- Alejandro Paulino R.
- Dominicano. Profesor de la Escuela de Historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, miembro de la Academia Dominicana de la Historia. Tiene publicadas varias obras, entre ellas: Vida y obra de Ercilia Pepín y el Diccionario del folklore y la cultura dominican
Fuennte;http://historiadominicana.blogspot.com/2008/04/historia-del-movimiento-sindical.html
MOVIMIENTO OBRERO DOMINICANO: CIEN AÑOS DE HISTORIA
(Guión para Exposición Fotográfica sobre el Movimiento Obrero Dominicano, en Feria del Libro Internacional, 24 de abril de 2008. Texto preparado por Alejandro Paulno Ramos, para el Archivo General de la Nación utilizando como fuentes: Movimiento Obrero y Lucha Socialista, por Roberto Cassá, Historia del Movimiento Sindical Dominicano, por Julio de Peña Valdez y Las Ideas Marxistas en República Dominicana, por Alejandro Paulino Ramos)
(Guión para Exposición Fotográfica sobre el Movimiento Obrero Dominicano, en Feria del Libro Internacional, 24 de abril de 2008. Texto preparado por Alejandro Paulno Ramos, para el Archivo General de la Nación utilizando como fuentes: Movimiento Obrero y Lucha Socialista, por Roberto Cassá, Historia del Movimiento Sindical Dominicano, por Julio de Peña Valdez y Las Ideas Marxistas en República Dominicana, por Alejandro Paulino Ramos)
PRESENTACIÓN:
Cumpliendo con el objetivo de difundir los documentos, informaciones y escritos atesorados en nuestros depósitos, el Archivo General de la Nación presenta la exposición sobre el Movimiento Obrero Dominicano, con la que pretendemos explicar a través de imágenes poco conocidas, la historia del proceso de formación de la clase obrera dominicana.
Como se podrá apreciar en las cuarenta y cinco imágenes puestas en exposición, el surgimiento del movimiento obrero dominicano, solo fue posible a partir de los cambios económicos y tecnológicos acontecidos durante el último cuarto del siglo XIX. En el largo período que va desde el descubrimiento y colonización de la Isla de Santo Domingo hasta el inicio de la Primera República en 1844, en la formación social dominicana prevalecieron modalidades atrasadas y precapitalistas. Mientras Europa y Norteamérica conocían el capitalismo mercantil e industrial, la República Dominicana se retrotraía a una economía agro exportadora, que tenía sus más importantes centros de producción en las zonas tabaqueras de la región del Cibao y en el corte de madera de la región Sur del país.
Siendo la producción nacional fundamentalmente agraria, la población se concentraba en la zona rural, mientras que el Estado y la precaria vida urbana, vegetaban a expensa del campo. La manufactura estaba relacionada principalmente con la producción y tratamiento del tabaco y elaboración de cigarros. Esta situación comenzó a revertirse a partir del proceso de inversión de capitales provenientes de Cuba y de otras latitudes y la fundación de decenas de ingenios y centrales azucareros, además de una variada manufactura que iba desde fábricas de jabón, de cigarrillos, aserraderos de vapor, velas, refrescos, cervezas y fideo. Estos cambios dieron origen al comienzo del capitalismo, al nacimiento de la clase trabajadora, la proletarización del campesinado dominicano y al auge de la vida urbana. Pero debido a la resistencia del campesinado a insertarse en el proceso de industrialización, se hizo necesario la importación de braceros provenientes de las Antillas, quienes aportaron sus experiencias laborales, nuevas ideas y culturas nunca antes conocidas en Santo Domingo: gremialismo, sociedades mutualistas, huelgas y los indicios de ideologías que iban más allá de reivindicaciones laborales.
Iniciado el siglo XX los trabajadores fueron utilizados por los políticos caudillistas, pero con la ocupación militar de 1916 y hasta 1930, cuando Rafael L. Trujillo tomó el control del Estado dominicano, fueron de importancia la profundización de la producción industrial, el aumento de sector obrero, la lucha nacionalista y la sindicalización de la clase obrera, surgiendo en 1920 la Confederación Dominicana del Trabajo y la aparición de organizaciones marxistas vinculadas a la clase obrera, como fue la Asociación.........AISOC EN 1929.
Aún en el marco de una terrible dictadura que se prolongó por treinta años (1930-1961), los trabajadores se expresaron en la protesta social, realizaron huelgas triunfantes en el sector azucarero y enfrentaron políticamente la represión oficial y el control sindical de los funcionarios del régimen. Públicamente, dirigentes obreros marxistas expresaron su ideología, dirigieron las luchas de los trabajadores, conocieron las cárceles, el exilio y la muerte.
Finalizada la dictadura en 1961, se abrió un breve espacio de libertad política resurgiendo un movimiento obrero que rechazaba el obrerismo oficial, participaba en las protestas sociales y políticas, y buscaba la diferenciación con los sindicatos y centrales obreras formadas y controladas por intereses foráneos, partidos conservadores, y grupos patronales. La Revolución de Abril de 1965 consolidó el liderazgo sindical revolucionario y terminada la guerra civil el proceso dio paso a la unificación del movimiento y al surgimiento de organizaciones obreras revolucionarias.
Es el interés del Archivo General de la Nación, en el esfuerzo de recuperación de la memoria histórica del pueblo dominicano, presentar esta exposición sobre el Movimiento Obrero Dominicano, como homenaje a todos los que entregaron sus vidas en las luchas por la libertad, la democracia y los intereses de los desposeídos de la República Dominicana.
Como se podrá apreciar en las cuarenta y cinco imágenes puestas en exposición, el surgimiento del movimiento obrero dominicano, solo fue posible a partir de los cambios económicos y tecnológicos acontecidos durante el último cuarto del siglo XIX. En el largo período que va desde el descubrimiento y colonización de la Isla de Santo Domingo hasta el inicio de la Primera República en 1844, en la formación social dominicana prevalecieron modalidades atrasadas y precapitalistas. Mientras Europa y Norteamérica conocían el capitalismo mercantil e industrial, la República Dominicana se retrotraía a una economía agro exportadora, que tenía sus más importantes centros de producción en las zonas tabaqueras de la región del Cibao y en el corte de madera de la región Sur del país.
