Más autonomía y recursos para lo gobiernos locales
Los gobiernos locales deben ser autónomos
tanto por imperio de la Ley como en la práctica social concreta. Para ello,
necesitan contar con los recursos suficientes para funcionar adecuadamente
entregando a los ciudadanos los servicios indispensables y dinamizando el
desarrollo. Parte importante de sus recursos debe provenir de la propia ciudad
o localidad y ser administrados autónomamente. Entendemos por autonomía local
la capacidad efectiva de los gobiernos locales para tomar libremente sus
decisiones en al ámbito de sus competencias y recursos
Los municipios más
pobres deben ser apoyados con fondos y recursos especiales, para posibilitar
una mayor equidad social y espacial, mediante recursos provenientes de las
esferas regionales o nacionales de gobierno. Así los ciudadanos serán sujetos
de los mismos derechos y oportunidades no importando la parte del territorio
nacional en que habiten. En conjunto, los gobiernos locales de cada país deben
administrar entre el 20 y el 50% de los recursos públicos nacionales, en
concordancia con sus competencias.
En cada país las
normas y costumbres determinan las características y funciones de sus gobiernos
locales. Sin perjuicio de la manera en que estén organizados y su dotación
efectiva de recursos concebimos a los gobiernos locales como una instancia
autónoma del Estado cuya función principal es la promoción y facilitación de un
desarrollo local humano y sustentable.
Los principales del desarrollo local son
los recursos humanos y el capital social
El recurso principal
del desarrollo son las personas. La revolución del conocimiento hace que una
tarea central de los gobiernos locales sea preservar y desarrollar el capital
humano o social local. Los recursos humanos, técnicos e intelectuales de una
comunidad se encuentran dispersos entre sus organizaciones y agentes
institucionales. El potencial de progreso de un territorio depende, en medida
mayor, del capital social que se logre formar, articular y movilizar para
emprender nuevas iniciativas de progreso. Por tanto, las municipalidades deben
estimular y desarrollar programas para formar, incrementar y preservar tanto
sus recursos humanos y técnicos propios, como los de las organizaciones y
agentes locales.
La estructura interna
de los gobiernos locales debe ser cada vez más horizontal y participativa para
facilitar la acción de su personal y dar buena atención a los ciudadanos. Los
funcionarios deben actuar como servidores públicos efectivos recibiendo para
ello buena información, capacitación permanente, estímulos y recompensas
motivadoras, incluido un salario razonable, parte de cuyo monto puede estar
ligado a la productividad. Debe aplicarse una política de desarrollo de los
recursos humanos municipales e instaurarse la carrera administrativa a la que
se acceda por calificación y méritos. Sin perjuicio del derecho de las nuevas
autoridades locales de contratar a personal de confianza técnica y política,
los gobiernos locales deben contar con una planta profesional y técnica estable
que asegure la continuidad de funcionamiento y la memoria histórica
institucional de largo plazo.
La organización de los
gobiernos locales debe permitirles cumplir con sus competencias efectivamente,
hacer transparente su gestión y canalizar la participación activa de los
ciudadanos, agentes privados, públicos y no gubernamentales. Los ciudadanos y
organizaciones locales deben participar en las políticas locales y en la
administración de los servicios públicos mediante estrategias de prevención y a
través de la cogestión o participación en la administración de estos. Globalización
que afecta estructuralmente a las economías locales, sus mercados y el empleo.
No obstante, las redes de comunicación e información constituyen un medio
indispensable para lograr la modernización municipal. Los gobiernos locales
deben integrar la tecnología informática y el trabajo en redes. Así, lograrán
activar el capital social, entregarán mejor información a los ciudadanos,
mejorarán la provisión de servicios y facilitarán el desarrollo local.
Roles de los Gobiernos Locales para la
Promoción Integral del Desarrollo Local
la función principal de los gobiernos
locales es la promoción del desarrollo en sus ciudades y localidades. Por
tanto, su acción en el territorio debe ser integral. Mientras los gobiernos
nacionales y las instituciones no gubernamentales se especializan en
determinadas áreas y sectores de actividad, las municipalidades deben
intervenir de modo integrado. Sin perjuicio de las particularidades nacionales,
la acción de las municipalidades, en tanto gobiernos locales, tiende a ser
simultáneamente política, económica, social, cultural y ambiental.
La acción de los gobiernos locales se
inicia con la generación democrática de sus autoridades en elecciones libres,
secretas e informadas, las que les confieren alta legitimidad y autoridad. Se
reafirma mediante consultas periódicas a la ciudadanía acerca de las políticas
y decisiones públicas locales. Se hace efectiva con la gestión participativa de
los servicios públicos, programas y proyectos de desarrollo y mediante alianzas
con diversas instituciones públicas y privadas. De este modo se logra,
sostiene, refuerza y reafirma la gobernabilidad del territorio local. Los
gobiernos locales son una escuela abierta de civismo y democracia al ser la
representación más cercana que tienen los
ciudadanos de sus intereses y aspiraciones. En ellos se llevan a cabo procesos
de aprendizaje surgiendo nuevos vínculos, mejor comunicación y más interacción
entre el sector público, los agentes sociales y los ciudadanos. En la
actualidad, la única manera de hacer políticas públicas efectivas es mediante
la acción concertada de las autoridades públicas, la sociedad civil y el sector
privado. La modernización del Estado pasa por el aprendizaje de estos nuevos
modos de hacer política, con una ética renovada, con sistemas novedosos de
rendición de cuentas y una ampliada transparencia de toda la gestión pública.
Tradicional de los gobiernos locales es
la prestación de ciertos servicios esenciales o bienes públicos. Aseguran a la
comunidad la provisión de servicios sanitarios, energía, recolección de
desechos, educación, salud, cultura, parques, caminos rurales, mercados,
mataderos, seguridad, entre otros. La dotación efectiva de servicios entregada
varía de país en país y de una municipalidad a otra según la norma, costumbre,
tamaño y recursos.
Sin embargo, la manera concreta de
prestar servicios cambia en los diversos territorios y a través del tiempo. La
responsabilidad municipal es asegurar la provisión de los servicios esenciales,
pero no necesariamente producirlos directamente. En algunos municipios ciertos
servicios han sido transferidos bajo responsabilidad privada, en otros se han
concesionado a terceros por periodos pactados, empero muchos servicios se
siguen prestando por ejecución municipal directa
.- La forma concreta en que cada
gobierno local asegura la provisión de un servicio no depende de principios
rígidos, sino constituye la aplicación del criterio de la maximización del bienestar
de los ciudadanos con el costo más bajo posible. En este sentido, además de la
gestión directa los gobiernos locales utilizan la asociación con el sector
privado y el involucramiento activo de la comunidad para garantizar extensión,
calidad, buena gestión y transparencia en la provisión de los bienes públicos.
En todo caso, al mantener la responsabilidad final en la prestación de estos
bienes, los gobiernos locales están obligados a supervisar su producción y
distribución para garantizar calidad, regular sus costos y defender así los
intereses de toda la comunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario