16 de abril de 2012 | 00:00:00
Fuente:http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/248207
Managua, Nicaragua | elnuevodiario.com.ni
El papel actual de la comunicación y los medios
Galo Muñoz Arce | Opinión
En la actualidad, la comunicación es “la figura emblemática de las sociedades del tercer milenio” (Mattelart Armand y Mattelart Michele, Historia de las Teorías de la Comunicación).
La presencia de los medios de comunicación, como generadores de ideología, conocimientos, saberes, sentidos y símbolos en las sociedades del mundo moderno, es cada vez más fuerte.
En este sentido, el desarrollo de los medios de comunicación crea nuevas formas de acción e interacción y nuevos tipos de relaciones sociales, formas que son completamente diferentes del tipo de interacción cara a cara que ha prevalecido a lo largo de la historia de la humanidad.
Por tanto, se concibe que el desarrollo de los medios está fundamentalmente interrelacionado con las transformaciones institucionales más importantes que han dado forma al mundo moderno, aunque en América Latina, este mundo moderno llega por partes, puesto que los avances tecnológicos en la Informática y las comunicaciones están produciendo nuevas formas de representar el mundo y la realidad, a tal velocidad que muchas realidades no alcanzan a tomar su paso:
Un estudio de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, Inredh, con sede en Quito Ecuador, en América Latina y el tercer mundo, señala que el tema del acceso a las tecnologías es complejo. “Se producen otras formas de ver el mundo que no necesariamente corresponden a la realidad de las regiones más pobres del planeta”.
A pesar de las contradicciones y la variabilidad de los tiempos, la comunicación, por su ubicuidad, es figura esencial para el entendimiento de las sociedades actuales. Los medios aparecen como el elemento constitutivo para comprender las nuevas dinámicas sociales y políticas.
Para la especialista en comunicación de Inredh, Ana María Acosta Buenaño, la influencia de las tecnologías de la información modifica la forma de convivencia social, cultural y su relación con el poder y la política, a tal punto que la plaza, el parque, la esquina y hasta la iglesia, que antes eran el lugar de encuentro para intercambiar información y promover las discusiones públicas, son reemplazados por los centros comerciales y los medios de comunicación, donde se establece una relación menos personal.
Sostiene que la esfera política se construye en los medios. Su funcionalidad da cuenta que el poder “se mira y no se toca”, reafirmándose el alejamiento entre el productor y el receptor de los mensajes. Los hacedores de los contenidos puestos a circular, ejercen el derecho de la comunicación desde el nuevo púlpito de la modernidad: los medios.
Pierre Bourdieu, en su libro Pensamiento y Acción, afirma que en la actualidad el escenario mediático se convierte también en un escenario político, donde las diferentes corrientes confrontan y se encuentran, convirtiendo a los medios en parte de la lucha por el poder: “La lucha política apunta esencialmente a conservar o transformar esos principios, a reforzar o modificar la visión del mundo social”.
Así las cosas, los periodistas juegan un rol central, ya que entre todos los productores de discursos son quienes disponen de los medios más potentes para hacerlos circular e imponerlos. “Ocupan de este modo una posición privilegiada en la lucha simbólica por hacer ver y hacer creer”.
John B. Thompson ampliando este pensamiento llama a esto “la lucha por el poder simbólico”, donde medios de comunicación adquieren un valor trascendental en la comprensión de las sociedades modernas.
Afirma que: “El desarrollo de los medios estuvo fundamentalmente interrelacionado con las transformaciones institucionales más importantes que han dado forma al mundo moderno (…) Por lo tanto, si lo que queremos es comprender la naturaleza de la modernidad -es decir, de las características institucionales de las sociedades modernas y las condiciones de vida creadas por ellas- entonces debemos conceder un papel central al desarrollo de los medios de comunicación y a su impacto”.
Los mass media de difusión universal han puesto por las nubes el precio de la libertad de expresión: cada vez son más los opinados, los que tienen el derecho de escuchar, y cada vez son menos los opinadores, los que tienen el derecho de hacerse escuchar.
Así como los derechos humanos son producto de la lucha social de los seres humanos por mejorar su calidad de vida y la de su comunidad, pueblo o nacionalidad, el derecho a la comunicación no es la excepción. Si bien, es un concepto que varios autores lo denominan un “derecho emergente” o “en construcción”, este derecho responde a la necesidad de integrar a las diferentes conquistas sociales referentes a la libertad de opinión, de expresión, de prensa y de información, de forma que se responda a las demandas del contexto actual de forma integral.
* Periodis
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