Los holandeses descubren el secreto de la edad de las huellas digitales
“(…) Es un descubrimiento muy importante”, asegura a la AFP Marcel de Puit, investigador del NFI y especialista de huellas digitales, que asegura que se trata de una primicia mundial.
“La policía nos pide a menudo si podemos datar las huellas halladas en el lugar de un crimen” añade. Por ejemplo, se produce un robo y se hallan en el lugar las huellas digitales del vecino. Datarlas permitirá saber si el vecino es un sospechoso, o si fueron dejadas un determinado día en que compartieron los vecinos una taza de café.
“Poder datar las huellas permite determinar cuando un potencial sospechoso se encontraba en el lugar del crimen o qué huellas son pertinentes o no para una investigación” añade de Puit.
Cuando una persona toca un objeto, deja una huella digital, la marca de su piel. Ese trazo está constituido por sudor y sebo, además de colesterol, ácidos aminados o proteínas.
“Los componentes químicos de estas huellas pueden ser analizados” explica de Puit. “Algunos desaparecen con el tiempo y es la proporción de estos elementos químicos respecto a otros lo que permite datar la huella”, añade.
Si las condiciones de conservación de la huella son conocidas –el calor o el frío tendrán una diferente influencia en los componentes químicos–, se podrá datarla con cierta exactitud, a uno o dos días cerca, y ello hasta 15 días después de haber sido dejada. Más allá de este tiempo, este método se convierte en “ineficaz”, afirma el investigador.
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