2015: emerge un nuevo orden económico mundial
Petróleo y materias primas
La volatilidad de los mercados de bienes básicos mantiene a países exportadores – cuyos ingresos por venta contribuyen, considerablemente, a los ingresos fiscales – experimentando choques proporcionales a sus economías. Aquellos países, acumuladores de fondos sustanciales producto de los precios anteriormente elevados, tienen suficiente espacio fiscal y pueden dejar que aumente su déficit fiscal mientras aprovechan estos fondos para permitir un ajuste más gradual del gasto público en estos momentos de precios disminuidos.
Paralelamente para el resto de los países, permitir la depreciación sustancial del tipo de cambio será el principal medio disponible para amortiguar el impacto de la perturbación en sus economías, considerando y evitando la posibilidad de persistente inflación descontrolada.
La situación actual es bastante volátil. Hay muchos factores que intervienen diariamente y causan variaciones inesperadas. En primer lugar, está la dramática caída del precio petrolero a causa de la creciente oferta del “oro negro”, gracias a métodos no convencionales como fracturación y perforación horizontal utilizados por Estados Unidos. En segundo, el Medio Oriente pasa por una situación geopolítica (ejemplo: los ataques constantes a Libia) que mantiene en amenaza los campos petroleros de esta zona, mientras sostienen su decisión de continuar la producción (liderado por Arabia Saudita) a pesar de que a los precios actuales, solo cubren gastos Kuwait y Qatar. Sin lugar a duda, Arabia Saudita podría sucumbir a las presiones de los demás miembros de la OPEP para disminuir la producción, aumentando precios. Tercero, ha habido una gran desaceleración de la demanda económica mundial: Europa ha estado pasando una larga recesión, lo mismo Rusia, los países del Medio Oriente y una reducción moderada del tórrido crecimiento de China.
Los precios del crudo han visto una disminución de aproximadamente 55% desde septiembre del 2014. De acuerdo con Nomura Securities, alrededor de la mitad del petróleo mundial no es económico cuando los precios están por debajo de 50 dólares, lo que impulsa a países productores a consumir reservas solo para cubrir costos. Actualmente, la cotización del petróleo sufre el fenómeno conocido como “contango”. Esto quiere decir que los precios de los contratos para entrega futura se encuentran en mayor nivel que para entrega actual. Esto está causando que los productores norteamericanos almacenen más petróleo con el propósito del que mismo sea entregado siete u ocho meses más tarde. Además, el número de pozos funcionando descendió un 20%, sin embargo, debido a la tecnología, la producción no ha bajado.
Estos niveles ofrecen una oportunidad para reformar los subsidios energéticos e impuestos relacionados al petróleo.
Para los importadores, el ahorro de la eliminación de subsidios a la energía, en general, se debe transferir a opciones más específicas como los déficits presupuestarios, y aumento de infraestructura pública. Más aún, acompañando al petróleo están otras materias primas: aceite, azúcar, cobre, hierro. etc. El índice de los precios de las materias primas, preparado por Bloomberg, ha caído a su nivel más bajo en más de 12 años, por los factores ya explicado. En adicción, a consecuencia de las inciertas circunstancias económicas en el mundo ha habido una masiva huida de capital hacia el dólar, incrementando su valor en 16%. A mayor precio del dólar, las materias primas se aprecian porque están denominadas en dólares y la demanda sufre, desinflando el precio.
Los efectos globales de los nuevos precios de bienes primarios enmascaran efectos asimétricos entre países. Los importadores se beneficiarán del aumento de los ingresos reales de los consumidores y de los reducidos costos en la producción de bienes finales. Para los exportadores, los ingresos reales y los beneficios disminuyen, dependiendo, ampliamente, del ajuste en sus gastos públicos. Estos precios más bajos promueven el crecimiento global diferenciado entre importadores y exportadores. El impacto económico mundial depende, fundamentalmente, de qué tan grandes sean las variaciones en los suministros. Mientras más persistentes sean, mayor será el ajuste del consumo y la producción de los consumidores y las empresas en el mundo.
Investigadores asociados:
Rodolfo Namnum
Claudia Bogaert.
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