¿Por qué los votantes abandonan al PSOE para marcharse a Podemos?
En
las pasadas elecciones al Parlamento Europeo la pequeña formación
política Podemos logró cinco escaños, es decir, más de 1,2 millones de
votos en toda España. Dos semanas después, el “efecto Podemos” sigue
aumentando y con él las previsiones de un éxito arrollador para la nueva
formación: según un barómetro publicado por El Periódico el pasado 8 de
junio, en el caso de que se celebraran elecciones generales, Podemos
lograría hasta 58 escaños en el Congreso de los Diputados, situándose
como tercera fuerza política y lo haría a costa de PSOE e IU. ¿Qué ha
pasado para que una formación nueva y sin experiencia arrebate decenas
de miles de votos a los partidos tradicionales? La clave está en el
storytelling, y sobre todo en la diferencia de percepción de los
mensajes: lo importante es ser verosímil.
Según el barómetro publicado el pasado 8 de junio en El Periódico y elaborado por GESOP,
Podemos lograría 58 escaños en el Congreso de los Diputados, el 15% del
total de los votos. Solamente tendría por delante al PP con hasta 127
diputados y el PSOE, con hasta 89. Muy por detrás se situarían IU
(15-17) y UPyD (13-14). El PP ganaría las elecciones y la izquierda
quedaría fraccionada entre dos grandes formaciones, PSOE y Podemos,
mientras que el crecimiento de IU y UPyD se quedaría paralizado.
Sin embargo, lo más interesante de este barómetro sería que Podemos
se sitúa en una posición de gran influencia para poder aspirar a poner
en peligro la hegemonía del PSOE en la izquierda precisamente gracias a
los propios votantes socialistas, que según este estudio estarían abandonando el PSOE en masa para pasarse a Podemos. ¿Por qué?
Este
barómetro se publicó tan sólo dos semanas después de excelente y
sorprendente resultado cosechado por Podemos en las elecciones europeas,
con cinco escaños en el Parlamento Europeo y 1,2 millones de votos.
Desde entonces se está produciendo un auténtico ‘boom’ de popularidad
que va mucho más allá de lo meramente político. Podemos es un claro caso
de fenómeno mediático, cuya popularidad va en aumento.
Podemos se nutre de votantes socialistas
El instituto Metroscopia ha publicado un interesante estudio sobre el votante de Podemos
el pasado 25 de mayo. Según este perfil, el 66% es mayor de 35 años; el
50% tiene empleo; el 22% está en el paro; el 15% es estudiante; el 9%
está jubilado y el 4% realiza trabajos domésticos. Es decir, la mayoría tiene empleo y es de mediana edad.
Este
estudio hace también un buceo interesante en los orígenes electorales de
estos votantes: – “¿Qué votó en las europeas de 2009?: PP: 4.5%; PSOE:
33.6%; IU: 17.2%; UPyD: 2.2%; No tenía edad 11.2%”. “¿Qué votó en las
Elecciones Generales de 2011?: PP: 5.2%; PSOE: 29.9%; IU: 26.1%; UPyD:
5.2%; Otros/blanco 15.6%”.
Es decir, en gran medida se trata de electorado socialista descontento que ha optado por Podemos antes que el PSOE,
además de un número considerable de votantes de IU. Teniendo en cuenta
que tradicionalmente en las elecciones europeas los votantes suelen
tomarse licencias y castigar con su voto a los partidos tradicionales,
¿podrán recuperar el PSOE e IU a sus votantes? Metroscopia indica que IU
sí pero el PSOE no: “¿Qué votarán en las próximas Elecciones Generales?: PSOE: 4.5%; IU: 25.4%; UPyD: 4.5%; PODEMOS: 51.5%; Sin decidir: 6.7%”.
Por último, según Metroscopia el 60% de quienes votaron a Podemos dice que dudaba entre varios partidos y finalmente optó por el más afín.