Siendo la producción nacional fundamentalmente agraria, la población se concentraba en la zona rural, mientras que el Estado y la precaria vida urbana, vegetaban a expensa del campo. La manufactura estaba relacionada principalmente con la producción y tratamiento del tabaco y elaboración de cigarros. Esta situación comenzó a revertirse a partir del proceso de inversión de capitales provenientes de Cuba y de otras latitudes y la fundación de decenas de ingenios y centrales azucareros, además de una variada manufactura que iba desde fábricas de jabón, de cigarrillos, aserraderos de vapor, velas, refrescos, cervezas y fideo. Estos cambios dieron origen al comienzo del capitalismo, al nacimiento de la clase trabajadora, la proletarización del campesinado dominicano y al auge de la vida urbana. Pero debido a la resistencia del campesinado a insertarse en el proceso de industrialización, se hizo necesario la importación de braceros provenientes de las Antillas, quienes aportaron sus experiencias laborales, nuevas ideas y culturas nunca antes conocidas en Santo Domingo: gremialismo, sociedades mutualistas, huelgas y los indicios de ideologías que iban más allá de reivindicaciones laborales.
Iniciado el siglo XX los trabajadores fueron utilizados por los políticos caudillistas, pero con la ocupación militar de 1916 y hasta 1930, cuando Rafael L. Trujillo tomó el control del Estado dominicano, fueron de importancia la profundización de la producción industrial, el aumento de sector obrero, la lucha nacionalista y la sindicalización de la clase obrera, surgiendo en 1920 la Confederación Dominicana del Trabajo y la aparición de organizaciones marxistas vinculadas a la clase obrera, como fue la Asociación.........AISOC EN 1929.
Aún en el marco de una terrible dictadura que se prolongó por treinta años (1930-1961), los trabajadores se expresaron en la protesta social, realizaron huelgas triunfantes en el sector azucarero y enfrentaron políticamente la represión oficial y el control sindical de los funcionarios del régimen. Públicamente, dirigentes obreros marxistas expresaron su ideología, dirigieron las luchas de los trabajadores, conocieron las cárceles, el exilio y la muerte.
Finalizada la dictadura en 1961, se abrió un breve espacio de libertad política resurgiendo un movimiento obrero que rechazaba el obrerismo oficial, participaba en las protestas sociales y políticas, y buscaba la diferenciación con los sindicatos y centrales obreras formadas y controladas por intereses foráneos, partidos conservadores, y grupos patronales. La Revolución de Abril de 1965 consolidó el liderazgo sindical revolucionario y terminada la guerra civil el proceso dio paso a la unificación del movimiento y al surgimiento de organizaciones obreras revolucionarias.
Es el interés del Archivo General de la Nación, en el esfuerzo de recuperación de la memoria histórica del pueblo dominicano, presentar esta exposición sobre el Movimiento Obrero Dominicano, como homenaje a todos los que entregaron sus vidas en las luchas por la libertad, la democracia y los intereses de los desposeídos de la República Dominicana.
SINTESIS HISTÓRICA:
1.
La formación de la clase trabajadora dominicana se inserta en el crecimiento de actividades agroexportadoras que dieron lugar al desarrollo de sectores capitalistas. Dentro de la misma sobresalió desde los años 80 del siglo XIX, el sector azucarero, sin que dejara de existir el pequeño campesinado parcelario. En el sector manufacturero sobresalieron las tabaquerías, licorerías, aserraderos, zapaterías, fábricas de hielo, chocolaterías, panaderías y otras no menos importantes.
2.
En el último cuarto del siglo XIX surgieron contingentes significativos de obreros y artesanos en ramas como la albañilería y la carpintería, trabajadores portuarios, ferrocarrileros, trabajadores de empresas comerciales y jornaleros de carreteras. Los requerimientos de comunicaciones internas del país se plasmaron en la construcción de redes ferroviarias, relacionadas en la región del Cibao con el transporte de pasajeros y productos agrícolas; y en la región Sur con las plantaciones azucareras.
3.
La inserción al trabajo asalariado pasó a tener por objetivo el acceso a la moneda como medio de adquisición de bienes provenientes del exterior, internamente, o de la vida urbana. Pero la renuncia del campesinado dominicano a proletarizarse y el requerimiento de una mayor cantidad de mano de obra, motivaron la importación de braceros desde las Antillas Menores, los que fueron integrados principalmente a la industria azucarera.
4.
Con la conformación de los agrupamientos de trabajadores urbanos, antes de finalizar el siglo XIX aparecieron las primeras organizaciones gremiales: las sociedades de ayuda mutua y caritativas perseguían la protección colectivas de los afiliados, cubrían los gastos médicos de los enfermos y se preocupaban por la educación de sus miembros, disponiendo centros formativos como la Escuela Nocturna de Obreros, Academia de Artesanos, y bibliotecas para obreros, las cuales fueron notorias por mucho tiempo.
5.
Los gremios de trabajadores comenzaron a constituirse en la última década del siglo XIX. Surgieron gremios de carpinteros, carreteros, tipógrafos, cocheros, cigarreros, ebanistas y de obreros portuarios. Algunos de ellos se vincularon a la primera oleada de huelgas de la historia dominicana, acontecida en la primera mitad de la década de 1890.
6.
La primera apertura del movimiento obrero dominicano hacia la sociedad nacional, se produjo a raíz del a liquidación de Lilís en 1899. Al ser asesinado el tirano, la libertad política estimuló la acción de los núcleos que propugnaban por la creación de una organización obrera. Esta organización fue constituida en noviembre de 1899, en un mitin celebrado en el patio del Colegio San Luis Gonzaga y se llamó Liga de Obreros y Artesanos.
7.
La Liga de Obreros y Artesanos denunció en su propaganda al sistema capitalista, al liberalismo como instrumento de las clases burguesas y a la democracia como el ropaje de un nuevo feudalismo. Proclamó la redención del obrero. Por primera vez en la historia dominicana una organización asumía públicamente objetivos socialistas.
8.
A partir del resurgimiento del caudillismo (1901-1915), los trabajadores redujeron sus actividades al gremialismo, clubes, asociaciones caritativas y al mutualismo. La vida política se retrotrajo al debate entre las facciones caudillistas aspirantes al poder. Los conflictos sociales fueron escasos y de reducidas repercusiones. Los gremios, a lo más vegetaban y se disolvían en la práctica. Esta situación comenzó a cambiar a partir de 1915.
