República Dominicana- sólo alcanzó los 62 mil 355 pesos, el 9.5% de la pensión de este técnico.
El que parte y reparte toca la mejor parte
Las pensiones otorgadas por este singular funcionario público confirman una vez más la escasa presencia de la mujer dominicana en los puestos de dirección y decisión de las instituciones públicas. Esta fue una jugada preparada por hombres y en beneficio de los hombres, y en ella la mujer sólo juega el papel de hacer parecer creíble y correcto lo antiético.
De las pensiones más bajas (el 65%), con no más de 100 mil pesos mensuales, el 87.5% son mujeres. De las pensiones entre 100 mil y 200 mil pesos (el 20.4%), el 70% son mujeres. Pero de 200 mil pesos en adelante no hay una sola pensión que beneficie a una mujer, con lo que se concluye que el 83% de las mujeres pensionadas en la Superintendencia de Bancos entre el 1 de enero y el 17 de agosto de este año, está en un rango de 27,999 y 200 mil pesos mensuales. Los hombres se alzan con los mejores salarios y las mejores pensiones.
El análisis menudo de estas pensiones demuestra que existe una pirámide en la administración pública en la que la mayoría de los servidores termina devengando las pensiones más bajas, claro, en función de sus bajos salarios; y que los incumbentes de estas instituciones y sus “canchanchanes” se llevan entre las uñas la  mejor tajada de unos recursos, que según “los gallegos” de Danilo Medina, no existen.
Continuará…

Por: Patricia Báez Martínez

Dos senadores oficialistas piden destitución de NG Cortiñas tras 'jugosa pensión

De 651 mil pesos mensuales
Dos senadores oficialistas piden destitución de NG Cortiñas tras 'jugosa pensión'
La petición fue hecha por los legisladores Tommy Galán y Charlie Mariotti
Dos senadores del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) solicitaron esta mañana al presidente Danilo Medina la inmediata destitución del director de la Contraloría General de la República y exsuperintendente de Bancos, Haivanjoe NG Cortiñas.
La petición fue hecha por los legisladores Tommy Galán y Charlie Mariotti, representantes de las provincias San Cristóbal y Monte Plata, respectivamente, luego de que circulara la información de que el referido funcionario se hizo aprobar una pensión por más de 651 mil pesos mensuales.
Esta semana, el diputado del PLD Francisco Matos denunció que Ng Cortiñas se había autopensionado con 651 mil pesos, alegando que tiene 25 años al servicio del Estado.
Sin embargo, NG Cortiñas defendió el haber recibido una pensión desde agosto pasado por valor de RD$651 mil, y junto a esta cobrar un salario.
Mientras que, la Fundación Primero Justicia ,solicitó que se investiguen “las escandalosas y exorbitantes pensiones” que se otorgó el ex superintendente de Bancos, tras ser designado frente a la Contraloría General de la República.
Por: Redacción

Haivanjoe, una pensión de lujo a costa de los empleados de la Superintendencia de Bancos

Un complot en su contra
Haivanjoe, una pensión de lujo a costa de los empleados de la Superintendencia de Bancos
Retroactivamente aportó 6 millones de pesos, pero en sólo un año –cuando le salgan los fondos- recibirá 7.8 millones de pesos, es decir, por un año de aporte a los fondos de pensiones de la SB, se lleva una pensión de lujo
El ex superintendente de Bancos y actual contralor general de la República, Haivanjoe Ng Cortiñas, explicó a través de Voces Propias, de la Z101, que los fondos de las pensiones que otorgó al grupo de 49 empleados y funcionarios de la Superintendencia de Bancos (SB), incluido él, salen de un fondo de pensiones de esa entidad, con lo que esas pensiones son complementarias, no del Estado. Informó en forma orgullosa, que en los tres años que estuvo al frente de la SB aportó a ese fondo 6 millones de pesos, sin embargo, en tan solo un año, recuperará más de esa suma, porque los 651 mil pesos mensuales de su pensión, suman al año 7.8 millones de pesos.
Ng Cortiñas alega que su pensión es totalmente legal, porque cumplió con los requisitos del Reglamento Complementario del Plan de Pensiones de la Superintendencia de Bancos, como son: tener más de 50 años, haber trabajado más de 20 años en la administración pública y aportar retroactivamente y en el presente al fondo de pensiones.
“Yo no me autopensioné, como dijo el diputado (Francisco Matos)”, dijo el contralor cuando tildó de complot en su contra la acción de tres diputados que solicitaron la lista de pensionados de la SB entre enero y agosto de este año y la dieron a conocer a los medios.
Las razones de estos diputados para una acción así, además de diferencias en el criterio del ex superintendente de bancos y los diputados respecto al Proyecto de Ley de Tarjetas de Crédito, sería también porque en su afán por cumplir con la ley 10-07, por orden del Presidente, él se habría negado a autorizar libramientos de gastos innecesarios o superfluos, y porque uno de los diputados en cuestión tendría a un familiar en el grupo de 30 empleados de la Contraloría cancelados por él, por supuestamente no asistir a sus puestos de trabajo.
“Desde que yo empecé a jugar con ese papel he encontrado mucha resistencia en muchos sectores, esa resistencia viene porque nosotros hemos sido totalmente exigentes en el cumplimiento de los requisitos que están establecidos para nosotros aprobar un libramiento”.
Para él, es totalmente legal su pensión, la cual empezará a recibir en un año, y dijo no tener inconvenientes en prescindir de su salario en la Contraloría cuando esta empiece a ser efectiva.
“legalmente yo no tengo prohibición para recibir pensión… (pero) es efectiva dentro de un año”.
Los oyentes del programa y seguidores de Facebook y Twitter pudieron hacer sus preguntas y comentarios al funcionario, uno de ellos consideró que si bien no era ilegal la pensión no era ética ni justa en virtud de que en el país hay más de cien cañeros envejecientes que no han sido pensionados por el Estado dominicano.
“Yo también lo lamento, la verdad es que es un drama, pero yo no soy el responsable de eso”, fue su salida.
Por: Patricia Báez Martínez

Unos 94 diputados firman moción para convertir a Miranda en Parque Nacional

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Medioambiente
Unos 94 diputados firman moción para convertir a Miranda en Parque Nacional
Mientras tanto Xtrata Níquel Falcondo está desmontando (tumbando árboles) de forma acelerada, mientras el Ministerio de Medio Ambiente no dice nada
En la sesión de este miércoles de la cámara baja, 94 diputados (51% de la matrícula) firmaron la moción para convertir a Loma Miranda en Parque Nacional
Mientras tanto, Xtrata Níquel Falcondo está desmontando (tumbando árboles) de forma acelerada, mientras el Ministerio de Medio Ambiente no dice nada
Un total de 94 diputados ya han rubricado el proyecto de Ley que procura convertir en Parque Nacional a Miranda, ubicada entre las provincias Monseñor Nouel y La Vega, no sin que hayan registrado altercados entre bandos en pro y contra la explotación minera en el lugar.
Según una fuente de Z101Digital, el vocero del PLD en la cámara, Gustavo Sánchez, le habría lanzado improperios al diputado Aridio Vásquez (PLD-La Vega). “Ya sabemos que entre los “Judas” de Loma Miranda está el “honorable” y “pundonoroso” Gustavo Sánchez”, dijo la fuente que pidió no ser identificada.
La misma fuente informó que desde el lunes de esta semana, gredars y motosierras de Xtrata Níquel Falcondo abren torchas en el bosque de Acacia Magnium, que cubren los terrenos del área norte de Loma Miranda, el punto más bajo, colindante con el lago de Rincón.
La Loma Miranda se ha convertido en el centro de un debate entre promotores del desarrollo en base a la explotación minera, supuestamente, responsable y los ambientalistas. La Xtrata Níquel adquirió a la Falcombridge Dominicana, y prácticamente está poniendo como condición, para permanecer en el país, la explotación de los yacimientos de oro de Miranda.
Sin embargo, los ambientalistas sostienen que la cantidad del mineral no es lo suficiente como para causar el daño que dicen provocará el desmonte y la minería a cielo abierto en la zona.
El tema ha llegado a la academia y al Congreso, en donde en estos momentos se conoce un proyecto de ley que buscar proteger la zona, considerada la puerta de entrada a la Cordillera Central, por parte de las mineras transnacionales.
Por: Redacción

