lunes, 30 de julio de 2012

EL CASINO CENTRAL, DE LA CIUDAD DE LA VEGA RECUERDO DE UN PASADO DE EXPLENDOR DE LA SOCIEDAD VEGANA.


EL CASINO CENTRAL, DE LA CIUDAD DE LA VEGA

 RECUERDO DE UN PASADO DE EXPLENDOR DE LA SOCIEDAD VEGANA.

SU EDIFICIO SE ENCUENTRA ABANDONADO,

El surgimiento del Casino Central Inc., de La Ciudad de la Concepción de La Vega, se debió a la fusión de dos instituciones los clubes: La Unión y El Camú, el 4 de agosto de 1913, con la finalidad de dar recreación, cultura,  y desarrollo intelectual, cívico y ético a sus miembros.
Para realizar estos fines sus miembros celebraban  bailes, fiestas, conferencias, certámenes,  y diferentes actos con fines educativos y de recreación para sus miembros y familiares como también el fortalecimiento del culto a bien y las buenas costumbres, como lo enumera el Art.  3 de sus Estatutos
Esta nueva entidad social  de La Vega, albergo  en su seno a las principales personalidades veganas y extranjeros residentes, sin embargo esta institución no admitía mujeres como  miembras.
Los aspirantes a formar parte del Casino Central Inc., de La Vega, según consta el Art.  5 de sus Estatutos, se requería; A)  ser miembro  de familia social de La Vega, o en capitales de provincias, comunes y municipios. B) Haber observado  conducta intachable, teniendo que ser persona culta y sociable como también tener  más de 21 años de edad. C) Los extranjeros, podían ser socios, cuando cumplieran los establecidos en la parte segunda del  de este artículo 5, y tener  por lo menos un año de residencia en  La Vega.
A los hijos de los socios se les requería cuando estos hacían la solicitud de membresía al Casino Central Inc. de La Vega. Tenían que ser hijos legítimos o reconocidos legalmente, tener 18 años y menos de 25 años,  ser soltero, haber  sido criado y vivir bajo el techo de  su padre, haber frecuentemente la buena sociedad, observar conducta social intachable.
Casino Central Inc., de La Vega, los socios estaban clasificados en: A) Socios activos propietarios. B) Socios Pasivos. C) Socios transeúntes. Los     Socios activos propietarios son los propietarios  de los bienes del club, y los únicos que tenían  voz y votos en las deliberaciones. En el Art. 9 de los Estatutos de la Institución  dicen de los Socios Pasivos, lo que disfrutaban de esa calidad no eran copropietario de los bienes del Club ni tienen  voz ni voto. En relación a los  Socios Transeúntes, el Art. 10, para ser de esta clasificación el individuo tenía que estar avalado tres de los socios activos por escrito, acompañado de una suma de dinero y de las credenciales correspondientes que prueben que el solicitantes pertenece a  la primera sociedad o centros sociales de igual  categoría al Casino Central de La Vega. En el párrafo I del referido artículo dice que la condición de Socios Transeúntes solo es válida por seis meses, cesando automáticamente si ante de ese plazo cambiare de  residencia.
Toda  persona que ingresara  como socio del Casino Central de La Vega, tenía que contribuir con una obra científica o literaria para enriquecimiento de la biblioteca del Centro. La cual tenía que ser entregada a  la  directiva en el momento  de prestar el juramento que le permitiría  disfrutar   de su calidad d socio, esta reglamentación esta contenida en el          Art. 12 de sus estatutos.
En el Art. 20 de los estatutos fundamentales, del Casino Central de La Vega, dice “Cuando un aspirante fuere rechazado, no podrá proponerse nuevamente sino después  de  transcurridos seis meses, y si es por segunda vez fuese repelido, no podrá insistir en sus aspiración sino  hasta un año después. A la tercera solicitud se necesita para darle curso, ser aprobada a unanimidad por la Directiva. Este último rechazamiento imposibilita al candidato a presentar nueva solicitud hasta  haber transcurrido cinco años.