9.
Después de 1915, con el inicio de la Primera Guerra Mundial y los altos precios en el mercado mundial, se dio un impulso a la modernización tecnológica, especialmente en la industria azucarera y al crecimiento cuantitativo de la clase trabajadora: el movimiento obrero comenzó a recuperarse y los cocolos y los trabajadores haitianos se hicieron imprescindibles en la producción azucarera. Nuevas oleadas de huelgas y protestas fueron resultado del auge económico y de las luchas contra la ocupación militar norteamericana (1916-1924).
10.
Nuevas oleadas de huelgas y protestas fueron resultado del auge económico y de las luchas contra la ocupación militar norteamericana. Resurgieron los gremios y su lucha por la disminución del horario de trabajo, el pago de salarios atrasados, el interés en desplazar de las fábricas a los obreros extranjeros. Durante la ocupación militar, fueron notorias las huelgas de cigarrilleros, panaderos, muelleros y la del ingenio Consuelo de San Pedro de Macorís.
11.
En mayo de 1920 quedó constituida la Confederación Dominicana del Trabajo, por resolución del Primer Congreso Nacional de Obreros, integrado por delegaciones obreras de San Pedro de Macorís, La Romana, Sánchez, Baní, Boca de Nagua, Azua, Barahona, Samaná y La Vega.
12
Otro sector obrero, integrado a la Hermandad Comunal Nacionalista, realizó un Congreso en la ciudad de Sánchez y estableció su sede en Puerto Plata. Esta organización, encabezada por Eugenio Kunhardt, era de tendencia contraria a la que organizó la Confederación Dominicana del Trabajo, pero la vocación nacionalista de los trabajadores se expresó a través de la Unión Nacional Dominicana y de las Juntas Nacionalistas.
14.
En abril de 1924 se desató un conflicto entre panaderos y propietarios de panaderías, a causa de la decisión de los últimos de elaborar cinco piezas de pan en vez de cuatro, por cada libra de harina. Se aumentaba así la labor, mientras el salario se mantenía congelado. Muchos de los panaderos en huelga fueron cancelados. Para evitar ser sustituidos por panaderos traídos desde Santiago, los de Santo Domingo efectuaron mítines y colocaron piquetes frente a las panaderías y en la carretera a Santiago.
15.
Durante el período de gobierno de Horacio Vásquez (1924-1930), el movimiento obrero ser retrotrajo a una posición marginal en la vida nacional. Disminuyeron los conflictos sociales, aumentó el desempleo y los bajos salarios impactaron la clase obrera. En enero de 1928 se instituyó la Asamblea General Obrera, la que sustituyó al Comité Ejecutivo de la Confederación Dominicana del Trabajo. Fue celebrado en Santiago, el 12 de octubre de ese año, el Cuarto Congreso de la Confederación Dominicana del Trabajo. Fue significativo en el período la organización, en 1929, de la Asociación de Instrucción y Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC), vinculada a propósitos socialistas.
16.
La crisis mundial de la economía comenzó a dejarse sentir en 1929, a la vez que el gobierno de Horacio Vásquez comenzaba a deteriorarse afectado por la corrupción administrativa y los conflictos internos en su partido. Ese deterioro comenzó a facilitar el acercamiento de los obreros a las ideas socialistas, agudizaba los conflictos sociales y motivaba las tentativas de organizar estructuras animadas por programas socialistas. Fue significativa en ese sentido, la organización en 1929 de la Asociación de Instrucción y Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC).
17.
El derrocamiento del presidente Horacio Vásquez en febrero de 1930 y el inicio de la dictadura de Rafael L. Trujillo, se dio en el marco de una importante crisis económica que tenía relación con la crisis mundial de la economía, con el pago de los empréstitos externos, presión sobre el circulante monetario, la disminución de los precios de exportación y los efectos devastadores del Ciclón San Zenón. En el período, el obrerismo se colocó de manera visible al lado del dictador y los líderes de la Confederación Dominicana del Trabajo se integraron a la dictadura.
18.
La dictadura de Trujillo permitió y promovió la organización obrera a cambio del apoyo y la integración de los dirigentes de la Confederación Dominicana del Trabajo. Los lideres obreros, ahora controlados y al servicio del régimen, reorganizaron numerosos gremios y se crearon otras entidades. Se formaron nuevas federaciones y se celebró el congreso de la Federación Local de Santo Domingo. Con el tiempo, la CDT fue quedando en la inactividad, aunque terminando la década se dejó sentir la reactivación del movimiento.
19.
A principio de los años cuarenta había comenzado a germinar el propósito de constituir una organización revolucionaria contraria a la dictadura. Fue fundado en 1941 el Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD). La consolidación de esa organización y el surgimiento de sindicatos obreros con líderes de ideas que se acercaban al socialismo, fue motivado por la influencia del exilio español que había comenzado a llegar al país al finalizar la Guerra Civil Española.
20.
El país vivió en los años cuarenta un auge industrial, matizado por el interés del dictador en concentrar las principales empresas industriales radicadas en la República Dominicana, como eran la Compañía de Teléfonos, la Compañía Eléctrica y los Centrales azucareros, lo que facilitó las luchas de los obreros del sector azucarero de la región Este.
21..
Vinculada al Partido Democrático Revolucionario Dominicano, surgió en 1944 la Juventud Revolucionaria, que luego dio paso a la Juventud Democrática. El fin de la Segunda Guerra Mundial facilitó, en el marco de una “democracia” restringida en el interés de la dictadura, la participación política disidente del gobierno y el auge del movimiento de los trabajadores.
22.
En julio de 1943, el régimen de Trujillo decidió revivir la Confederación Dominicana del Trabajo y convocar el Quinto Congreso Nacional Obrero, siendo celebrado en febrero de 1944. El gobierno decretó la obligatoriedad de organización de todos los gremios y federaciones en la CDT, a fin de que no se desubicasen respecto a las directrices del gobierno y se reforzó el procedimiento de celebrar oficialmente el primero de mayo como Día del Trabajo
23..