miércoles, 26 de septiembre de 2012

RECONOCIMIENTO A LA RED DE ORGANIZACIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS DE LA VEGA

Ubaldo Solís Ureña RECONOCIMIENTO A LA RED DE ORGANIZACIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS DE LA VEGA, ENTREGADA EN LA MAÑANA DEL MIERCOLES 26 DE SEPETIEMBRE DEL 2012, EN EL HOTEL SANTO DOMINGO DE SANTO DOMINGO, POR PARTICIPACION CUUDADANA, FINJU
S Y USAID, POR SUS APORTES AL DESARROLLO COMUNTARIOS DE LA VEGA.
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Ubaldo Solís Ureña IGUAL RECONOCIMIENTO FUERON RECIBIDO POR EL CONTROL CIUDADANO DE LA JUSTICIA VEGANA Y LA PROCURADORA FISCAL DE LA VEGA YOHANNA REYES, QUIEN ESCRIBE ESTE COMENTARIO ES. VICE PRESIDENTE DE LA RED DE ORGANIZACIONES SOCIALES Y COMUNITARIAS DE LA VEGA Y DIRECTIVO FUNDADOR DE LA ORGANIZACION CONTROL CIUDADANO DE LA JUSTICIA VEGANA ( COCIJUVE)



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General de Brigada Dionisio Gil de La Rosa (1854- 1999)

General de Brigada Dionisio Gil de La Rosa (1854- 1999)

martes, 25 de septiembre de 2012

Confirman optimismo ante proceso de paz en Colombia

Confirman optimismo ante proceso de paz en Colombia

Descubren cuatro tipos de cáncer de mama genéticamente determinados

Descubren cuatro tipos de cáncer de mama genéticamente determinados

Crean nanopartículas que llevan la quimioterapia solo a células cancerosas

Crean nanopartículas que llevan la quimioterapia solo a células cancerosas

El Hubble ofrece fotografía a 55 millones de años luz

El Hubble ofrece fotografía a 55 millones de años luz

Paleorama en Red. Prehistoria y Arqueología en Internet

Los 10 fraudes más famosos de la arqueología.

In E-Otras noticias on abril 12, 2012 at 12:11 El hombre de Piltdown
La historia de la arqueología y paleontología no solo está llena de grandes descubrimientos, sino también de grandes fraudes. Sepa de cuáles hablamos.
Los descubrimientos arqueológicos y paleontológicos no dejan de sorprender a la comunidad científica, más que todo porque queda constatado que siempre hay algo nueva que espera ser hallado.
Sin embargo, si bien la rigurosidad con que proceden la mayoría de investigadores es digna de celebrarse, también a lo largo de la historia se han registrado casos en los que se pretendió embaucar a la humanidad con hallazgos que al final resultaron falsos.
A continuación presentamos una recopilación de estos “descubrimientos” y de otro que aún hoy día sigue puesta en duda su autenticidad.

1.-El mapa de Vinlandia

El mapa de Vinlandia
Es un mapamundi que dicen data del siglo XVI, que representa una masa de tierra en el Atlántico llamada Vinlandia, que fue visitada por los vikingos en el siglo XI. Así se buscaba demostrar que estos exploradores llegaron a América mucho antes que Cristobal Colón. Sin embargo, su autenticidad se encuentra en duda. El mapa, dado a conocer en 1965, está en poder de la Universidad de Yale.

2.-La piedra de Kensington

La piedra de Kensington
Es una piedra que lleva grabado un texto en supuestos signos rúnicos, hallada en 1898 en una granja muy cercana a la aldea de Kensington (EEUU). Con ella se pretendía atestiguar que los vikingos llegaron a Minnesota en 1362. Sin embargo, todos los expertos la desestimaron al descubrir que estaba escrito en una mezcla de noruego, sueco e inglés.

3.- El gigante de Cardiff

El gigante de Cardiff
Fue un fraude perpetrado en 1869 por George Hull, quien mandó a tallar una figura humana de tres metros y diez centímetros de altura a partir de un bloque de yeso, para luego enterrarlo y hacerlo descubrir por un constructor de pozos. En la actualidad el gigante de Cardiff se exhibe en el Museo de los granjeros de Cooperstown (Nueva York).

4.- El dinosaurio con alas

El dinosaurio con alas
´Archaeoraptor´ es el nombre con que National Geographic presentó en 1999 a un fósil de China que supuestamente era el eslabón perdido entre las aves y los dinosaurios terópodos. En febrero de 2000, la misma publicación anunció que investigaría la autenticidad del descubrimiento y poco después se comprobó que era falso.

5.- Las pinturas rupestres de Zubialde

Las pinturas rupestres de Zubialde
En abril de 1990, un estudiante de historia llamado Serafín Ruiz Selfa encontró la entrada de una cueva, junto al río Zubialde (España), donde se topó con pinturas rupestres de todo tipo, desde un mamut hasta rinocerontes lanudos. Sin embargo, los científicos descartaron el hallazgo al indicar que los animales pintados desaparecieron de la zona mucho antes que llegara el hombre.

6.- El hombre de Piltdown

El hombre de Piltdown
Es considerado uno de los más grandes fraudes de la paleoantropología porque se creyó verdadero por 45 años. Los restos de ´El hombre de Piltdown´ fueron hallados en Inglaterra en 1912 por el obrero de una cantera. Se creía que los restos correspondían al eslabón perdido, hasta que se descubrió que un diente pertenecía a un orangután, otro a un mono y el cráneo a un ser humano.

7.- Las tablillas de Glozel

Las tablillas de Glozel
Representan uno de los misterios que han levantado controversia, debate y escepticismo en el mundo científico y arqueológico. Fueron descubiertas por Emile Fradin (1907-2010) el 1 de marzo de 1924 en cercanías de la localidad de Glozel, en el departamento francés de Allier.

8.- Las piedras de Ica

Las piedras de Ica
Son una colección de piedras del tipo andesita provenientes de nuestro país, que la ciencia considera categóricamente un fraude. Se caracterizan por estar decoradas con supuestos antiguos dibujos de dinosaurios y artefactos tecnológicos avanzados.

9.- La tiara de Saitafernes

La tiara de Saitafernes
Es una tiara de chapa de oro que supuestamente pertenecía al rey escita Saitafernes y que fue comprada por el Museo del Louvre en 1896. Posteriormente se reveló que era una falsificación.

