http://www.opd.org.do/index.php?option=com_content&view=article&id=1260:la-division-politica-del-territorio-dominicano-desde-su-constitucion-c
Unidad de Gobierno Local
La división política del territorio dominicano, desde su constitución
como Estado hasta 2013
Según Geiger (1996, citado en Montañez Gómez & Delgado Mahecha, 1998),el territorioe
s una extensión terrestre que incluye una relación de poder o de posesión por parte de un individuo o de un grupo social, que contiene límites de soberanía, propiedad, apropiación, disciplina, vigilancia y jurisdicción, y transmite la idea de cerramiento. Entender el territorio a partir de esta definición implica asumirlo,no comouna entidad en sí misma -algo dado, externo a lo humano-,sino como una construcción social, como un soporte y/o contenedor de las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas en un contexto temporal dado. La relación entre los sujetos y el territorio es, en gran medida, una relación interdependiente en la cual los sujetos y el territorio se conforman mutuamente. (Echeverría Ramírez, 2001).
Esta concepción -que comprende el territorio como escenario en continuo proceso de transformación, producto de la interacción social- implica que la organización del mismo responda a criterios que procuren la mejor división del espacio en atención a garantizar el desarrollo equilibrado entre las distintas demarcaciones y el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
En este sentido, la división político-administrativa del territorio de un país, en tanto que medida de carácter público, no es una simple partición terrestre, sino que debe responder a una visión de futuro, a un proyecto de desarrollo nacional que considere la relación existente entre los sujetos (individuales y colectivos) y el territorio, evitando que su configuración no solo obedezca a efectos de la lógica política o económica (Montañez Gómez, 2001).
2. Del territorio dominicano, sus divisiones político-territoriales
2.1. División político-territorial interna del naciente Estado dominicano (1844-1861)
El Estado dominicano surgió a mediado del siglo XIX en la parte oriental de la isla de Santo Domingo. A los fines de organizar política y administrativamente el nuevo Estado, la Asamblea Constituyente, reunida en San Cristóbal, dictó la Constitución política del año 1844. En dicha carta magna dejó establecido en su artículo 4 que “el territorio de la República se divide en cinco provincias, que son: Compostela de Azua, Santo Domingo, Santa Cruz del Seibo, Concepción de La Vega y Santiago de los Caballeros”.Más adelante, mediante la Ley No. 40, de fecha 9 de junio de 1845, estas provincias fueron subdivididas en veintisiete comunes. Esta conformación puede ser considerada, de manera formal, como la primera división política del territorio dominicano. Años más tarde, en 1958, fueron creados tres grandes departamentos: El Seibo, Ozama y Cibao, que comprendían las cinco provincias ya existentes.
Esta
nueva estructura organizativa, en la que las provincias constituían las
demarcaciones político-administrativas mayores y las comunes
-subdivisiones de las provincias- las demarcaciones menores, se mantuvo
desde 1845 hasta 1861. Durante ese período, la administración política
no sufrió cambios sustanciales en lo que respecta al número de
provincias y comunes; sin embargo, se tomaron medidas que procuraron la
organización urbano-rural del territorio, así como el establecimiento de
límites entre comunes y la creación de los “alcaldes pedáneos”.
Mapa de la Isla de Santo Domingo, en que se muestran los límites del territorio dominicano y su primera división interna.
Fuente: Archivo General de la Nación
2.1. División del territorio durante la anexión a España (1861-1863)
El
18 de marzo de 1861 fue proclamada la anexión a España, a través de la
cual el territorio dominicano fue incorporado como colonia a la Corona
española. Tal situación se mantuvo hasta que el 3 de marzo de 1865, la
reina Isabel II firmó la anulación de la anexión, diecinueve meses
después del Grito de Capotillo del 16 de agosto de 1863.
El
proceso de anexión derogó la estructura político-administrativa que
había sido instaurada, dando paso a una nueva forma de organización
territorial. No obstante, el número de las demarcaciones políticas
mayores permaneció igual.
