La pequeña carretera 314 que une el norte del estado de Nueva York con
el vecino Vermont se ha convertido en el eje de la cacería de dos
asesinos convictos que hace seis días escaparon una prisión de alta
seguridad en Estados Unidos.
Los reos usaron herramientas eléctricas para cortar paredes y tuberías y así lograron escapar de Dannemora, el penal de la localidad de Clinton, NY.Casi medio millar de agentes de seguridad, entre locales, estatales y federales, participan en el operativo de búsqueda de Richard Matt y David Sweat en la región boscosa, muy cercana a la frontera con Canadá.
Aunque al principio las autoridades pensaron que Matt y Sweat se dirigirían al país vecino del norte o que incluso podrían tratar de cruzar la frontera con México, ahora creen que los fugitivos podrían estar yendo rumbo al vecino estado de Vermont.
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Reportes de medios estadounidenses aseguran que los perros buscadores detectaron el rastro olfativo de los hombres, quienes habrían acampado en un zona boscosa en la ruta 314.
También afirman que se ha establecido un perímetro en torno al supuesto sitio donde habrían descansado Matt y Sweat, aunque no son datos confirmados por portavoces oficiales. Los medios aseguran que se consiguieron envoltorios de comida en la zona.
Afiches con los rostros de Matt y Sweat han sido desplegados en decenas de pizarras electrónicas en los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts y Pensilvania informando sobre la recompensa de US$ 100.000 por información que conduzca a su captura.
Eso, unido al hecho de que no se han reportado vehículos robados en la zona, ni han detectado hasta ahora la existencia de cómplices que los ayudaran fuera del recinto carcelario, les lleva a pensar que la fuga la realizan a pie.
Una funcionaria de la prisión es señalada de haber tenido la intención de transportarlos, pero se habría retractado. Aunque fue interrogada por los detectives, la mujer no ha sido formalmente acusada ni arrestada.
"Para ser honesto, no tengo información sobre dónde están o qué están haciendo", dijo en rueda de prensa el superintendente de la policía del estado de Nueva York, Joseph D´Amico.
Joyce Mitchell, supervisora de la sastrería de la prisión, "podría haber tenido algún rol asistiendo" a los fugitivos en sus planes, algo que ha negado su hijo Tobey en declaraciones a medios locales.
Mitchell no ha sido acusada formalmente de delito alguno, ni ha sido arrestada.
Otros trabajadores del penal han sido interrogados para determinar si hubo complicidad interna, la única manera que los investigadores creen que Matt y Sweatt pueden haber tenido acceso a las herramientas que les facilitó la huída.
Matt, de 49 años, fue condenado a 25 años por matar y descuartizar a su jefe en 1997.
Aunque logró huir a México, en 1998 fue apresado por matar a un hombre en Matamoros y en 2007 fue devuelto a EE.UU.
Sweat, de 35 años, estaba cumpliendo cadena perpetua por el asesinato de un agente de policía.
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