10.- El cráneo de Calaveras

El cráneo de Calaveras
El cráneo de Calaveras fue descubierto por mineros en el condado de Calaveras, California, que demostraría que los humanos coexistieron con mastodontes y elefantes, al indicarse que el hallazgo correspondía al Plioceno y que así era el resto humano más antiguo de continente. Poco después se desbarató esa posibilidad.
vía RPP NOTICIAS.
Añadimos lo siguiente por propuesta de nuestros amigos de facebook.

11.- Hallazgos epigráficos de Veleia


España. El culebrón de este yacimiento romano que en 2006 se vendió como cuna del euskera y que, además, fue presentado como referente de la emergencia del cristianismo en la Roma del siglo III, está a las puertas de la fase judicial, última parada con la que se pretende resolver el monumental entuerto. La Diputación Foral de Álava presentó ayer ante la Fiscalía de Vitoria-Gasteiz una denuncia contra la empresa Lurmen SL, concesionaria de las excavaciones. La demanda plantea un presunto delito de ataque al patrimonio cultural.
Más info en: http://elpais.com

12.-  Shinichi Fujimura, el arqueólogo que plantaba fósiles y herramientas líticas.


Shinichi Fujimura, fue sorprendido por unos reporteros.

Al japonés Shinichi Fujimura, director del Instituto Paleolítico Tohoku, en Japón, le llamaban “mano de Dios” por su inmensa suerte en las excavaciones arqueológicas. Donde ponía el ojo sacaba el fósil. O más bien lo ponía también. Al prestigioso arqueólogo, que había excavado en 180 yacimientos paleolíticos en la isla, le grabaron el 22 de octubre de 2000 a las seis de la mañana unos reporteros del diario Mainichi Shimbun mientras plantaba en su yacimiento los fósiles que horas después descubriría. Fujimura confesó haber falsificado sólo parte de los hallazgos, pero pronto reveló su trabajo en 42 yacimientos. A pesar de que exculpó a sus colaboradores, uno de ellos –Mitsuo Kagawa, de 78 años– se suicidó tras haber sido considerado cómplice por una revista.Las preguntas son obvias. Fujimura llevaba dos décadas cultivando fósiles. ¿Cómo no se dio cuenta nadie? Si alguien lo hizo no quiso dudar del ídolo cuyos hallazgos incrementaban en decenas de miles de años la antigüedad de la cultura japonesa. Antes de Fujimura, la presencia humana en la isla se databa en 30.000 años; en cambio, él llegó a encontrar herramientas de hace 600.000 años, la época del Homo erectus, y eran por cierto utensilios mucho más sofisticados que los hallados en otros lugares para esta especie.
Tras este caso, no sólo Fujimura –que ingresó en un hospital psiquiátrico– se ha desacreditado; la comunidad internacional duda ahora de toda la arqueología japonesa y sus métodos.
De: http://elpais.com

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El legado testamentario del gobernador de las Indias frey Nicolás de Ovando


El legado testamentario del gobernador de las Indias frey Nicolás de Ovando (Artículo inédito escrito exclusivamente para ser publicado en primicia en la revista Clío.)
La fortuna de Nicolás de Ovando

Por Esteban Mira Caballos. (Investigador y profesor de Historia de la Universidad de Sevilla)

