El servicio exterior también seguía los pasos y declaraciones de Bosch

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Las relaciones, actuaciones y declaraciones de Juan Bosch en el extranjero eran minuciosamente seguidas por los embajadores dominicanos y cuando el líder del PRD atacaba al Gobierno o a Balaguer, sus juicios se reportaban a través de informes que venían avalados, como prueba, con los recortes donde se publicaban las opiniones.
Ricardo Ricourt escribió a Gustavo E. Gómez Ceara, embajador en México, el 17 de octubre de 1972, mediante oficio número 31176 acusándole recibo de una carta que el diplomático envió el 25 de septiembre para remitir un suelto del periódico “Excélsior” en el que Bosch dijo que Balaguer debería estar en la cárcel “por designar un tribunal ilegal” para juzgar a Wessin.
“He leído con indignación las declaraciones anexas, pues el señor Juan Bosch sigue abusando de la hospitalidad que le ha brindado el Excelentísimo Señor Presidente de la República, irrespetuosidad que en este hermano país de México no se tolera…”, escribió Gómez Ceara. Aunque dice que informó del hecho a Balaguer, mandó las pruebas a Ricourt, quien le comentó que “solo la tolerancia y el respeto” de este hacían posible “que un dirigente político frustrado se exprese de manera tan irreverente contra el Primer Magistrado de la Nación”.
Francisco Carías Dominici, embajador en Roma, escribió una carta a Balaguer el 8 de marzo de 1971 descalificando un elogio hecho a Bosch en el diario “Gazette de Lausanne”, en el que lo llaman “demócrata auténtico”.
“No existe fundamento alguno para creer que (Juan Bosch) tiene simpatías por las democracias populares”, opinó Carías.
El parecer sobre Bosch fue emitido en uno de tres artículos firmados por R.F.L., quien decía que el PRD tenía grandes posibilidades de ganar las elecciones en 1974.
Bonilla Aybar respondió Rafael Bonilla Aybar no guardó silencio ante unas declaraciones de Bosch en “El Universal”, de Caracas, Venezuela, donde era embajador. Bosch manifestó el 20 de abril de 1973 en ese periódico que la República Dominicana estaba gobernada por los Estados Unidos y que en esa circunstancia no volvería a ser candidato, pues no podía ser un presidente títere de los norteamericanos.
En la entrevista que concedió en la clandestinidad “tomando grandes precauciones” expresó: “El poder de este país lo tienen primero ustedes, Estados Unidos, y en segundo lugar el ejército”. Bosch hablaba con el corresponsal de la cadena de televisión ABC, David Schoumacher, pero las afirmaciones las reprodujo El Universal, donde se afirma que el dirigente estaba siendo buscado intensamente por el Gobierno de Balaguer “después de un abortado desembarco de un comando opositor de nueve hombres, hace tres meses”.
Bosch denunció el millar de muertos en siete años de Gobierno balaguerista, habló de él, de su Gobierno y concluyó exclamando que era un idealista por querer crear las bases de una democracia. “Me malinterpretaron, se me malinterpretó, porque es imposible tener una democracia en países como este que son satélites…”.
Bonilla se dirigió a Gómez Bergés enviándole el recorte con las aseveraciones de Bosch y otro suyo en el que resaltaba que aquí el poder residía en el pueblo. La misiva de Bonilla es del 30 de abril de 1973. “Consideré oportuno enviar una carta al director de El Universal para refutar las declaraciones del señor Juan Bosch”, decía. Añadía que entregó copia a Prensa Asociada para su divulgación y pedía que ambos documentos fuesen entregados a Balaguer para que comprobara que en el servicio exterior “existen personas que siguen difundiendo los intereses del pueblo dominicano y del Gobierno que él preside”.
Se refirió a las elecciones de 1966, en las que Balaguer “derrotó” a Bosch al igual que en 1970 y denigró al profesor y a la Dictadura con Apoyo Popular “anacrónica tesis que niega todos los derechos inherentes a la persona humana…”.
Por su lado, el cónsul general en Nueva York, Federico Antún, envió para conocimiento de Balaguer un artículo de “El Tiempo” en el que un supuesto periodista cubano, E. Pizzi de Porres, atacaba a Bosch y lo calificaba de ingrato con Cuba “donde por tantos años fue favorecido”.
En oficio número 1299 del 22 de noviembre de 1971, Antún se dirigió al canciller manifestándole que el autor “hace un juicioso enfoque sobre la inutilidad y la falsa postura revolucionaria de Juan Bosch, así como de su ingratitud hacia el pueblo cubano que lo soportó como él ha demostrado que no merecía”.
El artículo fue titulado despectivamente: “Juan Bosch (El Ovejo), traidor al pueblo que lo engordó 20 años”. Cuenta la presunta vida del expresidente en Cuba.
Un memorándum del 17 de junio de 1972 de J. Ricardo Ricourt informa al canciller sobre “Invitaciones formuladas a políticos latinoamericanos por la Fundación alemana Friederich Ebert” que se anexan a ese documento número 17903. El oficio original lo envió para el conocimiento de Balaguer el embajador dominicano en Alemania, Juan M. Contín, el 15 de mayo de 1972.
Los dominicanos invitados eran Julio César Castaños Espaillat y Bienvenido Mejía y Mejía “en su condición de miembros del PRD”. Destacaba que la institución había auspiciado “un viaje a Alemania del profesor Juan Bosch.
“Se ha pedido a nuestra Embajada en Alemania que mantenga informada a esta secretaría de Estado sobre todo cuanto pueda ser de interés en relación con la visita de los precitados dirigentes políticos”, anotaba Gómez Bergés en circular número 1361. A este funcionario se le envió la lista con los invitados, considerados de la “izquierda democrática”.
Contín informaba: “La delegación llegará a esta ciudad el próximo día 18 del corriente mes, cuando le será ofrecido un cocktail por la referida Fundación”. Y concluía: “La oportunidad será propicia para que divulguemos la doctrina política que anima la positiva obra de gobierno del doctor Balaguer y rebatiremos, si fuere el caso, cualquier infundio con que se pretendiere desvirtuar esa obra”.
En otro memorándum de la Cancillería, el No. 2679 del 11 de noviembre de 1971, se informaba para conocimiento de Balaguer que Bosch había sido invitado a participar en una manifestación del Movimiento Electoral del Pueblo que lideraban en Caracas Luis Beltrán Prieto Figueroa y José Paz Galarraga.
Las declaraciones de Bosch en el exterior atormentaban al Gobierno balaguerista. Estos informes contienen un editorial de Radio Clarín del 25 de febrero de 1971 que parece haber sido enviado a la presidencia por R. A. Font Bernard, pues arriba aparece escrito su primer apellido, que se refiere al caso: “Hacer denuncias de su propio país en el exterior para distorsionar la verdad y crear una imagen falsa del mismo es acto que merece toda censura”. Alude a consideraciones de Bosch y asegura que a este el imperialismo soviético le resultaba “tan adecuado y satisfactorio que se siente feliz de que intervenga en las cuestiones nacionales como si esa contingencia estuviera ya prevista en alguno de los apéndices secretos de la Dictadura con Respaldo Popu