Las actividades del Partido Democrático Revolucionario Dominicano y el proselitismo de líderes gremiales con ideas socialistas, van a incidir en la reformulación del movimiento obrero, con intereses disímiles a los promovidos por el gobierno y los funcionarios de Trujillo. San Pedro de Macorís y La Romana se constituyeron en las zonas donde los trabajadores despertaban del letargo a que estaban sometidos y la Federación Local del Trabajo de Macorís en la organización obrera, de orientación izquierdista, que dirigió las luchas.
24.
Mauricio Báez, dirigente de la Federación Local del Trabajo de Macorís, fue el líder obrero más importante de la década del cuarenta. El dirigente macorisano aprovechó la apertura engañosa del régimen para, desde el periódico El Combate y luego desde El Federado, promover e impulsar la lucha de los trabajadores de la región Este. Mauricio Báez fue integrante del PDRD y luego del Partido Socialista Popular, la primera organización socialista de la República Dominicana.
25.
Siendo la ciudad de La Romana el lugar donde se encontraba el central azucarero más importante de la República Dominicana (el Central Romana) y debido, en cierta forma, a la influencia sindical proveniente del cercano San Pedro de Macorís, quedó constituida en esa localidad la Federación Local de La Romana. En enero de 1942 la Federación encabezó la huelga en el sector azucarero, la primera organizada en ese sector desde 1931. Aunque la huelga fracasó, fue el detonante que electrizó el movimiento obrero de la región oriental.
26.
La principal figura de la Federación Local de La Romana, fue Hernando (Nando) Hernández, líder obrero de ideas socialistas, conocido por su humanitarismo y quien había sido dirigente del Partido Nacionalista. Era estrictamente un obrero asalariado que vivía entre los obreros y los ayudaba con sus escasos recursos, en ocasiones de enfermedades y situaciones difíciles.
27.
Al finalizar el año 1945 la situación en el Este era de efervescencia y las empresas se negaban a elevar los salarios de los trabajadores. El salario normal de un obrero oscilaba entre 60 y 65 centavos por jornada de 12 horas de trabajo, mientras el picador de caña recibía 34 centavos por tonelada.
28.
La huelga azucarera de enero de 1946 estuvo condicionada por la independencia con que el liderazgo encabezado por Mauricio Báez y Hernando Hernández habían actuado frente al régimen y los intereses azucareros de la región oriental. Las reivindicaciones principales fueron el alza salarial y la disminución de la jornada de trabajo de doce a ocho horas. En la jornada se paralizaron todas las actividades mercantiles y azucareras del Este.
29.
El triunfo de la huelga azucarera de 1946 produjo la reactivación del movimiento sindical en toda la región Este, viéndose el gobierno de Trujillo en la necesidad de disponer la regulación oficial de las huelgas y adoptar medidas preventivas que tendieran a evitar ese tipo de acontecimiento laboral. Se inició además un proceso de control de los gremios a través de la Confederación Dominicana del Trabajo. Se inició un plan encabezado por la dirigencia de la CDT para desprestigiar el movimiento y a Mauricio Báez, quien se vio obligado a exiliarse en Cuba.
30.
Después del triunfo de la huelga azucarera, el gobierno negoció con la Confederación de Trabajadores de Cuba, para organizar en Santo Domingo el Sexto Congreso Obrero Nacional celebrado entre los días 24 y 28 de septiembre de 1946. El Congreso se caracterizó por las exigencias de mejorías sustanciales para los trabajadores. En todas las actividades fue notoria la participación de Mauricio Báez, quien había regresado al país, y del sindicalista Justino José del Orbe.
31.
El acuerdo de Trujillo con el Partido Socialista Cubano, incluyó el compromiso de permitir el ingreso de los exiliados contrarios a su gobierno y las actividades legales del Partido Socialista Popular, constituido en agosto de 1946. Varios de los líderes sindicales pasaron a formar parte de esta organización socialista, entre ellos Justino José del Orbe y Mauricio Báez.
32.
Dos meses después de la celebración del Sexto Congreso Obrero Nacional, se orquestó un plan tendente a expulsar del Comité Ejecutivo de la Confederación Dominicana del Trabajo a los dirigentes revolucionarios, aislar los gremios más radicales y neutralizar a los vacilantes. Los trujillistas recuperaron el control del movimiento sindical y aunque los revolucionarios formaron la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), que resistió la presión oficial y encabezó la lucha reivindicativa en 1947, Mauricio Báez y varios líderes socialistas abandonaron el país.
33.
El 26 de octubre de 1947 se inició el fin de la “apertura seudo democrática” que permitió la participación política de la izquierda y el avance del movimiento sindical dominicano, haciéndose casi imposible la supervivencia de un movimiento revolucionario significativo. A partir de 1950 y hasta la muerte del dictador Trujillo en 1961, el movimiento obrero entró en una etapa que sólo será rebasada con el fin de la dictadura, la desintegración de la Confederación Dominicana del Trabajo y el nacimiento de organizaciones obreras revolucionarias.
34.
El Frente Obrero Unido Pro Sindicatos Autónomos (FOUPSA) surgió el 17 de septiembre de 1961. Organizó sindicatos y dirigió las primeras huelgas y protestas tras la caída de Trujillo. En 1962 contaba con más de cien sindicatos afiliados en todo el país, que luchaban por aumento general de salario, mejores condiciones de trabajo y la destitución de los funcionarios trujillistas. En su inicio FOUPSA estuvo influenciada por la Unión Cívica Nacional y sectores extranjeros.
35.
En diciembre de 1961, FOUPSA, unida a otras organizaciones políticas y sindicales, paralizó el país con una huelga general que tuvo por objetivo principal la salida del gobierno de los funcionarios, remanentes de la dictadura de Trujillo. La huelga fue financiada por sectores externos al movimiento, especialmente por la Unión Cívica Nacional. El período posterior a la muerte de Trujillo se caracterizó por el auge de la lucha popular y sindical y fueron de trascendencia política el derrocamiento del Gobierno del Profesor Juan Bosch (1963) y la guerrilla de Manolo Tavares Justo en las montañas dominicanas.
36.
Terminado el proceso de “destrujillización” de la sociedad dominicana y hasta 1965, FOUPSA profundizó su lucha reivindicativa, pero fue divida a partir de intereses políticos no obreros. Los “cívicos” formaron la Confederación Nacional de Trabajadores Libres (CONATRAL), vinculada a la AFLCIO-ORIT y los “Social Cristianos” fundaron la Confederación de Sindicatos Cristianos (CASC), mientras que el Partido Revolucionario Dominicano formó la Confederación Sindical de Trabajadores Dominicanos (CESITRADO). Las Izquierdas, por su parte, crearon la Unión de Trabajadores Sindicalizados (LA UNIÓN).
