LA LLEGADA DE LA IMPRENTA A LA CIUDAD DE LA VEGA.
Por Ubaldo Solís.
La
imprenta, instrumento mecánico mediante el cual el pensamiento del ser
humano, se ha difundido por todo el mundo pare beneficio de la
humanidad
En la ciudad de La Vega, según nos relata Don Jovino
Espinola, la primera imprenta llegada a esta ciudad ocurrió en el
año 1880, traída por los hermanos Pedro Antonio, Joaquín y
Juatianiano Bobea.
Esta fabricada en los EE.UU., de marca
Washington y consigo el primer taller tipográfico de dos prensas y una
cigüeña (don Jovino Espinola dice, que estos acontecimiento se lo contó
Don Rafael Portes Suárez (fello)).
Siguiendo su relato nos dice
que el primer periodico que se imprimió se llamo “ El Pueblo”, siendo
dirigido por Pedro A,. Bobea, redactor Don Federico García Godoy,
administradores, Joaquín y Jutiananio Bobea y el jefe de redacción lo
era Federico Céspedes Delén, éste periodico estaba subvencionado por
el Presidente Ulises Hereaux (lili) con la suma de 70 pesos mejicanos.
Los
primeros tipógrafos e impresores que tuvo esta ciudad fueron: Félix
Díaz, Félix Castro, Confesor Rivas y Federico Céspedes Delén y como
ayudante Rafael Portes Suárez (fello) y Julio Espaillat de la Mota.
En
su relato sobre los inicios de la impresión en La Vega, el notable
escritor dice “ Motivado a la guerra Independentista Cubana, habían
llegado a esta ciudad un grupo de personalidades cubanas ligadas a
diferentes ramas de saber, y con ellos se inician una series de
acontecimiento en la vida cultural, literaria, educacional, musical,
artesanal y construcción que llenaron de esplendor esta población
bajo
este ambiente se edito el primer Diario de la Tarde titulado “ Las
Noticias”, fundado el 20 de abril de 1898, y se imprimía en la
imprenta de los Hnos. Bobea. Siendo su redactor el ciudadano cubano
Don Felipe Cisneros, en él se leían las noticias servida por el cable
Francés, sobre los acontecimientos de la Guerra Hipano-Cubana
En
el 1897, fue instalada aquí otra imprenta traída desde San Francisco
de Macorís, por Don Dionisio de Moya (nisio), comprada a Pelegrin
Castillo, en la cual se editaba el periodico “El Comercio bajo la
dirección de Don Rafael Portes Suárez (fello)
En ésta imprenta
fueron impresas las papeletas por valor de 0.25 y 0.50 centavos puestas
en circulación por el Honorable Ayuntamiento de La Vega, y las,
mismas estaban firmada por Don Feliz Casimiro Robles, sindico
municipal. Esto se debió a que a la muerte del Presidente Ulises Hereaux
(Lili), ocurrida trágicamente en la ciudad de Moca, el 26 de julio
del 1899, todo el dinero circulantes fue escondido por los tenedores y
no habiendo monedas de baja denominaciones, el cabildo vegano se vio
en la obligación de emitir el papel moneda.
Este
acontecimiento de la vida económica de la ciudad de La Vega, es poco
conocido por la gran mayoría de los ciudadanos, el cual ha pasado
desapercibido por el olvido de los historiadores que de una manera
con intención o sin ellas han tratado de ocultar este acontecimiento
Otra
imprenta llegada a La Vega, con más modernización la trajo Don Ramón
A. Cruz Torres (don tito), con él vinieron sus hermanos tipógrafos
Pepe e Higinio Cruz Torres, siendo ésta la primera imprenta a pedal
llegada a esta ciudad del Camú.
En esta topografías se editaba en
1900. el periodico “ La Concordia”, y la revista “ Ideal”, órgano de
la Sociedad Amor al Estudio, y en mayo de 1902, vio a la luz el
periódico “El Debate”, bisemanario editado por Don Tito.
La
Vega, en ese entonces fue muy rica en las ediciones de periódicos,
revistas, y otros impresos. Hoy nada queda de ese pasado el cual no
valió el calificativo de ciudad culta,
A la muerte del
Presidente Hereaux, Don Francisco Guerrero ( panchito), lanzó el
periódico “Pluma Libre” con la colaboración de Don José M. Jiménez y
al mismo tiempo salía el periódico “ La Nueva Era”, un tiempo más
tarde Don Tito, vendió la imprenta a Don Jesús Martínez Bretón , por
algunos años
En 1904, Joaquín Ramón Gómez, Gustavo Moya y
Emilio L. Espinola, compraron una imprenta al padre Fantino, donde
editaron el periodico “ La Palanca”, este de contenido político, el
mismo estaba dirigido por el profesor Luis A. Weber.
1923, Don Hilario Piña instaló una imprenta y fundo un periódico, ambos se intitulaban “Redención”
Don
Manuel Batista Esteve, instaló su taller de imprenta en noviembre de
1930, dando a la publicidad el periódico “ La Palabra”, el cual fue
diario, mes tarde bisemanario. Anteriormente, en 1924, Don Félix M.
Ovalle, adquirió el viejo taller de “ El Adalid”, lanzo al público el
periódico titulado “ La Defensa”, que circulo por varios años
En
el 1911, la imprenta de Don Jesús Martines B., paso a manos de Don
Rodrigo Salomón de Peña, quien edito el periodico “El Triunfo”,
redactado por el Lic. Juan José Sánchez y dirigido por Bienvenido
Cristian
El 10 de agosto de 1910, se edito el bisemanario “El
Progreso” en los talleres tipográficos de Don Ramón Ramos G. (mon.),
con este periódico se inauguro esa imprenta, que era completamente
nueva, tanto el taller como el periódico pertenecían al Ser Ramos, y
señala don Jovino, que eran de los mejores que habia tenido La Vega.
Por
el 1918, se instalo una gran imprenta y un buen periodico “El Día”,
propiedad de Don Federico García Godoy e hijos, de este era su director
Don Federico (don Fico), redactor su hijo Emilio, y administrador su
otro hijo el artista Andrés García G.
En el 1923, Don Hilario Piña instalo una imprenta, y fundo un periódico, ambos con el nombre de “Redención”,
Don
Manuel Batista Esteve, instaló su taller de imprenta en noviembre
de 1930, dando a la publicidad el periódico “ La Palabra”, el cual
fue diario, m s tarde bisemanario. Anteriormente, en el 1924, Don Félix
M. Ovalle, adquirió, el viejo taller de “El Adald” y lanzo al público
el periódico “la defensa, que circulo por varios años.
En
1947, el poeta Don Américo de la Rosa, trajo desde la capital una
pequeña imprenta a pedal, ,en la cual se imprimía la meritoria revista
enciclopédica, “ El Observador”,
En el 1949, se instaló un
taller con tres prensas modernas movida por energía eléctrica, propiedad
del ingeniero Pablo Fco. Ramos G.
Nota. Este trabajo fue
publicado en El Observador y leído el día del periodista del 1962, en
in acto efectuado en el local de la sociedad La Progresista
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