Fuente: Revista CLIO. Órgano  de la Academia Dominicana de la Historia. Año. 2003. No. 165-01. Pág. 33 a 58
Fernández de Oviedo nos concretó un poco más sobre esta propiedad y sus herederos, afirmando que seis de ellas que estaban juntas en un lado de la acera las destinó al hospital de los pobres de San Nicolás, mientras que las restantes las legó “a su Orden y convento, como buen religioso”. (Fernández de Oviedo, Gonzalo. Historia general y natural de las Indias. Tomo I. Madrid, Atlas, 1992, p. 87. Por su parte, Antonio de Herrera no aporta datos nuevos al respecto al decir: “dejó algunas heredades y granjerías en la isla que se hizo administrasen por él y muchas casas que se hizo edificar en Santo Domingo, y mucha parte de ellas dejó al hospital y la otra parte para su Orden de Alcántara (...)”. Herrera, Antonio de. Historia General de los hechos de los castellanos en las islas y Tierra Firme del Mar Océano, Tomo I. Madrid, Universidad Complutense de Madrid, 1991, p. 505.)
  Pero Fernández de Oviedo fue mucho más allá, al decir que el Comendador Mayor llegó a disponer en la isla de unas rentas anuales de 8,000 ducados.( Concretamente decía así: “Y así de eso que él tenía como comendador mayor de la Orden Militar y caballería de Alcántara, como de los salarios que con esta gobernación llevaba, tenía ocho mil ducados de renta en cada año o más, según yo lo supe de Diego López de Salcedo, su sobrino, y de otras personas que cerca de él estuvieron (...)”. Herrera. Ob .N cit., p. 505.) Sin embargo, pese a que a grandes rasgos conocemos la fortuna que el viejo gobernador dejó en Santo Domingo, siguen siendo muchas las interrogantes: ¿En manos de cual mayordomo dejó sus propiedades a su marcha de la isla? ¿Qué dispuso exactamente en su testamento? ¿Qué ocurrió con su fortuna tras su fallecimiento? A estas interrogantes intentaremos dar respuesta en las páginas siguientes.
Sabida es la enorme fortuna que el primer gobernador de las Indias dejó a su muerte en 1511. En el momento de su salida de la isla, en 1509, poseía unos 300,000 montones de yuca, repartidos por toda la colonia en más de una quincena de estancias y al menos dos huertas: una en Bonao y otra en el porque estaba edificando los solares que tenía en la calle de la Fortaleza en Santo Domingo. Y cuando se marchó de la isla en 1509 dejó designada a una persona de su confianza para que administrase sus estancias e invirtiese los beneficios en la construcción de las casas de la Ciudad Primada. Casi con total seguridad, el mayordomo designado fue su sobrino Diego López Salcedo, que residió en la isla hasta poco después de la muerte del Comendador Mayor. De hecho, el 6 de junio de 1511 se remitió una Real Cédula a Diego Colón en la que se le ordenaba, “por hacer bien a frey Nicolás de Ovando”, que su mayordomo Diego Salcedo conservase su vecindad en la isla, pese a no residir allí. (“Real Cédula a Diego Colón, Sevilla, 6 de junio de 1511”. AGI, Indiferente General 418, leg. 3, fol. 72v.)
Todo parece indicar que hacía tiempo que Ovando tenía clara su idea de reinvertir todos sus beneficios agrícolas y ganaderos en sus bienes inmuebles de Santo Domingo. Y no se equivocó en esta decisión, pues, sus propiedades urbanas se convirtieron tras su fallecimiento, en la base de su fortuna. En ellas trabajaban oficiales que empleaban como mano de obra tanto a indios naborías y de repartimiento como a esclavos negros. Este último dato quedó corroborado en 1513 cuando se autorizó al Comendador Mayor de Castilla a utilizar cuantos esclavos necesitase de la “disposición de Ovando” con tal de que los pagase a 60 pesos de oro cada uno. (Concretamente decía así: “Item, que si el dicho Comendador Mayor de Castilla quisiere tomar algunos esclavos de los que pertenecen a la dicha disposición que quedaron en la dicha isla a precio de sesenta pesos de oro cada esclavo que le sean dados y entregados los que el dicho señor Comendador Mayor quisiere y que el precio que en ellos montare lo reciba en cuenta y parte de pago de los dichos mil y quinientos pesos de oro”. Concordia entre el disponedor de los bienes de Nicolás de Ovando y el Comendador Mayor de Castilla, Valladolid, 2 de junio de 1513. AHN, Órdenes Militares, 1515. )
Probablemente, tras su fallecimiento, se abrió su testamento que debía ser muy claro en sus disposiciones fundamentales. De las quince casas que poseía en la isla, seis las dejó a favor del hospital de San Nicolás, institución que se hizo cargo de dicho legado inmediatamente después de su fallecimiento. El resto de sus heredades, incluidas las nueve casas restantes, las dejó no exactamente a la Orden de Alcántara sino específicamente al convento de San Benito, fundamentalmente con la intención de “acrecentar el número de freiles de este sacro y Real convento de San Benito de la villa de Alcántara” ( AHN. Órdenes Militares, 1515)
Según era usual en la época, los herederos –en este caso los freiles del convento de San Benito debían heredar los bienes que quedasen después de haber cumplido las disposiciones por su alma. Y concretamente, dejó dispuesta la erección de una capilla y enterramiento en la iglesia conventual de San Benito. Una capilla en la que se debía fundar una capellanía o memoria de misas a perpetuidad Éstas se instituyeron por el alma del propio frey Nicolás y por las de sus padres, aunque desconocemos el número de misas anuales que se debían rezar o cantar.
Y obviamente, poco después de fallecer el Comendador Mayor de Alcántara, el viejo sacristán del convento de San Benito, Diego Moreno, se hizo cargo de los bienes del finado. Sin embargo, una sorprendente e injusta decisión de Fernando el Católico provocó, por un lado, un largo proceso, y por el otro, un retraso de décadas en el cumplimiento de la última voluntad del finado. Seis días después de su muerte, el rey notificó a Diego Colón que los bienes de aquel continuasen en poder y como  estaban “en vida de él” sin ningún tipo de “innovación” mientras decidía que hacer con ellos.( Real Cédula a Diego Colón, Sevilla, 4 de junio de 1511”. AGI, Indiferente General 418, leg. 3, fol. 69v. ). Y poco se hizo esperar su resolución, pues, el 21 de junio de 1511, Fernando de Castilla, “como administrador perpetuo de las órdenes de caballería” hizo merced a Fernando de Vega, Comendador Mayor de Castilla, del usufructo vitalicio de los bienes que dejó en la isla frey Nicolás de Ovando  (Real Cédula a don Fernando de la Vega, Comendador Mayor de Castilla, Sevilla, 21 de junio de 1511”. AGI, Indiferente General 418, leg. 3, fols. 101-105. ) En ese mismo día remitió una Real Cédula a Diego Colón para que le entregase los bienes de Ovando al representante del citado Comendador Mayor de Castilla. (Real Cédula a Diego Colón, Sevilla, 21 de junio de 1511”. AGI, Idi ferente General 418, leg. 3, fol. 105. ) Y no fue la única merced que el Rey le hizo, pues, el 13 de septiembre de 1512 le concedió el título  muy enjundioso económicamente de fundador y marcador de oro de la Isla de Cuba (“Real Cédula haciendo merced a Fernando de Vega, Logroño, 13 de septiembre de 1512”. AGI, Indiferente General 418, leg. 3, fol. 20v-21v.
La decisión la tomó el Rey Católico como administrador perpetuo de la Orden y, por tanto, de las rentas de la Mesa Maestral. Sin embargo, lo que reivindicaron siempre los disponedores del alma de Ovando –como se les denominaba en la documentación de la época y los freiles del convento de San Benito es que los bienes no fueron legados a la Mesa Maestral sino exclusivamente a la fábrica del convento de San Benito.
El pleito entre don Fernando de Vea y los disponedores de los bienes de Nicolás de Ovando
La concesión de los bienes en usufructo al Comendador Mayor de Castilla fue tremendamente injusta, entre otras cosas porque privó al viejo gobernador de La Española de algo tan legítimo y fundamental en nuestro derecho civil como el cumplimiento de su voluntad testamentaria. Pero también era absolutamente lesivo para los intereses del convento de San Benito, heredero principal de sus bienes, y por tanto, el gran perjudicados por la decisión regia.
 Pero, el agravio a los frailes de San Benito no acabó ahí; el rey dispuso que Fernando de Vega terminase de construir las casas de Santo Domingo y que, como a su muerte, pasarían al convento de San Benito, debía ser éste quien abonase a Fernando de Vega los 1,500 pesos oro que se estimaba tendrían de coste.
 Obviamente, los conventuales alcantarinos iniciaron un proceso judicial en el mismo año de 1511. El proceso se alargó muchos meses porque, aunque parecían justas las reivindicaciones de estos, se enfrentaban a una disposición regia. Sea como fuere, lo cierto es que el rey, para evitar los perjuicios de un proceso de esas características, decidió convocar en Valladolid, el 2 de junio de 1513, a ambas partes para intentar llegar a un acuerdo satisfactorio. En representación del viejo administrador de las disposiciones de Nicolás de Ovando, Diego Moreno, fue con poder expreso suyo el prior del convento de San Benito, frey Pedro de Escobar.
En la concordia se ratificó el usufructo vitalicio de don Fernando de Vega, Comendador Mayor de Castilla, de las  casas y demás heredamientos de la Isla de Santo Domingo. No obstante, se introdujeron algunas novedades en favor de los disponedores de su memoria, a saber: En primer lugar, se incorporó un pequeño pero significativo matiz; las propiedades urbanas de Nicolás de Ovando se mencionaban como “las dichas casas de San Benito”, reconociendo de alguna forma que la propiedad era del convento y no de la Mesa Maestral, como se sostuvo sin fundamento en un primer momento.
 En segundo lugar, se eximió a los freiles de San Benito del pago de los 1,500 pesos oro. Ahora se dispuso igualmente que se abonasen los costes a don Fernando de Vega pero de los bienes y deudas de Nicolás de Ovando que aún quedasen en la isla. Pero no sólo quedaban eximidos los freiles del pago sino que, incluso, se decía que, si la venta de dichos bienes superaba los 1,500 pesos de oro, se les debía entregar a estos la demasía.
 En tercer lugar, en adelante no se podrían pedir cuentas de lo gastado en las casas antes de la toma de posesión de ellas por los representantes de don Fernando de Vega “ahora ni en tiempo alguno”. Y en cuarto lugar, se autorizaba a los freiles a nombrar un delegado que estuviese presente en la isla para supervisar la venta de los bienes de Ovando y la construcción y gastos que se hacían en las casas de Santo Domingo.  Estos eran, pues, los principales puntos del pacto entre los freiles de San Benito y don Fernando de Vega, Comendador Mayor de Castilla.
 Sin embargo, los cenobitas de San Benito no quedaron ni muchísimo menos satisfecho con el acuerdo de 1513; de ahí que prosiguiesen sus reivindicaciones hasta 1516, año en el que de nuevo comparecieron en Madrid ambas partes para llegar a un nuevo y, en este caso, definitivo, acuerdo. Efectivamente, en la Nochebuena de 1516, se reunieron en Madrid don Fernando de Vega, Comendador Mayor de Castilla y don Pedro Escobar, prior del convento de San Benito, y suscribieron un nuevo pacto que desde luego parecía mucho más justo.
 Las rentas de las casas de Santo Domingo y las demás heredades que aún quedasen en la isla se repartirían entre el convento y don Fernando de Vega al cincuenta por ciento, a contar desde enero de 1517.25 Una vez fallecido el Comendador Mayor de Castilla, la propiedad sería obviamente para el convento “para que sea convertida y gastada en el crecimiento del número de freiles”.
Y finalmente se preveía que si ambas partes llegaban a acordar la venta de las casas, antes de la muerte del Comendador Mayor de Castilla, el importe se debía llevar al monasterio de San Jerónimo de Buenavista, de Sevilla. Con dicha cantidad se comprarían rentas y los beneficios serían repartidos de la siguiente forma: las dos tercias partes para el Comendador Mayor de Castilla, y la tercia parte restante para el convento de San Benito.
En definitiva, este nuevo acuerdo parecía mucho más justo que el anterior. Todos debieron ceder en parte para alcanzar dicho pacto. La corona, reconocía tácitamente lo  injusto de su decisión; Fernando de Vega, cedía la mitad de unos beneficios que le habían sido otorgados por la propia corona; y los freiles de San Benito aceptaban el cobro de la mitad de unas rentas que en verdadera justicia creían merecer íntegramente.
 El cumplimiento de la memoria de Nicolás de Ovando
Sea como fuere, lo cierto es que una vez fallecido don Fernando de Vega, por fin los bienes de Nicolás de Ovando recayeron en los disponedores de su alma y se pudo, a la postre, realizar su capilla y enterramiento. Sus labores estuvieron a cargo del maestro mayor de obras del convento, Pedro de Ybarra. La capilla estaba prácticamente acabada en 1561 cuando el propio arquitecto informó que solo faltaba por hacer “el letrero y quitar los andamios de ella (...)”. Una capilla decorada con un friso corrido de estilo plateresco y una serie de medallones con los bustos de Santa Bárbara y Santa Catalina así como una hornacina funeraria finamente decorada.( Andrés Ordax, Salvador (dir). Monumentos artísticos de Extremadura. Mérida, Editora Nacional de Extremadura, 1995, p. 48.) El coste total de la obra ascendió a 1,812,375 maravedís, es decir, poco más de 53,000 reales.30 Sin embargo, es cierto también que, pese a las importantes rentas que poseía la memoria de Nicolás de Ovando, en los años de máxima actividad constructiva se tomaron prestados caudales. De hecho, hacia 1560 se estimaba que el depositario de las rentas de Nicolás de Ovando debía un total de 685,375 maravedís, 286,254 a la fábrica conventual de San Benito y el capital restante a la llamada Capellanía de Casillas (“Expediente sobre los bienes de Nicolás de Ovando”. AHN, Órdenes Militares, 1515.)
En cualquier caso, las rentas de Nicolás de Ovando fueron cuantiosas y fueron compradas casi en su totalidad con el dinero obtenido de la venta de sus bienes indianos. Los ingresos que tenía la memoria procedían de la renta de hierba, de censos y de un juro de 10,000 maravedís al año sobre las alcabalas del hierro de villa de Cáceres.32 Conocemos los ingresos concretos que tuvo la capellanía de Ovando en 1565 que eran los siguientes:
Cargo de la memoria de Nicolás de Ovando en 1565
Concepto Cantidad Absoluta Porcentaje. Alcance al depositario desde1561 a 1565,. 199,466. % 65.8. Censos 87,984.% 29.05. Hierbas 15,458.  %5.10.  Total 302,908  %100.00 (Las cifras están expresadas en maravedís.)
Conclusiones
De lo expuesto precedentemente debemos destacar varias cuestiones importantes: Primero, la fortuna que amasó frey Nicolás de Ovando en La Española fue muy considerable. Unas importantes propiedades urbanas, con unas quince casas de piedra en el centro de la ciudad de Santo Domingo, y una no menos cuantiosa propiedad rural, con un buen número de estancias, hatos ganaderos y algunas huertas distribuidas por toda la isla.
Segundo, de acuerdo con lo que se venía sosteniendo hasta la fecha, la mayor parte de su fortuna la destinó a objetivos píos o religiosos. Concretamente, les dio un triple destino: uno al hospital de San Nicolás de Bari de Santo Domingo pensaba incrementar el número de profesos; y tres, la dotación de una capilla y memoria a perpetuidad para los servicios espirituales de su alma.
Tercero, si no se pudieron cumplir las mandas testamentarias de Nicolás de Ovando a corto o mediano plazo,, no se debió obviamente a falta de caudales sino a la injusta desviación que el rey Fernando el Católico hizo de su capital en beneficio de Comendador Mayor de Castilla, don Fernando de Vega.
Cuarto, tras un largo procesos entre los freiles de San Benito y don Fernando de Vega, aquellos consiguieron recuperar lo que injustamente se les había arrebatado. Una vez fallecido el Comendador Mayor y liquidadas las propiedades urbanas de Santo Domingo, los disponedores del alma de Ovando pudieron acabar su capilla, cumplir su última voluntad y probablemente aumentar las rentas de San Benito lo suficiente como para incrementar el número de profesos allí residentes.
Y quinto y último, la renta anual de la memoria de Nicolás de Ovando era tan considerable que, en 1565, es decir, más de medio siglo después de su fallecimiento, ascendían a más de 300.000 maravedís.
Segunda parte.
 Apéndice. I, Acuerdo entre el disponedor de la memoria de Nicolás de Ovando y el Comendador Mayor de Castilla (2-VI-1513).
Apéndice II
Acuerdo entre los freiles de San Benito y don Fernando de Vega, sobre los bienes del difunto frey Nicolás de Ovando (24-XII-1516).