37
El 20 de junio de 1964 se constituyó la Federación Nacional de Transporte Dominicano (FENATRADO) y en el mes de agosto de ese año se realizó la huelga de trabajadores contra el decreto del gobierno del Triunvirato que duplicaba las cuotas obligatorias de los trabajadores al Instituto Dominicano de Seguro Social (IDSS). La huelga fue organizada por la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC) y Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN), con el apoyo de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).
38.
En la Zona Constitucionalista, durante la Revolución de Abril de 1965, fue celebrado, el 6 y 7 de marzo, el Congreso de Unidad, patrocinado por el Sindicato Unido de La Romana y POASI, acordándose reforzar el movimiento sindical a través de la integración en FOUPSA-CESITRADO. Con la unidad de estas organizaciones la izquierda tomaba el control del movimiento sindical, contrario a las organizaciones financiadas por los patronos, sectores sindicales y políticos antinacionales.
39.
En 1966, con la salida de las tropas norteamericanas y la inauguración del período de gobierno del doctor Joaquín Balaguer (1966-1978), el movimiento sindical vinculado a la CASC y a FOUPSA-CESITRADO fue sometido a una violenta persecución política y policial. La austeridad económica se impuso y la libertad sindical se restringió considerablemente. El clima represivo no impidió la huelga nacional de transportistas del 27 al 29 de agosto de 1969. Los principales dirigentes sindicales fueron encarcelados, expulsados del país y algunos asesinados. El doctor Guido Gil, asesor de los obreros del Central Romana, fue desaparecido para siempre en enero de 1967.
40.
La represión sindical y el clima político imperante favorecieron la unidad sindical. Una tendencia que se identificaba con los Comités Revolucionarios Camilo Torres dentro de la CASC, dirigida por el sindicalista Francisco Antonio Santos y la dirección de FOUPSA, decidieron fundar la Central General de Trabajadores (C.G.T), decisión tomada en asamblea nacional celebrada en Santiago, el 30 de enero de 1972. La constitución se efectuó durante el V Congreso de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos, (CASC), del 4 al 6 de febrero de 1972.
41.
El 1 de mayo de 1970, la represión política contra los opositores provocó la unidad del movimiento sindical y la realización de multitudinarias movilizaciones de los trabajadores de todo el país. Ese día, los obreros se manifestaron públicamente en un masivo mitin en el que participaron el Colegio Dominicano de Ingenieros y Agrimensores (CODIA), la Federación de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), la Unión Nacional de Chóferes Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN), el Frente Obrero Pro Sindicatos Autónomos-Confederación Sindical de Trabajadores Dominicanos (FOUPSA-CESITRADO) y la Confederación de Sindicatos Cristianos (CASC).
42.
Con la formación de la Central General de Trabajadores (CGT), concluyeron los esfuerzos unitarios verificados a partir del fin de la dictadura de Trujillo. Al finalizar el “Gobierno de los Doce Años” del doctor Balaguer y con la llegada del Partido Revolucionario Dominicana a la dirección del gobierno dominicano (1978), el movimiento sindical entró en una fase de definición y formación de nuevas organizaciones sindicales, destacándose la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Unión General de Trabajadores Dominicanos (UGTD) y el Consejo de la Unidad Sindical (CNUS).
43.
Los estudiosos del Movimiento Obrero Dominicano tienen, en la Hemeroteca y Biblioteca del Archivo General de la Nación, así como en los fondos documentales de que somos guardianes, la oportunidad de profundizar en el conocimiento de la historia de la Clase Trabajadora Dominicana. Para la elaboración de los textos presentados en esta exposición fueron consultados en los fondos del AGN, los textos: Roberto Cassá, Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana (1990), Manuel de Jesús Pozo, “Historia del movimiento obrero dominicano 1900-1930”; Realidad Contemporánea (1976), Rafael Calderón, “Movimiento obrero dominicano 1930-1962”, Realidad Contemporánea (1976); Justino José del Orbe, Mauricio Báez y la clase obrera (1981) y Julio de Peña Valdez, El Movimiento Sindical Dominicano (1987). También las revistas Renacimiento (1920), Blanco y Negro (1924), Cromos (1928), El Gráfico (1928), la revista ¡Ahora! y los periódicos La Opinión (1929-1930), El Caribe (1964), El Nacional (1970) y La Noticia (1967).
1.
La formación de la clase trabajadora dominicana se inserta en el crecimiento de actividades agroexportadoras que dieron lugar al desarrollo de sectores capitalistas. Dentro de la misma sobresalió desde los años 80 del siglo XIX, el sector azucarero, sin que dejara de existir el pequeño campesinado parcelario. En el sector manufacturero sobresalieron las tabaquerías, licorerías, aserraderos, zapaterías, fábricas de hielo, chocolaterías, panaderías y otras no menos importantes.
2.
En el último cuarto del siglo XIX surgieron contingentes significativos de obreros y artesanos en ramas como la albañilería y la carpintería, trabajadores portuarios, ferrocarrileros, trabajadores de empresas comerciales y jornaleros de carreteras. Los requerimientos de comunicaciones internas del país se plasmaron en la construcción de redes ferroviarias, relacionadas en la región del Cibao con el transporte de pasajeros y productos agrícolas; y en la región Sur con las plantaciones azucareras.
3.
La inserción al trabajo asalariado pasó a tener por objetivo el acceso a la moneda como medio de adquisición de bienes provenientes del exterior, internamente, o de la vida urbana. Pero la renuncia del campesinado dominicano a proletarizarse y el requerimiento de una mayor cantidad de mano de obra, motivaron la importación de braceros desde las Antillas Menores, los que fueron integrados principalmente a la industria azucarera.
4.
Con la conformación de los agrupamientos de trabajadores urbanos, antes de finalizar el siglo XIX aparecieron las primeras organizaciones gremiales: las sociedades de ayuda mutua y caritativas perseguían la protección colectivas de los afiliados, cubrían los gastos médicos de los enfermos y se preocupaban por la educación de sus miembros, disponiendo centros formativos como la Escuela Nocturna de Obreros, Academia de Artesanos, y bibliotecas para obreros, las cuales fueron notorias por mucho tiempo.