Con relación a la situación de un socio con problemas judiciales, el Art.  28, expresa “El socio que por  desgracia  fuere condenado por sentencia judicial a penas  aflictivas o infamantes, será borrado del cuadro de los socios del Casino y perderá todos sus derechos en que gozara  en él, así como  el de volver a  ingresar como socio, a menos  que haya sido rehabilitados legalmente. En el párrafo de este art.  Dice “cuando un socio cometiere en su vida privada una falta que diere lugar a la sanción de la mayoría de los socios del Casino, será borrado  del cuadro de socios y perderá todos sus derechos, inclusive el de volver a ingresar.
ÉPOCA DE GLORIA DEL CASINO CENTRAL DE LA VEGA
Entre los positivos de esta institución se  puede señalar la celebración de los Juegos Florales de los años 1915 y 1924 Una vez que tomó posesión de su cargo la directiva, el vocal Lic. Gassó Gassó presentó ante compañeros la idea de la fiesta y el plan de la misma siendo aceptados inmediatamente. La directiva de cordialidad social estaba integrada por estos socios del casino: Ml. M Meléndez, Manuel V. Ramos G, Emilio Espínola, J. Gassó Gassó, Anselmo Brache, Aníbal Gómez, Ramón M. Calderón, Z. Héctor García, José De Js Castro & Silvestre Guzmán Hijo.
En el plan esbozado se hacía recomendación de celebrar la fiesta en unión de las sociedades locales la progresista y amor al estudio y al ser notificadas a dichas sociedades la idea, aceptaron gustosamente formar parte de la dirección de la fiesta proyectada, quedando por lo mismo bajo los auspicios de las tres sociedades la realidad de tal bellísima liga de espiritualidad.
En 1915, con motivo de la celebración de los Juegos Florales de La Vega, fue premiada su composición “Patria y La Mujer Dominicana”. En un concurso en ocasión de la coronación de Nuestra Señora de La Altagracia, en el año 1922, logró el primer lugar con su “Soneto a María”. Una de sus sobrinas, Doña María Ascensión Claudina de Moya, testifica que Doña Trina fue una ferviente devota de la Virgen de Lourdes, cuya imagen la pareja presidencial pidió a Francia para regalarla a la Iglesia de Tamboril.
En 1924, a poco tiempo de la inauguración de su local  Ésta institución convoco a  un acontecimiento cultural de gran relevancia en el país
DESCADENCIA DEL CASINO CENTRAL DE LA VEGA.
Como  todo lo que no se renueva y se pone de espalda a el desarrollo, social, cultural, económico, artístico, y humano, y el Casino Central de La Vega,  sucumbió al  su directiva no  tomar los correctivos  correspondientes ponerse acorde con los tiempos y  los cambios que transformaron la sociedad vegana, como consecuencia de una series de factores en especial el factor político, que  sin lugar a duda ha sido el principal motivo que  dieron al traste  con esta sociedad, que  por centralismo de  sus  directivos, se mantuvieron cerrado  a los nuevos cambios que se  producían dentro del  conglomerado vegano.
Una juventud con nuevas ideas sociales y pensamientos más liberal, la emigración de muchas de las familias tradicionales  con  arraigo de abolengo, que se trasladaron principalmente a Santo D         omingo, y otras al exterior. La llegada de  personas de otras localidades del campo a la ciudad, con situaciones, culturales diferentes a este conglomerados urbanos  agrupados en esta sociedad.
Otro factor  importante para la extinción de esta sociedad y quizá la que mayor  influencio en este descalabro,  que sin pensarlo  se podría decir, fue la juventud, estos  jóvenes hijos de socios  pero con ideas más progresistas, que  trataron de renovarlo  y se encontraron con la rancia oposición a cambios en las  estructuras de esta institución.
Esa juventud restringida hizo camino propio embarcándose en  varios proyecto en lo que el más notable  es Valle Verde,  hermoso proyecto, que más notable  es Valle Verde,  hermoso proyecto, que aún no se ha desarrollado en  toda su dimensión, quizá por falta de iniciativa o inversión que  lo lleven a su máximo desarrollo. Anterior a este,  se quiso relanzar La Vega Country Club, pero choco con  conceptos ya establecidos por la autoridades de esa institución, dando como resultado como hemos expresado anteriormente lo que hoy conocemos como el Club Valle Verde.
