Falta de agua deteriora calidad de vida comunidades Yamasá
Niños, adolecentes y adultos realizan filas para abastecerse de agua en la comunidad La Sabana, del distrito municipal de Los Botados, en Yamasá
La señora Pura de Paula, de 65 años de edad, tiene que recorrer medio kilómetro para obtener el preciado líquido
Las personas utilizan diferente medios para transportar el agua a sus hogares ( Fotos de Amaurys Florenzán)
La falta de un acueducto que supla de agua el paraje La Sabana, en el distrito municipal Los Botaos, de Yamasá y otros de la zona, limita la calidad de vida de sus habitantes, quienes tienen que caminar hasta un pozo, ubicado a varios kilómetros, para conseguir un galón del líquido. Este escenario se observa pese a que se encuentra situada en una región donde nacen los principales ríos del país.
La incapacidad para conseguir agua potable afecta de manera considerable a estos munícipes, cuya situación los motivó a unirse para con el esfuerzo de todos construir un pequeño acueducto del cual poder suplirse.
La comunidad no cuenta con el servicio debido al descuido y desinterés de las autoridades gubernamentales y municipales, que durante años le han ofrecido construir un acueducto, pero pasa el tiempo y dicha promesa no se hace realidad.
Igual situación padecen los residentes de las secciones Camarón y el kilómetro 35 de Yamasá, quienes deben trasladarse en motoconchos, carretillas, caballos y burros, entres otros medios, para obtener una cubeta de agua.
La señora Pura de Paula, de 67 años, narró que para conseguir un poco de agua debe caminar cada día más de medio kilómetro, acción que realiza viarias veces al día. Cuenta que su cuerpo cansado y agotado ya no resiste recorrer esa distancia, pero que está obligada a hacerlo porque no tiene un pariente que la ayude.
Manifestó que dicha situación le ha agravado su salud, puesto que el esfuerzo que hace para cargar varios galones le ha provocado problemas en la parte baja de la espalda: "Tengo la espalda abierta de tanto cargar estos galones”, subrayó.
Para ella, uno de los inconvenientes del suministro es la falta de energía eléctrica, lo que impide mantener en constante funcionamiento la bomba, mediante la cual sustrae el agua.
Por su parte, el agricultor Carlos Velásquez expresó sentirse frustrado por esa dificultad, la cual afecta a toda la comunidad. “No entiendo el desinterés de las autoridades en construir un acueducto, pese a que la región posee todas las condiciones necesarias y el relieve para su realización, ya que está bordeada por más de 10 ríos que nacen en la sierra de Yamasá”.
Resaltó que el diputado Juan Hubieres es el único congresista electo en la provincia, Monte Plata, que ha ido en auxilio de esa población y le donó una bomba para extraer el líquido de un pozo que construyeron.
Velázquez denunció que el alcalde de Los Botados, Feliz Severino y gobernador provincial, César Manzueta, solo saben llevar funditas de alimentos, pero cuando se le aborda sobre el tema de abastecimiento de agua, se quedan en promesas.
Otras dificultades que agobian a los habitantes de estas comunidades, en especial los del paraje La Sabana, es el deterioro de las vías de accesos, situación que dificulta el trasporte de personas y los productos agrícolas. También les perturba grandemente la falta de empleos y centros de estudios, lo que ha incentivado la emigración a la ciudad de Santo Domingo
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