5.
Los gremios de trabajadores comenzaron a constituirse en la última década del siglo XIX. Surgieron gremios de carpinteros, carreteros, tipógrafos, cocheros, cigarreros, ebanistas y de obreros portuarios. Algunos de ellos se vincularon a la primera oleada de huelgas de la historia dominicana, acontecida en la primera mitad de la década de 1890.
6.
La primera apertura del movimiento obrero dominicano hacia la sociedad nacional, se produjo a raíz del a liquidación de Lilís en 1899. Al ser asesinado el tirano, la libertad política estimuló la acción de los núcleos que propugnaban por la creación de una organización obrera. Esta organización fue constituida en noviembre de 1899, en un mitin celebrado en el patio del Colegio San Luis Gonzaga y se llamó Liga de Obreros y Artesanos.
7.
La Liga de Obreros y Artesanos denunció en su propaganda al sistema capitalista, al liberalismo como instrumento de las clases burguesas y a la democracia como el ropaje de un nuevo feudalismo. Proclamó la redención del obrero. Por primera vez en la historia dominicana una organización asumía públicamente objetivos socialistas.
8.
A partir del resurgimiento del caudillismo (1901-1915), los trabajadores redujeron sus actividades al gremialismo, clubes, asociaciones caritativas y al mutualismo. La vida política se retrotrajo al debate entre las facciones caudillistas aspirantes al poder. Los conflictos sociales fueron escasos y de reducidas repercusiones. Los gremios, a lo más vegetaban y se disolvían en la práctica. Esta situación comenzó a cambiar a partir de 1915.
9.
Después de 1915, con el inicio de la Primera Guerra Mundial y los altos precios en el mercado mundial, se dio un impulso a la modernización tecnológica, especialmente en la industria azucarera y al crecimiento cuantitativo de la clase trabajadora: el movimiento obrero comenzó a recuperarse y los cocolos y los trabajadores haitianos se hicieron imprescindibles en la producción azucarera. Nuevas oleadas de huelgas y protestas fueron resultado del auge económico y de las luchas contra la ocupación militar norteamericana (1916-1924).
10.
Nuevas oleadas de huelgas y protestas fueron resultado del auge económico y de las luchas contra la ocupación militar norteamericana. Resurgieron los gremios y su lucha por la disminución del horario de trabajo, el pago de salarios atrasados, el interés en desplazar de las fábricas a los obreros extranjeros. Durante la ocupación militar, fueron notorias las huelgas de cigarrilleros, panaderos, muelleros y la del ingenio Consuelo de San Pedro de Macorís.
11.
En mayo de 1920 quedó constituida la Confederación Dominicana del Trabajo, por resolución del Primer Congreso Nacional de Obreros, integrado por delegaciones obreras de San Pedro de Macorís, La Romana, Sánchez, Baní, Boca de Nagua, Azua, Barahona, Samaná y La Vega.
12
Otro sector obrero, integrado a la Hermandad Comunal Nacionalista, realizó un Congreso en la ciudad de Sánchez y estableció su sede en Puerto Plata. Esta organización, encabezada por Eugenio Kunhardt, era de tendencia contraria a la que organizó la Confederación Dominicana del Trabajo, pero la vocación nacionalista de los trabajadores se expresó a través de la Unión Nacional Dominicana y de las Juntas Nacionalistas.
14.
En abril de 1924 se desató un conflicto entre panaderos y propietarios de panaderías, a causa de la decisión de los últimos de elaborar cinco piezas de pan en vez de cuatro, por cada libra de harina. Se aumentaba así la labor, mientras el salario se mantenía congelado. Muchos de los panaderos en huelga fueron cancelados. Para evitar ser sustituidos por panaderos traídos desde Santiago, los de Santo Domingo efectuaron mítines y colocaron piquetes frente a las panaderías y en la carretera a Santiago.
15.
Durante el período de gobierno de Horacio Vásquez (1924-1930), el movimiento obrero ser retrotrajo a una posición marginal en la vida nacional. Disminuyeron los conflictos sociales, aumentó el desempleo y los bajos salarios impactaron la clase obrera. En enero de 1928 se instituyó la Asamblea General Obrera, la que sustituyó al Comité Ejecutivo de la Confederación Dominicana del Trabajo. Fue celebrado en Santiago, el 12 de octubre de ese año, el Cuarto Congreso de la Confederación Dominicana del Trabajo. Fue significativo en el período la organización, en 1929, de la Asociación de Instrucción y Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC), vinculada a propósitos socialistas.
16.
La crisis mundial de la economía comenzó a dejarse sentir en 1929, a la vez que el gobierno de Horacio Vásquez comenzaba a deteriorarse afectado por la corrupción administrativa y los conflictos internos en su partido. Ese deterioro comenzó a facilitar el acercamiento de los obreros a las ideas socialistas, agudizaba los conflictos sociales y motivaba las tentativas de organizar estructuras animadas por programas socialistas. Fue significativa en ese sentido, la organización en 1929 de la Asociación de Instrucción y Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC).
17.
El derrocamiento del presidente Horacio Vásquez en febrero de 1930 y el inicio de la dictadura de Rafael L. Trujillo, se dio en el marco de una importante crisis económica que tenía relación con la crisis mundial de la economía, con el pago de los empréstitos externos, presión sobre el circulante monetario, la disminución de los precios de exportación y los efectos devastadores del Ciclón San Zenón. En el período, el obrerismo se colocó de manera visible al lado del dictador y los líderes de la Confederación Dominicana del Trabajo se integraron a la dictadura.
18.
La dictadura de Trujillo permitió y promovió la organización obrera a cambio del apoyo y la integración de los dirigentes de la Confederación Dominicana del Trabajo. Los lideres obreros, ahora controlados y al servicio del régimen, reorganizaron numerosos gremios y se crearon otras entidades. Se formaron nuevas federaciones y se celebró el congreso de la Federación Local de Santo Domingo. Con el tiempo, la CDT fue quedando en la inactividad, aunque terminando la década se dejó sentir la reactivación del movimiento.
19.
