El "rescate más costoso" en la historia de Alemania
Última actualización: Lunes, 16 de junio de 2014
Johann Westhauser está atrapado
hace una semana en una fosa a 1.000 metros de la superficie, en el fondo
de la cueva más profunda de Alemania.
Y sacarlo de allí podría tardar semanas.Ocho días atrás, Westhauser, un experimentado espeleólogo de 52 años, se encontraba explorando la cueva Riesending (que en alemán significa "enorme objeto") una de las más hondas e intrincadas de Europa, con 19 kilómetros de extensión y 1.100 metros de profundidad, cuando tuvo un accidente que lo dejó gravemente herido y sin posibilidades de poder salir por sus propios medios.
La cueva está ubicada en la frontera con Austria en la zona conocida como Berchtesgaden y hasta allí había llegado Westhauser junto a dos compañeros más para continuar con una exploración iniciada anteriormente.
Después del accidente, uno de los compañeros buscó el camino de regreso y logró llegó a la superficie después de doce horas de ascenso para pedir ayuda.
Lo siguiente para Westhauser fue esperar bajo la tierra y en la oscuridad que alguien viniera por él.
Este lunes, después de una semana sin poderse comunicar, Westhauser logró enviar un mensaje a los rescatistas mediante el sistema de comunicación que habían instalado allí.
"Me encuentro bien y le envío saludos a mi familia" fue el texto que se dio a conocer.
Rescate lento
Desde mediados de la semana anterior al menos 30 rescatistas de Alemania, Suiza, Austria e Italia se encuentran diseñando una estrategia para sacar a Westhauser con vida de allí.La mayor dificultad: cuando el espeleólogo sufrió el accidente, se golpeó fuertemente la cabeza y el pecho. Eso lo inmovilizó en medio de un lugar de difícil acceso.
Entre ellos estaban dos médicos que hicieron un diagnóstico de la situación y declararon la gravedad del explorador.
Por esa razón la extracción no ha sido una operación rutinaria. Para sacarlo de allí hay que evitar que el espeleólogo sufra otro golpe que pueda comprometer más su delicado estado de salud.
"Hemos diseñado un sistema de seis bases. La idea es que vamos a ir transportarlo cada día hacia una de las bases", explicó a los medios uno de los rescatistas.
Westhauser había sido uno de los descubridores de esta cueva en 1992 y en el año 2002 también ayudó a elaborar el primer mapa del interior del lugar.
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