El bohío dominicano: de lo real a lo simbólico


El bohío dominicano: de lo real a lo simbólico Ponencia presentada en el Encuentro Internacional de Arquitectura Popular en el Medio Rural: las Casas Pajizas, celebrado en Pinolere, La Orotava, Tenerife, Canarias, España, durante los días 31 de octubre al 3 de noviembre de 2002.
Evolución del bohío a través de la historia de Santo Domingo
Por Walter Cordero**( Miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Historia.)
Fuente: Revista CLIO. Órgano  de la Academia Dominicana de la Historia.  No, 165-05. Año 2003. Pág. 103-128

Estaba representado por dos tipos de construcciones, uno redondo de palos parados o verticales llamado caney, muy resistente a los vientos y otro cuadrado, de dos aguas y con más aposentos o piezas. Este último era habitado por los caciques y otras gentes de cierta jerarquía en la sociedad Al referirse a la vivienda aborigen, Gonzalo Fernández de Oviedo indicó que el bohío de los taínos indígena. Ambas viviendas se hallaban recubiertas de pajas obtenidas de diversas variedades de palmas y gramíneas. El cronista añadió que este último material era de carácter decorativo y que ya en su época se iba extinguiendo por destinarse a la alimentación de animales (Gonzalo Fernández de Oviedo. Historia general y natural de las Indias, Tomo I. Madrid, Ediciones Atlas, 1959, p. 146 (Biblioteca de Autores Españoles).
Al hablar de este tipo de vivienda, Las Casas destacó la consistencia y belleza del caney. Este tenía forma de campana, y constituía un habitáculo colectivo ya que, según dijo, albergaba entre 10 y 20 personas o más. En referencia a su precio, narró que un español vendió a otro uno por seiscientos castellanos o pesos de oro, y que cada vivienda podía valer “cuatrocientos i cincuenta maravedíes”. (Bartolomé de las Casas. Obras Escogidas, Tomo I. Madrid, Ediciones Atlas, 1957 (Biblioteca de Autores Españoles).
Durante casi cinco siglos, el bohío constituyó el albergue común a los indígenas, españoles, africanos, así como también al híbrido étnico criollo, resultante del entrecruzamiento genético y cultural de aquellos en el territorio dominicano.
Pero, obviamente, las casas descritas por los cronistas españoles al inicio de la colonización evolucionaron en sus diseños y materiales de construcción.
En los tiempos de miseria colonial comprendidos entre finales del siglo XVI y la segunda mitad del XVIII, la vivienda tendió a ser tan precaria como la propia inseguridad de la vida rústica y difícil del hatero y del esclavo. La casa rural devino más pequeña y a los materiales existentes se les añadieron barro, estiércol de res y tablas de distintas maderas duras.
En 1717 Pierre de Charlevoix estimó la población de la parte española de la isla, ya dividida en dos colonias, en 18,410 almas. Y afirmó, en referencia a la situación de estos habitantes, que
“(...) nada es más pobre que esos colonos: excepto la capital, donde quedan todavía varios palacios y mansiones, que se resienten verdaderamente de su antiguo esplendor; por donde quiera en otras partes no se ven sino chozas y cabañas, donde apenas se está a cubierto(Pierre de Charlevoix. Historia de la Isla Española de Santo Domingo, Tomo I. Santo Domingo, Editora Santo Domingo, 1975, p. 385 (Sociedad Dominicana de Bibliófilos).