¿Por qué decenas de miles de ex votantes socialistas decidieron cambiar
su voto? ¿Por qué dicen que prefieren seguir confiando en Podemos y no
volver al PSOE?
La clave está en las historias que cuentan ambas formaciones para convencer a sus votantes. Se trata de tener el mejor “storytelling” y, sobre todo, el más verosímil. Como explica el escritor francés Chsristian Salmon: “Para
atraer inversores (en este caso votantes), hay que ser un buen
storyteller. Las historias son primordiales para dar sentido a las
cifras. Ofrecen el contexto y cautivan la imaginación de la gente”.
La historia de Podemos: un drama que afecta a una minoría pero que resulta verosímil
El siguiente vídeo es un excelente resumen de la historia que utilizó Podemos en su éxito electoral:
El vídeo de Podemos resume en algo menos de tres minutos todo su “storytelling”. No tiene nada que ver con Europa o con unas elecciones europeas:
unos especuladores se preparan para hacerse con un edificio y expulsar a
sus habitantes que representan a diferentes segmentos de la sociedad.
Por un lado está una anciana que sufre una situación de pobreza debido a
la escasez de su pensión; una familia con hijos que sufre el paro y no
llega a fin de mes; una pareja de mujeres, una de las cuales debe
emigrar a América para trabajar; y un joven estudiante que finalmente se
rebela, une a todos los vecinos y logra expulsar a los especuladores y
evitar los desahucios. Apela a la unión y rebelión de los ciudadanos
corrientes frente al poder y pone en valor la resistencia y la lucha
contra lo establecido. La moraleja es el propio nombre de la organización: “Podemos”.
Sin
embargo, los datos desmienten que se trate de una situación extrema que
pueda afectar personalmente a los votantes de Podemos. El pasado mes de
enero, el Banco de España publicó que el número de desahucios
registrados en el país en el primer semestre de 2013 fue de 19.567, de
los que 15.451 fueron vivienda habitual y 4.116 de otro tipo de
vivienda. Por su parte, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)
asegura que entre julio de 2008 y finales de 2012 el número de
desahucios llegó a los 171.110. En total casi 200.000 desahucios en
cinco años, un número muy alto y muy preocupante que, sin embargo, no llega ni de lejos a afectar directamente a los más de 1,2 millones de votantes de Podemos.
Es decir,
evidentemente la inmensa mayoría de los votantes de Podemos no son
víctimas directas de los desahucios, pero sí empatizan con ellas y
“compran” el discurso de la resistencia frente al miedo a ser expulsado
del hogar. Ese temor podría interpretarse más allá como el miedo a perder el estatus y el nivel de vida conseguido en los últimos años antes de la crisis.
No se debe olvidar que la mayoría de los votantes tienen más de 35
años. En todo caso, independientemente de que no apele a una “verdad”
que sufra directamente la inmensa mayoría de los votantes, existe una
identificación con la historia que cuenta Podemos. Aunque la
mayoría no sufre directamente el riesgo de un desahucio ni la situación
que se describe en el vídeo, se trata de un mensaje verosímil que logra
conectar con ellos.
La historia del PSOE: una verdad que afecta a millones pero que resulta inverosímil
El siguiente vídeo es un ejemplo del “storytelling” del PSOE en la campaña de las europeas:
El vídeo
en el que el PSOE expone su “storytelling” es en clave europea. El PSOE
comienza el vídeo con imágenes en blanco y negro de ciudades europeas
mientras relata una serie de datos sobre las consecuencias de la gestión
neoliberal de los conservadores al frente de las instituciones
comunitarias de la UE. Es el clásico discurso de denuncia de destrucción del Estado del Bienestar por parte de los conservadores, y de llamada de movilización a las urnas para frenar este proceso mediante una mayoría socialdemócrata en el Parlamento Europeo.
