miércoles, 17 de septiembre de 2014

La serpiente emplumada en Mesoamérica

La serpiente emplumada en Mesoamérica (1)
La presencia de la gran serpiente con plumas en su cuerpo es permanente en el pensamiento antiguo de Mesoamérica. Quetzalcóatl es el dios capaz de arrancar las ocultas riquezas del mundo subterráneo, oscuro y egoísta, principalmente el maíz, sustento esencial de los humanos fue arrancado por Quetzalcóatl a los dioses del mundo subterráneo, es también la carne misma de este dios.
Con frecuencia, este dios se conduce desde las ocultas profundidades hasta la superficie terrestre, en un movimiento serpentino y continuo. Como divinidad del viento es también el dueño del remolino. Una de sus insignias principales es la joya del viento o ehecacózcatl, un caracol cortado con un diseño en espiral que sugiere el movimiento rotatorio del aire y también de la serpiente, la cual en escultura casi siempre es mostrada enroscada en sí misma o insinuando un movimiento ondulante. Su habilidad para moverse entre distintos niveles hace de este ser divino el transportador privilegiado de las materias que crean la vida sobre la superficie de la Tierra.
 
Blas Castellón Huerta, “Cúmulo de símbolos. La serpiente emplumada”, La serpiente emplumada en Mesoamérica, número 53 de la edición regular de Arqueología Mexicana.
IMAGEN: A. Quetzalcóatl. Museo Arqueológico de Apaxco, estado de México. B. Representación de Ehécatl-Quetzalcóatl con sus atributos característicos: gorro cónico de piel de jaguar (a), máscara bucal (b) y ehecacozcátl (c). Códice Telleriano-Remensis, f. 8v.
Foto y reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces

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