A principio de los años cuarenta había comenzado a germinar el propósito de constituir una organización revolucionaria contraria a la dictadura. Fue fundado en 1941 el Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD). La consolidación de esa organización y el surgimiento de sindicatos obreros con líderes de ideas que se acercaban al socialismo, fue motivado por la influencia del exilio español que había comenzado a llegar al país al finalizar la Guerra Civil Española.
20.
El país vivió en los años cuarenta un auge industrial, matizado por el interés del dictador en concentrar las principales empresas industriales radicadas en la República Dominicana, como eran la Compañía de Teléfonos, la Compañía Eléctrica y los Centrales azucareros, lo que facilitó las luchas de los obreros del sector azucarero de la región Este.
21..
Vinculada al Partido Democrático Revolucionario Dominicano, surgió en 1944 la Juventud Revolucionaria, que luego dio paso a la Juventud Democrática. El fin de la Segunda Guerra Mundial facilitó, en el marco de una “democracia” restringida en el interés de la dictadura, la participación política disidente del gobierno y el auge del movimiento de los trabajadores.
22.
En julio de 1943, el régimen de Trujillo decidió revivir la Confederación Dominicana del Trabajo y convocar el Quinto Congreso Nacional Obrero, siendo celebrado en febrero de 1944. El gobierno decretó la obligatoriedad de organización de todos los gremios y federaciones en la CDT, a fin de que no se desubicasen respecto a las directrices del gobierno y se reforzó el procedimiento de celebrar oficialmente el primero de mayo como Día del Trabajo
23..
Las actividades del Partido Democrático Revolucionario Dominicano y el proselitismo de líderes gremiales con ideas socialistas, van a incidir en la reformulación del movimiento obrero, con intereses disímiles a los promovidos por el gobierno y los funcionarios de Trujillo. San Pedro de Macorís y La Romana se constituyeron en las zonas donde los trabajadores despertaban del letargo a que estaban sometidos y la Federación Local del Trabajo de Macorís en la organización obrera, de orientación izquierdista, que dirigió las luchas.
24.
Mauricio Báez, dirigente de la Federación Local del Trabajo de Macorís, fue el líder obrero más importante de la década del cuarenta. El dirigente macorisano aprovechó la apertura engañosa del régimen para, desde el periódico El Combate y luego desde El Federado, promover e impulsar la lucha de los trabajadores de la región Este. Mauricio Báez fue integrante del PDRD y luego del Partido Socialista Popular, la primera organización socialista de la República Dominicana.
25.
Siendo la ciudad de La Romana el lugar donde se encontraba el central azucarero más importante de la República Dominicana (el Central Romana) y debido, en cierta forma, a la influencia sindical proveniente del cercano San Pedro de Macorís, quedó constituida en esa localidad la Federación Local de La Romana. En enero de 1942 la Federación encabezó la huelga en el sector azucarero, la primera organizada en ese sector desde 1931. Aunque la huelga fracasó, fue el detonante que electrizó el movimiento obrero de la región oriental.
26.
La principal figura de la Federación Local de La Romana, fue Hernando (Nando) Hernández, líder obrero de ideas socialistas, conocido por su humanitarismo y quien había sido dirigente del Partido Nacionalista. Era estrictamente un obrero asalariado que vivía entre los obreros y los ayudaba con sus escasos recursos, en ocasiones de enfermedades y situaciones difíciles.
27.
Al finalizar el año 1945 la situación en el Este era de efervescencia y las empresas se negaban a elevar los salarios de los trabajadores. El salario normal de un obrero oscilaba entre 60 y 65 centavos por jornada de 12 horas de trabajo, mientras el picador de caña recibía 34 centavos por tonelada.
28.
La huelga azucarera de enero de 1946 estuvo condicionada por la independencia con que el liderazgo encabezado por Mauricio Báez y Hernando Hernández habían actuado frente al régimen y los intereses azucareros de la región oriental. Las reivindicaciones principales fueron el alza salarial y la disminución de la jornada de trabajo de doce a ocho horas. En la jornada se paralizaron todas las actividades mercantiles y azucareras del Este.
29.
El triunfo de la huelga azucarera de 1946 produjo la reactivación del movimiento sindical en toda la región Este, viéndose el gobierno de Trujillo en la necesidad de disponer la regulación oficial de las huelgas y adoptar medidas preventivas que tendieran a evitar ese tipo de acontecimiento laboral. Se inició además un proceso de control de los gremios a través de la Confederación Dominicana del Trabajo. Se inició un plan encabezado por la dirigencia de la CDT para desprestigiar el movimiento y a Mauricio Báez, quien se vio obligado a exiliarse en Cuba.
30.
Después del triunfo de la huelga azucarera, el gobierno negoció con la Confederación de Trabajadores de Cuba, para organizar en Santo Domingo el Sexto Congreso Obrero Nacional celebrado entre los días 24 y 28 de septiembre de 1946. El Congreso se caracterizó por las exigencias de mejorías sustanciales para los trabajadores. En todas las actividades fue notoria la participación de Mauricio Báez, quien había regresado al país, y del sindicalista Justino José del Orbe.
31.
El acuerdo de Trujillo con el Partido Socialista Cubano, incluyó el compromiso de permitir el ingreso de los exiliados contrarios a su gobierno y las actividades legales del Partido Socialista Popular, constituido en agosto de 1946. Varios de los líderes sindicales pasaron a formar parte de esta organización socialista, entre ellos Justino José del Orbe y Mauricio Báez.
32.
Dos meses después de la celebración del Sexto Congreso Obrero Nacional, se orquestó un plan tendente a expulsar del Comité Ejecutivo de la Confederación Dominicana del Trabajo a los dirigentes revolucionarios, aislar los gremios más radicales y neutralizar a los vacilantes. Los trujillistas recuperaron el control del movimiento sindical y aunque los revolucionarios formaron la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), que resistió la presión oficial y encabezó la lucha reivindicativa en 1947, Mauricio Báez y varios líderes socialistas abandonaron el país.
33.
El 26 de octubre de 1947 se inició el fin de la “apertura seudo democrática” que permitió la participación política de la izquierda y el avance del movimiento sindical dominicano, haciéndose casi imposible la supervivencia de un movimiento revolucionario significativo. A partir de 1950 y hasta la muerte del dictador Trujillo en 1961, el movimiento obrero entró en una etapa que sólo será rebasada con el fin de la dictadura, la desintegración de la Confederación Dominicana del Trabajo y el nacimiento de organizaciones obreras revolucionarias.