El mensaje del PSOE se basa en datos reales que afectan a la inmensa mayoría de los ciudadanos:
27 millones de parados en Europa; un 25% de paro juvenil; 120 millones
de europeos en o por debajo del umbral de la pobreza; un rescate
bancario con un coste de 1,6 billones de euros para los contribuyentes
europeos; recortes de las políticas sociales; etc. Para cambiar esta
situación, los socialistas prometen “una Europa que progrese, que
proteja y que funcione”. La prioridad sería “la creación de empleo, la
economía productiva, el sentimiento de pertenencia europeo y el respeto
por las personas”. También subraya su compromiso con la democratización
de las instituciones europeas y celebra que estas sean las primeras
elecciones en las que se puede influir en el nombramiento del presidente
de la Comisión Europea.
Un
“storytelling” basado en datos verdaderos que afectan a millones de
personas a las que se pide el voto para cambiar la gestión conservadora
por una progresista. Sin embargo, es un mensaje que no ha calado
porque no es verosímil para los votantes a los que iba dirigido y que
finalmente optaron por Podemos. Se creyeron la primera parte
del mensaje, en la que se exponen los problemas y las consecuencias de
la política neoliberal, pero no lo hicieron con la segunda en la que los
socialistas se presentaban como la solución. Simplemente no se creyeron que los socialistas fueran a solucionar sus problemas y prefirieron apostar por Podemos. ¿Por qué?
El objetivo: Crear un universo narrativo creíble
El
escritor francés Christian Salmon lo explica claramente en su libro
“Storytelling, la máquina de fabricar historias y formatear las mentes”:
“El objetivo del marketing narrativo ya no es simplemente
convencer al consumidor de que compre un producto, sino sumergirlo en un
universo narrativo, meterlo en un universo creíble. Ya no se trata de seducir o convencer, sino de producir un efecto de creencia”.
Mucho
antes de la creación de Podemos ya circulaba una historia con mucho
éxito entre la ciudadanía, sobre todo a partir del movimiento 15 M en
2011: el “storytelling” del bipartidismo como culpable de la crisis y, sobre todo, como defensor de una clase privilegiada que basa su alto nivel de vida en la explotación, la corrupción y la manipulación de la mayoría de los ciudadanos.
Políticamente
esta historia supuso primero el colapso electoral del PSOE en mayo y en
noviembre de 2011 (y una mayoría absoluta espectacular del PP), y a
medida que el PP iba aplicando políticas neoliberales y de austeridad
extrema, también iba afectando a la intención de voto de los
conservadores. Los grandes ganadores de esta situación parecían ser los partidos minoritarios IU y UPyD,
que iban subiendo como la espuma en las encuestas de intención de voto,
y en pocos meses el llamado bipartidismo se estaba quebrando a favor de
una redistribución del voto entre otros partidos más pequeños.
La
“historia del bipartidismo culpable de la crisis” no surgió en un día ni
consiguió alojarse en las mentes de los ciudadanos de un día para otro.
Salmon explica que “el storytelling es una operación más compleja
de lo que se podría creer a primera vista: no se trata sólo de contar
historias, sino también de compartir un conjunto de creencias capaces de
suscitar la adhesión o orientar los flujos de emociones; en resumen, de
crear un mito colectivo constrictivo”.
Han hecho falta meses de constantes informaciones periodísticas
(sobre todo en televisión) y de creación de consensos y de procesos de
deslegitimación de las instituciones para que finalmente se lograra
crear ese mito colectivo. Solamente faltaba que alguien lograra
estructurarlo y crear los conceptos necesarios y, sobre todo, fabricar un hilo narrativo coherente y fácil de entender y comunicar. Podemos lo ha conseguido al simplificar el mensaje de “nosotros, la gente normal, contra la casta, los privilegiados”.
El éxito de este hilo narrativo ha sido arrollador. Como dijo el gurú del storytelling Steve Denning, citado por Salmon: “Cuando
veo cómo unas historias bien atadas pueden penetrar fácilmente en las
mentes, hasta yo me sorprendo de la propensión del ser humano a absorber
historias”.