Al parecer, este sombrío panorama adquirió otro matiz en la segunda mitad del siglo XVIII. En esa época, la producción ganadera halló salida hacia el lado francés –más próspero por sus plantaciones de gran rendimiento– con lo cual mejoró la situación económica de los hateros y hacendados. También en ese tiempo surgieron nuevas poblaciones y se refundieron otras, gracias principalmente a la inmigración canaria.
Según la versión que ofreció Sánchez Valverde, en 1780:
“(...) se veía la Capital reedificada en la mayor parte con edificios de mampostería y tapias fuertes, de que se habían hecho calles enteras. El resto estaba poblado de buenas casas de madera, cubiertas de yaguas, bien alineadas y bastantemente cómodas y capaces (...)”.(Antonio Sánchez Valverde. Idea del valor de la Isla Española. Ciudad Trujillo, Editora Montalvo, 1947, p. 133.)

Es decir, de bohíos donde residía una proporción indeterminada de la población de Santo Domingo. En la ruralía, los efectos benéficos del realce económico de estos años son notorios por el número y condición de los bohíos en tinglados de algunos hateros, registrados en los protocolos notariales de Bayaguana e Higüey. Para esa misma época y en años posteriores, la gente común del campo, representada por pequeños criadores, libertos y esclavos, seguía viviendo mayormente en habitáculos rústicos y antihigiénicos. De hecho, en referencia a esta casa, los
Inventarios de bienes la describían desprovista de puertas y la llamaban peyorativamente bohichuelo, estimada para fines de compra y venta por debajo de la cotización atribuida a un burro.
En 1851, Schomburgk contrastó la exhuberancia de la naturaleza y fertilidad del suelo con la pobreza del campesinado tabaquero residente en el vado comprendido entre el río Camú y La Vega, cuyos bohíos eran

“(...) de apariencia miserable y no superiores, en lo referente a comodidad y protección contra los elementos de la naturaleza, a las que encontré entre los indios salvajes de la Guyana”.( Sir Robert Schomburgk. “Relación de un viaje a las Provincias del Norte y a la Península de Samaná”. En Bernardo Vega y Emilio Cordero Michel (eds.), Asuntos dominicanos en archivos ingleses. Santo Domingo, Editora Corripio, 1993, p. 14. (Fundación Cultural Dominicana).

Este mismo autor también refirió la decadencia que en la fecha indicada padecía Monte Cristy, la cual era una aldea dotada apenas con 22 bohíos.

Durante el último cuarto del siglo XIX, la transición productiva hacia la agricultura de exportación le confirió gradualmente mayor estabilidad social al campesinado dominicano. Cabe recordar que nuestro país –a diferencia de lo que ocurrió en Cuba y Puerto Rico– tuvo una economía rural muy diversificada y un crecimiento demográfico mucho más lento y tardío. Salvo la llanura oriental, donde el acaparamiento del suelo por los ingenios azucareros impidió el avance del campesinado independiente, en la mayor parte del territorio dominicano la agricultura evolucionó en base de pequeñas y medianas explotaciones agrícolas que fijaron durante generaciones a gran parte de la población en el campo si bien bajo condiciones de vida modestas y precarias.
En el Cibao, el tabaco y más tarde el cacao, el café y otros productos agrícolas alimenticios impulsaron las actividades comerciales y dinamizaron el crecimiento poblacional en la zona más rica del país. En el sur, la pequeña producción azucarera, el café, los rubros alimenticios y la crianza contribuyeron de diversas formas a asignarle un nuevo perfil a la zona rural de esta región. En consecuencia, en esta fase el bohío campesino se amplió numéricamente, mejoró en ciertos casos su condición material y arquitectónica y reafirmó su papel como epicentro de la convivencia familiar y social.
Pero, como anoté anteriormente, el bohío no era la respuesta habitacional solamente para la población rural.
Todavía al cierre del XIX y en las décadas subsiguientes este era también la vivienda más extendida en el país en las zonas urbanas. Según afirma un autor consultado, en 1880 en las principales calles de la entonces villa de San Carlos, “solamente existían bohíos fabricados de tablas de palma con techo de yaguas”. (M. A. González Rodríguez. “Apuntes y recuerdos de San Carlos”. Clío, Año XXIII, Nº 104. Ciudad Trujillo, julio septiembre de 1955, p. 133 (Academia Dominicana de la Historia).
 Igualmente, en opinión de Francisco Veloz, comerciante capitaleño que escribió sobre el barrio capitalino de La Misericordia, en 1894 este conglomerado tenía más de 300 bohíos. (Francisco Veloz. La Misericordia y sus contornos (1894-N1916), 1ª ed. Santo Domingo Editora Arte y Cine, 1967, p. 216.)
Por otra parte, algunos datos estadísticos dispersos indican que, en 1893, Santo Domingo contaba con 907 bohíos de yagua; San José de Ocoa, 164 sobre un total de 181 viviendas. Un lustro después, en 1898, en La Vega fueron registrados 597 bohíos techados con yaguas dentro de un total general de 793 viviendas empadronadas en un censo levantado ese año. A su vez, Santiago tenía en esa misma fecha 1,510 bohíos de yaguas de un conjunto de 2,047 viviendas; en 1910, la cifra ascendió a 1579 bohíos. Por último, en 1909, Baní apenas tenía 60 casas de zinc y 30 de tejas frente a sus 465 bohíos techados de cana. (Por otra parte, algunos datos estadísticos dispersos siglo de vida ocoeña, Vol. I. Santo Domingo, Editora Amigo del Hogar, 1970, p. 99; Mario Concepción. La Concepción de la Vega. Relación Histórica. Santo Domingo, Editora Taller. 1981, p. 130 (Sociedad Dominicana de Geografía, Vol. XVI); Ayuntamiento de Baní. “Resultado del Censo”. Baní, Libro de Actas del Ayuntamiento, 5 de abril de 1909. )