Nota --- aún hay diferentes motivaciones que llevaron al colapso esta emblemática institución, no hemos querido llegar al fondo de  mismo,  ya que esta líneas son  a modo de ver una panorámica de su origen, auge, gloria y descendencia de este centro que en tiempo lleno su cometido, por  sus salones desfilaron lo más granado de esta nación, por  el cual revista vital importancia para esta  ciudad, la provincia y la región del Cibao, y  también  para el país.
EDIFICIO DEL CASINO CENTRAL.
El 12 de octubre de 1924, la entonces emblemática sociedad denominada Casino Central, Inc. inauguró un majestuoso edificio de dos plantas diseñado por el ingeniero Pedro Pablo Bonilla y construido por el maestro Zenón de los Santos. Su estilo arquitectónico se ajustaba a la tendencia del Art Nouveau, y su ubicación corresponde al lugar donde el 4 de marzo de 1844 los veganos se proclamaron independientes y donde al grito de ¡Viva la República Dominicana!, enhestaron por primera vez en el Cibao la bandera nacional.
El edificio está construido por sólidas paredes de ladrillo, como era la usanza de la época. La primera planta está edificada por áreas destinadas a oficinas profesionales y por años, la parte que conforma la esquina, albergó las oficinas de la entones Rentas Internas, hoy Dirección General de Impuestos Internos.
Un amplio recibidor conduce a la majestuosa escalera de caoba que da acceso a la segunda planta; allí se destaca el antiguo salón de baile con piso en tabloncillos de madera y cuyas paredes estaban adornadas con espejos de cristal de roca, cuyo destino ignoramos. Por el otro lado, están el área social, el bar, el salón de juegos y las dependencias de servicio.
Su peculiar fachada se caracteriza por los arcos catalanes que muestra en alto relieve, balcones de herrajes curvos apoyados sobre ménsulas y coronada por pináculos en forma piramidal
Desafortunadamente, una especie de desidia e irresponsabilidad colectiva parece haberse apoderado de sus socios activos y vemos, con profunda pena, que el lugar donde se proclamó aquí la independencia nacional, se enhestó por primera vez en el Cibao la bandera nacional y los veganos recibimos alborozados -el 24 de junio de 1844- la presencia del Padre de la Patria Juan Pablo Duarte, aparte de estar en proceso de deterioro, hoy albergue desenfadadamente una banca de apuestas.
Durante el último decenio y producto de la evolución del país, cambios a los que no fue ajena nuestra comunidad -el modelo de sociedad, en cierto modo elitista, que le dio origen y vida a esa sociedad- fue desapareciendo y con él las instituciones que ese modelo generó. Consecuentemente, la institución legal Casino Central, Inc. parece estar sumida en una especie de limbo jurídico y vemos con preocupación cómo su planta física se deteriora progresivamente, sin vislumbrarse una solución que por lo menos permita a los veganos utilizar la emblemática edificación en beneficio de la comunidad, a sabiendas que por su ubicación, historia y características arquitectónicas y constructivas, sería un lugar ideal para albergar los museos religiosos, de carnaval e historia de La Vega; aparte de que también pudiera utilizarse como escuela para las artes.
Esa institución tenía en su haber el prestigio de haber sido corresponsable de que La Vega fuera conocida como “Ciudad Culta” al haber patrocinado, entre otras actividades culturales, la celebración de los Primeros y Segundos Juegos Florales, en el 1915 y el 1924, respectivamente. Por años, esa benemérita institución continuó siendo el centro de los más importantes eventos socio-culturales de esta ciudad.
los que actualmente administran los bienes de la inerte sociedad Casino Central, Inc., que en correspondencia con los ideales beneméritos de sus fundadores del 1913 y de las prescripciones de los Estatutos Fundamentales aprobados por ellos el 12 de agosto de 1925, en consonancia con la Orden Ejecutiva No.520 del 26 de julio de 1920, procedan a convocar una Asamblea General que determine el destino de los bienes de la sociedad -entre ellos y de manera principal su edificio-, a fin de que puedan ser utilizados en beneficio de la comunidad. ¡No hacerlo constituiría un crimen de lesa veganidad!

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