La lección es clara: si no comunicas con historias, no comunicas. Es lo que Salmon explicó como “el
espíritu de nuestra época, calificado de posmoderno y que
privilegiaría, tras el reflujo de los grandes relatos, las anécdotas, el
espejismo de pequeñas historias que ilustran la competencia feroz de
los valores y vectores de legitimación”.
Podemos
presentó una historia clara, con buenos y malos, fácil de entender y
sin matices. El PSOE, por el contrario, presentó una lista de datos de
los que hizo su propia interpretación. Simplemente obvió el
“storytelling” del bipartidismo (por ejemplo en el debate entre Elena
Valenciano y Miguel Arias Cañete se pactó no hablar de la corrupción) y
con ello ignoró el riesgo de que se percibiera al PSOE como parte del problema en vez de la solución.
Es decir,
el PSOE realizó su campaña enarbolando su papel tradicional de partido
hegemónico en la izquierda cuando, al mismo tiempo, según Metroscopia,
los votantes de Podemos situaban al PSOE en el 5,4 de la escala
izquierda derecha (de 0 más a la izquierda a 10 más a la derecha). Creen que el PSOE es un partido de centro-derecha y por lo tanto alejado de la defensa del Estado del Bienestar
y de las políticas socialdemócratas clásicas. Así pues, al presentarse
como el defensor de las políticas de izquierda, el PSOE resultaba
inverosímil para los votantes de Podemos que en cambio sí creían en los
mensajes de esta formación a la cual sitúan en el 3,7 de la escala
ideológica, en la izquierda e incluso un poco más centrada que IU a la
que posicionan en el 3,4.
El futuro: ¿Puede Podemos mantener su “storytelling” y el PSOE cambiar el suyo?
Christian Salmon cita en su libro al profesor David Boje: “Las historias pueden ser prisiones.
Una vez inscritos en historias, con unos personajes y una intriga,
estamos implicados con otros que esperan que reaccionemos, hablemos y
evolucionemos de una cierta manera”.
Resulta difícil romper el universo narrativo en el que se posiciona a los diferentes actores.
El PSOE tendrá que recurrir a una serie de toma de medidas
espectaculares y muy mediáticas, y esperar a que sean aceptadas como
verosímiles entre el electorado antes de poder aspirar a preservar su hegemonía en la izquierda.
Por su parte, Podemos necesitará alimentar constantemente su “storytelling” si no quiere decepcionar a sus votantes ávidos de historias que les emocionen y movilicen. Acabarán por tener que recurrir a lo que Salmon denomina la “Estrategia de Sherezade”.
Podría resumirse así: basándose en “Los cuentos de las mil y una
noches”, Sherezade es el personaje protagonista condenado a muerte por
el sultán al que debe contar una historia nueva cada noche para
sobrevivir. Podemos tendrá que ir adaptando su “storytelling” a la
demanda de su público constantemente para poder sobrevivir, creando
nuevas historias y adaptando la actual.
El futuro no será fácil ni para el PSOE ni para Podemos, ya que, por ejemplo, Salmon cita en su libro a unos expertos cuando dice que “toda
organización es un sistema inmunitario cuya meta, como el de todo
organismo, es preservar cierto status quo. (…) Los estudios sobre el
cambio confirman la aversión de los individuos y las organizaciones
hacia el cambio”.
Si
no logra realizar profundas transformaciones y, sobre todo, parecer
creíble en ello, el PSOE perderá su posición hegemónica en la izquierda.
Y por otro lado, si no logra sorprender constantemente, es posible que
Podemos entre en una espiral en la que decepcione a sus votantes y les
parezca “viejo” e incluso “régimen” como ellos denominan a las
demás formaciones políticas. Es lo que le ha pasado a IU y a UPyD en
cierta medida con respecto a elecciones anteriores en las que estos
partidos fueron la sorpresa. El pasado 25 de mayo ya eran “viejos y más
de lo mismo” para muchos votantes de Podemos.
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