En 1935 casi todos los habitantes del país se guarecían de los elementos bajo casas de paja. Para entonces teníamos 234,289 bohíos de un conjunto habitacional ascendente a 301,834 viviendas, o sea, el 78% del total existente. De ahí que, en el caso dominicano, por lo menos hasta bien entrado el siglo XX, es difícil enfocar el bohío sin referirse a su presencia urbana. Por supuesto, la mayor parte de las casas censadas ese año correspondían al campo, que acogía el 82% de la población entonces existente que totalizaba unas 1, 479,417 personas. (Dirección General de Estadísticas. Anuario estadístico de la República Dominicana, 1939, Tomo I. Santiago, Editorial El Diario, 1940 (Véanse informes correspondientes a La Vega, p. 174; San Juan de la Maguana, p. 94 y Duvergé, p. 101).
Para dar una idea más detallada de la situación a nivel local, una provincia tan importante como La Vega sólo tenía 4,721 casas frente a los 26,651 bohíos y ranchos que agrupaban el 81% de todas sus edificaciones, incluyendo las que no eran clasificadas como viviendas.14 Muy distante del Cibao, en la pobre demarcación fronteriza de Duvergé, 2,125 bohíos y barrancones de yagua y cana con piso de tierra representaban el 96% de las viviendas habitadas.15 En tanto que en la fértil común de San Juan de la Maguana, las gentes también vivían mayoritariamente en la vivienda universal de los dominicanos de entonces.
En ese tiempo, el que luego sería el granero del sur, sólo tenía un edificio, 253 casas y 9,246 bohíos y ranchos, de los cuales 5,656 estaban construidos en tejamanil (tierra y estiércol) y apenas 20 de concreto.16 Salvo los casos excepcionales de las tres principales ciudades (Santo Domingo, Santiago y Puerto Plata), el bohío se enseñoreó en las ciudades del país hasta los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. Durante esas décadas, la economía dominicana logró un notable avance en su producción interna y exportable así como en la industria sustitutiva de importaciones.
También, aunque en forma moderada, se incrementó el nivel de empleos y los salarios, sobre todo en la industria azucarera. Además, la dictadura trujillista contuvo rígidamente la migración interna en un esfuerzo por limitar el crecimiento urbano y emprendió algunos proyectos de viviendas populares y para los sectores medios. Todos estos factores influyeron de algún modo en el retroceso numérico del bohío en ciudades como Santo Domingo y Santiago de los Caballeros.
En la zona rural, por el contrario, dicha construcción reafirmó su condición de vivienda más representativa de la identidad campesina dominicana. Este fenómeno estuvo asociado al proceso expansivo de la producción agrícola y del campesinado durante el régimen dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo, así como a la ya mencionada coerción de que se valió dicho gobierno para retener la población en el campo, disponiendo, incluso por decreto en 1953, la prohibición del éxodo rural hacia los centros urbanos.
Este acorralamiento de la población en el ámbito rural comenzó a fragmentarse a mediados de los años cincuenta, cuando la dictadura celebraba con mayor alborozo su primer cuarto de siglo. Para entonces, la expansión de la frontera agrícola se agotaba y la depresión de los precios internos por los pesados gravámenes existentes desalentaba al productor rural a permanecer vinculado al terruño. Adicionalmente, la disponibilidad de materiales de construcción para levantar y mejorar los bohíos se había convertido, en ciertos casos, en una actividad furtiva, por la merma del bosque y las disposiciones legales que desde los años cuarenta regulaban estrictamente la tala forestal.

Articulaciones históricas de la identidad nacional en República Dominicana


Articulaciones históricas de la identidad nacional en República Dominicana

Ponencia presentada en el IX Congreso Dominicano de Historia celebrado en el Museo Nacional de Historia y Geografía. Santo Domingo, República Dominicana, del 19 al 23 de octubre de 1999.

Raymundo Manuel González de Peña
Académico de Número y miembro de la Junta Directiva de la Academia Dominicana de la Historia.
FUENTE: Revista CLIO. Órgano de la Academia Dominicana de la Historia. Año 2010 No. 179-03. Pág.55-65

