Fuente:
Emilio Rodríguez Demorizi, BAGN, No. 1, año 1938. Págs. 38/42
El
Real Privilegio despachado en Sevilla el 7 de diciembre de 1508, fue uno de los
más altos honores que recibiera el Nuevo Mundo en los tiempos de las conquistas
y la colonización. En las soledades de
las tierras recién descubiertas, en la isla de las vicisitudes, como la llamó
Emiliano Tejera, acababan de surgir las primeras poblaciones americanas. La
Isabela, primera ciudad del Nuevo Continente, había sido abandonada; como una flor maléfica en la
que solo hubo la hiel de las discordias deshojándose al borde del Atlántico
Pero
en el corazón de la isla, a orillas del Ozama, en las llanuras del Este y por
las montañosas regiones del Oeste, soldados y misioneros levantaban con los
mismos afanes fortalezas e iglesias
Ya por el año de 1508, los concejos, justicias,
regidores, caballeros, oficiales y hombres buenos de la Española se dirigieron
a la Metrópoli, por intermedio de sus procuradores Diego de Manresa
y bachiller Antonio Serrano, en solicitud de armas nobiliarias para cada una de las villas de la isla, a lo que
accedió el Rey por el mencionado Privilegio Real del 7 de diciembre de 1505 (Lic. Carlos
Nouel, Historia Eclesiástica, vol. 1, págs. 214-218, reproducida en El Fígaro, Habana, agosto de 1927)
Los
procuradores de la Española pretendieron
que se pusiera su dictado entre los de los Reinos de España en títulos que se daban a los
reyes, lo que fue negado en 1508 porque
entonces no convenía. Además de la Isla, que también recibió sus armas, las villas blasonadas
fueron las siguientes, citada en el mismo orden del Privilegio Real.
VILLA DE SANTO DOMINGO,
fundada por Bartolomé Colón, en 1496.
VILLA DE LA CONCEPCION DE LA VEGA,
fundada por Cristóbal Colón, 1495
VILLA
DE SANTIAGO, fundada por treinta caballeros en 1504
VILLA
DE BONAO, fundada por Cristóbal Colón en 1494
VILLA
DE LA BUENAVENTURA, fundada por Nicolás
de Ovando, en 1504, hoy desaparecida. Estaba en las inmediaciones del
kilómetro 38 de la Carretera Duarte, por el lugarejo llamado Monte Pueblo de los Españoles. (Árbol
Gordo)
VILLA
DE PUERTO PLATA, fundada por Cristóbal Colón
en 1499 y poblada por Nicolás de Ovando en 1502
VILLA
DE SAN JUAN, San Juan de la Maguana,
fundada por Diego de Velázquez en1503
VILLA
DE COMPOSTELA, Azua, fundada por un
gallego de apellido Mariscal, hacia 1504. En su principio era una hacienda a la que Mariscal le puso el
nombre de Compostela, hecha por éste
junto al pueblo indígena de Azua.
VILLA
DE VILLANUEVA DE AQUINO, de Yáquimo o de Jaquino, fundada por Nicolás de Ovando en 1504. Existió donde se encuentra la ciudad haitiana de Aquin.
VILLA
DE VERAPAZ, Santa María de la Vera ´Paz,
fundada en 1503, con los restos de la facción de Roldán, el rebelde de la
Isabela. Existió donde se halla Puerto príncipe, la Capital de la República de Haití.
VILLA
DE CIBRALEON. Salvaleon de Higuey, fundada por Juan Esquivel en 1502, 1504, o 1505, según diversos autores.
VILLA
DE SANTA CRUZ, Santa Cruz de Icayagua,
Santa Cruz del Seibo, fundada por Nicolas de Ovando, en 1506
VILLA
DE SALVATIERRA, Salvatierra de la Sabana, fundada en 1504. Existió donde se halla hoy la ciudad haitiana de Les Cayes.
VILLA
DE PUERTO REAL, fundada en 1504. Existió donde
se encuentra la ciudad de Cabo Haitiano.
VILLA
DE LARES DE GUAYAMA, Lares de Guahaba, de Guajaba o Guaba, fundada en 1503 por
Rodríguez de Mecía, desaparecida, existió donde se halla la población de
Hincha.
Otras
poblaciones fueron posteriormente
honradas con reales mercedes. El 12 de septiembre de 1545 fue hecha en
Valladolid una capitulación con Francisco de Mesa para poblar a Monte Cristi,
fundada algunos años antes; y en Madrid,
el 10 de abril de 1546, se le concedió
el título de ciudad. El 20 de marzo de 1596 fueron confirmados los privilegios
anteriormente otorgados a distintos pueblos del Nuevo Continente, en
“consideración a los buenos y leales servicios que nos han hechos las ciudades, villas y lugares de nuestras
Indias Occidentales e Islas adyacentes, y
que los vecinos, particulares y naturales han asistido a su pacificación
y la población”. Así reza la Real Cédula
de Felipe II dada en Aranjuez en la citada fecha. (Real Cédula incluida en la Recopilación de
1680 como ley 1, título 8 libro
4. Véase: Colección de documentos inéditos para la historia de Ibero-América.
Madrid, 1929, vol. IV, pág. 295)
No
pocas familias de linaje ilustre, honra y prestantes de la Colonia, poseyeron
escudo de armas, algunos de los cuales se conservan todavía como lejana
reliquias de abolengos oscuramente democratizados. Entre esas familias se
cuentan la de Bastidas, Fernández de Oviedo, Fernández de Fuenmayor,
Dávila, Caballero, Pimentel,
Serrano, Fernández de Castro,
Coca, Pérez Caro, Vega, Lara, Nieto,
Garay, Heredia, Campusano, Mieses,
Aybar, Jover, Camarena, Monasterios,
Solano, Bardecí, de la Concha,
Paredes, Quezada, Maldonado,
Ovalle, Benavides, Mosquera, del Monte,
de la Rocha, Landeche,
Coronado, Leoz, y Echalaz, Angulo, Palomares, Fromesta y
Villoría.
Es
digna, pues de estudio y de
investigación esta interesante fase de nuestra historia, la heráldica, porque
ella está unida a los mejores días de gloria y de esplendor de la Española,
isla blasonada, sepulcro del Almirante, Altar Mayor, Cuna de América
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