En
agosto de 1863, el general Pedro Santana dictó, a nombre de la Reina,
la Resolución núm. 693, en la que estableció que la parte española de la
isla de Santo Domingo se organizaría en gobiernos político-militares
(Santo Domingo, Azua, Seibo, Santiago de los Caballeros, La Vega y
Samaná), tenencias de Gobierno y comandancias de armas.
Cada
uno de estos gobiernos comprendía el territorio que tenía antes como
provincia, con excepción de Samaná, cuyo territorio comprendía, además
de la península así llamada, una extensión territorial de una legua
alrededor de las costa Sur y Oeste, desde Punta Mangle hasta Cañón
Colorado; quedando disminuido el gobierno del Seibo en la porción en que
aumento Samaná. (Tolentino Rojas, 1939).
2.2. División del territorio dominicano desde la Restauración hasta la intervención norteamericana (1863-1916)
Tras
el retiro definitivo de las tropas españolas de territorio dominicano,
en 1865, fueron puestas en vigor las leyes que regían hasta el 18 de
marzo de 1861, fecha en que se consumó la incorporación a España. Esta
medida restauró la anterior división político-administrativa y
restableció la Constitución de 1858.
Durante
este largo período, que abarca un poco más de medio siglo, el
territorio dominicano sufrió cambios sustanciales en términos de su
división política. En 1866, el número de demarcaciones mayores
(provincias) era elevado, por lo que se agregó un nuevo elemento a la
clasificación establecida: los distritos marítimos, los cuales tenían
igual jerarquía que las provincias en la estructura organizativa del
territorio. La única diferencia entre ambos era que los distritos
marítimos estaban situados en las costas del mar Caribe o del océano
Atlántico.
El
territorio de la República se divide en provincias y distritos. Las
provincias son: Santo Domingo de Guzmán, Compostela de Azua, Santa Cruz
del Seibo, Santiago de los Caballeros y Concepción de La Vega y los
distritos son Puerto Plata y Samaná. (Art. 3, Constitución del 26 de
septiembre de 1866)
En
este mismo orden, entre 1866 y 1880 fueron erigidas en común cuatro
nuevas demarcaciones. Asimismo, fue creada la circunscripción
territorial denominada “cantón”. En 1880 se proclamó una nueva
Constitución política que estableció la división del territorio
dominicano en cinco provincias y tres distritos. Las demarcaciones
mayores sumaron ocho, las que a su vez fueron divididas en treinta y
cinco comunes.
En
los años siguientes, el número de demarcaciones, tanto mayores como
menores, aumentó vertiginosamente. Entre 1880 y 1907, tres comunes
fueron elevadas a distritos marítimos (Monte Cristi, Barahona y San
Pedro de Macorís) y uno fue creado como tal (Pacificador). De manera que
para la fecha, las demarcaciones mayores sumaron doce, mientras que las
comunes alcanzaron a ser setenta y uno.
En
el año 1907,el Congreso Nacional estableció que nuestro país se
dividiría definitivamente en provincias y comunes, por lo que todos los
distritos marítimos se convirtieron en provincias. Más adelante, en
1913, fue creada la unidad territorial denominada “distrito municipal”. A
partir de ese último año (1913), no fueron tomadas medidas relevantes
en cuanto a la división político-administrativa del territorio
dominicano.
Mapa de República Dominicana que presenta las divisiones internas del territorio dominicano. Data del 1910.
Fuente:Archivo General de la Nación.
2.1. División
del territorio dominicano desde la ocupación norteamericana (1916-1922)
hasta el inicio de la dictadura de Trujillo (1930)
La
división político-administrativa del territorio dominicano no sufrió
variaciones significativas durante la primera ocupación norteamericana.
El número de provincias permaneció igual, pero el de comunes fue
reducido levemente.
Fuente: Elaboración propia, a partir de los registros de Vicente Tolentino Rojas en Historia de la división territorial 1492-1943 (1939)
Al
finalizar la ocupación norteamericana, el presidente provisional de la
República Dominicana, Juan Bautista Vicini Burgos, mediante el Decreto
No. 2, de fecha 23 de octubre de 1922, declaró que todas las órdenes y
resoluciones ejecutivas mantendrían vigencia, hasta tanto los poderes
colegiados decidieran sobre su validación. De esa forma, la organización
político-administrativa del territorio dominicano establecida durante
el gobierno interventor, se mantuvo al cesar las funciones de dicho
gobierno.