En la República Dominicana asistimos a un momento de revalorización de nuestras culturas en plural, de nuestra diversidad cultural, contrario a la visión mono cultural y la uniformidad tan del gusto de las clases dominantes y las dictaduras que por tanto tiempo fue hegemónico en el discurso intelectual. (Es importante anotar que esta revalorización se hace también recuperando y continuando una tradición de estudios de calidad en la Antropología Sociocultural). Roberto Cassá se ha referido a esta revalorización, a propósito del libro de Carlos Andújar, (Carlos Andújar Persinal. Identidad cultural y religiosidad popular. Santo Domingo, Editora Cole, 1999, en la que recoge varios trabajos de investigación en torno a culturas y discursos culturales producidos por las clases populares, marginales con respecto a las lecturas legitimadora de la identidad nacional dominicana.) Como una estrategia política que busca construir nuevas alianzas para articular proyectos hegemónicos desde la cultura en solidaridad con los sectores marginados.( Cfr. Roberto Cassá. “La política de la antropología dominicana”. Isla Abierta, No. 750. Santo Domingo, 16 de mayo de 1999, p. 21.)
Pero por ello mismo son proyectos limitados, incluso en sus posibilidades políticas de articulación.
Nos hemos acostumbrado, en los últimos años, a hablar en conferencias y seminarios de la identidad como algo dinámico, no estático, que en modo alguno se refiere a una esencia. Esto es un punto ganado al esencialismo de otros tiempos. Pero raras veces nuestro discurso da cuenta de esa dinamicidad, y vuelve punto menos que a caer en las A veces nos hacen falta marcos de referencia que permitan subvertir los horizontes de sentido desde los cuales se han configurado las identidades en nuestro país (y no sólo en el nuestro, dicho sea de paso). Propongo dos comentarios a este propósito:
En primer lugar, la metafísica de la noción de identidad en nuestro país no se halla en la Filosofía de forma genérica, sino que su fuente es propiamente la ideología del progreso .Esta ideología configuró los modos de pensamiento y de representación de las clases que asumieron el proyecto de nociones estrechas y estáticas que decimos criticar. Formación y consolidación del Estado-Nación desde el siglo XIX. Igualmente lo fue para el sistema-mundo capitalista que estrenó una faceta más sutil para reproducir su dominación  colonial sin colonias. Colonialidad, por tanto, que continúa vigente a través de la dominación social asimétrica de los capitales y las naciones más ricas del globo, sobre los pueblos y los territorios en general. Como refiere Edgardo Lander, “la colonialidad es constitutiva de la modernidad occidental (,“Modernidad, colonialidad y postmodernidad”, Estudios Latinoamericanos, No. 8, Nueva Época, año 4, julio-diciembre de 1997, pp. 31-46.) hoy, sin embargo, cuestionada en sus mitos fundamentales.
Nuestra noción de identidad tiene ahí un punto de partida, esto es, la necesidad de una crítica de la ideología del progreso. Tal ideología colonizó nuestra mirada, imponiéndonos una manera de pensar, especialmente a los que cumplieron y cumplen alguna función intelectual en la sociedad. Estableciendo así una jerarquía de valores que terminaba dializando el discurso en función de una escala superior/inferior: la contraposición civilización/barbarie, significaba (y lo sigue siendo en cierto sentido) un valor absoluto que llevaba al rechazo de todas las formas populares de pensamiento y convivencia; ellas eran exclusivamente representativas de atraso, de lo que debía ser dejado atrás y superado para siempre. Las formas arcaicas de vida social fueron estigmatizadas en el discurso civilizador, que más tarde se expresó de manera más sofisticada en la contraposición, ya envuelta en ropaje científico-social, como “verdad”, denominada tradicional/moderno, también de larga eficacia en el contexto de los Estados-Nación de la periferia capitalista.
En los años recientes en nuevo discurso, también ligado a la metafísica de esta ideología del progreso, y en particular a la modernidad tecnológica que se presenta como su resultado más obvio, parece desafiar los viejos discursos identarios.
Hoy el discurso hegemónico, el llamado “pensamiento único” de la globalización-neoliberal, que pretende re significar las relaciones sociales de dominación en el mundo a partir de un principio ideológico pretendidamente universal, no esconde el carácter social dual de su propuesta; “el mercado o la muerte” parece ser la consigna, que se resuelve en la contraposición globalizados/excluidos. La diferencia está en que este discurso no requiere de una legitimación como “verdad” de parte de la ciencia, puesto que ha “desarrollado la capacidad inercial de su auto-reproducción”.
En segundo lugar, la práctica de los Estados Nacionales de la periferia condujo a la formalización de identidades legitimadoras que partían de la interiorización del pueblo nación, congruente con el discurso de la ideología del progreso, y al mismo tiempo colocaban al Estado (y/o a las clases dominantes) haciendo el papel de héroe de la civilización, contra la barbarie. En nuestro país esa interiorización fue también presentada como debilidad del pueblo-nación, el cual aparecía en la historia abatido tras siglos de infortunios y ataques externos, y, en consecuencia, la necesidad de un hombre fuerte o una mano dura en la dirección del Estado.
El pueblo-nación en esta visión estaba necesitado de una mano patriarcal, un guía, que los condujera hacia los caminos del progreso, la civilización y el bienestar. Quizás el más acabado de estos proyectos-misión de identidades legitimadoras desde el Estado se encuentra en el fardo pesado de la herencia trujillista (sobre la que ha comenzado ya –a Dios gracias– una crítica ideológica todavía insuficientemente divulgada). (Recordemos aquí los trabajos de Andrés L. Mateo. Mito y cultura en la Era de Trujillo, Santo Domingo, 1993; Josefina Záiter. La identidad social y nacional en dominicana: un análisis psíco-social. Santo Domingo. Editora Taller, 1996; así como también los trabajos de Fennema y Loewenthal. La construcción de raza y nación en República Dominicana. Santo Domingo, 1987; Pedro San Miguel. La isla imaginada. Historia, identidad y utopía en La Española, Santo Domingo, 1997; entre otros). Tampoco el pueblo-nación es en este caso constituido como sociedad civil, puesto que tal conjunto no podía representar sujetos portadores del progreso. Ese papel sólo podían representarlo aquellos que habían asimilado la cultura occidental (la educación tenía un papel clave) y que por lo general eran hombres, tenían la tez blanca, pertenecían a las capas superiores de la sociedad, o al menos contaban con su reconocimiento. Los demás, que formaban la mayoría, quedaban como ciudadanos de segunda categoría. Los negros, los mulatos, los mestizos, vieron sistemáticamente suplantar el vínculo cívico por relaciones clientelistas, patriarcales y paternalistas, y el espacio público fue ocupado por una estrecha razón oligárquica que copó el Estado surgido tras la independencia.
El vínculo cívico establecido en las constituciones no pasó de ser una condición teórica negada en la realidad cotidiana, donde ciudadanos y ciudadanas se encontraban a merced de los que detentan el poder.( Este argumento lo hemos desarrollado en nuestro trabajo: “Construcción de identidades en América Latina en un mundo globalizado. Notas para un diálogo entre educadoras”. Hacia una América Latina diferente.)  Las clases populares, el pueblo-nación es entendido como desprovisto de toda iniciativa política válida. Esta imagen o representación de “carencia de iniciativa” popular es funcional a la dominación social, ya sea que se exprese de manera más o menos despótica.(  Hemos sido inducidos a pensar que el pueblo “todo lo espera del gobierno, pero también es cierto lo inverso: la gente popular hace el juego a ese discurso dominante, pero expresa sus iniciativas por vías menos visibles y por lo regular informales. Sólo en raras ocasiones se declara abiertamente, como en la expresión: “le cogemos la fundita y no somos reformistas. Para el estudio de estas iniciativas que “escamotean el discurso dominante, pueden ser útiles las reflexiones de Michel Certeau. La invención de lo cotidiano. Artes de hacer, Vol. I, México. Universidad Iberoamericana, 1996.  ) Es el reverso de la triple exclusión social y cultural en la que ha sido colocado y reducido el pueblo al consolidarse el Estado-Nación.
Esto ha sido funcional también en otro sentido. En la combinación de formas de identidad defensivas como forma de identidad legitimadora. La interiorización del pueblo, entendiendo por pueblo al conjunto de las clases populares de la nación, se constituye así en un mecanismo de legitimación en lecturas como la de Balaguer en La isla al revés, como certeramente lo ha estudiado Jesús Zaglul en un trabajo fundamental.( Jesús M. Zaglul. “Una identificación nacional ‘definitiva’: el antihaitianismo nacionalista de Joaquín Balaguer –una lectura de ‘La isla al revés’”, Estudios Sociales, Año XXV, No. 87, Santo Domingo, enero -marzo, 1992, pp. 29-66. ) La “diferenciación-indemnización” de lo haitiano en este discurso, responde así a la formación de identidad de resistencia –en el sentido que tiene en Castells– pero para ponerla al servicio de la legitimación del orden.

Esta combinación resulta posible gracias a la colocación del pueblo en una condición desabrigada, desprotegida frente a sus enemigos, que son vistos siempre como más fuertes y poderosos, aun sea de manera negativa (su “mayor número”, el “imperialismo haitiano”, la fuerza biológica que supone el carácter “prolífico” que le atribuye, etc., son algunas de las imágenes frecuentes atribuidas al pueblo haitiano en el libro de Balaguer).
El pueblo está siempre necesitado de un protector –lo que no es exclusivo de nuestro país, ni tampoco del ámbito político, porque él no forma parte de la sociedad civil (el campo de la construcción de hegemonía para Gramsci), sino que está al margen como espectador, fascinado de ver cómo “su héroe” lucha contra las “fuerzas negativas” que lo abaten y le impiden acceder a los beneficios del progreso.( Algunas reflexiones muy a propósito de estas imágenes se hallan, en Andrés L. Mateo. Al filo de la dominicanidad. Santo Domingo, LibreríaLa Trinitaria, 1997.  ) El pueblo solo, por sí mismo, no puede nada; es un tarado en cualquier sentido menos en uno: para seguir, apoyar, agradecer, pedir a su jefe, a su héroe, generalmente representado en la dirección del Estado.
En otro lugar hemos enunciado algunos de los problemas vinculados a la construcción de identidad y la ciudadanía que se desprenden de lo anterior. Entonces hablábamos de las dificultades u obstáculos que representaban ciertas formaciones culturales y prácticas institucionales que tienen como organizadoras de sentido una función de identidad.
La exclusión, en la triple dimensión que señalamos arriba, es la primera de todas. El autoritarismo, el mesianismo, la intolerancia y el clientelismo, el antihaitianismo como “identificación defensiva” son rasgos que marcan las prácticas políticas y que llevan un sello antidemocrático.( Marcos Villarán y Raymundo González. Educación, democracia, ciudadanización y construcción de identidades nacionales, Santo Domingo, FLACSO-PREAL-Plan Educativo, 1996. )
Quizás cumple en lo que sigue aproximarnos al valor de las identidades en la construcción social de alternativas en el mundo actual, si es que le cabe alguno.