34.
El Frente Obrero Unido Pro Sindicatos Autónomos (FOUPSA) surgió el 17 de septiembre de 1961. Organizó sindicatos y dirigió las primeras huelgas y protestas tras la caída de Trujillo. En 1962 contaba con más de cien sindicatos afiliados en todo el país, que luchaban por aumento general de salario, mejores condiciones de trabajo y la destitución de los funcionarios trujillistas. En su inicio FOUPSA estuvo influenciada por la Unión Cívica Nacional y sectores extranjeros.
35.
En diciembre de 1961, FOUPSA, unida a otras organizaciones políticas y sindicales, paralizó el país con una huelga general que tuvo por objetivo principal la salida del gobierno de los funcionarios, remanentes de la dictadura de Trujillo. La huelga fue financiada por sectores externos al movimiento, especialmente por la Unión Cívica Nacional. El período posterior a la muerte de Trujillo se caracterizó por el auge de la lucha popular y sindical y fueron de trascendencia política el derrocamiento del Gobierno del Profesor Juan Bosch (1963) y la guerrilla de Manolo Tavares Justo en las montañas dominicanas.
36.
Terminado el proceso de “destrujillización” de la sociedad dominicana y hasta 1965, FOUPSA profundizó su lucha reivindicativa, pero fue divida a partir de intereses políticos no obreros. Los “cívicos” formaron la Confederación Nacional de Trabajadores Libres (CONATRAL), vinculada a la AFLCIO-ORIT y los “Social Cristianos” fundaron la Confederación de Sindicatos Cristianos (CASC), mientras que el Partido Revolucionario Dominicano formó la Confederación Sindical de Trabajadores Dominicanos (CESITRADO). Las Izquierdas, por su parte, crearon la Unión de Trabajadores Sindicalizados (LA UNIÓN).
37
El 20 de junio de 1964 se constituyó la Federación Nacional de Transporte Dominicano (FENATRADO) y en el mes de agosto de ese año se realizó la huelga de trabajadores contra el decreto del gobierno del Triunvirato que duplicaba las cuotas obligatorias de los trabajadores al Instituto Dominicano de Seguro Social (IDSS). La huelga fue organizada por la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos (CASC) y Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN), con el apoyo de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).
38.
En la Zona Constitucionalista, durante la Revolución de Abril de 1965, fue celebrado, el 6 y 7 de marzo, el Congreso de Unidad, patrocinado por el Sindicato Unido de La Romana y POASI, acordándose reforzar el movimiento sindical a través de la integración en FOUPSA-CESITRADO. Con la unidad de estas organizaciones la izquierda tomaba el control del movimiento sindical, contrario a las organizaciones financiadas por los patronos, sectores sindicales y políticos antinacionales.
39.
En 1966, con la salida de las tropas norteamericanas y la inauguración del período de gobierno del doctor Joaquín Balaguer (1966-1978), el movimiento sindical vinculado a la CASC y a FOUPSA-CESITRADO fue sometido a una violenta persecución política y policial. La austeridad económica se impuso y la libertad sindical se restringió considerablemente. El clima represivo no impidió la huelga nacional de transportistas del 27 al 29 de agosto de 1969. Los principales dirigentes sindicales fueron encarcelados, expulsados del país y algunos asesinados. El doctor Guido Gil, asesor de los obreros del Central Romana, fue desaparecido para siempre en enero de 1967.
40.
La represión sindical y el clima político imperante favorecieron la unidad sindical. Una tendencia que se identificaba con los Comités Revolucionarios Camilo Torres dentro de la CASC, dirigida por el sindicalista Francisco Antonio Santos y la dirección de FOUPSA, decidieron fundar la Central General de Trabajadores (C.G.T), decisión tomada en asamblea nacional celebrada en Santiago, el 30 de enero de 1972. La constitución se efectuó durante el V Congreso de la Confederación Autónoma de Sindicatos Cristianos, (CASC), del 4 al 6 de febrero de 1972.
41.
El 1 de mayo de 1970, la represión política contra los opositores provocó la unidad del movimiento sindical y la realización de multitudinarias movilizaciones de los trabajadores de todo el país. Ese día, los obreros se manifestaron públicamente en un masivo mitin en el que participaron el Colegio Dominicano de Ingenieros y Agrimensores (CODIA), la Federación de Ligas Agrarias Cristianas (FEDELAC), la Unión Nacional de Chóferes Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN), el Frente Obrero Pro Sindicatos Autónomos-Confederación Sindical de Trabajadores Dominicanos (FOUPSA-CESITRADO) y la Confederación de Sindicatos Cristianos (CASC).
42.
Con la formación de la Central General de Trabajadores (CGT), concluyeron los esfuerzos unitarios verificados a partir del fin de la dictadura de Trujillo. Al finalizar el “Gobierno de los Doce Años” del doctor Balaguer y con la llegada del Partido Revolucionario Dominicana a la dirección del gobierno dominicano (1978), el movimiento sindical entró en una fase de definición y formación de nuevas organizaciones sindicales, destacándose la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Unión General de Trabajadores Dominicanos (UGTD) y el Consejo de la Unidad Sindical (CNUS).
43.
Los estudiosos del Movimiento Obrero Dominicano tienen, en la Hemeroteca y Biblioteca del Archivo General de la Nación, así como en los fondos documentales de que somos guardianes, la oportunidad de profundizar en el conocimiento de la historia de la Clase Trabajadora Dominicana. Para la elaboración de los textos presentados en esta exposición fueron consultados en los fondos del AGN, los textos: Roberto Cassá, Movimiento obrero y lucha socialista en la República Dominicana (1990), Manuel de Jesús Pozo, “Historia del movimiento obrero dominicano 1900-1930”; Realidad Contemporánea (1976), Rafael Calderón, “Movimiento obrero dominicano 1930-1962”, Realidad Contemporánea (1976); Justino José del Orbe, Mauricio Báez y la clase obrera (1981) y Julio de Peña Valdez, El Movimiento Sindical Dominicano (1987). También las revistas Renacimiento (1920), Blanco y Negro (1924), Cromos (1928), El Gráfico (1928), la revista ¡Ahora! y los periódicos La Opinión (1929-1930), El Caribe (1964), El Nacional (1970) y La Noticia (1967).
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