En
los años 1924, 1927 y 1929 fueron dictadas sendas constituciones que no
introdujeron modificaciones de importancia en la división del
territorio dominicano.
2.1. División del territorio durante la era de Trujillo (1930-1961)
Durante
los ochenta y seis años comprendidos entre 1844 y 1961, los cambios
producidos en la división político-administrativa fueron paulatinos, en
comparación con los años siguientes. Desde 1844 a 1863, el territorio
dominicano estuvo dividido en cinco provincias, alcanzando el número de
once en 1916. Esa cantidad permaneció estable hasta entrada la era del
Trujillo, período en el cual se adicionaron dieciséis nuevas provincias,
contando 27 al final de la dictadura.
Fuente: Elaboración propia, a partir de los registros de Vicente Tolentino Rojas en Historia de la División Territorial 1492-1943
La
lentitud con la que se fue dividiendo el territorio dominicano en el
período 1844-1930 se vio dinamizada al iniciarse la era de Trujillo. En
efecto, durante los 31 años de gobierno trujillista se puso fuerte
énfasis a la cuestión del territorio, el cual fue un elemento
fundamental de la estrategia gubernamental del dictador. En este
sentido, Rafael Leónidas Trujillo impulsó un conjunto de medidas que
respondían a una maniobra de control territorial y de las relaciones
sociales, culturales, económicas y políticas que se desarrollaban en el
mismo. En adición, creó un conjunto de provincias que le permitieron al
régimen contar con una estructura mínima para el control de la zona
fronteriza, como parte del “Plan de Dominicanización de la Frontera”.
Mapa de la República Dominicana, en el que se muestran las divisiones internas del territorio dominicano durante el año 1959
Fuente: Archivo General de la Nación
2.1. División político-administrativa del territorio dominicano 1962-2012
Luego
de la caída del régimen trujillista, el número de demarcaciones, en
aumento a partir de 1930, como se ha visto, siguió tal tendencia de
crecimiento: durante el período 1962-2012 surgió una gran cantidad de
nuevas entidades político-administrativas. De igual forma, entre 1962 y
1968, muchas provincias fueron objeto de cambios de nombres, medida que
respondió al interés de eliminar los topónimos y/o denominaciones en
homenaje a figuras cercanas al dictador.
Durante
los 21 años que comprende el período 1961-1982, la distribución
territorial de la República se mantuvo estable, con 27 provincias. Es a
partir de 1982 que la creación de provincias comienza a registrar una
lenta actividad con la formación de las demarcaciones Monseñor Nouel y
Monte Plata. Dos años después se creó Hato Mayor; seis años más tarde,
en el año 2000, San José de Ocoa, y en 2001, Santo Domingo, cuando se
separó de lo que era el Distrito Nacional.
La creación de municipios corrió mejor suerte, pues entre 1970 y 2012 fueron creados unos ochenta y dos municipios, tal y como se observa en el gráfico a continuación.
Fuente: OPD-FUNGLODE (Análisis geoespacial de las elecciones dominicanas)
Conclusión
La
división territorial es un instrumento de suma importancia para la
administración y planificación política, económica y social de las
naciones; por ello, el criterio que guíe estas acciones debe sustentarse
en razones técnicas que respondan a las particularidades geográficas
del territorio y el desarrollo social del mismo, con miras a alcanzar
una división político-administrativa funcional que garantice el
ejercicio del gobierno y la buena administración. En tal sentido, se
requiere transformar la división del territorio dominicano en un
instrumento eficaz que ayude al logro de los objetivos planteados en la
Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo.
En
el diseño y gestión de las políticas públicas deberá incorporarse la
dimensión de la cohesión territorial y asegurar la necesaria
coordinación y articulación entre dichas políticas, a fin de promover un
desarrollo territorial más equilibrado mediante la dotación de
infraestructura, servicios y capacidades necesarias para impulsar el
desarrollo de las regiones y los municipios menos prósperos y
promocionar estrategias regionales de desarrollo y competitividad que
aprovechen la diversidad regional, con el concurso de los gobiernos
locales y actores sociales, económicos y políticos de cada región. (Art.
19. Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo)
En
adición a lo anterior, en los últimos meses la prensa ha hecho de
conocimiento público la modificación a la Ley No. 316-04, que eleva a
Maimón de sección a distrito municipal de Puerto Plata, y redistribuye
la división política de la provincia. Esta modificación generó un
conflicto entre los gobierno locales de Maimón y Puerto Plata, el cual
giró en torno a la sustracción de la sección Maggiolo -a la que
pertenece el paraje Cofresí-,razón por la cual los arbitrios de los
hoteles ubicados en esta localidad serían cobrados por la alcaldía de
Puerto Plata.
Controversias
como esta pueden evitarse mediante la aprobación de una ley general de
ordenamiento territorial que sirva de soporte a las leyes relacionadas
con el desarrollo del país y fortalezca la consecución de los objetivos
que la Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo plantea en su artículo
19.
II. Bibliografía
Avila Orive, J. (1993). La ordenación del territorio en el país vasco: análisis,
ejercicio y delimitación competencial. Madrid: Editorial Civitas.
Echeverría Ramírez, M. (2001). “Descentrar la mirada: avizorando la ciudad como
territorio”. En Espacio y territorio: razón, pasión e imaginarios. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
Espinosa Cuervo, J., & Sánchez Romero, Ó. (2001). “Importancia del ordenamiento
territorial en la integración, la competitividad y el desarrollo”.
En Espacios y territorios: razón, pasión e imaginarios. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
Montañez Gómez, G. (2001). “Razón y pasión del espacio y el territorio”. En Razón
y pasión del espacio y el territorio (pág. 20). Bogotá: Universidad Nacional
de Colombia.
Montañez Gómez, G., & Delgado Mahecha, O. (1998). “Espario, territorio y región:
conceptos basicos para un proyecto nacional”. Cuadernos de Geografía, Vol.
II, No. 1-2 1998 p. 121-134.
Pérez, O. (2011). Análisis geoespacial de las elecciones dominicanas.
Santo Domingo: Observatorio Político Dominicano.
Romero González, J., & Farinós Dasí, J. (2004). Ordenación del territorio y
desarrollo territorial. Madrid: Ediciones TREA, S.L.
Tolentino Rojas, V. (1939). Historia de la división territorial. Santiago:
Editorial del Diario.
Werner D., F. (2004). División político-territorial dominicana 1994-2004.
Santo Domingo: IMSIMAPRI, C por A.
IV. Anexosejercicio y delimitación competencial. Madrid: Editorial Civitas.
Echeverría Ramírez, M. (2001). “Descentrar la mirada: avizorando la ciudad como
territorio”. En Espacio y territorio: razón, pasión e imaginarios. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
Espinosa Cuervo, J., & Sánchez Romero, Ó. (2001). “Importancia del ordenamiento
territorial en la integración, la competitividad y el desarrollo”.
En Espacios y territorios: razón, pasión e imaginarios. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia.
Montañez Gómez, G. (2001). “Razón y pasión del espacio y el territorio”. En Razón
y pasión del espacio y el territorio (pág. 20). Bogotá: Universidad Nacional
de Colombia.
Montañez Gómez, G., & Delgado Mahecha, O. (1998). “Espario, territorio y región:
conceptos basicos para un proyecto nacional”. Cuadernos de Geografía, Vol.
II, No. 1-2 1998 p. 121-134.
Pérez, O. (2011). Análisis geoespacial de las elecciones dominicanas.
Santo Domingo: Observatorio Político Dominicano.
Romero González, J., & Farinós Dasí, J. (2004). Ordenación del territorio y
desarrollo territorial. Madrid: Ediciones TREA, S.L.
Tolentino Rojas, V. (1939). Historia de la división territorial. Santiago:
Editorial del Diario.
Werner D., F. (2004). División político-territorial dominicana 1994-2004.
Santo Domingo: IMSIMAPRI, C por A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario