Colombia desarrolla tecnología de aeronaves no tripuladas para combatir las drogas, rebeldes, minería ilegal
Por Seth Robbins
01/08/2013
MEDELLÍN, Colombia — Grupos armados y contrabandistas de drogas han buscado por mucho tiempo refugiarse en las montañas remotas, selvas espesas y costas extensas de Colombia — un terreno variado y, en ocasiones, infranqueable que puede frustrar las formas convencionales de vigilancia.
Esto ha llevado a que las fuerzas armadas de Colombia dependan cada vez más de vehículos aéreos no tripulados (UAV, también conocidos como aviones teledirigidos) para controlar sitios de infraestructura vulnerable, recabar información sobre las fuerzas de la guerrilla y rastrear los movimientos de botes rápidos de drogas.
La Fuerza Aérea Colombiana recientemente anunció tener una flota de más de 50 aeronaves no tripuladas de vigilancia, incluyendo al modelo Hermes 900 hecho en Israel y el pequeño ScanEagle, un UAV hecho por Boeing que transmite en tiempo real video de objetivos estacionarios y en movimiento. Colombia también está desarrollando su propia tecnología de aeronaves no tripuladas. El mes pasado, las autoridades exhibieron un simulador de vuelo hecho en Colombia que entrenará a pilotos de aeronaves no tripuladas.
“En toda la región, hay un auge en la adquisición y desarrollo de aeronaves no tripuladas”, dijo John Marulanda, un consultor con sede en Bogotá que aconseja a las compañías internacionales en cuestiones de seguridad.
Colombia lidera a Latinoamérica en tecnología de aeronaves no tripuladas
Los analistas dicen que por lo menos una docena de países por todo el continente Americano han adquirido o están desarrollando sus propios vehículos no tripulados, incluyendo a Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, México, Perú, Venezuela y la República Dominicana. Se cree que todos los modelos son no tripulados y solamente con fines de vigilancia.
Colombia aparentemente comenzó utilizando vehículos no tripulados ScanEagle provenientes de EE.UU. en el 2006 como parte de operaciones contra la insurgencia y los estupefacientes, y el Washington Post informó en 2011 que la aeronave se utilizaba “para apoyar los esfuerzos de rescate de rehenes de EE.UU. y prestar asistencia” a la búsqueda militar colombiana de líderes de la guerrilla pertenecientes al grupo terrorista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las autoridades colombianas también han considerado las aeronaves no tripuladas como la mejor opción para controlar el gasoducto vital Caño Limón, un constante objeto de bombardeos de las FARC, comentó Marulanda.
“Las aeronaves tripuladas ahora observan los gasoductos en el oeste, en el [departamento de] Putumayo”, agregó. “Es sabido que las aeronaves se han utilizado para vigilar las fronteras con Ecuador y Venezuela. Y también existe información de que se han usado para patrullar [costas] a lo largo del Pacífico debido al narcotráfico que hay ahí”.
Colombia desarrolla aeronaves no tripuladas X2, IRIS
Colombia también tiene dos proyectos para desarrollar sus propios vehículos aéreos no tripulados, uno dirigido por el ejército y el otro encabezado por ingenieros en la Universidad de San Buenaventura de Bogotá. El segundo, llamado el Navigator X2, ya ha remontado el vuelo. Tiene una envergadura de 5 metros y vuela a cerca de 14.000 pies sobre el nivel del mar. La aeronave militar se llama UAV IRIS. Se espera que realice sus primeros vuelos de prueba en junio, y puede volar a 15.000 pies sobre el nivel del mar mientras que transmite fotos de manera remota a una distancia de 60 millas.
El General de la Fuerza Aérea Guillermo León León es el director de la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombia, que desarrolló la UAV IRIS. Dijo al periódico de Bogotá El Tiempo que el objetivo del proyecto es dar a Colombia “autonomía en la construcción de estos aviones estratégicos”.
Y si Colombia desarrollara sus propias aeronaves no tripuladas, probablemente comenzaría a venderlas a otros países en la región, indicó Marulanda: “Países como Ecuador y Venezuela están creando sus propias aeronaves no tripuladas, mientras que Brasil y Argentina están trabajando en un proyecto conjunto para crear una aeronave no tripulada que pueda competir con las aeronaves no tripuladas de Israel y así poder venderlas en la región”.
¿Aeronaves no tripuladas como armas en el futuro?
Las autoridades colombianas consideran a las aeronaves no tripuladas principalmente como herramientas de vigilancia para cubrir gran cantidad de terreno a un costo relativamente pequeño, explicó Adam Isacson, miembro clave en políticas de la seguridad regional en la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos. Las aeronaves no tripuladas pueden utilizarse para controlar columnas de la guerrilla, rutas de las drogas, minas ilegales de cocaína y fincas de cocaína en áreas remotas, dijo, pero cuestionó si el ejército colombiano sería capaz de llegar a ellos a tiempo para detener las actividades ilícitas.
“No creo que lo tengan dominado del todo”, sostuvo Isacson. “Si no, todo lo que van a conseguir es un montón de imágenes”.
Otra pregunta es sobre si las aeronaves no tripuladas latinoamericanas se armarán, o se equiparán con la capacidad de disparar misiles de manera remota, y en qué momento. Algunos modelos existentes, tales como el Hermes 900, pueden modificarse en teoría para portar y disparar misiles, aunque se necesitarían grandes inversiones adicionales de tecnología.
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